Capítulo 7.- Lo inesperado
Seiya estaba sentado en una de las mesas al fondo de la biblioteca, le gustaba mucho hacer su tarea de cálculo al aire libre pero ese día llovía, Julián tenía clases hasta la noche y habían quedado de verse, por lo que el castaño usualmente lo esperaba, así que decidió aprovechar el tiempo y hacer su tarea de cálculo que estaba larguísima y media complicada, así que escuchaba música con sus audífonos mientras resolvía los problemas y masticaba ausentemente su lápiz.
Shun entró a la biblioteca porque quería alejarse de Hyoga y del resto de sus supuestos amigos, le tenía podrido la manera como lo miraban, como lo trataban, como susurraban a sus espaldas, como examinaban con pinzas todo lo que decía o no decía, hacía o no hacía, a su criterio el nivel de escrutinio de su vida era intolerable, entonces ansiaba unos momentos de paz, y al entrar en la biblioteca vio a ese muchacho castaño que era su compañero en la clase de cálculo, lo vio concentrado en lo que sea que estuviere escribiendo, movía su cabeza al ritmo de la música y lucía como si nada le importara en la vida, estaba tranquilo y sereno, como si no tuviera una sola preocupación que lo perturbara, eso le parecía extraño a Shun porque hasta hace no mucho los chismes de la facultad eran a su costa, eso picó el interés del muchacho de ojos verdes que decidió acercarse a él, lo que le estaba pasando a él ahora le hizo considerar lo que le había hecho a ese muchacho y quiso resarcir el daño de alguna forma, entonces fue hasta él para hablar
Una mano sobre la suya le hizo saltar en su asiento, como había estado concentrado en lo que estaba haciendo y tenía puestos los audífonos no se había dado cuenta que alguien le hablaba, al reaccionar se llevó una mano al pecho porque su corazón latía con violencia, y la verdad no ayudó el ver a Shun muy cerca suyo que lo miraba algo inseguro. Seiya se quitó los audífonos y dijo:
- Lo siento… no te vi llegar
- No… yo lo siento, no me di cuenta lo concentrado que estabas, no quería asustarte, solo quería hablar contigo un ratito pero te estoy interrumpiendo, lo siento… – Shun sonrió tímidamente y Seiya notó lo incómodo que se veía, estaba usando un buso que le quedaba grande, seguía pálido y se notaban sus ojeras, no se parecía a lo que solía ser, además no estaba rodeado de su grupo usual de amigos con los que siempre cuchicheaba, ahora estaba solo, eso era una novedad
- Es que no te esperaba, no esperaba a nadie la verdad, pero no me estás interrumpiendo, si quieres que te diga la verdad ya necesitaba una pausa porque he pasado en esto algunas horas y me vendría bien un respiro, ¿quieres sentarte? – Seiya no sabía muy bien que decir en este punto, y se sorprendió al ver que Shun aceptó su invitación y se sentó en la silla junto a él, miró sus apuntes y arqueó una ceja al preguntar:
- ¿Resolviste todos los ejercicios hasta el 48?, ¿en serio?, yo llegué al 7 y ya no pude más, me dolió la cabeza al ver tanto número – el profesor Saga les había mandado de tarea resolver todos los ejercicios del capítulo 11, eran 60 ejercicios que progresivamente se iban complicando
- Ohhhh… no son tan complejos, solo un poco – Seiya sonrió con un poco más de confianza y movió su cuaderno para que Shun pudiera ver de mejor manera sus procedimientos y respuestas
- Esto no nos explicó el profesor Saga en clases, ¿o sí? – Shun señaló una fórmula que le pareció extraña, el castaño la había aplicado y la respuesta que había obtenido era la correcta
- No… pero nos pidió leer el capítulo siete de… aquí… y mira, aquí explica una forma alternativa mucho más fácil de hacer esto sin darnos tanta vuelta con el procedimiento que si explicó en clases – Seiya tenía cuatro libros de cálculo en la mesa, tomó uno, buscó el capítulo siete y se lo enseñó a Shun que lo miró y arqueó una ceja nuevamente al decir:
- No me acuerdo haber estado en esa clase
- Yo creo que el profesor Saga habla bajito a veces a propósito, entonces siempre cabe la posibilidad de que no lo hayas escuchado – Seiya se encogió de hombros al decir esto, tomó una gomita de la funda que tenía abierta entre sus libros y le ofreció una a Shun, que la tomó e inmediatamente hizo caras, era una goma ácida, Seiya sonrió y le ofreció un poco de su agua la que Shun ávido tomó y luego tosió para decir:
- ¿Cómo puedes comer eso?
