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RUMORES por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo final, espero que les guste en lo que acaba

Capítulo 13.- Post debacle

 

Seiya estaba en la biblioteca y trataba de escribir algo pero no lo conseguía, a su alrededor habían varias hojas arrugadas de los intentos de la carta que quería escribir pero no lo lograba, tenía los audífonos puestos y no miraba a nadie, es que no quería mirar a nadie, si hubiera podido desaparecer de la faz de la tierra lo hubiera hecho, pero lastimosamente la vida no pasa como a uno le gustaría y estas últimas semanas fueron básicamente infernales

 

La noticia de que Shun no estaba muerto y que todo había sido un mal entendido se esparció por el campus entero como fuego, el nombre de Hades fue limpiado cuando se dio a conocer el nombre del verdadero monstruo que atacó a Shun, y eso acarreó todo tipo de habladurías en las que se vio envuelto Seiya nuevamente, por lo que el castaño había optado por ignorar a todo el mundo y dedicarse a sus materias, trabajos y demás cosas

 

- Hey… ¿me escuchas? – Seiya saltó asustado cuando sintió como jalaban suavemente su audífono para llamar su atención

- ¿Qué quieres? – fue la seca respuesta que recibió Shun, él se había acercado al castaño y tenía un panecillo en las manos

- No te enojes por favor, solo quería hablar un ratito contigo – Shun se sentó en la silla frente a la de Seiya que se meneó la cabeza y empezó a recoger sus cosas y meterlas en su mochila

- Discúlpame pero yo no quiero hablar contigo

- Seiya por favor… no seas así… - Shun se puso de pie y tomó al castaño de la mano pero éste se soltó de una manera no muy amable

- Soy como soy, es lo único que puedo decirte – en su apuro de guardar sus papeles y cuadernos, no se dio cuenta que uno de sus cuadernos quedó abierto en la mesa, Shun lo miró y sorprendido preguntó:

- ¿Le estás escribiendo a Julián?

- No te metas en mis cosas Shun, que yo no me meto en las tuyas – Seiya tomó con violencia el cuaderno de la mesa y lo guardó en su mochila

- ¿Cómo puedes escribirle a ese sujeto?, ¿estás loco?

- No… no lo estoy y no tengo por qué darte explicaciones, no lo podrías entender – Seiya dijo esto más para sí mismo que para otra cosa

- Solo me preocupo por ti, deberías poner toda la distancia que puedas entre Julián y tú, él te engañó a ti también, te hizo lo que me hizo a mí, me enamoró y luego… abusó de mi confianza y de mi cariño, estás ciego Seiya y yo lo entiendo porque Julián es un manipulador, si lo sabré yo…

- Julián no es lo que tú crees que es, no es quien crees que es, y no voy a hablar de esto contigo – Seiya alzó la mirada y meneó la cabeza al darse cuenta que algunos de los chicos de la biblioteca los estaban mirando y susurraban

- Pues deberías hablar con alguien, eso es lo que me ha ayudado a mí – dijo Shun en tono calmado, y era verdad, Shun estaba yendo a terapia y eso lo estaba ayudando mucho

- Muchas gracias por tu preocupación pero no creo que quieras relacionarte con el novio de un violador, el que aparentemente también es uno, según todos tus amigos claro está – la ira en el tono de Seiya era más que palpable

- Ya les dije a todos que tú no tienes nada que ver en esto, esta es una ofrenda de paz – Shun extendió el panecillo, Seiya pensó en tomarlo y lanzárselo a la cara pero lo pensó mejor y dijo en un tono mucho más calmado, ellos estaban haciendo una escena en la biblioteca y Seiya ya no quería más habladurías a su costa, estaba harto de todo

- No quiero nada de ti, nunca quise nada de ti, bueno… tal vez que me dejes en paz, si… eso quiero de ti, lastimosamente no me puedo cambiar de universidad porque mi beca no me lo permite pero no creas que me puedes comprar con un panecillo o con cualquier otra migaja

- Yo no quiero comprarte Seiya, solo quiero que… seamos amigos… o algo… - dijo Shun bastante incómodo

