—Rin...ella, cruzo junto a Obito —respondió Kakashi. Vio como los enormes ojos de Yamato se abrieron con sorpresa para soltar varias lágrimas
— ¿Por qué?
—Porque era su destino... Tenzō, creo que nada de esto es una casualidad... todo lo que ha pasado, fue por algo. Todo lo que nos ha ocurrido fue planeado por una fuerza mayor a nosotros antes de que siquiera existiéramos
— ¿Hablas de Dios?
Kakashi asintió.
— ¿Por qué? ¿Por qué parece que dios nos odia? ¿No hemos sufrido ya lo suficiente en nuestra vida pasada?
—No lo sé...
—Senpai... ¿en algún momento podremos ser felices?
—Si...ahora. Tenzō, lo único que nos queda es pasar el tiempo restante juntos
— ¿Tiempo restante?
—Sí, el resto de tu vida, y el resto de mi castigo, hay que aprovecharlo al máximo
Tenzō soltó un suspiro —Entonces hagámoslo senpai
Kakashi lo vio fijamente, tenía miedo de que los enormes ojos de Yamato perdieran su brillo, pero no ahí, estaba, ahora era algo tenue, pero seguían brillando, y haría lo posible para que lo siguieran haciendo
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—Pues...espero no te moleste vivir aquí un tiempo —dijo Kakashi mientras abría la puerta de su casa para que Yamato entrara
—Fue muy amable de tu parte dejar que me quedará contigo —habló Yamato mientras veía a su alrededor con asombro
— ¿Amable? No tienes donde quedarte, es lo mínimo que puedo hacer por ti —contestó Kakashi mientras metía la maleta del castaño
—Tú casa es muy ordenada, senpai
—Solo la uso para dormir así que creo es por eso
— ¿Y ahora que estoy aquí la usaras también solo para dormir?
—Puede que cambie eso un poco, digo, ¿te gustaría que nos deprimamos un poco juntos?
Yamato se giró a verlo —Vamos senpai, cambia de ánimos un poco
—Bien, bien, acabas de salir del hospital, ¿qué quieres de comer? Pide lo que quieras
— ¿Podemos ordenar pollo frito?
—Oh...bueno, yo decía porque pensaba cocinar algo, pero si, pidamos pollo frito —Kakashi fue a tomar su celular para ordenarlo
—Gracias senpai —Tenzō fue a la sala para sentarse mientras esperaba
Kakashi fue a la sala para sentarse al lado del castaño.
— ¿En serio no quieres que nos deprimamos juntos? Este es mi lugar favorito para hacerlo
—Quizá si quiera hacerlo, un poco —dijo Tenzō recostándose en el hombro de Kakashi
—Últimamente han pasado muchas cosas, ¿no? —preguntó Kakashi pasando su brazo por el hombro del castaño
—Sí, bastantes, y todo empezó porque te tire ese pastel encima
—No
— ¿No? —preguntó confundido el castaño
—Todo empezó en nuestra vida pasada
—Oh, cierto, tienes razón senpai —Yamato se acomodó de nuevo
—Maldición, no puedo deprimirme si estas así conmigo —dijo Kakashi
Yamato comenzó a reír—Me alegro por eso. No sé cuánto tiempo nos quede juntos senpai, así que no quiero detenerte deprimido ese tiempo
—No te preocupes por el tiempo ahora, que nosotros tenemos mucho, o yo me asegurare de que sea mucho
—Me siento privilegiado por tener un shinigami por novio... ¿espera? ¿Somos novios?
—Somos lo que quieres que seamos
—Quiero ser una pareja, de esas que tienen anillos
—Oye, vas muy rápido jovencito
—No, al contrario, he esperado mucho por ese dedo...senpai
—Sabes que ese es mi punto débil, ¿no, Tenzō?