- Son geniales, yo las amo aunque mi novio las odia
- ¿Tienes novio? – Shun se sorprendió por esto, de todos los rumores que había escuchado del castaño, el que tuviera novio no era uno de ellos
- Es algo reciente pero sí, él estudia medicina y es un par de años mayor a mi entonces está por terminar la carrera, sabes… no deberías creer todo lo que oigas de mí, no me estoy acostando con el profesor Saga, no me mal entiendas porque es sexy pero… no es mi tipo, además no necesito acostarme con él por calificaciones – el tono de Seiya cambió cuando dijo esto, se podía notar su sarcasmo y su ira, en especial cuando señaló su cuaderno de apuntes con los problemas de cálculo resueltos, indicando inequívocamente las razones que tenía por no acostarse con su profesor, Shun se sintió incómodo y respondió rápidamente:
- Los rumores son malvados
- Lo son… por eso no los creas, yo no creo en nada que no me conste, pero bueno… en temas más alegres, ¿quieres mis notas? – Seiya ofreció su cuaderno a Shun que lo miró sin poder creerlo
- ¿En serio me las prestas?
- Claro, solo estúdialas bien porque esto va en el examen, si entregas el trabajo y sacas cero en el examen, el profesor Saga va a saber que me copiaste a mí
- ¿Cómo va a saber que te copié precisamente a ti?
- ¿Quién más tiene los problemas resueltos? – Seiya se recostó en el asiento y sonrió con autosuficiencia, eso hizo sonreír a Shun que respondió:
- Buen punto… gracias Seiya, te prometo que lo estudiaré, lo que menos necesito ahora es perder el semestre, mi vida está lo suficientemente complicada como para sumarle a eso una pérdida de ese tipo, a mi papá le explota la cabeza
- No te presiones de esa manera porque no vas a perder el semestre, faltaste a tres clases y solo nos explicó esto… y no es complejo, ¿quieres que te lo explique?
- ¿Lo harías?
- Claro… mira…
Seiya pasó casi la tarde entera con Shun en la biblioteca, le explicó lo que se había perdido en las clases que faltó, le explicó cómo resolvió los ejercicios de la tarea, por lo que más o menos a las ocho de la noche le empezaron a llegar mensajes a su teléfono, al verlos Seiya sonrió
- ¿Tu novio? – preguntó Shun con una leve sonrisa también
- Si, ya salió de clases, ¿te parece si dejamos esto ahora y lo continuamos mañana? – Seiya guardó su teléfono y empezó a juntar sus cosas para guardarlas en la mochila, en el proceso le dio su cuaderno de apuntes a Shun que lo tomó con mucho alivio, si había entendido lo que Seiya le había explicado pero ahora ya no tenía que hacer solo los ejercicios, si era una gran ayuda
- Gracias Seiya, en verdad muchas gracias
- De nada, ¿nos vemos mañana en la mañana luego de estadística? – preguntó Seiya acomodando su mochila en su espalda
- En verdad me ayudaría mucho, te tendré un café
- Ok.-
Seiya salió corriendo y literalmente se chocó con Julián que estaba entrando a la biblioteca, como llovía, el peliazul estaba puesto un buso con capucha y tenía dos cafés en las manos
- Ya subía por ti chiquito, ¿quieres ir a comer o quieres ir a casa?, ¿ya comiste? – Julián besó suavemente a Seiya en los labios y le dio uno de los vasos de café
- No he comido nada en toda la tarde, estuve estudiando y me muero de hambre, ¿estás de ánimo para cocinar? – el castaño tomó un sorbo de su café y tomó la mano de Julián para salir de la biblioteca y caminar por el pasillo hacia la puerta de salida
- La verdad estoy cansado y tengo antojo de pizza como por dos semanas, Sorrento me dijo que abrieron una nueva pizzería cerca de la entrada norte del campus, ¿estás de humor de mojarte un poquito pero comer delicioso a cambio? – Julián se detuvo en el pasillo junto al basurero, terminó su café, botó el vaso y acomodó la capucha de Seiya en su cabeza para que cubriera su cabello
- Suena muy bien – Seiya sonrió, terminó su café y botó el vaso antes de pararse de puntillas y besar nuevamente a Julián en los labios, se tomaron de las manos y salieron a la lluvia. Desde el final del pasillo Shun lo había visto todo y sonreía, el novio de Seiya era un tipo alto y fornido pero no pudo ver nada más de él porque una capucha cubría su cabeza, cuando la pareja salió, la sonrisa de Shun se desvaneció de su rostro, le alegraba que el amor funcionara para otras personas así para él se hubiera tornado tan amargo
