Obito y Kakashi llevaban varios semanas sin verse, hasta que se encontraron al tener que recoger un par de almas en el mismo destino.
—Kakashi —lo nombro Obito en un tono serio
—Obito —contesto de la misma forma
— ¿Qué tal has estado? —preguntó Obito manteniendo su tono
—Bien, no me quejo, ¿y tú?
—Igual, he avanzado en mi investigación
—Ya te he dicho que no me interesa saber nada de eso
—Descubrí que tocando la mano de una persona puedes ver unos cuantos recuerdos de su vida pasada
—Mmm, ¿y ya has tomado la mano de Rin?
—Creí que no te interesaba saber –reprochó Obito
—Si me vas a contar algo, hazlo bien
—No, aún no me atrevo a hacerlo —dijo Obito haciendo un puchero
— ¿Entonces para qué te sirve esa información?
—Pues...pronto lo haré, todo a su tiempo.
Un breve silencio se hizo presente mientras esperaban la hora que marcaban las tarjetas.
— ¿Tú lo harías con Yamato? Rin me ha dicho que te has hecho cercano a él
—No, no haría algo así, ya te dije que no me interesa en absoluto saber sobre las vidas pasadas —Kakashi habló muy seguro de sí mismo, aunque sabía que tarde o temprano la curiosidad le ganaría
—Kakashi, a ti... ¿te gusta él? Es bastante joven para ti, apenas tiene 19 años
—Mira quien lo dice, Rin tiene 23 y tú le llevas unos siglos de diferencia, además de que eso va contra las reglas —dijo Kakashi cruzándose de brazos
—Tú y tus estúpidas reglas, las he roto un par de veces y no me ha pasado nada —Obito hizo un gesto con la mano restándole importancia
—Cuando llegue tu castigo ya veremos si sigues tan despreocupado
—No me importa, recibiría cualquier castigo por Rin —dijo asintiendo muy seguro sobre sus palabras
—Sí que estás perdido con ella
—Es que Kakashi, ella no es cualquier chica, entre nosotros hay algo...algo especial, estoy seguro que lo descubriré cuando toque su mano o cuando el castigo llegue, es por eso que no me preocupa recibirlo, quiero saber porque tengo esa conexión tan especial con Rin
Conexión especial, él también sentía algo que podría llamar así con Yamato, algo lo atraía a él, aunque no parecía ser tan fuerte como lo era con Obito y Rin, él no sería capaz de romper las reglas por ese tipo de cosas, ¿verdad?
La noche cayó y era hora de volver a casa. Caminaba pensando en todo lo que su amigo había hecho por aquella chica, "rebelarse contra dios", "romper las reglas", para él eran definitivamente una locura, pero Obito, él en verdad estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por Rin, lo que sentía debía ser tan puro y fuerte como para provocar eso.
—Kakashi —una voz bastante conocida lo llamo a sus espaldas
—Yamato, es muy tarde, ¿qué haces por aquí? —preguntó al girarse y encontrarse con el castaño
—Estoy saliendo de mi turno, trabajar más horas me ha ayudado mucho, con la paga de mañana podré completar para la nueva silla de ruedas, en cuanto salga del trabajo la compraré para darle una sorpresa al llegar a casa
—Me alegro mucho por ti, ¿no tienes hambre? Te invito algo para celebrar que lo lograste —dijo Kakashi
—Oh, no quiero molestarlo con algo así —contesto algo apenado
—No molestas para nada, vamos, te comprare algo muy rico para comer —Kakashi acaricio su cabeza para despeinar su cabello el cual le llegaba por debajo de las orejas. Yamato lo vio sonrojado por el gesto con aquellos enormes y brillantes ojos, Kakashi los amaba, era como si a través de ellos pudiera ver su alma pura.
—Está bien Kakashi, vayamos —contesto finalmente con una sonrisa
Ambos fueron juntos a varios puestos de comida, Kakashi le compro todo tipo de postres que Yamato parecía disfrutar mucho. No entendía porque estando cerca de él sentía algo cálido y agradable en su pecho.