- No… nosotros nunca fuimos amigos y no creo que sea saludable que intentemos serlo, solo déjame en paz pero sabes qué, hazme un favor y vuélveme a inventar rumores en los que yo era amante del profesor Saga, esos eran mucho más divertidos que los que corren por la universidad ahora, mi madre te lo agradece por cierto… - Seiya acabó de guardar las cosas en su mochila y sin mirar atrás salió de la biblioteca, Shun suspiró y le dio una mordida a su panecillo, las cosas se le habían complicado a Seiya desde que Julián estaba preso, hasta donde le habían contado a Shun, el castaño tenía muchos problemas para poder encontrar un puesto libre en alguno de los edificios de dormitorios, como estaban cerca de finalizar el semestre no había lugar, y los viajes en tren hasta la casa de su madre eran en realidad muy largos, Shun tenía pena hueca porque no podía hacer nada por él, no quería hacer nada por él, lastimosamente Seiya le recordaba a Julián y no era saludable que se relacione con él de ninguna manera, además lo que le había dicho hace un momento era la absoluta verdad, ellos no eran amigos, nunca lo fueron y no era conveniente que lo intenten ahora, bueno… esperemos que en el semestre que seguía las cosas mejoraran para todos ellos, conservar las distancias ayudaba y el muchacho de ojos verdes esperaba que los chismes se calmaran, lastimosamente las habladurías eran por demás crueles pero cíclicas, ya pasaría el escándalo que se desencadenó, si… ya pasaría…

 

Shyru había visto la escena completa en la biblioteca y prudentemente caminó tras Seiya pero dándole su distancia, lo vio sentarse a la sombra de su árbol favorito y por mucho tiempo el castaño tuvo la mirada perdida en las personas que caminaban frente a él, eventualmente volvió a sacar su cuaderno y se puso a escribir

- Te traje un café, está hirviendo y dulce, así como te gusta – el muchacho de cabellos negros no esperó invitación ni mucho menos y simplemente se sentó junto a Seiya y le dio el vaso de café que tenía en las manos

- Muchas gracias, pero… ¿seguro que quieres sentarte conmigo? – esto Seiya preguntó en un susurro, él estaba muy consciente de las habladurías de la gente, no quería que arrastraran a su infierno personal a Shyru

- Claro que si tonto, ¿qué haces?, no me digas que la tarea de cálculo – el pelinegro tomó el cuaderno de Seiya y vio una larga carta a Julián, el castaño no se la quitó de las manos pero por prudencia Shyru no la leyó sino que le devolvió el cuaderno a su dueño que suspiró al abrazar el cuaderno

- Ya acabé la tarea de cálculo, esto… esto es infinitamente más difícil – Seiya suspiró y tomó un sorbo de su café, en verdad que estaba hirviendo

- ¿Aún no has podido verlo? – preguntó Shyru en un susurro

- No… hablé con su papá y me dijo que Julián no quiere verme

- ¿Por qué?

- Porque le avergüenza toda esta situación y no quiere verme, el juicio empezará pronto pero a eso no puedo asistir, dice el papá de Julián que la fiscalía no ha presentado un caso abierto, que eso es lo mejor en el caso de Julián y que Shun ha aceptado llegar a compromisos, al parecer el arreglo lo hicieron entre familias o algo así, me dijo que podrían sentenciar a Julián de 4 a 8 años de cárcel, por buen comportamiento podría salir en dos, esos ya son líos legales que yo no entiendo

- Wow… de 4 a 8 años, eso es demasiado tiempo – dijo Shyru tomando su café

- La verdad no, la pena máxima es 25, pero van a usar otra figura legal, eso tampoco entiendo y la verdad no quiero entender – Seiya cerró los ojos y se apoyó en el árbol

- Ok., ¿qué piensas hacer?, ¿qué le escribiste? – Shyru señaló el cuaderno que seguía en el pecho de Seiya

- No lo entenderías… - dijo el castaño con mucha tristeza

- Vamos cuéntame… no necesito entenderte, solo quiero apoyarte, ¿para qué son los amigos? – Shyru le sonrió a Seiya y le apretó la rodilla suavemente, el castaño suspiró y dijo:

- Hay una cosa principal que debes entender de toda esta situación, el Julián que yo conocí, con el que viví por años en su departamento, con el que compartí tantas cosas geniales y del que me enamoré, es una persona, el que violó a Shun es otra

