Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La marca del amor por Abyss

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Si, ya lo termine en la otra plataforma xDD

Hace tiempo que han dejado de viajar en la parte trasera de alguna carreta, es sol apenas estaba alumbrando el mundo cuando se despiden del cochero al le han pedido el favor de que los deje lo más cerca posible de un camino en específico, el último tramo se ve complicado y cansado, ir cuesta arriba nunca es fácil y los coches que podrían ir hasta la aldea a la que se dirigen no salen ese día, por lo que no tenían otra opción más que la de caminar.


—Puedo llevar las mochilas... —sus piernas parecen reconocer sin problema el esfuerzo que está realizando, ese camino lo conocía como la palma de su mano, podrían incluso adentrarse al bosque y de todas formas sabría por dónde caminar, aunque lamentablemente aquello no era ninguna clase de atajo y con lo que traen encima no se veía como la mejor idea que podía tener en la vida, a pesar de que se muere por mostrarle a Shion todo aquello de lo que le ha platicado durante todo el trayecto—-. Digo, solo si quieres, aun nos falta mucho camino por recorrer.


—A... ¿Ah? —algunos huesos en su cuello crujen cuando se gira rápidamente para observar a Dohko, demasiado distraído por los arrozales que ha estado apreciando desde que finalmente llegaron a China, maravillado ante la falta de nieve y la abundante vegetación que los rodea, no es como si nunca hubiera visto un paisaje así, parte de la montaña donde creció tenía su parte verde, pero este lugar obviamente era totalmente diferente, estaba incluso tragando la realización de que viviría cerca de una cascada donde el agua no se congelaría—. Perdón, yo estaba... ¿Estas cortando bambo?


—-... Mm... —una de sus piernas esta cómodamente posicionada sobre una piedra que sobresale del suelo mientras sus manos están ocupadas sosteniendo el bambo y el machete, todo movimiento se detiene cuando la mirada de Shion recae en sus acciones, intercalando su mirada entre su compañero y lo que está haciendo—. Bueno, es más cómodo y entretenido para subir la montaña.


—¿Puedo tener una? —entrelazar sus manos sobre su pecho en modo juguetón, mientras inclina un poco su cabeza sin dejar de sonreír, es una acción inconsciente que realiza desde hace muchos años, con la simple y llana intención de obtener algo que no es seguro que le den, no piensa absolutamente nada cuando hace tal cosa frente a compañero, únicamente interesado en la vara de bambo que le intriga.


—Sí... —su rostro se caliente de inmediato ante la "linda" forma en que Shion se mueve, tan distraído esta que sigue sin ponerle atención a lo que está haciendo y simplemente deja caer el machete contra la vara que sostenía ya sin fuerza.


—¡Dohko!


Ciertamente no era la mejor idea que había tenido en años.


[...]


El pequeño contratiempo no había sido la gran cosa, un poco más abajo y tal vez se habría cortado varios dedos, pero aún no llegaba a ese grado de estupidez por quedarse embelesado ante una cara bonita, aunque estaba casi seguro de que alguna vez le contaron anécdotas de ese tipo cuando recién le enseñaban a usar correctamente el machete.


—Entonces, ¿Qué te gustaría probar primero? —usa su vara de bambo para picar el suelo, de vez en cuando apoyándose en partes donde tenían que subir una pequeña colina, el sol del medio día finalmente los estaba alcanzando, pero si la memoria no le fallaba y ese lugar se mantenía tan intacto como el tiempo que vivió ahí, ya faltaba cualquier cosa para finalmente llegar, tomar un merecido baño y descansar tranquilamente en casa de sus padres, antes de moverse a la que definitivamente seria el hogar para los dos—. Los rollitos de primavera de mi madre son, uf, una delicia, aunque si tiene cerdo agridulce, deberíamos de aprovechar para que nos dé un poco.


—Me interesan los dumplings, estoy seguro que en mi casa comemos algo parecido a ese platillo, así que me interesa notar las diferencias —está feliz con el bambo en una de sus manos mientras disfruta del recorrido que están haciendo, las mangas de su ropa están sujetas casi por sus codos debido al calor, uno que no había esperado sentir con la expectativa de vivir y permanecer en una montaña llena de nieve—, por cierto, ¿Estás seguro de que no hay problema si llegamos a casa de tus padres? Suena, algo irrespetuoso.


Era muy notorio que la incomodidad entre ellos finalmente había desaparecido después del largo tiempo viajando juntos y conversando, conociéndose, ciertamente aun tenían muchas cosas que contarse, así como tomar la confianza suficiente para acercarse y tocarse sin ponerse ridículamente nerviosos, pero eran cosas a realizar cuando finalmente estuvieran en un lugar al que podían llamar hogar, justo como el pueblo que mágicamente aparecía ante sus ojos, tan lleno de vida mientras se disfruta del buen clima.


—No te preocupes, conociéndolos, de seguro me hubieran esperado toda la vida aun si no tuviera planes de regresar —respira profundo mientras se detienen a las cercanías de la entrada de pueblo, sintiendo como la presión sobre sus hombros finalmente se desvanecía y tanto el hambre como el cansancio finalmente empezaban a hacer acto de presencia—, supongo que así son los padres, ¿no? —da unos pasos más, antes de girarse hacia su pareja y extender su mano como invitación para ir hacia la gente—. ¿Shion?