—Hoy sí que ha hecho mucho frío, ¿no? —comentó Yamato mientras esperaba a que le sirvieran un té
—Sí, demasiado, ¿tienes frio? Puedo darte mi abrigo si quieres —sin esperar la respuesta Kakashi ya se estaba quitando la prenda
—Eh, no, no, estoy bien
—Vamos, te vi temblar un poco —Kakashi lo abrigo haciendo que Yamato se sonrojara
—Gracias
—No es nada —respondió cuando sintió un golpe en su espalda
—Hola Kakashi —saludó Zabuza
—Eh...Zabuza, Haku, ¿qué hacen aquí? —preguntó sorprendido al verlos
—Haku quería salir a dar un paseo —respondió Zabuza señalando al chico quien asintió con una sonrisa
—Me gusta pasear en estos climas, es agradable —comentó Haku
—Pero si hace frío —Kakashi los vio confundidos, en especial porque Zabuza llevaba una camisa de tirantes, Haku al menos llevaba un haori con estampado de flores de cerezo
— ¿De qué hablas? Es un clima agradable —dijo Zabuza cruzándose de brazos — ¿Viniste con Obito o con quién?
Kakashi se giró a ver al castaño y dudo unos segundos en responder—Yo vine con Yamato, es un amigo
—Así que...un amigo —Haku observo al castaño y luego a Kakashi
—Sí, es eso
—Ya veo, entonces los dejamos, nos vemos Kakashi y Yamato —se despidió Haku —Andando Zabuza
—Te veo luego Kakashi —el mayor fue tras Haku quien comenzó a caminar
— ¿Quiénes eran ellos? —preguntó Yamato con curiosidad
—Compañeros de trabajo
— ¿Y son pareja? Era una chica linda
— ¿Chica linda? —Kakashi arqueo una ceja confundido
—Sí, la de pelo largo que se llama Haku, ¿es su novia? Se ve demasiado joven para él
—Haku es hombre —contestó Kakashi
— ¡¿En serio?! —exclamó sorprendido—Se veía demasiado lindo...
—Se lo dicen muy seguido —dijo Kakashi
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—Bueno, esta es mi casa, no era necesario que me acompañaras hasta aquí, pero de igual forma muchas gracias Kakashi, me la pase muy bien —dijo Yamato haciendo una leve reverencia
—Quería darte algo por todo el esfuerzo que has hecho, además de que ya es muy tarde como para que vayas solo
—Oh, te preocupas demasiado por mí, aunque no lo parezca estoy en forma, puedo defenderme solo —Yamato levanto uno de sus brazos y toco su musculo con el otro.
—De igual forma, prefiero asegurarme que de que estés bien
—Pues aquí ya lo estoy. Nos vemos mañana —Yamato hizo un gesto de despedida y entro a la casa
—Nos vemos mañana —dijo Kakashi antes de irse. No pudo evitar sonreír en todo su regreso a casa, estaba muy feliz por Yamato, parecía que el destino finalmente era bueno con él.
Se detuvo un momento para apreciar la enorme luna sobre él, brillaba mucho, como los enormes ojos de Yamato. Soltó un suspiro y agacho la cabeza, últimamente todos sus pensamientos lo llevaban a él, pero no podía ser posible, no podía estar enamorado de aquel chico, estaba mal... iba contra las reglas. Siguió avanzando y llevo las manos a su pecho de nuevo recordando la calidez que el castaño le hacía sentir. Estaba mal, sí, pero lo disfrutaba mucho. Negó con la cabeza buscando dispersar esos pensamientos, las reglas, debía seguir las reglas, así que no podía relacionarse con humanos. Las reglas existían por algo, y lo sabía, eran parte del castigo.
Al día siguiente regresaba del trabajo exhausto, había sido un día difícil lleno de tragedias a su alrededor. Ese día ni siquiera pudo ir a la cafetería la cual ya estaba cerrada. No le dio importancia y siguió con su camino, ya podría ir otro día.
Caminaba con su sombrero puesto, siendo invisible para los mortales. Iba distraído en sus pensamientos cuando a castaño favorito al otro lado de la acera, pero ese día no tenía energías de hablar con él... aunque quizá una pequeña charla le levantaría los ánimos.
Cruzo la calle y se quitó el sombrero —Hey, Yamato —lo llamo levantando su mano con un gesto de saludo
—Kakashi, ¿estás bien? Me preocupe porque no fuiste hoy a la cafetería —dijo Yamato al verlo
—Estuve ocupado con el trabajo hoy así que no pude ir, pero estoy bien —contestó Kakashi caminado a su lado
—Me alegro, deberías pasarme tu número de celular por si esto llega a pasar de nuevo, para saber que estás bien
—Claro, dame un momento —Kakashi metió su mano a su bolso buscando su móvil, sintió una tarjeta lo cual era extraño, estaba seguro de que ya había terminado todo su trabajo de ese día, pero no le dio mucha importancia, podía esperar. Saco el aparato para darle el número a Yamato quien lo anoto en su celular.
—Bien, ya está anotado —dijo el castaño guardando el contacto—. Voy camino a comprar la nueva silla de Rin, ¿me acompañas?