—Tú conoces el mío
—Pues bien, seamos una de esas parejas que usa anillos y son felices juntos
—Lo que venga ahora, espero que sea lento para que podamos disfrutarlo
—Eso haremos
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—No puedo creer que extraño al imbécil de Obito —habló Deidara antes de beber directo de la botella de sake
—Ya ha pasado un año de eso, debes superarlo —dijo Sasori
—No puedo superarlo, el imbécil no se despidió, debió dejar que le diera una última paliza
—Lo extrañas porque a él si podías dárselas, inténtalo con cualquiera de nosotros y te patearemos el trasero —contestó Kakashi —Incluso Itachi que es joven puede contigo
—Hmp, que molestos son todos aquí
—Por cierto Kakashi, Kabuto dijo que el ultimo día que vio a Obito, él lo golpeo por algo que tu recordaste —comentó Itachi
—Cierto, el ángel te visito, ¿no? Dinos que viste en tus recuerdos —Sasori lo veía con interés
—No puedo hacer eso, es contra las reglas
—Por favor, como si te interesaran las reglas —reclamó Deidara
—Oh, miren la hora, debo irme, nos vemos —Kakashi se levantó de su asiento y fue hacia la salida
— ¡A la próxima no te salvas! —gritó Deidara
Kakashi salió del local y comenzó a caminar por el lugar mientras revisaba su celular, tenía un mensaje de Yamato
—Oye, Kakashi —lo llamo Zabuza que había salido tras él
— ¿Pasa algo? —Kakashi se giró a verlo
— ¿Te molesta si te acompaño un poco?
—Para nada, entre todos tú no eres molesto. ¿Qué tal has estado? —preguntó Kakashi mientras comenzaba a caminar
—Solo... desde que se fue Haku
—Oh...lo lamento
—Descuida, no creo que sea malo, es motivante
— ¿Motivante? —repitió confundido Kakashi
—Sí. Me siento como en un túnel oscuro, pero ahí una luz al fondo, mi motivante para seguir es terminar este castigo y reencontrarme con Haku
—Ya entiendo...Estoy seguro de que te encontraras de nuevo con él
—Yo igual estoy seguro de eso. ¿Qué tal has estado tú?
—Bien, muy bien
—Sí, con tu novio, me imagino que no la pasas mal
Kakashi rio un poco por el comentario —Pues sí, estoy bien con él, mejor dicho, gracias a él. Su hermana le dejo un seguro, Tenzō lo cobro, dejo de trabajar y regreso a estudiar, está lleno de planes para el futuro, su entusiasmo es contagioso
— ¿Y tú? ¿Qué planes para el futuro tienes?
—Terminar con este castigo, ¿qué otro plan puedo tener? De esa forma cuando Tenzō cruce, yo pueda cruzar con él
—Suena bien. Me alegro mucho por ti, pensé que estarías mal
— ¿Por qué?
—Tras lo de Obito imagine que te deprimirías, como siempre, pero te veo bien
—Ya tendré más vidas para deprimirme, no puedo hacerlo ahora
—Oye Kakashi
— ¿Si? —Kakashi levanto un poco la mirada para ver a su compañero
—Respecto a tus recuerdos, ¿tú y yo nos conocimos en tu otra vida?
Kakashi regreso su vista al frente —Si, lo hicimos
— ¿En serio? ¿Y cómo fue?
—Pues...al inicio no fue un buen encuentro —contestó recordando como fue el primer enemigo con quien se enfrentó su equipo —pero al final, no fue tan malo. Además, tú estabas con Haku ahí
—Ya veo. Pareciera que de alguna forma todos estamos conectados, ¿no crees?
—Nada de esto es una casualidad Zabuza, eso es lo que creo
—Creo que ya te esperan —índico Zabuza señalando a Tenzō a lo lejos
—Oh, cierto
—Kakashi, ¿no te preocupa que te llegue la tarjeta de ese chico?
