Las fotografías pasaban una tras otras, en todas ellas aparecían dos adolescentes en una plaza comercial, en algunas fotografías se veían más íntimos que en otras. Su frente se fruncia más cada vez que su dedo se deslizaba por la pantalla de la tableta, cuando el álbum termino levanto el rostro para encontrarse con la mirada de su contrario que estaba recargado cerca del aire acondicionado fumando.
- ¿Quién más lo ha visto?
-Solo Sasori… quise que lo vieras primero…- Deidara camino para sentarse frente al otro- Descuida es la única copia que hay.
- ¿Te mandaron vigilar a mi hermano? – su tono sonaba mas serio y profundo de lo que era.
-No en realidad, estábamos cumpliendo un trabajo cuando Sasori los vio… Y vimos a su compañero- se inclino para apagar el cigarrillo dentro del cenicero y se enderezo cruzando sus piernas para volver a ver al otro.
Itachi asintió dejando la tableta a un lado -Mantén esto en secreto- dijo en tono bajo, aunque sabia que el contrario mantendría el secreto sin necesidad de que lo dijera. El moreno observo detenidamente al otro notando que su cabello era más largo que la última vez que lo vio y hoy estaba sujeto en una coleta.
- ¿Vas a hacer algo con esta información?... Sasuke…
La voz del rubio lo trajo de nuevo y se enderezo en el sofá y desvió la mirada al cigarro recién apagado.
-Yo me encargare de Sasuke.
Deidara asintió
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Iruka bajo la mirada a su muñeca izquierda para observar la hora en su reloj, debido al nerviosismo se ajustó la correa y giro su rostro para ver a la persona que estaba a su lado derecho, donde estaba su hijo entretenido en su teléfono, soltaba algunas sonrisas y deslizaba la pantalla para volver a reír de forma discreta, era obvio que no compartía su estado de ánimo.
El moreno soltó un suspiro y se giró a ver por el cristal de la ventanilla, no tardaban en llegar.
Naruto bajo del auto en cuanto este apago el motor, traía unos pantalones marinos y camisa formal de color lila, justo hoy lucia más formal de lo que normalmente vestía. Espero a que Iruka llegara a su lado para que ambos caminaran al interior de la gran casa.
Naruto no estaba acostumbrado a ese ambiente lleno de lujos y muebles caros, mucho menos de servidumbre al servicio de una casa por eso las visitas a la casa del abuelo Jiraya eran extrañas e incomodas.
-Bienvenidos… por aquí- el mayordomo los saludo cordialmente y los dirigió al mismo jardín trasero donde Iruka había estado la última vez.
-Naruto- Jiraya se encontraba esta vez sentado mirando los arbustos recién plantados, pero al ver al adolescente se levantó y camino a su encuentro, en cuanto lo tuvo al alcance extendió su brazo para acariciar su mejilla, cuando vio la sonrisa cálida del rubio no dudo en abrazarlo con familiaridad.
Naruto correspondió el gesto pues Jiraya siempre, desde que tenía memoria, había sido presentado como un hombre cercano a la familia al que podía llamar abuelo.
-Abuelo…
-Tienes tiempo sin venir… Ven cuéntame cómo están las cosas.
Iruka mantuvo una sonrisa cordial hasta que Naruto se alejó con el mayor, fue cuando la sonrisa se desvaneció poco a poco. Miro al redor, analizando el lugar, noto un par de siluetas esparcidas por el jardín, sabiendo bien que eran los guardias de la mansión.
-Iruka vamos… quiero que vean el nuevo estanque que coloque- le apresuro el mayor
El moreno al ver a ambos girados mirándolo, y sobre todo la suave sonrisa de Naruto, asintió mientras empezaba a caminar para alcanzarlos.
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Las miradas que caían sobre él, eran imposibles de ignorar, siempre podía sentirse cuando la gente estaba hablando de uno, y… ¡Claro que estaban hablando de él!
Después de cada cuchicheo o mirada de soslayo se giraban a mirar a sus amigos para acercar sus cabezas y cuchichear, aun mas, un secreto que “nadie más sabia”, pero todos lo sabían.
Naruto miro a las personas con el ceño fruncido, pero siguió caminando al lado de Kiba al comedor. Pronto se sintió incomodo y desvió su mirada al suelo notando sus tenis sucios y desgastados.
Justo cuando iban a llegar a la entrada del comedor, sus brazos fueron jalados por un par de mujeres, una rubia y una teñida de rosa que le miraban de forma seria y acusadora.
- ¿Qué pasa? - Naruto estaba estupefacto ante ambas mujeres que si era sincero le atemorizaban un poco.
-Vamos- Ino la tomo del brazo para jalarlo lejos de Kiba, Sakura hizo lo mismo, lo jalo junto a la otra.
-Pero debo almorzar con Kiba.
-Kiba puede esperar-
El de cabellos alborotados le hizo un ademan con la mano, despidiéndose de su amigo, que era llevado lejos de ahí.
- ¿Cómo no pudiste decirme algo tan relevante? - Sakura le miro indignada.
- ¿Cómo pudiste callar esto? - Ino a completo el reclamo acercándose al rubio que estaba sentado en una butaca.
- ¿De qué demonios me están hablando? - Naruto estaba confundida con los reclamos.
- ¡Qué sales con Sasuke! - gritaron ambas mirando acusadoramente al rubio.
- ¿Cómo se enteraron de eso? - Naruto se irguió incomodo, no era que se escondieran a propósito, pero tampoco estaban en lugares muy públicos.
-El me pidió que te llevara a fiestas… el día del bar te desapareciste con el- recordó Sakura.
-Y sobre todo esta foto- la rubia saco su teléfono celular mostrando una foto de ellos dos en un aula vacía.