—En realidad yo... —Kakashi estaba a punto de negarse, en verdad estaba muy cansado y ahora debía revisar la tarjeta y cumplirla antes de poder ir a casa, pero no podía decirle que no a aquellos enormes ojos brillantes que lo veían fijamente— estaré encantado de acompañarte, vamos
— ¡Muchas gracias! No quería ir solo, ya sabes, es inseguro por el dinero que llevo
—Pensaba que podías defenderte
—Con el dinero prefiero no arriesgarme
—Oh ya veo, aunque de todas formas, si llegas a sentirte inseguro yo puedo acompañarte siempre a casa—sugirió mientras rascaba su nuca nervioso
—Pues ya no voy a salir tan tarde porque dejaré de doblar turno pero...igual me gustaría que me acompañaras a casa, me siento muy cómodo en compañía tuya —respondió Yamato
—Pues solo dime a qué hora sales y te esperare siempre que lo desees
—Eres demasiado bueno Kakashi, ¿te puedo hacer una pregunta?
—Claro, la que sea —Kakashi se giró a verlo
—Yo... ¿te gusto? —soltó Yamato con un leve sonrojo en su rostro
Kakashi sintió su corazón latir rápido, no sabía exactamente que responder a aquello. Yamato era bastante lindo y tierno, las charlas siempre eran amenas con él, pero las relaciones entre humanos y shinigamis estaban prohibidas, que le gustara estaba mal. — ¿A qué viene eso de repente?
—Pues... creo que eres demasiado amable conmigo, como si buscaras algo más —respondió Yamato mientras agachaba su cabeza con timidez
—Es que yo... te veo como un hermanito menor —soltó de forma torpe, era una mentira, pero no era para Yamato, era para él, quería engañar lo que sentía.
— ¿Un hermanito menor? —Yamato arqueo una ceja confundido por la respuesta
—Sí, eres como alguien a quien debo proteger porque eres pequeño
—Oh...ya veo —No estaba satisfecho con esa respuesta, porque él si estaba seguro de que sentía algo por Kakashi, pero si n o era correspondido era mejor guardárselo.
Un silencio incomodo se instaló entre ambos, el ambiente se sentía frío y pesado mientras caminaban bajo un cielo oscuro y nublado.
Ambos entraron a la tienda, mientras Yamato hablaba con el encargado Kakashi aprovecho para revisar la tarjeta que le había llegado.
—"Yamato Nohara. 19 años...Murio a las 9:45. Causa de la muerte, un disparo en el corazón" —vio rápido su reloj, eran 9:43, estaban a dos minutos de que ocurriera. Pero ¿Cómo? ¿Por qué? Giró la tarjeta y paso su mano haciendo que más información fuera visible en esta. — "Un asalto en la tienda, se niega a entregar sus pertenencias" —No, eso no podía estar pasando, no en ese momento, se giró a ver al castaño quien aun discutía con un empleado de la tienda sobre qué modelo era mejor, debía sacarlo de ahí así que se acercó rápidamente.
—Yamato, ¿podemos salir un momento?
—Espera un momento, ya casi me decido por una
—Debe ser ahora porque olvide que debo comprar algo
—Lo haces cuando salgamos, espera un poco Kakashi
—Es que no puedo esperar, vamos —Kakashi lo sujeto del brazo para llevarlo hacia la salida
—Pero Kakashi, ya casi término de comprar —Yamato se intentaba soltar del agarre
Kakashi siguió jalando para meterlo a una tienda al lado.
— ¿Qué demonios te pasa? —Yamato dio un fuerte jalón para alejarse un poco de Kakashi — ¿Qué debes comprar que no puede esperar? En una tienda de...—el castaño vio a su alrededor confundido— ¿peluches?
— ¿Eh? —Kakashi también vio el lugar —Oh...pues, un...peluche
Yamato lo vio fastidiado, debía ser una broma
—No es para mí, es para Obito —se excusó Kakashi
—No puedo creer que me hayas sacado de la tienda para esto, sabes que estaba en medio de algo importante y... —el sonido de unos disparos cerca interrumpió al castaño — ¿Qué fue eso? —preguntó asustado ocultándose tras Kakashi
—Creo que fue en la tienda de al lado —respondió Kakashi —Hay que quedarnos aquí unos momentos —sugirió al ver que la gente pasaba frente a la tienda corriendo
Cuando el alboroto pasó ambos salieron del lugar, Yamato miraba aterrorizado como una ambulancia se llevaba al empleado con el que minutos antes hablaba, trago grueso al imaginar que ese pudo ser él.