—Ya llego, dos veces, Obito dijo que era a la tercera que llegara, si volvía a evitar su destino, entonces tardaría más años en llegar, pero creo que se equivocó, porque ha pasado un año y la tarjeta de Tenzō no ha vuelto a aparecer
—Ya veo, entonces te dejo —dijo Zabuza para colocarse su sombrero
—Nos vemos después —Kakashi hizo un gesto de despedida para correr hacia el castaño
Zabuza se quedó unos segundos observando como Kakashi iba hacia Tenzō quien sonrió apenas lo vio. Si nada era una casualidad, el que la tarjeta de ese chico estuviera retrasada tampoco lo era, algo andaba mal ahí.
Una mariposa blanca voló cerca de la pareja, Zabuza frunció el ceño, tenía un mal presentimiento. Comenzó a perseguirla, a lo lejos pudo ver a Kabuto, estaba junto al Ángel.
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—Ah, estoy tan cansado—dijo Tenzō mientras entraba al hogar que compartía con Kakashi
—Yo también, vamos directo a la cama —comento Kakashi mientras se quitaba el saco
— ¿No quieres cenar nada, senpai? Yo lo puedo preparar si quieres
—No, gracias. ¿Tú vas a cenar algo?
—Solo algo ligero, ¿me haces compañía? —dijo Tenzō mientras se servía cereal
—Por supuesto que si —Kakashi fue al comedor para sentarse. ¿Qué tal tu día Tenzō?
—Estuvo bien —el castaño se sentó con su plato frente a Kakashi. —Muchos trabajos y clases, de hecho mañana debo de ir a la capital junto a Yukimi para un proyecto en el que estamos trabajando
— ¿Quieres que te acompañe?
—No, estaré bien, solo que quizá regresemos un poco tarde, ¿podrías ir a recogerme en la estación?
—Si, estaré ahí cuando llegues
—Con eso es suficiente entonces senpai —respondió Yamato dedicándole una sonrisa
—Estos últimos días han sido muy tranquilos, ¿no crees? —decía Kakashi mientras ambos iban a la cama
—Tranquilos no, yo los llamaría perfectos. Estos últimos meses han sido así contigo senpai, entre más tiempo pasamos juntos me enamoro más de ti
— ¿Eso es posible?
—Si, en nuestra anterior vida te admiraba mucho, como ninja eras genial. Y en esta vida, creo que pude conocer un lado más sensible tuyo. —Yamato recostó su cabeza en el pecho de Kakashi—Pude sentir más lo cálido que es tu corazón, ahora estoy ansioso por lo que nos espera en nuestras próximas vidas.
—No vayas con prisa Tenzō, aún tenemos tiempo por seguir descubriendo más cosas aquí —Kakashi acaricio la espalda del castaño
—Tienes razón senpai, aún me falta mucho por descubrir a tu lado
—Descansa Tenzō
—Tú también, senpai
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El día siguiente fue un día normal. Ambos se levantaron para hacer sus actividades que tenían planeadas. Yamato fue junto con su compañera a la capital, Kakashi siguió con su trabajo habitual.
Sin preocupaciones, siguiendo un día tranquilo y cálido. Ya habían sufrido suficiente, ¿no? Ahora solo les quedaba seguir su vida de forma pacífica.
Eso era lo que Kakashi creía mientras caminaba hacia la estación del tren para recoger a Tenzō.
—Buenas noches, Kakashi-san —dijo alguien a sus espaldas
Kakashi se giró a ver la voz que lo llamaba, era Kabuto.
—Oh, buenas noches...
— ¿Hacia dónde te diriges?
—A la estación del tren, ¿y tú?
—Oh, parece que vamos al mismo destino
— ¿Estás en servicio? ¿Pasará algo allá?
—Sí, un accidente pequeño, alguien tropezará y será su fin —contestó Kabuto con indiferencia
—Oh, entiendo —Kakashi sintió su celular vibrar, lo saco para revisar un mensaje, era de Tenzō diciéndole que estaba a unos minutos de llegar, Kakashi estaba cerca, llegarían a la misma hora.