Al día siguiente, Seiya llegó todo sonriente a clases, había pasado una de las noches más divertidas de su vida con su novio y su mejor amigo, habían ido a comer pizza y luego a jugar billar, por primera vez en la vida todo le sonreía, pero al llegar a clases se sorprendió al no ver a Shun en clases, estos días ya estaba asistiendo regularmente pero esa mañana brilló por su ausencia. Seiya pensó que Shun llegaría un poco más tarde esa mañana pero no fue así, a las clases de la tarde tampoco llegó, así que… luego de mucho pensarlo fue hasta su dormitorio, Seiya sabía en teoría en dónde Shun vivía pero no había ido por esos lados nunca antes
En la Universidad habían varios edificios de dormitorios, pero aunque las autoridades lo negaran, habían edificios de élite y edificios para los chicos que tenían becas, el edificio al que Seiya había sido asignado era una completa pesadilla, él compartía la habitación con otros tres muchachos, el baño comunal era inhabitable, había una cocina en el piso a la que había que entrar con armadura y en general el edificio era viejo y todo crujía al caminar, en cambio el edificio al que entró era relativamente nuevo, las paredes eran blancas, había una sala de televisión bastante decente, las habitaciones que pudo ver eran amplias y solo eran dos personas por habitación, estas si eran condiciones decentes para vivir, él sí viviría en este edificio sin problema pero… su beca no se lo permitía, maldito dinero…
Un breve golpe sonó en la puerta, Shun estaba acostado en su cama y tenía la mirada perdida en un punto fijo en la pared, no fue sino hasta la tercera vez que llamaron que se levantó y fue a abrir, ese día se había sentido tan mal que ni siquiera se había vestido, estaba usando una camiseta vieja y floja con pantalones flojos también, su cabello no estaba arreglado ni mucho menos, sus ojeras asustaban porque no había dormido es nada la noche anterior y ese día no había comido nada
- Seiya… hola… ¿qué haces aquí? – Shun estaba bastante sorprendido de ver a su castaño compañero, ese día había tenido varias visitas aunque no había estado de humor para recibir a nadie, Hyoga había llegado con comida, Bian había llegado con café, Eo había llegado con la tarea pero… no tenía ánimos de nada
- Estuve preocupado porque nunca llegaste, ¿estás bien? – Seiya no podía creer lo que veía, Shun parecía un fantasma
- Ohhhh… no pude dormir ayer, me siento un poco… raro… no me hagas caso, ¿mucha tarea? – Shun pasó una mano por sus cabellos en un inútil intento de peinarlo, estaba medio recostado en la puerta por lo que Seiya no pudo ver mucho del interior de la habitación pero si alcanzó a ver la cama destendida, ropa regada por todas partes y algunos frascos de pastillas en la mesa de noche
- No mucha, si la tengo si quieres que te la deje, aunque yo creería que te haría bien tomar un baño y comer algo, hey… tienes un microondas, que cool – Seiya señaló una mesita al otro lado de la habitación junto al escritorio en donde efectivamente estaba un horno microondas pequeño, una cafetera y una nevera de oficina, también había otra cosa, esta habitación era del mismo tamaño que las otras pero había una sola cama, en verdad que los padres de este chico debían tener dinero
- Ohhh si… no es nada – Shun cerró un poco más la puerta intentando bloquear a Seiya de su habitación
- Ok., hagamos un trato, te explico lo de la clase de cálculo de hoy y la de estadística también si tomas un baño y comes algo, te sentirás mejor, bueno… esa es la teoría de mi mamá, siempre me mandaba a bañar cuando yo me sentía mal por algo, hasta que tú te bañes yo voy por un par de cafés o por algo de tomar, ¿qué tal suena? – propuso Seiya y lo hizo en serio, a Shun le agradaba la forma en la que Seiya le hablaba, no lo hacía con pena como Hyoga, eso hacía en verdad mucha diferencia, una de las cosas que Shun no soportaba era que lo miraran con pena
- ¿Por qué eres tan amable conmigo? – preguntó Shun en verdad confundido, él estaba consciente de que Seiya sabía que sus amigos y él esparcieron los rumores a su costa