- Julián se declaró culpable de la violación Seiya – aclaró Shyru frunciendo el ceño, no quería pensar que su amigo fuera tan tonto de creer que Julián era inocente o algo de eso

- Yo sé que se declaró culpable, sé que violó a Shun esa noche en esa fiesta, sé todo lo que hizo y también sé por qué lo hizo, no estoy diciendo que eso lo justifique de ninguna manera, no… no es eso, estoy diciendo que Shun lastimosamente saca a relucir el peor lado de Julián, te lo repito… no lo estoy justificando, ni siquiera yo logro yo entender por qué lo hizo, pero… Julián no es el monstruo que todos creen que es, no es ningún santo pero no es el demonio tampoco

- Lo estás racionalizando amigo – dijo Shyru con mucha pena

- No… no lo estoy haciendo, solo estoy diciendo que no voy a juzgar a Julián por un crimen que cometió y olvidarme de todo lo que él es, de lo que puede llegar a ser, de lo que sería hoy si su camino y el de Shun no se hubieran vuelto a cruzar

- Lo amas…

- Si… lo amo, Julián ya ha sufrido mucho por todo esto y ahora está en la cárcel, créeme… él está pagando por su crimen y lo seguirá pagando aun cuando salga de la cárcel

- ¿Por qué lo dices?

- Porque a la final, él confesó lo que hizo, bien pudo no decir nada porque no habían evidencias en su contra, él no quería vivir su vida con eso en la consciencia, por eso se desestabilizó de la manera más horrible cuando pensó que Shun había muerto, por eso me dijo que prefería ir a prisión y expiar sus culpas, por eso sé que él no es un monstruo, por eso sé que la persona de la que yo me enamoré aún está ahí, ¿entiendes?

- Amigo… me da mucha pena toda esta situación, no quiero verte triste… - Shyru no sabía que decir, él sabía que Seiya no se había enamorado antes y en verdad le daba mucha tristeza que ahora su amigo se aferre a ese amor que solo le iba a traer sufrimiento, en el futuro cercano por lo menos

- No tengo control sobre eso, uno se siente como puede – respondió Seiya tomando otro bocado de su café

- Eso sí… y… ¿qué vas a hacer?, ¿vas a mantener la fe?, ¿vas a esperar a Julián?

- Supongo que sí, el amor no es perfecto, ¿no?

- No… no lo es…

 

En las siguientes semanas las cosas se tranquilizaron un poco y eso fue en buena medida gracias a Shun, que en verdad les dijo a todos sus amigos que dejaran de esparcir rumores de Seiya, que él no tuvo la culpa de nada, que es más, Julián lo engañó a él también y que las cosas en su vida eran demasiado complejas como para que ellos le estén haciendo bullying al castaño que no se metía con nadie

 

Las relaciones entre Seiya y Shun se tranquilizaron también, era verdad que ellos no iban a ser amigos nunca pero eso estaba bien, no era necesario que lo fueran, eran cordiales mutuamente y eso estaba más que bien, Shun fue recuperando su vida y su rutina, salía a caminar, hacía ejercicio, salía a comer con sus amigos, iba a clases, todo esto bajo la atenta mirada de su hermano mayor que estaba contento por su progreso

- Hola, te traje un té, ¿ya sales o no todavía? – Hades había llegado a la plazoleta de la Facultad de Shun y puso un té en sus manos luego de besarlo suavemente en los labios, su relación estaba sumamente fraccionada, pero estaban intentando repararla, el psicólogo de Shun había dicho que eso era importante para su recuperación total luego de lo que vivió, Hades lo amaba profundamente y tenía toda la paciencia con él, desde que se conocieron, Hades estaba convencido de que Shun era el hombre de su vida, entonces cualquier esfuerzo valía la pena

- Ya salgo, gracias por el té – Shun le guiñó un ojo a Hades y le sonrió, el pelinegro sonrió también y ayudó a su novio a guardar sus cosas en su mochila, juntos caminaron por el caminito empedrado hasta perderse tras los árboles…

 

Un año después…

 

En una cafetería del centro de la ciudad estaba un joven castaño atareado con los pedidos de los clientes, a Seiya le gustaba mucho su trabajo principalmente porque su jefe era un grandulón muy amable que le daba permisos para todas las cosas de su universidad, le dejaba trabajar en horario flexible y cocinaba como los dioses, Aldebarán solía decirle que le recordaba mucho a su hijo y por eso ayudaba al castaño en todo lo que podía, a la final este muchachito estudiaba y trabajaba, por eso le hacía probar sus nuevos platillos y le regalaba pedazos de pastel cuando podía