- ¡¿Quién tomo esa fotografía?! - Naruto se enderezo de inmediato tomando el teléfono- De esto murmuran cuando me ven…
-Nadie se come a alguien a mitad de un aula- Ino le quito el teléfono y se acerco a el curioso- Por eso no cayo ante mi coqueteo… ¡Le gustan los hombres!
-Tu coqueteo no funciono porque no le gustas- dijo obvia la de mirada verde y se giro a ver Naruto con una sonrisa picara que tenia solo un motivo- Como es que te pidió salir.
La vergüenza que se había disipado, regreso de forma repentina y miro a ambas mujeres, alternando su mirada en ambas.
¿Cómo podría explicar su relación?
- ¿Una relación libre? - intrigo Ino.
¿Tenían una relación libre? ¿Sasuke tenía más parejas?
- ¿Encuentros casuales? - pregunto Sakura.
¿Podrían tener una relación de encuentros casuales sin siquiera tener sexo por primera vez?
-En realidad… no lo hemos hablado…
Sakura e Ino se giraron a mirarse la una a la otra.
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El ruido de algo cayendo sobre el suelo alfombrado hizo despertar de golpe a Iruka que se enderezo de la cama de inmediato, se giro a mirar al redor buscando el causante del ruido, pero no encontró nada, cuando estaba dispuesto a acostarse de nuevo volvió a escuchar el revolver las cosas. Se enderezo y busco debajo del colchón hasta que encontró el puñal que guardaba, se aseguró de tenerlo bien sujeto para empezar a caminar, descalzo, hasta el pasillo, sus pasos eran lentos pues no quería advertir de su llegada.
Paso frente a la habitación de su hijo, se mantenía cerrada y parecía que Naruto no había percibido nada pues no estaba de pie, justo cuando iba a abrir la puerta volvió a escuchar un tintineo, identificando que el sonido venia de la planta baja. Camino al filo de las escaleras y a mitad de ellas alcanzo a ver la luz encendida del baño de visitas.
Iruka bajo las escaleras aun con el arma punzante empuñada hasta que se acerco a la puerta semi abierta y por la rendija pudo ver a un hombre con el torso desnudo que sacaba varias cosas del botiquín.
¿Cómo no podría reconocerlo? Iruka conocía muy bien el cuerpo de su esposo.
Kakashi advirtió su presencia y se giro a ver al moreno a través de la abertura donde se colaba la luz encendida, en cuanto se giro dejo ver la herida que tenía en el hombro.
Iruka bajo de su mirada del rostro de su esposo a la herida del hombro, quería decir que se sentía sorprendido o en shock, pero no lo estaba, solo camino para entrar y cerró la puerta con seguro para evitar que Naruto se levantara y abriera.
El moreno dejo el puñal sobre el lavabo y en cambio tomo las gasas para comenzar a limpiar la herida. Era una herida, no reciente, de bala no muy profunda, pero parecía había dañado significativamente, y que parecía se había reabierto, tal vez por un movimiento brusco.
-No pude ir al médico- murmuro Kakashi dejándose curar por su esposo y como forma de disculpa al saber que pudo ser visto por Naruto.
-El trabajo fue mas difícil- murmuro Iruka comenzando a fijar las gasas con un vendaje. Cuando termino sus manos se quedaron sobre el pecho del otro mirando las cicatrices de heridas viejas.
-Si…- Kakashi extendió sus brazos para sujetar al moreno y apegarlo a él, enterrando su nariz en sus cabellos sueltos que delataban que había tomado una ducha antes de irse a dormir- Solo fue una pequeña herida…
-Tú no tienes pequeñas heridas- lo sujeto de la cintura y se recargo en el hombro que no estaba herido- ¿Cumpliste tu misión?
-Siempre cumplo- susurro en su oído.
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Un auto de color negro se detuvo frente a un edificio en el área empresarial de la ciudad, no tenia nada de diferente a los otros edificios altos, incluso al entrar había una recepcionista con rostro amable que los recibía y preguntaba el motivo de su visita, pero en cuanto observo que se trataba de Itachi no hizo ninguna pregunta y solo saludo con una pequeña reverencia inclinando la cabeza, los guardias le abrieron paso al ascensor.
En cuanto entro al ascensor marco el piso a donde se dirigía, el piso 21 era el destinado a reuniones, mientras subía se arregló la corbata y aliso los pliegues de su pantalón. Cuando el moreno bajo del ascensor, camino con paso tranquilo hasta abrir la puerta de la sala, pues ninguno de los guardias a lo largo del pasillo había impedido su paso, en el interior ya había personas reunidas ahí que se giraron a verlo en cuanto entro.
Era claro que Itachi Uchiha había llegado tarde.
Pudo visualizar a su hermano menor sentado en una de las sillas mas cercanas a su padre, que lidereaba la junta y había detenido su discurso. Itachi paso con paso tranquilo hasta tomar el asiento frente a su hermano y le dedico una mirada intensa y significativa.
Sasuke se giro para que sus miradas se encontraran por unos segundos, pero no dijo nada y no hubo más que indiferencia para terminar girándose a ver a su padre.
Ante la indiferencia de su hermano menor, se resignó enderezándose, ya hablaría con él. Fue hasta entonces que noto una carpeta en la mesa, frente a su lugar designado, que Itachi tomo y hojeo mirando la fotografía que había en su interior y leyó los datos de aquella persona y la fecha límite que tenía.
El objetivo era un ejecutivo enemigo de algún empresario, que había pagado lo suficiente para que lo eliminaran. Itachi cerro la carpeta y volvió a levantar su mirada notando que su hermano tenía una carpeta similar a la suya.