Su alarma sonó, estiro su brazo de mala gana para apagarla. Era otro día de su absurda vida.
Se levantó sin ganas, fue a alistarse para ir a la escuela.
Iba observando el paisaje por la ventana del auto, hace poco había cumplido 16 años, y en todo ese tiempo se había sentido incompleto.
— ¿Pasa algo, Kakashi? —pregunto su padre que iba conduciendo
—No es nada, creo
—Últimamente te ves muy desanimado, ¿ocurrió algo en la escuela?
—No es eso papá
— ¿Peleaste con tus amigos?
—Tampoco papá
— ¿Entonces?
—No sé si lo entiendas… —respondió agachando la cabeza
—Ah, estás en esa edad complicada lo sé, pero cualquier cosa debes saber que cuentas conmigo, ¿está bien?
—Si, gracias
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.
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Estaba en la azotea de la escuela, pensando, ¿Qué era aquello que le hacía falta en esa vida? Tenía un extraño sentimiento de haber olvidado algo, pero no sabía que
— ¡Kakashi! ¿Qué demonios haces aquí? —pregunto un azabache acercándose
—Aquí me gusta venir a comer, lejos de tus gritos —respondió girándose a verlo
— ¿Podemos comer contigo? —cuestiono una castaña
—Pues ya están aquí
—Ah, que es esa horrible actitud que tienes. Hoy estas más insoportable que de costumbre
Kakashi iba a hablar cuando la castaña lo interrumpió.
—Y no digas que no es nada de nuevo, sabemos que te ocurre algo
Kakashi soltó un suspiro—Es solo que, siento que algo me hace falta, me siento vacío…y no logro nada que pueda llenarme
— ¿Vacío? ¿Cómo demonios puedes sentirte así? ¿Qué te puede hacer falta aquí?
—Si lo supiera no me sentiría así, siempre te esfuerzas en ser más idiota, Obito
—Es solo que no te entiendo —dijo el azabache rascando su cabeza—. Tienes una familia que te ama, buenas calificaciones, eres apuesto, y nos tienes a nosotros, ¿qué te puede hacer falta?
—No lo sé… pero siento que no podré vivir feliz hasta que lo encuentre
—Quizá te hace falta una pareja —sugirió Rin
—Si, si, debe ser eso, pero tú siempre dices que no te gusta nadie —reprocho Obito
—Vamos Kakashi, en algún momento de seguro conocerás a la persona correcta —la chica se giró a ver a Obito quien al notarlo se sonrojo
—Espero que sea pronto, porque empiezo a cansarme de sentirme así
Caminaba de regreso a casa, se detuvo a observar la orilla de un puente. Debajo de este fluía un pequeño rio, y en la orilla pudo ver a un chico recogiendo flores. Ladeo su cabeza un poco confundido, por aquello.
— ¡Kakashi! ¡Dijiste que volveríamos juntos a casa y nos dejaste! —gritaba Obito mientras se acercaba corriendo
—Espera Obito, no puedo ir tan rápido —se quejó Rin yendo tras él
—Oh, lo siento, lo olvide —Kakashi se giró a verlos
—Siempre es lo mismo contigo, olvidas cosas importantes
—ya dije que lo siento
—Como sea, vamos a casa
El chico que recogía flores giro la cabeza hacia el puente. —Kakashi…
El peli plata hizo de ese puente su camino recurrente. Le gustaba pararse ahí y mirar hacia abajo. Si saltaba, ¿se terminaría ese vacío que sentiría?
¿Quién era él? ¿Quién era esa persona que debía buscar para llenar el vacio que sentía? ¿A quién debía recordar?
Respiro hondo y vio fijamente la orilla, estaba listo para terminar ese horrible sentimiento de vacío cuando sintió que alguien jalo su ropa.
—Senpai…
Kakashi se giró a verlo.
