Lo había tirado en mitad de la nada y se había largado. Y es que no había otras palabras para describir lo que Sam le acababa de hacer. Se puso de pie y miro hacia todos lados pero no había ni restos del maldito idiota, ni del autobús. ¡Como odiaba a ese…! No pudo contenerlo más y un grito iracundo rompió la noche mientras él literalmente pateaba el polvo imaginando que era el moreno
- ¿Ya terminaste y podemos hablar o vas a continuar tu rabieta? – dijo Sam detrás suyo y de un salto Bucky se giró para verlo junto con su mochila de viaje
- ¡quiero irme de aquí! – exigió James
- Primero vamos a hablar – dijo Sam – luego te llevo de nuevo a Grand Isle…
- Yo no tengo a que volver a Grand Isle – grito Bucky furioso
- Los niños quieren verte – dijo Sam – están mal por la manera en la que te fuiste
- Yo no me fui ¡tú me echaste! – grito Bucky señalándolo
- Eso… es… discutible – dijo Sam moviendo ligeramente la cabeza
- ¡Te voy a…! – grito James lanzándose a golpearlo
- ¡Bucky no! ¡Bucky! ¡Bucky! – gritaba intentando cubrirse de los golpes cuando ambos cayeron – ¡detente!
- Te matare – gritaba este golpeándolo con su brazo de carne
- ¡Dije que te detengas! – exigió Sam girando y colocándose sobre su amigo para inmovilizarlo
- ¡Te odio! – dijo Bucky mientras sus lágrimas caían
- ¡Yo te amo! – dijo Sam
- ¡Me corriste! – sollozo el sargento
- Por favor hablemos – suplico Sam – se lo que hice, pero estaba celoso. Pensé, no, estaba completamente seguro de que entre Sarah y tú pasaba algo. Bucky te amo demasiado que tu cercanía con ella me volvió loco
- ¿Mi cercanía? – dijo James sorprendido
- Te llama, sabe cosas de ti, le cuentas tus cosas – dijo Sam
- Le llaman amistad – dijo volviendo a intentar zafarse – ¡me dijeron que era normal en este tiempo!
- Quédate quieto – exigió Sam conteniéndolo – estamos en medio de una conversación importante.
- ¿Conversación? – dijo Bucky quedándose quieto – ¿Sabes cómo he conversado yo los últimos ochenta años?
- Bucky no… – dijo Sam pero era tarde la rodilla de Bucky había impactado su entrepierna a la vez que recibía un cabezazo que lo desoriento completamente haciéndolo perder presión en su agarre – ¡maldición! – gimió cayendo hacia un lado mientras se llevaba ambas manos a su entrepierna – después no te quejes si no somos padres – gimió Sam
- ¿Padres? – dijo Bucky sorprendido quedándose inmóvil – ¿De qué…? Olvídalo. Quítate – y logro zafarse
- No… – dijo Sam deteniéndolo – por favor… escu… cha… me – pero Bucky se puso de pie y se alejó de prisa
Sam como pudo se sentó apoyándose en un árbol y cerró los ojos. Tenía que concentrarse antes de volar para buscar a Bucky. Y aunque reconocía que ese golpe se lo merecía, lo que en verdad le había dolido era la mirada del sargento. Bucky había confiado en él ¿Y él que había hecho? No lo merecía. Pero tampoco se hallaba capaz de vivir sin él
Ya habían pasado varios minutos. Era hora de levantarse y buscar a Bucky. Iba a ponerse de pie para rastrillar la zona cuando una sombra se cernió sobre él
Había sido un día largo, muy largo para el alguacil James O´Conor, se despidió de Sarah y los niños, ya que todo estaba en calma. Estaba por doblar una esquina cuando algo cruzo la calle como si fuese un bólido, obligándolo a detenerse de golpe
- Por favor Bucky detente – suplicaba Sam – hablemos. Podemos arreglar nuestros problema
- Dime donde estoy – exigió este
- ¡Ninguno se mueva! – ordeno O’Conor bajando de la patrulla mientras les apuntaba – no me importa si son parte de los vengadores. Ambos están problemas
Sam y Bucky se miraron entre si levantando las manos
La puerta de la celda se cerró y el oficial después de pegarla con llaves se fue. Ya le había pedido a los superhéroes si podían sacarse una selfie con ambos y estos accedieron, aunque ninguno estaba de ánimo para sonreír.
Bucky se sentó en una de las camas y apoyándose en la pared cerró los ojos. Le dolía la espalda casi tanto como después de su pelea contra Thanos. Inconscientemente se tronó el cuello y los brazos
- ¿Te ayudo con tu espalda?
- ¿Estas bromeando, cierto? – dijo Bucky sorprendido
- Ya perdóname – suplico Sam – por favor. Ya fui tu saco de boxeo. ¿Qué más quieres para perdonarme?
