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Shun De Andromeda por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azúcar, jajaja en fin de semana pudo publicar mucho mas fácil, pero bueno... Ya se me esta acabando los días de descanso jajajajaja...

Pero no por eso significa que me olvidare de ustedes mis terrones de azúcar.

Kiaaaaaaa... Se que a veces tal vez no pueda del todo y ademas que...

Pues me estoy atrasada con lo que dije de actualizar solo un fanfic de los semanales, pero... Creo que eso sera hasta marzo si todo sale bien.

Pero mejor no prometo nada.

En fin terrones de azúcar, ahora mismo vamos a felicitar a un terrón de azúcar que estuvo de cumpleaños el día veinte de de Enero...

Por lo cual feliciten a mi terrón de azúcar y hermana de ustedes... SonMarietta20

Terrón mas vale tarde que nunca, ¿No?

Ahora si a leer terrones de azúcar.

Habían pasado varios años…

Desde que dos jóvenes se tuvieron que separar por azares del destino.

Uno se fue de aquél pueblo en donde habían ambos nacido y crecido, hasta cierta edad…

¿Su motivo?

Debía encontrar a su hermana, la cual una vez salió de la humilde casa en donde vivía, lo único que podrían decir que era suyo en este mundo…

Para nunca volver a verla.

Intento por todos los medios posibles para un niño de esa edad, buscarla… Pero no pudo hacer mucho.

La policía intervino y claro que varios vecinos y amigos de esos dos hermanos… Sin embargo todo fue inútil por completo…

Nadie la logro encontrar…

Al poco tiempo, las autoridades de aquel pueblo, al saber que ese niño ahora se encontraba por completó solo, y además que en cierta forma es un pequeño revoltoso… Decidieron que lo tendrían que llevar  aun orfanato.

Cosa que al enterarse aquel joven castaño, no iba a permitir… Su carácter y espíritu, no los dejaría encarcelarlo, pues aun debía buscar a su hermana por todos los medios posibles.

Y no lo podría hacer si lo alejaban de ese lugar a la fuerza y lo encerraban.

Tomo aquella decisión de irse lejos, antes de que las autoridades hicieran algo al respecto…

Fue en un momento, no se lo dijo a nadie, solo se fue…

O bueno, eso pensaba hacer no quería que sucedería algo que le impidiera irse…

Pues en medio de la noche, cuando paso por un humilde hogar que conocía muy bien, pues algunas veces llego a ir a jugar…

Alguien lo alcanzo a ver.

¿Destinó o casualidad que estuviera justamente allí?

Unos ojos verdes brillantes miraron como este niño caminaba en la oscuridad.

Y lo reconoce de inmediato, así que no lo pensó dos veces y salió de su hogar para ir directamente a verlo…

La mirada desesperada se nota, por su rostro incrédulo e inocente al ver lo que más temía haciéndose realidad.

-¿Seiya?- Pregunta titubeando, esperando que no fuera él, que cualquiera menos ese castaño.

Se detuvo, llevando solo consigo una pequeña maleta al hombro, con su estatura infantil, que se dio la media vuelta para enfrentarse a un triste espectáculo que no deseaba.

-¿Qué estas haciendo?- Se para en seco, su mano izquierda posicionándose en puño sobre su pecho, mientras la mirada verde brilla, admira angustiado a aquel niño que aprecia tanto e incluso un poco más.

Dudo en siquiera contestar, apretando su mandíbula, bajando la mirada, pero sin dejar de tener una mirada decidida y de enojo –Me voy-

-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿POR QUÉ?!!!- Tiene una idea del por qué se querría ir, pero no pensaba que fuera  suceder tan rápido, no podía permitirlo.

-¡¡¡SABES EL POR QUÉ!!!- Le grito, aunque realmente el enojo no fuera contra él, sino con todo lo malo que sucedía en su vida.

Mudo se queda aquel niño de cabellos verdes, de una edad similar al castaño delante… Asustado, pero más aterrador por saber que esta sería la última vez que tal vez lo viera…

Aprieta sus puños, tiembla que sea realidad… Pues sus lágrimas no pudieron contenerse.

Siempre fue muy sensible, muy llorón como los demás le dicen, y por esa razón su hermano mayor siempre lo cuidaba y protegía de todo.

Se da cuenta de lo que hizo…

Usualmente sabe que este niño es muy llorón, al principio hasta lo molestaba, pero con el tiempo se fueron volviendo amigos.

Realmente ¿Cuando eso sucedió?

Es completamente incierto, solo… Paso… Y fue bueno, para ambos…

Aunque el hermano del peliverde no estaba del todo de acuerdo.