—Lo siento —golpea el suelo con la vara en su mano, mirando a todas partes como un cervatillo asustado antes de notar la mano de Dohko y apresurarse a tomarla, sosteniéndolo con una fuerza y seguridad que habían estado desarrollando durante todo el trayecto hasta ahí—, me distraje con la belleza del pueblo.


—Sorprende mucho, ¿verdad?


Ambos ríen con cierta complicidad antes de encaminarse hacia el pueblo que los espera, por supuesto, su llegada no pasa desapercibida por absolutamente nadie, los gritos de felicidad se escuchan inmediatamente mientras la noticia se extiende como si fuera pólvora, probablemente la ventaja más grande un pueblo tan pequeño y escondido en las montañas.


[...]


—¡Muchacho, lo lograste! —su tarro de cerveza choca con fuerza con el de su hijo, al que sujeta con fuerza por los hombros mientras la sonrisa en su rostro solo se hace más grande, la cual combina perfectamente con el típico sonrojo de borracho que se carga después de haberse tomado casi un barril entero de cerveza—. ¡¿Quién diría que ibas a volver?! ¡Mi pequeño es todo un hombre!


Sus dientes castañean y su rostro se mantiene más rojo por la vergüenza que por el alcohol mientras todo aquello se desarrolla, es mas de medianoche y ellos simplemente siguen festejando su exitoso regreso acompañado, probablemente solo los niños más pequeños son los únicos que se han retirado a dormir y por un momento desea ser uno de ellos, pues el sueño insiste en cerrarle los ojos, aunque el alcohol le ayuda a mantenerlo despierto.


—¡El pequeño Dohko lo logro!


—¡Solo míralo, tan chiquito pero picoso, yo les dije que iba a regresar!


—¡Jajaja, y mira que bombón trajo con el!


—¡De seguro saldrán con sorpresa en unos meses!


La fiesta es larga y su atragantamiento con la bebida es ya algo normal, no es el primer ni el ultimo comentario subido de tono que han hecho a lo largo de la fiesta y de no ser porque está cansado, ya se hubiera levantado desde hace tiempo de su lugar para avivar aún más la celebración con una buena pelea de borrachos.


Deja salir un suspiro lleno de cansancio mientras deja la bebida a un lado y simplemente disfruta de su padre alejándose de su lado para ir a discutir con quien sabe quién, busca a Shion entre la multitud, quien resalta fácilmente tanto con sus rasgos como con la ropa que aún no ha podido quitarse, se siente tranquilo al saber que su madre, acompañada de gente de confianza, se mantienen a su lado y le ayudan a evitar el alcohol más fuerte, aunque aparentemente ha bebido ya algunas copas, todo por la risa que se escapaba fácilmente de entre sus labios.


Que envidia le estaba teniendo a ese pequeño grupo en este momento.


—¿Y entonces?


Un nuevo par de tarros de cerveza son colocados con fuerza frente a su asiento, con su padre sentándose de nuevo cerca de él, ahora frente a frente, con el ruido de la multitud alejándose un poco de ellos, claramente dándoles la privacidad que merecían en ese momento.


—¿Entonces qué? —toma la nueva bebida, algo consternado por no haberse dado cuenta que su anterior bebida cayó al suelo en algún momento, probablemente alguien lo pateo sin darse cuenta.


—Bueno, estoy seguro que no han venido hasta aquí solo para festejar una noche —se esfuerza por parecer sobrio aunque sigue metiéndole alcohol a su sistema, la bebida es una buena excusa para llorar de la felicidad que siente y dejar salir todas las preocupaciones que le habían carcomido cuando su único hijo se fue del pueblo, para su fortuna, su esposa sigue siendo tan buen observadora que antes de que pudiera perder la consciencia a causa de tomarse otro barril, lo hablo a mandar con su hijo, el cual estaba demasiado callado para lo que recordaban—, tu madre ya noto que no tienen una alianza así que, ¿Tienen algún plan?


—Yo, supongo —observa la forma en que el líquido dorado se mueve de un lado a otro según el movimiento de su muñeca, antes de darle unos cuantos sorbos y volver a descubrir que mucha sed no tenía—, que nos vamos a casar...


—¿Supones? ¿No están seguros de hacerlo?


Hay un silencio incomodo entre los dos conforme se quedan callados y únicamente observan sus bebidas, la demás gente continua festejando lejos de ellos, el escándalo es fácilmente audible al igual que las risas del grupo donde permanece Shion, al cual están tratando como si fuera un rey por la cantidad de bebidas y comida que permanecen a su alrededor, por la mirada que la gente le daba parecía que finalmente su lengua se estaba soltando lo suficiente como para hablar más de lo que había hecho durante todo el viaje. Era muy reconfortante verlo de aquella manera.


—¡Dohko! —truena los dedos frente a los ojos de su hijo, intentando captar su atención por más de tres segundos—, vamos muchacho, puedes tener más noches para desgastarlo con algo más que la mirada.