- No volverte a ver en mi vida – dijo el sargento
- Me equivoque, lo admito – dijo Sam – pero desde mi perspectiva todo se veía diferente. Y me dolió. Bucky… nunca en mi vida había sentido celos. Hasta hace dos días. Sé que no me vas a creer, pero la verdad es que ni siquiera quería que viniéramos a Grand Isle.
- No me importa – dijo Bucky sin mirarlo
- Voy a prepararte tu plato favorito para la cena – continuo Sam
- Cocinas horrible
- Ok lo iba a comprar ¿sí? – dijo el moreno – aquí el punto es que te quiero decir todo lo que realmente siento. Bucky… tú ganas. Si quieres que me aleje, lo hare. Pero al menos escúchame por última vez. Te amo – James se giró dándole la espalda antes de acostarse
Después de un buen rato James se giró hasta quedar de espalda, puso los brazos debajo de su cabeza y respiro hondo. Vio a Sam sentado en el suelo con la espalda apoyada en su catre y la barbilla pegada al pecho. Se veía realmente derrotado
- No quiero – dijo Bucky exhalando
- ¿Qué no quieres? – dijo Sam sin levantar el rostro
- Que te alejes – dijo Bucky y Sam se puso de pie de un salto – la verdad es que me gusta… lo que sea que hay aquí. Bueno… no… esto, ni cómo llegamos aquí – dijo Bucky señalando la celda – sino…
- Te entiendo – dijo Sam subiendo a la cama cuando Bucky se sentó para darle campo
- La verdad es que perdí el norte cuando te vi llegar al bus – dijo Bucky bajando el rostro mientras Sam pasaba el brazo sobre sus hombros colocando su mano sobre brazo de metal – tenía tanta rabia. Pensé… creí que no habías olvidado realmente la invitación y solo una broma para…
- Creíste que era un plan para decirte mis sentimientos – dijo Sam mientras Bucky apoyaba su cabeza en el hombro del moreno – y termine diciéndote todo lo contrario. En cambio yo estaba convencido que para este momento nuestra relación ya estaba sobreentendida. Perdón – y le acaricio el brazo de metal
- Necesitamos terapia – dijo Bucky
- Para serte honesto – dijo Sam – creo que para empezar a aclarar nuestra situación necesitamos otra cosa antes de la terapia
- ¿Qué? – dijo James sonriendo mientras volcaba a mirarlo
Sam se acomodó hasta quedar sentado frente al sargento y le acaricio el rostro. Bucky no pudo evitar sonrojarse haciéndolo ver más adorable ante los ojos del moreno. Lentamente Sam levanto la mano y le acaricio la mejilla mientras sonreía. Bucky intento bajar el rostro pero su compañero lo detuvo suavemente mientras se acercaba hasta besarle la frente, para bajar a sus ojos y seguir por el puente de su nariz para girar hacia sus mejillas y seguir camino hasta llegar a su cuello. Ante tal ataque, lo único que James pudo hacer fue levantar el rostro para darle mayor acceso al cuello mientras su cintura era rodeada para llevarlo hacia atrás hasta quedar acostado con Sam sobre él
James paso sus brazos por el cuello de Sam quien se acomodó entre las piernas del sargento, mientas atacaba su boca con la suya. Era una batalla campal de labios y lenguas, en la que, por anticipado, sabían que no habría perdedores. Los roces de sus entrepiernas les arrancaban gemidos y suspiros a partes iguales.
Las manos de Bucky se colaron bajo el polo de Sam tocando todo a su paso, mientras las del moreno desabrochaban los pantalones contrarios
- ¡Sam! ¡Bucky! – gimieron ambos hombres en medio del beso
- ¡Par de imbéciles! – dijo la voz furiosa de una mujer muy cerca
- ¡Sarah! – dijo Sam intentando cubrir a su compañero
- ¿Qué creen que hacen? – dijo el comisario parado al lado de Sarah
- ¿Aclarando las cosas? – dijo Bucky acomodándose el pantalón
- Si quieres fusílalos – dijo Sarah girándose – ¡no me importa! – el oficial los miro y se giró para seguir a su novia
- James espera – suplico Sam levantándose y acomodándose el pantalón
- ¡Sarah, por favor! – grito Bucky corriendo hacia la reja – ¡Sarah!
- Creo que se volvió a enojar
- Lo que yo creo es que no son consiente que somos dos vengadores – dijo Bucky – y que si quisiéramos podemos abrir esta puerta en un abrir y cerrar los ojos
- Si quisiéramos – repitió Sam pensativo – y… ¿queremos?