Pero en fin, los dejaba ser amigos, siempre y cuando pudiera vigilarlos.

Se comenzó a sentir muy mal, a ver esas pequeñas lágrimas cursas esas pálidas mejillas que se enrojecen por el esfuerzo que está haciendo al tratar de contenerlas.

-Perdóname Shun…- Menciona esto rápido, mirando atento al otro, en medio de la oscuridad de la noche que les proporciona por el poco alumbrado público –Pero, debo irme ahora…- Se muerde la lengua para hablar… De verdad se sentía mal por lastimarlo, pero no lo hizo a propósito.

Tenía tanto en su pecho, su pequeño corazón sufriendo por buscar a su hermana, por que pudieran encontrarlo y llevárselo a ese orfanato…

Todo está en su contra y lo menos que quería hacer era despedirse de sus amigos, en especial de este pequeño que se convirtió en alguien muy preciado, tanto que no quería volver a lastimar.

-No te… Vayas…- Entre sus sollozos, habla… Intentando ser fuerte por primera vez en su vida, en ese momento que lo necesita más que nunca –Quédate… Quédate… Con… Con nosotros…- Tartamudea, por el miedo que está sintiendo porque este castaño se aleje y no pueda hacer nada.

-No, no puedo hacer eso- Responde rápido y tajante.

Podía ser solo un niño de no más de ocho años, pero… Esta decidido en irse y buscar por su propia cuenta a su hermana.

Por lo cual no pensaba quedarse en un lugar donde tarde que temprano lo atraparían y lo alejarían de su única posibilidad de encontrar a su amada familia.

Los grandes ojos verdes se quedan impresionados, dejando ver un semblante de tristeza, su labio inferior temblando por el miedo de verdad perderlo.

-Pero…- Quiere protestar, pero le es imposible decir algo más.

Su corazón duele, late desesperado, intentando encontrar las palabras necesarias para decir algo, aunque es casi imposible.

-Es mejor así Shun, no quiero meterte en problemas- Le dice esto, dedicándole una sonrisa de confianza, como aquellas que da cuando quiere animar a los suyos –No te preocupes por mí, podre sobrevivir solo- No se sabe si es porque de verdad es necesario ya irse, o porque si se queda más tiempo junto a ese querido amigo, no podría irse al final.

Temía decirle que huiría a sus amigos no por la despedida con los demás, si no… Que no soportaría ver esas lágrimas de aquel peliverde, que sin saber como, logra hacerlo feliz con su risa y sonrisa…

Lanza un suspiro y se gira rápidamente, no podía aguantar tanto estar así, necesitaba irse lejos, pues no soportaría mucho verlo así.

-Me voy… Tengo que aprovechar ahora que todos duermen- Dice esto, en el momento que da unos pequeños pasos hacia delante.

Sin embargo, no esperaba que el peliverde hablara de nuevo…

-Seiya, yo te quiero mucho…- Habla firme, tomando todas las fuerzas posibles, para hablar y decir lo que su corazón intenta ocultarlo, pero no soporto más al saber que este castaño se alejaría tanto.

Esas palabras retumban en los oídos del contrario, sintiendo que su corazón comienza a latir desesperado, sorprendido de aquella pequeña revelación.

-Yo… También… Te quiero…- Dudaba en decir aquello, sus inmaduros sentimientos, solo sabían que Seika y Shun son dos personas importantes en su vida.

Por lo cual no podía vivir sin ninguno de los dos…

Pero en este momento, debía escoger bien, pues si se quedaba en ese pueblo, seria cuestión de tiempo para que los alejara de ambos y de esta forma, aunque estuviera lejos de uno, podría encontrar a su amada hermana.

Sonríe por este hecho, pero entiende perfectamente que las cosas no pueden ser así de simples…

Seria complicado que encuentre a su hermana mayor solo, pero… No sabía si debía retenerlo o no… Su mente es un pequeño caos, pero su corazón no…

Aunque siendo un infante, sabe perfectamente lo que siente, no lo negara…Pero debe ser fuerte, eso es algo que siempre le ha dicho su hermano Ikki.

-¿Volverás?- Le pregunta, con lágrimas en sus ojos, pero una pequeña sonrisa dedicada ahora, necesitando saber la verdad de esta situación.

Baja la mirada, no sabe que responder, pues en si no planeaba nada de esto, sin embargo algo si tiene en claro… Debía volver algún día…

-Si…- Asiente, aunque pensaba decir algo más, es interrumpido de nuevo.