—¡Papá! —siente su rostro más caliente de lo que alguna vez lo estuvo por el alcohol y finalmente le pone atención a su progenitor, quien claramente parecía divertirse a su costa—... Yo... Aun necesitamos tiempo para conocernos un poco más y después veremos qué hacer. —toma su bebida con ambas manos, aun dudando sobre si realmente tiene sed o prefiere ir a buscar algo de comer.


—¿Pero van a quedarse? —deja salir la duda general de, literalmente, todo el pueblo, la cuestión que todos tienen en la punta de la lengua pero que nadie deja ir por respeto a la pareja.


—¿Eh? —tiene el líquido tocando sus labios cuando finalmente se da cuenta de que, en todo ese tiempo, en ningún momento, dijeron que tenían planeado quedarse, aunque entre los dos estaba más que dicho—. ¡Si, si! Lo dije antes de irme, nos quedaremos con la casa en la cascada.


—¿Estás seguro de que quieren vivir ahí? No tenemos problemas en acogerlos mientras él se acostumbra a vivir aquí.


—No te preocupes papá, además, creo que Shion se sentirá más cómodo ahí que rodeado de mucha gente.


—De todas formas, la invitación sigue en pie, no duden en bajar a pedir ayuda cuando planeen la boda —choca su tarro vacío contra el de su hijo, con una sonrisa más tranquila en el rostro y totalmente seguro de donde sería el mejor lugar de la aldea para ir a caerse muerto—, se les nota en la mirada, no les doy más de dos meses.


—¡Papá!


Resistió el impulso de gritarle más fuerte cuando sintió su mano desordenando aún más su cabello, al menos había sido una conversación sencilla, a diferencia del momento en que tendría que hablar con su madre, no dudaba que Shion borracho ya hubiera contado el bello trayecto que realizaron desde una montaña hacia otra y por la forma en que su madre le miraba desde la distancia, no parecía haberse olvidado de incluir la mención de como se hizo el robo... Al menos esperaba que no hubiera contado lo de Aspros.


[...]


Es muy entrada la madrugada cuando finalmente se pueden retirar a su vieja habitación, para ese momento llevan más de 25 horas despiertos y la cama individual se ve más cómoda que cuando su madre la menciono en la tarde. Como el adulto responsable que nunca ha sido, se encarga de arrastrar a Shion hacia la cama, ayudándolo a recostarse y empujándolo lo más posible contra la pared, asegurándose aunque fuera un pequeño hueco donde ser capaz de acostarse, el alcohol en su sistema le permite ahorrarse la vergüenza sobre la idea de dormir juntos, algo que agradece, pues tiene recuerdos muy vividos de lo incomodo que es dormir en el suelo y aunque hacerlo de pie era otra opción, él también quería acostarse y descansar después de tantos días durmiendo solo lo necesario.


—¡Dohko, jaja, ¿lo viste?! —se ríe antes de intentar rodar sobre su espalda, golpeando la pared fuertemente con su brazo solo para seguir riéndose—, ¡Tu primo se cayó dentro del barril!


—Sí, lo vi —no le toma más de un segundo despreocuparse de todo, hasta de quitarse el calzado cuando finalmente su cuerpo toca el colchón y su cabeza hace un esfuerzo por encontrar lugar en las almohadas—, ¿Viste cuando mi papá intento sacarlo?


—¡Jajaja! Tu mama estaba furiosa cuando se cayó al que estaba al lado —abre por un momento sus ojos, la oscuridad evita que note demasiado como todo da vueltas, así que simplemente deja caer su brazo adolorido sobre el cuerpo de Dohko, cayendo en cuenta de la cercanía del momento—, ¿No sé, hic, desperdicia todo eso?


—Oh no, al final él que cae en el barril, se toma el barril —el aliento alcohólico de Shion satisface su necesidad tras no haber tomado lo suficiente debido a la preocupación, así que simplemente cierra los ojos, saltándose junto a Shion todo ese respeto y distancia que se habían tenido durante el viaje, acurrucándose contra su pecho mientras era abrazado—, lo digo por experiencia, no es tan malo como debería ser.


Ambos ríen un poco más antes de que el peso de todo el cansancio acumulado empezara a hacerse presente, sin duda alguna habían durado ya demasiado tiempo despiertos, al menos estaban lo suficientemente bien comidos para no tener que despertar temprano por la mañana a causa del hambre.


—Tu madre, hic, dijo que era una cama pequeña... —cree que tiene una almohada entre sus brazos, aunque la voz de Dohko se escucha tan cerca, con la fuerza que tiene abraza la almohada antes de acomodar su rostro, buscando tener ese descanso que su cuerpo ya merecía.


—Sí... —respira profundo antes de aprovechar el abrazo e intentar alejarse lo más posible de la orilla, su nubladamente únicamente le decía que aquello era bueno para evitar terminar en el espantoso suelo por la mañana.


—Yo digo que, hic, es del tamaño perfecto...


—Mm, tienes razón.


Sí, la vieja cama individual no era tan mala.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).