Bebiendo un café en su habitación de hotel, revisaba por décima ocasión su agenda por los siguientes días.
Sus negocios en Paris solo durarían una semana, sin embargo, estaba dispuesto a quedarse las dos semanas y media que duraba el torneo o hasta que Naruto perdiera algún partido; aunque prefería pensar que al rubio le iría mejor que en Australia.
Del mismo modo, esperaba que también a Ino le fuera bien y dejare de intentar emparejarlo con la fastidiosa Omega pelirosa.
Cosa que no paso; como llego a Paris dos días antes de que empezara el torneo, se pudo reunir rápidamente con el grupo de amigos tenistas de Ino, en el cual también estaba incluida Sakura quien no perdió tiempo en “dejar a relucir sus encantos” y pedirle ayuda a la rubia con la mirada, para que interviniera a su favor.
Al ver la actitud de la chica, soltó un cansado suspiro y llego a la conclusión de que debía decirle a Ino, que quien en verdad le interesaba era Naruto y no Sakura.
La mayor parte que duro su interacción con el grupo de tenistas, intento acercarse casual al rubio Alfa, pero este a pesar de que no era grosero, tampoco estaba muy abierto a tratarlo como trataba a sus amigos y en vez de lograr un acercamiento con Naruto, tuvo que retirarse temprano a causa del malestar que le provocaron las feromonas de Sakura.
Por la noche después de recuperarse del dolor de cabeza y fastidio que le dejaron las feromonas que la tenista libero ligeramente para captar su atención, fue directamente a la habitación de su primo e Ino.
Su sorprendente petición, fue tomada con asombro por el matrimonio, quienes, dada su personalidad y antecedentes de desinterés en la vida amorosa, estaban casi estupefactos de que por fin mostrara interés en alguien y no en cualquier alguien, sino que en un Alfa. No obstante, al verlo tan motivado por su resolución de acercarse a Naruto, decidieron apoyarlo en todo lo que pudieran.
*****
Debido a sus asuntos personales de trabajo, la primera semana del torneo, no pudo coincidir mucho con el rubio, y se limitó a seguir el desempeño de este a través de la bendita aplicación.
Afortunadamente tanto Naruto como Ino lograron pasar a la segunda semana de Roland Garros y ahora estaba libre para presenciar los partidos del rubio Alfa.
A diferencia del Australian Open, donde compartió palco con Sai y el equipo técnico de Ino, se encontró mirando los octavos de final solo, debido a que Ino se encontraba jugando en otra cancha; y una vez que Naruto gano el partido sin dificultad, se fue a reunir con su primo, en la cancha donde aún seguía el partido de la rubia.
Tras una eterna hora de juego, entre Ino y Sakura, debido a la precipitación que ya estaba pronosticada, su partido se tuvo que detener cuando ambas estaban empatadas a un set por lado.
Gracias al caprichoso clima, se retiraron más temprano del Stade Roland Garros y regresar al hotel, donde casualmente se encontró con Naruto en la recepción; sin perder el tiempo rápidamente se acercó al rubio, quien pareció fruncir el ceño, pero rápidamente lo disimulo.
Junto con los datos que le había compartido Ino el día que se sinceró sobre su interés por Naruto, logro que este aceptara su compañía por un momento y como aun no mejoraba el clima, fueron a beber un café al restaurante del hotel.
—Creía que después de Australia no volvería a verte—le dijo Naruto, mientras endulzaba su café con un poco de miel.
—Pensaba igual.
—¿Entonces por qué estás aquí?
—Por trabajo.
—¿Trabajo?
—Por tu tono parece que no me crees.
—Es evidente que no.
—Tenía asuntos que atender y estoy aprovechando para tomarme unas cortas vacaciones—Explico antes de tomar un poco de su expreso.
—¿Así, y que hacías en mi partido? Te vi en un palco.
—Solo disfrutaba del juego.
—Ahora eres mi fan—soltó el rubio divertido.
—¿Qué no puedo?
—¿Por qué simplemente, no le das una oportunidad a Sakura, ella si está muy interesada en ti?
—Pero yo no en ella, ni en ningún Omega.
—Espera… ¿No te gustan los Omegas?
—Ni Omegas, ni Betas, ni Alfas.
—Y yo que soy un Alien.
—Eres la única persona que me ha gustado y curiosamente eres un Alfa. Si fueras Beta o inclusive Omega igual me gustarías.
—¿Por qué?
—No soy un Alfa normal.
—Eso lo puedo ver.
Hizo una ligera sonrisa y dijo—no me gustan las feromonas de los Omegas, desde que me manifesté como Alfa Dominante y pude percibir las feromonas dulces de los Omegas, no hay ni una sola vez en que no me causen malestar, los beta no llaman particularmente mi atención y las feromonas de otros Alfas tampoco se me habían hecho atractivas, hasta que percibí las tuyas.
—Así que es por las feromonas.
—En un principio sí. Percibí un poco en la boda de Ino y me gustó mucho, después por casualidad te vi en un partido y te me hiciste muy interesante.
Naruto lo miro pensativo y antes de que pudiera decir algo, su primo pelirrojo apareció y su breve encuentro termino.
*****
Por la mañana Sai e Ino salieron desde muy temprano del hotel para continuar con el partido que había dejado la rubia pendiente y él opto por ir a desayunar al restaurante, donde afortunadamente se encontró con Naruto desayunando con Gaara, Shikamaru y una chica rubia de mirada feroz que no había visto antes.
El pelirrojo no lo miro con buenos ojos, pero Naruto lo llamo para que los acompañara y no dudo en ir.