-Entonces, te esperare… De nuevo… Quiero verte aquí…- Señala justamente el lugar en donde se encuentran, tiembla por el dolor de separarse de este niño, pero entiende que es necesario que busque a su hermana mayor.

Ya que, igual estaría si perdiera a su hermano mayor de la nada.

-Shun…- No sabía que decirle o responderle, como hacerlo entender que sería difícil aquello.

-Solo, prométemelo… ¿Puedes?- Le ruega, no quiere derrumbarse, mas por ese dolor que siente encarnado en su corazón, necesita solo que le confirme que así será.

Los ojos color chóclate, se abren de par en par, aquellos grandes, al igual que su boca imita la acción, no es capaz de mentirle, pues reconoce que existen muchos problemas que le podrían negar aquello, sin embargo no quiere negarle esa posibilidad.

Asiente, preocupado por no ser capaz de cumplirlo –Esta bien…- Le responde.

Con aquellas palabras de confirmación y una pequeña promesa hecha entre dos pequeños niños, con familias rotas, con tantas dificultades que enfrentar…

No saben que el mundo al que se enfrenta es tan incierto y difícil, pues aun conocen la inocencia de su edad, aunque uno a conocía más el dolor y soledad que él otro.

No por ello significa que la felicidad y el amor no reinen en su vida algún día.

Con esto… No falto más, que aquella triste despedida, donde Shun no lo pensó más y lo abrazo con todas sus fuerzas a Seiya y le pidió que se cuidara que lo esperaría en ese pueblo que nunca lo olvidé.

Su inocencia solo les dio para decir que se quieren y un abrazo, sin ningún beso obviamente, son pequeños y solo así lo requieren.

El tiempo pasó…

De Seiya ya no se supo nada más… Todos los amigos que tenía en ese pueblo, solo se preguntaban de repente ¿Si esta bien?

¿Si volvería?

Preocupándose por su bienestar…

Shun era quien siempre se mostraba optimista y decidido delante de los demás… Pero… Por las noches, recordaba a su amigo, a quien por alguna razón le lloraba más, necesita verlo de nuevo una sonrisa de él sería y que lo hacía sentir feliz y con confianza.

Pero no quería seguir llorando, deseaba ser fuerte y que nada lo derrumbará, deba seguir adelante, pues confiaba plenamente en que ese castaño y revoltoso niño volvería algún día.

Y que cuando eso sucedería volverían a estar juntos, como cuando todo era una época más fácil e inocente.

Los años pasaron…

Todos comenzaron crecer, las responsabilidades igual… Los estudios con esfuerzo comenzaron a serse más presentes, para poder tener un mejor futuro.

Pero en sus planes… Jamás se fueron aquellos recuerdos de esa promesa que ambos se habían hecho esa noche…

Él esperaría al castaño, sin importar las ofertas de chicos y chicas que le hacían para salir o ser pareja…

Solo quería reencontrarse con esa mirada achocolatada, que ahora podía decir que amaba tanto, con ese inocente corazón y tan puro que aun conserva.

Pensando o imaginando en cómo sería el reencuentro de ese castaño con él…

Sonríe para darse fuerza…

Sin embargo cuando llegaba el momento de tomar decisiones importantes al rumbo de su vida… De que estudiaría…

¿A Que universidad iría a estudiar?

Su hermano mayor aunque no estudio, se esfuerza tanto para que Shun tenga un mejor futuro y pues esté, siempre le demostraba que lo aprovecharía, sin importar que.

Es obvio que ninguno de los dos quería que se fuera de ese pueblo, pero… El tiempo de que ese instante este tan cerca que atormenta a ambos, pero Ikki acepta que es la única forma para que Shun sea alguien en este mundo tan maldito y podrido.

Y aunque Shun sabe que esto sucedería tarde y temprano, no quería irse… No aun hasta cumplir su promesa…

Una tarde, en que regresaba de un pequeño trabajo que tomaba en las vacaciones… Perdido en sus pensamientos, pensando en que muy pronto dejaría todo atrás.

Y que para cumplir su promesa sería muy difícil ahora…

Aun así debe seguir.

Pero no quiere fallarle a su corazón.

-Seiya…- Murmura el nombre que tantas noches ha repetido… Y que su corazón anhela volver a ver, para darle un abrazo y decirle que no solo lo quiere… Si no que lo ama…

Levanta su verde mirada hacia el cielo… Preguntándose si estará bien de forma interna…

Tal vez pero solo no se da cuenta de que una persona está afuera de su casa… Esperándolo a que regrese…

Con una pequeña sonrisa… Solo estando él allí, pues no es un loco para esperarlo adentro, con el enojado hermano mayor que tiene el peliverde.