—No puedo creer lo que paso —decía mientras caminaba hacia su hogar —. Si no hubiéramos salido de ahí...pudimos ser nosotros, tengo la piel de gallina
—No pienses mucho en eso, lo importante es que ambos estamos bien
—Pero es que, de no ser porque me sacaste de ahí...nos pudo haber pasado algo, no podré dormir bien esta noche
—Ya, ya, no pasó nada, ya todo está bien, es mejor olvidarlo
—Intentaré ya no pensar en eso, pero será difícil —Yamato respiro hondo intentando calmarse
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—Yamato ya ha tardado en llegar, ¿le habrá pasado algo? —decía Rin frotando sus manos con preocupación
—De seguro solo se le hizo tarde —la intento calmar Obito
—Espero que sea eso... ¿qué tal estas ahora?
—Mucho mejor, gracias por tratar mis golpes —dijo el azabache que tenía un par de parches en el rostro
—No es nada Obito, ahora solo no pelees más con tus compañeros
—Es un poco difícil eso, pero lo intentaré —dijo sonriendo mientras recordaba como unas horas antes discutió de nuevo con Deidara hasta llegar a los golpes, debía admitir que el rubio pegaba duro.
—Ten más cuidado —Rin tomo su mano —por favor, Obito —le dijo viéndolo a los ojos
Obito se quedó pasmado, el contacto provoco que una ola de recuerdos golpeara su mente.
—Te estoy observando —dijo una joven Rin, pero se veía distinta, usaba un extraño protector en la frente, unas cintas moradas en las mejillas, su ropa igual le parecía rara.
—Vamos chicos, dejen de pelear —decía intentando calmar a alguien, pudo verse a él, era un niño también, pero había alguien más, intento ver quien era, solo alcanzo a ver que tenía el rostro cubierto por una máscara.
El siguiente recuerdo era él bajo una enorme roca, Rin lloraba, no quería dejarlo pero debía salir de ahí, le dijo al otro chico que la protegiera.
Los recuerdos iban demasiado rápido, escuchaba algunas voces pero no podía ver bien los rostros, cuando Rin decía nombres los escuchaba incompletos, "Minato Na" "Bito Uchiha" Kashi Hatake", todo era demasiado confuso, hasta que llegaron de golpe al último. Era borroso, el pecho de Rin había sido atravesado por alguien, no podía ver quien, era la persona de la máscara, a quien le había dicho que protegiera a Rin, solo logro ver un poco más arriba de su rostro cubierto, tenía una cicatriz en el ojo izquierdo... ¿quién era? Intento ver pero todo se puso negro de golpe.
—Obito, Obito —Rin lo llamaba — ¿estás bien? —soltó su mano
— ¿Eh? Yo... —respiraba agitado, estaba confundido por lo que había visto
—Te quedaste pasmado de la nada, incluso te ves muy pálido ¿Te sientes mal?
—Me duele un poco la cabeza...debe ser por la pelea que tuve —dijo llevando su mano a su cabellera para despeinarla
— ¿Seguro?
—Sí, es solo eso
—Estoy en casa hermana —dijo Yamato entrando junto a Kakashi — ¿Paso algo? —cuestiono al ver a Obito
—Oh, Kakashi, que bueno que vienes también, Obito se siente mal, ¿podrías llevarlo a casa? —dijo Rin en un tono preocupado
—Claro, yo me encargo
—Te iba a invitar algo de beber pero será mejor que se vayan ahora si Obito se siente mal —comentó Yamato
—Vamos Obito —dijo Kakashi acercándose a su amigo para ayudarlo a levantarse
—Envíame mensaje cuando estés en casa, quiero saber cómo sigues —habló Rin
—Lo haré, nos vemos mañana —se despidió Obito yendo hacia la salida seguido de Kakashi
Apenas salieron de la casa, Obito se desplomo, Kakashi lo levanto con cuidado.
—Kakashi...pude verlo, vi unos recuerdos de Rin... —murmuraba Obito
—El impacto debió ser mucho, mi casa está más cerca, allá me cuentas que viste —Kakashi lo levanto para recargar su brazo sobre su hombro como apoyo
Camino con cuidado hasta su hogar donde recostó a Obito en el sillón.