Cuando el desayuno termino, Shikamaru se fue con la Alfa rubia que era su novia, dejándolo solo en un incómodo momento con Naruto y Gaara, aunque este no duro mucho porque el rubio le pido a Gaara que los dejara solos y no muy gustoso el pelirrojo acepto la petición.
—Disculpa a Gaara, no suele ser así, pero tú le caes mal.
—No lo había notado.
—Acerca de lo de ayer.
—Si.
—Lamento tu situación, respecto a las feromonas de los Omegas, pero no deberías perder tu tiempo en mí, porque, así como a ti no te gustan los Omegas a mí no me gustan los Alfas.
—No vine esperando que aceptes mis sentimientos, es solo que esa vez que me recházate en el pasillo del hotel, no me diste tiempo de ser sincero y como eres la primera persona por la que siento algo, quería tener al menos un mejor cierre. Y tal vez ser tu amigo.
—Seguro que no tienes otra intención oculta.
—Entiendo que dudes de mí, no nos conocemos casi nada, pero soy sincero y creo que podríamos ser muy buenos amigos.
—Lo pensare, ahora tengo que ir a entrenar. Le dijo sencillamente el rubio Alfa antes de beberse su café y abandonar el lugar.
*****
A la tarde siguiente como Ino le había ganado a Sakura llego al Stade Roland Garros en compañía de los tortolos, se despido de ellos y camino un poco por el lugar en espera del partido del rubio.
Como eran los cuartos de final el partido no estuvo tan sencillo como el pasado, no obstante, aun así, la forma dinámica y elegante de jugar de Naruto, domino a la de su oponente.
*****
Acostado en su habitación de hotel, pensaba en lo que el rubio le había dicho el día anterior, no espero que Naruto lo reconociera entre todos los espectadores y no negaría que aquello le daba esperanzas, ello y el hecho de que el rubio, le dijo que pensaría sobre si podrían tener una amistad.
Así que con intenciones de no presionar al rubio quien pronto jugaría la semifinal, mantuvo su distancia, hasta que el viernes llego y en compañía de Sai quien quiso que Ino se quedara a descansar en el hotel, debido a que esta había pasado a la final del torneo, se auto invito a acompañarlo.
Llego a la Philippe Chatrier listo para tener un largo día de Tenis, porque a Naruto le tocaba jugar después de que concluyera la primera semifinal; y habiéndose cumplido casi tres horas y media de juego el primer partido concluyo con un español alzándose como ganador.
En poco tiempo Naruto ingreso en la cancha y en cuestión de minutos, la pequeña pelota amarilla ya se encontraba pasando velozmente de un lado de la cancha a otro.
Al final, el partido solo duro un poco más que el primero, con un Naruto alzándose como ganador, tras haber ganado el quinto set en un tie break que muchos podrían denominar cardiaco.
*****
El sábado igual que todos los partidos en los que jugaba Ino, acudió a verlo junto con Sai y el ya conocido equipo técnico de la rubia, quien con un inicio flojo por no decir algo destrozo al final pudo mantener la calma y remontar el partido ganando su primer Roland Garros.
En la improvisada celebración que tuvo la chica, pudo ver a Naruto en la lejanía y aunque quiso acercarse a este, no lo hizo y se retiró temprano de la fiesta.
Esperando que Naruto tuviera el mismo resultado que Ino acudió a la final varonil con el matrimonio, quienes estaban algo desvelados, no obstante, apenas el partido comenzó, sus sentidos se avisparon.
En comparación de Ino, Naruto inicio muy bien el primer set, rápidamente obtuvo un Mini-Break y en menos de treinta minutos se llevó el primer set.
Sin embargo, cuando se encontraba jugando el segundo set, algo pareció ir mal en la actitud del rubio; gano el set, pero su primer servicio le había empezado a fallar y perdió puntos que normalmente no perdería.
Para cuando se inició el tercer set, su incomodidad era muy notoria, fruncía extrañamente el ceño y perdía la mayoría de los puntos largos.
Preocupado por el desempeño de Naruto, no aparto su mirada de este y cuando en un descanso, el rubio se quitó la muñequera derecha para cambiarla, le pareció ver que este no miraba con buena cara la parte inferior de su muñeca; después de un juego, en el que le quebraron el servicio y obtuvo tres dobles faltas, su semblante extrañamente palideció y termino por abandonar el partido.
El repentino abandono del rubio dejo a todos los espectadores anonadados e inconformes por el evento presenciado, por lo que olvidándose de que estaba intentando mantener un poco la distancia con Naruto, hasta que este accediera a ser su amigo, le pidió a Ino el contacto de este y le escribió un mensaje preguntando por su salud.
No obstante, su mensaje no fue contestado y por la noche cuando estaba a punto de ir a buscar a Naruto, su rut al que le faltaban unas semanas para aparecer, se le adelanto. Rápidamente llamo a Sai para que le consiguiera varios inhibidores y lo encerrara en una habitación apartada.
Para cuando su tormentoso rut termino, Naruto ya había abandonado la ciudad y se tuvo que regresar sin tener noticias del rubio, quien aún seguía sin ver su mensaje.
Unos días más tarde mientras se encontraba realizando su trabajo habitual, Naruto por fin respondió su mensaje; fue breve, pero aquellas cortas líneas fueron suficiente para hacerlo feliz.
Y continúo enviándole mensajes al rubio, quien aparentemente había decidido darle la oportunidad de ser su amigo.
Por casi tres semanas, se mantuvo en comunicación constante con Naruto por medio de mensajes y casi se cayó de su silla, cuando Naruto le pregunto si iría a verlo jugar a Wimbledon.