- Bueno… hasta hace no mucho tiempo el blanco de los chismes era yo, y me sentía muy mal, y Shyru siempre estuvo conmigo, me ayudó a salir adelante, al igual que mi novio y mi otro compañero de departamento, entonces… yo creo que una palabra amable siempre viene bien, así sea de un extraño
- No eres un extraño
- No… pero no somos los mejores amigos, hemos hablado muy pocas veces, no nos conocemos pero siempre podemos cambiar eso, ¿no?, entonces ¿qué dices?, ¿café? – propuso Seiya nuevamente, Shun sonrió de mejor manera, era la primera sonrisa sincera que se había dibujado en su rostro ese día
- Ok., yo me baño en unos diez minutos
- Ya regreso entonces – Seiya se dio la media vuelta y caminó hacia las escaleras, no se mojaría mucho porque había visto un kiosko de café a media cuadra del edificio, Shun en verdad se apuró en bañarse por lo que cuando Seiya volvió, él estaba usando ropa cómoda y en verdad que se sentía un poco mejor
- ¿Qué tipo de café trajiste? – Shun tomó el vaso y lo olió, en verdad olía delicioso
- Mocachino, no sabía que te gustaba pero es el que me gusta a mí, le puse chocolate extra, luces en desesperada necesidad de un dulcito
- Dicho por el que come gomitas que podrían perforarle la lengua – contestó Shun dejando entrar a Seiya, la habitación seguía en estado de zona de guerra, pero por lo menos el escritorio estaba libre de ropa y demás cosas
- Que exagerado eres, aunque pensándolo bien, lo mismo me dijo mi novio
- ¿Ah sí?
- Si… es igual de exagerado que tú – bromeó Seiya acomodándose en una de las sillas del escritorio, se sacó la chompa que estaba usando y sacó su cuaderno de notas además del libro de cálculo que habían estado estudiando el día anterior
- No… yo creo que tú ya no tienes el sentido del gusto, esas gomitas han acabado con él – Shun puso calentar dos contenedores de comida, Seiya no tenía idea de lo que Shun estaba calentando, pero por lo menos se alegraba que iba a comer algo
- Eso es lo que él me vive diciendo… oh wow… ¿sabes navegar? – Seiya miró una foto que tenía Shun sobre su buró, y ahí estaba él con un hombre mayor, ambos posaban sonrientes para la cámara
- Algo me ha enseñado mi papá, pero él es el que sabe navegar, no yo, siempre le he tenido miedo al agua, este es mi papá – Shun se acercó a Seiya y señaló la foto, aquel hombre tenía los cabellos verdes y era bastante parecido a Shun
- Estas no son las costas de Tokio, ¿o sí?
- No… es Okinawa, yo soy de allá, mi familia vive allá, mi hermano vive aquí pero él ya se graduó de la universidad, no nos vemos tanto como nos gustaría, me está insistiendo que me mude con él pero yo no quiero, Ikky puede ser demasiado impositivo y asfixiante, ¿tienes hermanos Seiya? – Shun se sentó en la mesita y sacó el cuaderno de apuntes que Seiya le había prestado el día anterior y sacó también su propio cuaderno, alistándose para trabajar pero estaba disfrutando la conversación sencilla que Seiya le hacía
- Si, una hermana mayor que también ya se graduó de aquí, trabaja en una firma legal en el centro, no sabía que fueras de Okinawa, en verdad que en mundo es un pañuelo porque resulta que mi novio es de Okinawa
- ¿En serio?, la isla es pequeña pueda que lo conozca, ¿cómo se llama? – preguntó Shun interesado
- Julián, se llama Julián Solo – dijo Seiya sin cambiar su tono, pero lo que vio no se lo esperó, Shun se levantó abruptamente de la silla y se notó que su respiración era errática, a simple vista se podía ver que estaba furioso, hizo puño las manos, se le fue el color del rostro y en verdad que una mueca de rabia pura se le dibujó al prácticamente gritar:
- ¿Qué es lo que piensas que estás haciendo?, ¿es esto solo una broma perversa para ti?, ¿qué buscabas de mí?, ¿humillarme aún más?, lárgate de aquí, largo¡¡¡ - Shun caminó hasta la puerta y la abrió con violencia
- Shun… yo no… - Seiya no entendía nada y miraba confundido al fúrico peliverde
- Fuera te dije¡¡¡ - Shun volvió a gritar, estaba totalmente irracional, como Seiya nunca lo había visto, así que tomó su mochila y sin decir nada más salió, apenas puso un pie afuera Shun azotó la puerta, se recostó en ella y lloró, él odiaba llorar, lo odiaba con pasión pero ya no podía seguir fingiendo ser fuerte, ya no más… en especial con lo que acababa de pasar