—Te encontré —dijo sonriendo
— ¿Quién eres tú? —pregunto Kakashi confundido
—Para ti, soy Tenzō
—Tenzō… —Kakashi se mantuvo pensativo unos segundos —Ah, ya lo recordé
Los ojos del castaño brillaron de la emoción, ¿realmente lo había hecho?
—Tú estabas recogiendo flores, la otra vez, allá abajo —indico mientras apuntaba con su mano el lugar
—Sí, era ese mismo —dijo un poco decepcionado — ¿Solo me recuerdas por eso?
— ¿Debería hacerlo por algo más?
—Pues…yo soy tu alma gemela —Yamato levanto la mirada
Kakashi vio fijamente a los enormes ojos del castaño, sintió algo moverse en su interior, una lagrima se deslizo por su mejilla.
— ¿Mi alma gemela?
—Sí, es una historia muy larga, pero puedo contártela toda si quieres
—Sí, sí quiero —contestó asintiendo mientras limpiaba su rostro
—Bien, entonces lo haré
— ¿Te parece si comemos algo mientras me cuentas? —sugirió Kakashi comenzando a caminar
—Claro, hay una cafetería cerca, podemos pedir una rebana de pastel y un café —comentó Tenzō yendo a su lado
—Oh, eso es lo que siempre pido yo, ¿cómo lo sabes? —cuestionó Kakashi confundido
—Llevo mucho tiempo conociéndote, Kakashi-senpai
— ¿En serio? —Kakashi tomo la mano del castaño y la entrelazo con la suya —Oh, mira, nuestras manos encajan muy bien, ¿no crees?
—Sí, siempre lo han hecho —respondió sonriendo
—Justo ahora no se quien seas, pero…todo esto se siente muy nostálgico, Tenzō
— Cuando te explique todo entenderás porque
Al inicio, Kakashi-senpai parecía no creer nada de lo que decía.
Al final, tampoco, seguía con esa expresión incrédula.
—Y eso…es todo. Sé que suena muy loco, pero todo lo que te he contado es cierto
—Sí, suena difícil de creer y me hace quedar como un idiota que no puede cumplir sus promesas —contestó Kakashi. El castaño agacho la cabeza, entendía si Kakashi no le creía, le dolería que no lo hiciera pero lo entendía. —Pero…eso explica porque sentí que el vacío que he tenido desde hace tiempo se llenó cuando tome tu mano, Tenzō
—Senpai —Yamato levanto la cabeza para verlo, sus ojos brillaron de emoción
—Perdón por todo lo que has tenido que pasar por mi culpa, es momento de que tengamos esa vida feliz juntos, ¿no crees? —dijo Kakashi mientras le sonreía
—Sí, seamos felices por el resto de esta vida —respondió devolviéndole la sonrisa
Era mi última vida, y todos los días que restaron a partir de ese fueron felices.
Yo estuve para senpai en los días grises, y él estuvo para mí también, no solo en esos días, también lo estuvo en los días soleados, en los días lluviosos; Cuando sentíamos que no podíamos más, nos reconfortábamos en el otro, y eso fue lo que hacía que todos nuestros días fueran felices, porque sabía que sin importar que pasará, senpai estaría ahí para mí, incluso si lo hacía tarde, él siempre llegaría y pondría una tonta excusa mientras sonreía.
—Creo que desde un inicio estábamos destinados a estar juntos senpai —decía Yamato mientras caminaba sosteniendo la mano de Kakashi
—También lo creo, porque eres el único que puede salvarme de la oscuridad, siempre
—Eso es, porque tú me salvaste a mí primero, cuando éramos jóvenes ninjas en aquel mundo caótico
—No lo recuerdo bien, pero hay algo que si recuerdo —Kakashi se detuvo para ponerse frente a Yamato
— ¿Qué?
—Que siempre te he amado —dijo Kakashi mientras le sonreía— y siempre lo haré, Tenzō
—Y yo a ti, Kakashi-senpai