—Yo...estaba enamorado de Rin...—empezó a contar el azabache —, era una época distinta, como si fuéramos ninjas... ella se preocupaba por mí pero estaba enamorada de alguien más, no pude ver su rostro bien, yo... una roca me aplasto y Rin intento seguir, pero...—entre más intentaba recordar más difícil era, incluso le costaba trabajo hablar —el tipo de la máscara, tenía una cicatriz en su ojo, él la mato, atravesó su corazón, creo que...era nuestro compañero, yo le dije que la protegiera y él, la mato —apretó los puños molesto
—Entonces...si la conocías en tu vida pasada
—Fue muy extraño todo, no pude ver bien quien era esa persona, y los nombres eran extraños —Obito llevo su mano a su cabeza, sentía que le iba a estallar
—Escucha Obito, yo también tengo algo que contarte
— ¿Qué pasa? —se giró a ver a su compañero quien tenía un semblante serio
—También lo hice...
— ¿Viste los recuerdos de Yamato?
—No...rompí las reglas —Kakashi le mostro la tarjeta en blanco, los datos de Yamato habían desaparecido
— ¿Qué? ¿Por quién? —Obito se levantó de golpe del sillón, parecía que su dolor de cabeza se habia esfumado de repente—. No, espera, no me digas, no me digas —dijo apretando los puños mientras pensaba en quien podría, Kakashi lo veía con una expresión de fastidio por lo idiota que era su amigo, pero Obito seguía pensando hasta que se rindió—. Está bien, dímelo
—Por Yamato —dijo como si fuera lo más obvio del mundo
— ¡Ja! —Obito lo señalo mientras esbozaba una enorme sonrisa —Tanto me estuviste regañando por lo que hice por Rin y mira quien hizo lo mismo por el ojón
Kakashi frunció el ceño y sonrió divertido, "el ojón", sonaba gracioso pero era un apodo que se ajustaba bien a Yamato.
—Ahora no me puedes decir nada, ambos estamos en las mismas, solo que yo sé bien que si conocía a Rin y que desde mi vida pasada la amo cosa que no dejaré de hacer en esta —Hablo con total seguridad, Kakashi estaba celoso de lo fácil que Obito aceptaba sus sentimientos, no era tan sencillo para él. —Como sea, veré la forma de descubrir quién es ese idiota de la cicatriz, y si lo llego a ver en esta vida o en la siguiente le pateare el trasero por no proteger a Rin, ¿qué harás tú? ¿Veras los recuerdos de Yamato también?
—Obito, yo...He estado pensando, que quizá hicimos mal —Kakashi agacho la cabeza
— ¿A qué te refieres?—Obito se sentó de nuevo para ver de frente a su amigo
—Rin, ella debía morir primero, pero tú interviniste
—Sí, ella no puede irse aún, es lo único que Yamato tiene, no quiere fallarle a él
—Pero la tarjeta de Yamato apareció en poco tiempo después de la de ella, eso significa que iban a morir en un lapso cercano, se iban a ir casi juntos, debimos dejar que el destino siguiera su curso —explico Kakashi
—Kakashi, ¿has pensado que el hecho de que nosotros apareciéramos en sus vidas es también cosa del destino? ¿Crees que cuando Yamato choco contigo en la cafetería fue una casualidad? —esta vez era Obito quien estaba serio—Yo si lo he pensado, no creo que solo haya sido cuestión de suerte el hecho de que justo a nosotros nos hayan tocado las tarjetas con sus nombres, pudo tocarle a cualquiera, Sasori, Haku, Zabuza, el tipo raro de Kakuzu, incluso al imbécil de Deidara, pero nos tocaron justo a nosotros, ¿no crees que eso significa algo también?
Kakashi se quedó callado analizando lo que Obito decía, él lo veía fijamente, con una mirada decidida.
—Kakashi, ellos son nuestro destino, por alguna razón les fallamos en nuestra vida pasada, y mientras yo viva este castigo me asegurare de hacer feliz a Rin, te pregunto de nuevo, ¿qué harás tú?
—No lo sé aún...
—Kakashi, protege a Yamato, sé que quieres hacerlo, y si no es así, entonces te lo pido de favor, ellos deben estar juntos, así que por favor, tú encárgate de protegerlo y yo me encargare de proteger a Rin
—Debo pensarlo —Kakashi se levantó del sillón —pero ahora estoy muy cansado como para hacerlo
—Estaré esperando tu respuesta
Kakashi camino hacia su habitación para quitarse el saco y lanzarlo a algún lado, saco ropa cómoda para cambiarse y se echó a la cama.
— ¿Quién soy? ¿Qué hice en mi vida pasada para ser castigado? —cerró los ojos intentando recordar, sabía que era inútil, por más que quisiera hacerlo no podría—¿Quién eres, Yamato? Si fuiste tan importante para mí, ¿por qué no puedo recordarte?