- ¿Más café? – preguntó el muchacho con la jarra en las manos, en una de las mesas estaba un hombre que ya se había bebido más de tres tazas de café, no había pedido nada de comer y no hablaba con nadie ni hacía nada, vestía un buso negro, lentes oscuros y llevaba una gorra de lana que le cubría la cabeza entera, una bufanda también, Seiya pensó que debía tener gripe o algo de eso

- Si por favor… - respondió en un susurro, Seiya vertió la caliente bebida y le sonrió a su cliente, Aldebarán solía decir que eso era lo que le ganaba a Seiya sus propinas, él era muy amable con todos sus clientes y eso valía oro

- ¿Algo más? – preguntó el castaño señalando el menú que estaba en la mesa

- ¿Te gustan las salamandras? – preguntó el extraño señalando en su propio antebrazo el lugar en el que el castaño tenía un tatuaje de una salamandra

- Ohhh… si… - al decir esto el semblante del castaño se entristeció

- Es muy bonita, tienes muy buen gusto al escoger el modelo, no había visto ninguna parecida – dijo el extraño

- No lo escogí yo, mi novio la dibujó – Seiya acarició su salamandra y sonrió con tristeza

- ¿Tu novio?, ¿tienes novio?

- Si… en teoría por lo menos, no quieres escuchar mis tristes historias, ¿quieres un pedazo de pastel de chocolate?, a mi jefe le quedó espectacular – ofreció el castaño intentando cambiar de tema, el hablar de Julián lo ponía triste más que cualquier otra cosa

- No… no me gustan mucho los dulces, aunque no le diría que no a un panecillo con jalea de mora, esos solían ser mis favoritos

- ¿Panecillos con jalea de mora?, wow… esos también eran los favoritos de… ohhh por todos los dioses… ohhh por todos los dioses… - Seiya dio un paso hacia atrás y se llevó una mano al pecho, el extraño se puso de pie y levantó ambas manos en señal de paz, Seiya lucía como si estuviera decidiendo si debía salir corriendo o no

- Seiya por favor no te vayas… solo no te vayas… - el extraño se quitó los lentes de sol, la bufanda y el gorrito, Julián lucía mucho más delgado de lo que solía ser, estaba pálido, ojeroso y su cabello estaba corto, muy corto, parecía enfermo por el color de su piel

- Julián… ¿qué haces aquí?, ¿cuándo saliste?, ¿por qué no me avisaste? – Seiya se limpió una lágrima de la mejilla, el verlo si le causó más impacto de lo que pudo haber supuesto

- No era seguro que las cosas se dieran como se dieron, era solo una posibilidad y bueno… salí hoy en la mañana, mi padre fue a recogerme, me bañé, me cambié de ropa y quise verte, el plan era solo verte de lejos pero… no pude resistir el hablarte, ¿cómo estás Seiya?

- Estoy bien… dentro de lo que cabe, los exámenes son la semana que viene y luego tengo que hacer las prácticas pre profesionales antes de graduarme, todo eso lo sabrías si hubieras leído mis cartas

- Si las leí, tus cartas son lo único que lograron mantenerme vivo en ese infierno – Julián metió las manos en el bolsillo frontal de su buso y sacó un fajo de cartas que se notaba habían sido leídas muchas veces

- ¿Por qué no me respondiste entonces?, ¿por qué nunca me permitiste ir a visitarte?, ¿por qué me apartaste de tu lado? – reclamó Seiya con dolor, con el paso de los meses luego de que Julián fuera encarcelado, Seiya trató de visitarlo pero Julián nunca recibió la visita, una sola vez Julián lo había llamado por teléfono pero fue una conversación por demás corta y dolorosa, por eso Seiya optó por escribirle cartas las cuales nunca fueron respondidas