—Oye Kakashi-san, ¿me puedes acompañar por un café? —dijo Kabuto señalando una tienda cerca
—Eh...está bien —Kakashi guardo su celular para ir tras Kabuto
—No tienes prisa, ¿o sí?
—No, descuida, además, tengo algo que decirte
—Te escucho
—Yo, lamento el golpe que te dio Obito, tú no tuviste la culpa de lo que ocurrió en el pasado.
—Ah, Obito, ese maldito imbécil se fue y no me dejo devolverle el golpe
—Sí, pero...yo no te guardo rencor por lo que ocurrió
— ¿Y qué hay de Yamato? ¿Él lo hace? Al final, fui yo quien lo capturo —dijo Kabuto dándole la espalda mientras servía su café sin prisas
—Tenzō, él...—Kakashi razono lo que escucho y frunció el ceño para levantar la mirada y ver a Kabuto— ¿Cómo sabes eso? Yo no he dado ningún detalle, y se supone que tú no deberías recordar nada
—Oh, cierto, lo lamento Kakashi-san, es solo que... alguien me dijo que te recordara que no debes romper las reglas —Kabuto se giró a verlo
—Pero ya no las he roto
— ¿Ah, no? ¿Entonces porque sigues involucrándote con mortales?
Kakashi apretó los puños, sintió de nuevo que su celular se movió en su bolso por lo que metió su mano en este, entonces sintió una tarjeta. Trago grueso mientras la sujetaba y sacaba lentamente. Tenía una mala corazonada, por lo que vio con miedo el nombre en esta. Kabuto sonrió al ver la expresión en su rostro
—Creo que llegaras tarde de nuevo
—No, no lo haré otra vez —Kakashi salió corriendo del lugar hacia la estación del tren
Tenzō veía su celular, estaba esperando en la estación a que Kakashi fuera a recogerlo.
—Si quieres puedo llamar un taxi —sugirió su compañera
—No, está bien Yukimi, Kakashi dijo que vendría a recogerme así que debo esperar, solo que él a veces llega un poco tarde, pero siempre llega
—Bien, esperare un poco más contigo entonces —dijo la chica a su lado. — ¿Quieres algo de beber mientras? —señaló una maquina cerca
—Un jugo está bien
Yukimi fue a la máquina para sacar dos bebidas. Yamato veía la estación, estaba casi vacía a excepción de un par de personas que esperaban el ultimo tren, quienes más le llamaban la atención eran unos borrachos que parecían discutir, pero no les dio importancia, miro de nuevo su celular, seguía sin tener respuesta de su senpai.
La pelea entre los borrachos comenzó a empeorar, Yukimi iba de regreso con las bebidas, el castaño iba hacia ella cuando vio que las personas ebrias se empezaron a dar de golpes. La chica apresuro el paso hacia su compañero, uno de los hombres empujo al otro con fuerza, este a su vez choco con la chica provocando que cayera en las vías.
— ¡Yukimi! — Tenzō no lo dudo y bajo rápido para intentar ayudar a su compañera.
Kakashi llego corriendo a la estación, Kabuto iba a sus espaldas. Se detuvo un segundo para ver el reloj, había llegado a tiempo. Iba a bajar por las escaleras pero Kabuto metió su pie provocando que tropezara por estas.
—Ups, te dije que alguien tropezaría, pero no dije quién —dijo el albino acomodando sus gafas
Kakashi escucho el último tren acercarse y se giró a las vías. Pudo ver a la chica subiendo con dificultad, pero su pequeño Kōhai no salía.
Se levantó como pudo, ignorando el dolor de la caída para ir rápido. — ¡Tenzō! —exclamó mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas, era tarde
El castaño le sonrió, parecía que había aceptado su destino.
—Llegaste, senpai