Se volvieron a mirar y respiraron hondo, antes de sonreír con malicia. Un par de horas después ambos hombres salían de la comisaria. Tomaron un taxi. Decir que los habían liberado cuando notaron que ya estaban vestidos, seria mentir. Los habían expulsados prácticamente a empujones del lugar
Bucky volvió apoyar su cabeza en el hombro del moreno mientras este entrelazaba sus manos y apoyaba la mejilla en él. Volver a la casa de los Wilson era peligroso por ahora, por lo que decidieron regresar a Nueva York sin hacer escalas en casa de ningún familiar. Por el momento, esos lugares eran más peligrosos que el ejército de Thanos
- Es tonto que pagues un alquiler solo – dijo Sam – total ya tienes las llaves de mi departamento
- Si esa es tu manera de pedirme que vivamos juntos – dijo Bucky – hazlo más claro. Lo sobre entendido no funciona con nosotros
- ¿quieres vivir conmigo y formalizar nuestra relación? – pregunto Sam
- Necesito pensarlo – dijo James
- Igual te de vuelvo las llaves del departamento – dijo Sam sacándolas de su bolsillo y entregándosela – ¿crees que la doctora Reynold quiera ayudarnos?
- Puedo llamarle mañana y preguntarle – dijo Bucky guardando las llaves
- Okey – dijo Sam pasando el brazo por lo hombros del sargento que acomodo la cabeza en su hombro –. Duerme un rato, te hablo cuando llegamos
- Gracias – dijo Bucky cerrando los ojos – muero de sueño
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- ¡Sam, despierta! ¡Sam! – dijo Bucky cerrando el cierre del bolso – ¡Ya sé que estás cansado pero tenemos que irnos! – y le tiro las mantas – Sarah nos va matar si no llegamos temprano
- ¡Cinco minutos más! – suplicó este girándose en la cama
- Puedes dormir en el avión – dijo Bucky subiendo a la cama y sentándose sobre él para besarle el cuello
- Pero en el avión no me puedo abrazar a ti así – dijo Sam rodeándole las caderas y girando hasta quedar sobre Bucky haciéndolo reír a carcajadas – ni te puedo besar así – dijo mordisqueándole la oreja
- ¿Qué más no podemos hacer en el avión? – dijo Bucky quitándole la camisa a su novio
Su novio. Quien diría que ya llevaban dos años con esa rutina por las mañanas… por las tardes… por las noches… Dos años amándose libremente, sin miedo. Bucky se inclinó y besó el pecho, dejando pequeñas mordidas haciendo reír al moreno.
Las manos de Sam bajaron los pantalones de dormir de Bucky y tomando su hombría para masajearlo suavemente. Vio extasiado como el sargento se echaba para atrás cerraba los ojos
- En el avión no puedo demostrarte cuan loco estoy por ti – dijo Sam – pero si quieres…
- ¿Planeas que nos echen del avión para no enfrentar a Sarah? – gimió Bucky
- ¿Te gusta la idea? – dijo Sam moviéndose de tal manera que su miembro rozo la entrada del otro hombre
- Mmm… quiero ver a los niños – gimió Bucky cerrando los ojos
- Entonces tenemos que… – gimió Sam justo cuando sonó el teléfono
- Soy Sam – dijo la voz de en el contestador automático
- Soy Bucky – dijo la voz risueña de este
- ¿Dinos tú quién eres? – continuo la voz de Sam
- ¿Y para que nos necesitas? – concluyo la voz de Bucky
- Por su propio bien espero que ya hayan salido para el aeropuerto – dijo Sarah al otro lado de la línea dejando inmóviles a la pareja – porque si no… – ambos hombres lanzaron una carcajada mientras Bucky escondía el rostro en el pecho de Sam que lo abrazo sin reparos.
Se miraron y ambos dijeron al mismo tiempo “Cinco minutos más” antes de volver a besarse
En cuanto la camioneta estaciono fuera de la casa y bajaron, dos cabecitas se lanzaron sobre ellos que los recibieron con una sonrisa radiante. Después de abrazar a los chicos, Sam bajo las mochilas mientras Bucky sacaba de la cabina dos jaulas, una con un gato blanco como la nieve y ojos azules como los de Bucky, mientras en la otra jaula había uno blanco con manchas negras, tipo vaquita. Ambos animales miraban todo con curiosidad
- Les presento a los nuevos integrantes de la familia – dijo Sam – Fígaro y Alphine
- Lo encontramos en un callejón hace unos días – dijo Bucky – y no tuvimos corazón para dejarlos ahí
- Así que ahora tienen sobrinos – dijo Sam
- ¿Trajeron dos gatos para ablandarme el corazón y que no los mate por no llegar temprano? – dijo Sarah mientras sus hijos y su marido se reian a carcajada
- ¿Funciono? – dijo Sam mientras Bucky reía mostrando los dientes
- Entren antes que me arrepienta – dijo la mujer
El comisario le ayudo a Sam con las maletas mientras James cargaba las jaulas con ayuda de los niños. Se quedarían en el barco para tener mayor intimidad. Por dos semanas serian solo Sam y Bucky, y no dos superhéroes. Aunque, si todo salía como el moreno lo había planeado pronto serian Sam y Bucky Wilson
Pero eso era otra historia…