- Porque no quería que me vieras ahí adentro, porque no quería que me vieras… así como estoy, como estaba allá, yo… ya no soy el mismo Seiya, no tienes una idea de lo que es eso y la verdad no quiero hablarte de ello, es algo que quisiera olvidar – la expresión de Julián lo decía todo, en verdad que lucía como si hubiera pasado por todos los círculos del infierno de Dante y se hubiera arrastrado hasta salir, eso logró conmover a Seiya en buena medida, por lo que relajó su postura y en tono calmado dijo:

- Pero ya estás afuera, ahora lo puedes dejar atrás y no sé… volver a la escuela, a retomar tu vida

- Eso es lo que dice mi papá, por lo menos algo bueno ha salido de toda esta tragedia y mi familia ya no me ha dado la espalda y bueno… mi papá se ha dedicado a buscar escuelas para mí en Europa

- ¿Europa?, ¿te vas a Europa? – Seiya sintió como se le fue el aire de los pulmones

- Ese es el plan original pero… siempre podemos cambiarlo, ¿no crees?

- ¿Cambiarlo cómo?

- Bueno… el viejo mundo es la cuna de la arquitectura clásica y moderna, yo creo que un joven ingeniero civil podría abrirse campo allá mientras su novio acaba la universidad, ¿qué dices Seiya?, ¿me alcanzas allá cuando te gradúes? – cuando Julián dijo esto, un brillo especial tomaron sus ojos, Seiya pudo ver en algo a la persona que solía ser dentro de ese demacrado rostro

- ¿Estás loco Julián?

- Claro que estoy loco, eso ya lo hemos establecido, pero te amo Seiya… y sé que aún me amas, me lo escribiste – Julián le dio una carta al castaño en donde si… efectivamente Seiya le decía que lo extrañaba, que había pensado mucho en él últimamente y que lo amaba, que lo esperaría y que no le importaba nada, que él sabía que Julián no era ningún monstruo, que lo amaba igual, en esa carta Seiya le había enviado una fotografía del tatuaje de salamandra que se había hecho en la muñeca

- Si te lo escribí… - dijo el castaño casi en un susurro

- ¿Ya no me amas entonces? – preguntó Julián con verdadero terror en el alma, la idea de que Seiya aún lo amaba fue una de las cosas que le permitió no dejarse morir en prisión, la posibilidad de que Seiya se relacionara con alguien en su ausencia era lo que no le dejaba dormir en las noches, por eso había intentado hacer lo correcto y alejarlo porque en verdad pensaba que iba a estar preso cuatro años y no podía pedirle a Seiya que lo esperara, en sus cartas Seiya le había dicho que lo iba a esperar pero… a veces un “para siempre” es mucho tiempo cuando se está solo

- Claro que te amo pedazo de estúpido, es solo que todo esto es… es…

- Lo sé… yo también te amo idiota – Julián cubrió las distancias y tomó al castaño en sus brazos uniéndose en un apasionado beso, el corazón de Julián latía con fuerza, por más de un año había soñado con besar a su castaño otra vez, con tenerlo en sus brazos, con el aroma de su cabello, con la suavidad de su piel, Julián se sentía en el cielo, cuando el beso se rompió se miraron a los ojos y sonrieron…

 

Esa noche Seiya despidió a Julián en el aeropuerto, una de las condiciones de su liberación era que se mudara de país, esa cláusula la había pedido Shun y la verdad que la familia de Julián no le puso reparos, Italia era su destino y allí se habían prometido volver a verse una vez que Seiya se graduara. 

 

El castaño estaba ahora en el tren y miraba hacia la oscuridad de la noche, pensaba en lo que le había dicho su madre, ella no estaba de acuerdo en que él quisiera continuar con su relación con Julián, a ella no le parecía que ese sería un buen futuro para su hijo pero… Seiya creía en las segundas oportunidades en la vida, creía en que somos todos humanos y cometemos errores, creía en la expiación de las culpas y creía en que el verdadero cambio se da con los golpes de la vida.  Julián había sido golpeado en consecuencia a sus acciones, estaba consciente del daño que causó, pero por lo menos ahora había algo de paz en su alma al saber que Shun estaba bien, que había seguido con su vida y era feliz, eso de dio ilusión de también creer que él podría empezar una nueva vida, y que mejor manera de hacerlo con Seiya a su lado…

 

Notas finales:

Y ese fue el final, muchas gracias por leer y haberme acompañado en toda la historia, cuéntenme que les ha parecido y espero vernos en nuevos fics, saludos, bye


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