También anhelaba verlo de nuevo, solo un instante sería suficiente…

Jamás lo dejo de pensar tampoco, aunque estaba en su travesía…

Solo quería que viera en que ha luchado también para que el mundo no se lo devorará… Quería que todo volvería a la normalidad y muchas cosas contarle…

Pero primero, debía ser sincero, como lo hizo en aquella noche… En que se escapó del pueblo para que no lo llevaran a un orfanato e impedirle buscar a su hermana mayor.

Al solo verlo, volver a ver esa cabellera verde, ondeando en el aire, un poco ondulada, esa pálida piel de las mejillas, que por el calor van sonrojadas, ese cuerpo que sin duda es hermoso, esbelto… Con ropas verdes y blancas, que hacen lucir como un dulce y adorable ángel…

No pudo esperar más, se levanta del suelo en donde esta a simple ver.

Sonríe como bobo y dándose cuenta que no lo ha visto aun…

No resiste más.

-Shun-

Quien es llamado se detiene en seco, al escuchar su nombre ser pronunciado por esa voz que recordaba aunque ahora era un poco más ronca, pues la edad la ha hecho madurar.

Mira directamente hacia dónde provino aquel llamado y mira directamente así el castaño que está parado en la entrada de su humilde hogar…

No puede evitar sonreír y también contestar de la misma manera.

-¿Seiya?- Pregunta, temiendo que su mente le jugara una mala pasada.

-Volví… Como lo prometí...- Habla queriendo acortar la distancia entre ambos, pero no sabe si sería adecuado esto.

-¡¡¡SEIYA!!!- Las lágrimas comenzaron a brotar, sus manos tiemblan, como sus piernas.

Pero no por ello significa que no pueda correr a esos brazos que tanto quiere.

Claro que corresponde el castaño, abrazándolo con tanta necesidad y amor, que no pudo retener algunas lágrimas que salen de forma traicioneras…

Está en ese pueblo, que ya no considera su hogar… Pero que solo volvió por la promesa.

Tanto que decirse, tanto que hablar y contarse… Muchos sentimientos que estaban guardándose por años…

Tendría tiempo de hacer aquello, pero ahora en ese pequeño momento era mejor, simple y sencillamente…

Abrazarse sin importar el tiempo y la gente que pasara, ni nada por el estilo…

Ese momento de un atardecer cálido, ha comenzado a contrarrestar el frio de la noche en donde se despidieron de infantes…

Sus corazones latiendo al unísono, el calor de ambos se combinan en un delicado abrazo, que parece más una necesidad, con lágrimas que no pueden contener por nada del mundo…

Son felices, son realmente felices, pero tantas dificultades que deberán enfrentar ahora… Pero… En ese instante… No es necesario conocer todos los problemas que los aquejaran.

Ya más tarde podrían tener esas conversaciones…

Su amor tan puro e inocente que se quedó con una pequeña promesa en su infancia, se hace realidad en la flor de la juventud.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro muy bien, con un ben de frió...

La verdad, me siento congelada... Algo cansada, pero fue por que estuve enferma el fin pasado, pero ahora estoy mucho mejor la verdad, no fue nada grave, una simple infección, así que no piense mal no se preocupen de mas.

Aunque, si me preocupa mas mi mamá, ya que ella tiene lastimado el codo... Una fisura, pero que va mejorando de a poco.

En fin, ahora vamos a felicitar nuestro hermosos terrón de azúcar que cumplió años el jueves pasado SonMarietta20 

Espero que te la pasaras muy bien ese día, comieras mucho pastel y tu platillo favorito.

Y aunque sea tarde, es obviamente seguro.

Y cantarles la canción oficial de la familia terrón de azúcar.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades SonMarietta20 tu cumpleaños si que si. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades SonMarietta20 tu cumpleaños si que si. 

Espero que todo este bien, y disfruten sus vidas, que ufffff... Con tanta cosa es necesario estar seguros y cuidándose mucho hoy en día.

Me paso a despedir mis terrones de azúcar, la verdad les agradezco tanto que sigan conmigo estando brindándome su apoyo incondicional, dándome votitos, comentarios, mensajes y demás.

Les prometo que intentare seguir activa, también que estoy leyendo un poco... Se que aun me falta mucho, pero allí voy cada que puedo hago algo aunque sea pequeño.

En fin, les pido por favor que se cuiden mucho, hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan de mas y cuidándose mucho.

Los quiero con todo mi corazón.

Ammu se va. 


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