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Una fruta. Tomo 1 y 2 por yuniwalker

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Obviamente, han pasado 10 años, pero el doctor Leitner se veía demasiado mayor para su gusto. Jesaja arrugó las cejas mientras miraba al padre de Dennis, que se había vuelto alguien de cabello plateado.

"Casi no lo reconocí".

"Sí, sí."

El doctor Leitner, que se reencontró con el amigo de su hijo, estaba temblando. Salía del hospital después del trabajo cuando de repente, sus ojos se taparon y sus manos fueron mantenidas tras su espalda. Era un secuestro en toda la extensión de la palabra así que era natural tener miedo. No, tenía miedo de recordar lo que había hecho antes de eso y lo que iban a hacerle ahora.

"Eres bastante mayor".
 
" Jesaja , ¿Verdad? Tú te sigues viendo igual que siempre."
 
"Mentira."
 
"Realmente lo haces".

Jesaja caminó hacia el Doctor Leitner. Siempre que el tacón de sus zapatos golpea el acero del contenedor, el hombre se hace más y más pequeño aunque ya está arrodillado y con ambos brazos sostenidos por dos hombres.
Finalmente, Jesaja, que se acercó al anciano médico, dobló las rodillas, bajó la espalda y observó a la otra persona... El padre de Dennis era un anciano desesperado y horrible esta vez.

"Quiero mirarte de cerca."
 
"¿Qué?"
 
"Lo último que ví de ti, fue cuando estabas hablando con la maestra. Ya sabes, el día en que Dennis se graduó de Kim Najium". Dijo, deslizando lentamente el traje ámbar del doctor Leitner con su dedo índice. "Han pasado diez años".
 
"Sí, sí, eso es correcto".

"Y sigo pensando que no puedes ser el mismo."

"Sí lo soy... Pero ya ves, la vida no ha sido del todo buena conmigo."

La frente y la espalda del doctor Leitner estaban empapadas de sudor frío. Como dijo Jesaja, el doctor Leitner mentía. Era difícil encontrar las señales del joven estudiante en el hombre de veintinueve. Había crecido prolijamente hasta que el niño rebelde, el que había estado estrechamente unido a la ansiedad y la precariedad, dejaron de ser visibles sin importar la parte que mirara. La ropa que estaba utilizando se veía decorada, pero igual era bastante elegante. Y sobre todo, sus ojos grises estaban aún más turbios que antes.

"Oh, dado que Dennis nació en abril, debe tener 30 años ahora".

Jesaja tocó nuevamente el cuello del traje del doctor Leitner. El hombre miró al suelo, evitando sus ojos grises tanto como le fuera posible. No lo había pensado, pero desde hace algún tiempo que ya no había podido verlo en Bochum así que, solo se preguntaba donde estaría enterrado ahora, o con quien estaría acostándose, o si se encontraría consumiendo quien sabe que cosa... No sabía que se había convertido en el miembro de una mafia. Además, ni siquiera sabía que lo encontraría de esta manera.

"Doctor."

"¿Qué?"
 
"¿Dennis se convirtió en sacerdote?"

El doctor Leitner asintió en lugar de hablar, pero no parecía una respuesta clara cuando todo su cuerpo estaba más concentrado en temblar. Jesaja movió la mano del cuello de Leitner y la metió esta vez en su propio bolsillo. Los ojos de Leitner siguieron su mano blanca y vió, como sacaba un cuchillo y lo colocaba justo en frente...

"¿Dennis se convirtió en sacerdote?"
 
"Bueno... Dennis tiene un puesto más elevado".

Esta vez, el doctor Leitner respondió verbalmente mientras veía a Jesaja girar el cuchillo de plata entre los dedos. No parecía una broma sino, una terrible amenaza de asesinato.

"Dennis ¿Está en Munich?"
 
"Oh, sí, sí... Dennis..."
 
"¿En qué catedral?"
 
"San Michael, San José tal vez."
 
"Ah."

Los gestos rencorosos de las manos de Jesaja cesaron. El doctor Leitner abrió valientemente sus pálidos labios.

"¡Pero bueno! ¡Él no tiene nada que ver con esto!"

"Sí tiene".
 
"Si le pasa algo a Dennis..."

"¿Qué va a hacer?"

Jesaja, sosteniendo un cuchillo en la punta de su barbilla, parecía bastante enojado con tan solo una pequeña oración del hombre. La cara pálida de Leitner volvió a temblar

"Jesaja..."
 
"Doctor, el asunto que tengo con Dennis no tiene nada que ver con usted "

"¡Jesaja!"

Los gestos del doctor Leitner se intensificaron y sus gritos se volvieron tan fuertes que las manos de los dos hombres que lo sujetaban se elevaron todavía con más fuerza. El viejo doctor pronto ya no pudo hacer nada más que respirar.

"Dennis no cumplió su promesa."

En ese momento, Leitner, cuyo rostro se había vuelto duro de inmediato, se puso pálido cuando comenzó a hacer chocar sus dientes como en una convulsión después de que un cuchillo frío tocara la piel de su cuello.

"Doctor, pero ¿Por qué comenzó a traficar?"

"¿Qué?"

"Aún siendo el jefe del hospital, ¿Se quedó sin dinero?"
 
"Yo..."

"¿Por qué? Dígame. Porque cuando estaba en Bochum, tenía mucho dinero."

"El cuchillo..."

"¿¡Por qué!?"
 
"¡Jesaja, quita el cuchillo!"

Pero el cuchillo solo se junta un poco más.

"Si me responde, le quitaré el cuchillo".

"El hospital, invertí todo en el hospital de Munich."

"Sigue..."

"Entonces, como fue idea mía... Cuando comenzamos a tener ganancias bajas tuve que asumir la responsabilidad".
 
"Sí."

Jesaja apretó el cuchillo así que Leitner respiró como un hombre que había terminado de correr un maratón. Jesaja espero a que el anciano se recuperara porque todavía podía darse el lujo de ser gentil con el padre de su "amigo".
Eventualmente, aunque el sudor frío estaba fluyendo con fuerza hacia abajo, los temblores del viejo doctor se calmaron...

"¿Doctor?"

"Jesaja, por favor sálvame. Por favor…"

Sus ojos hinchados y arrugados se llenaron de lágrimas así que Jesaja se las quitó tiernamente con el pulgar.

"No lo estoy matando, doctor."
 
"Por favor, por favor, sálvame..."
 
"Por favor, intente tomarse un descanso mientras yo me ocupo de algo más". Cuando terminó de hablar, Jesaja se puso de pie y estiró las rodillas. Se puso un cigarrillo en los labios y señaló a los dos hombres con el dedo índice. "Llévenlo abajo." Y rápidamente la cabeza de Leitner se cubrió con una tela negra.

"..."

"Tap, tap, tap." No había nada que el doctor Leitner pudiera hacer más que escuchar el sonido de los zapatos saliendo de un lugar hecho de hierro.

 


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