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Recuerdo de despedida. por Urakawa-Sae

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Notas del fanfic:

*Amor entre hombres
*Muerte de un personaje
*Relaciones sexuales entre hombres (aunque soy mala escribiendo esto)

Esta historia es sobre amor entre chicos. Si no te gusta la historia recomiendo pasar a otras!
El mundo es muy grande para perderse en una historia que no es de tu interés.
Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, así como el manga y el anime :/
La historia es de mi loca imaginación.

Urakawa Saenai.

Notas del capitulo:

¡Estaba totalmente delirante sobre una historia retorcida de amor entre el clan Hyuga e Inuzuka!


¡No presten mucha atención a los detalles!


Es solo una historia para sacar eso de mi cabeza. Algundía escribiré una historia de amor feliz?


 

La guerra había terminado hacia algunos días, fue pesado, doloroso y aterrador. Se redujo al auto encierro en su propia habitación, no quería que su familia viera como estaba, a sabiendas que poco le quedaba antes de perder la cordura. Dio un último suspiro, lentamente se movió sobre si mismo para levantarse de la cama, dirigiendo sus pasos al baño. Un baño para recuperar algo de energía, la necesitaba en ese momento. Se vistió y bajo las escaleras, tenia algo que hacer.

Dejo a su fiel compañero atrás en su hogar, se alejo de su casa totalmente roto por dentro, se dijo a si mismo que tenía que aguantar un poco más, que casi estaba allí, solo un poco más y estaría donde debía estar.

Se encontró caminando a su destino, al lugar donde lo guiaba el olor que amaba, se topo con una pared y logro saltarla con algo de esfuerzo. Paseo por los jardines hasta hallar la ventana que buscaba, subió por un pequeño tejado hasta ella, estaba abierta para su alivio, ingreso tropezando un poco y camino por la habitación que tanto conocía, el olor lo golpeo profundo.
Su corazón palpito pesadamente, su pecho se comprimía y su cuerpo temblaba. Sus ojos ardían, su mandíbula temblando y sus pasos errados y arrastrados hasta el armario. Abrió las puertas y quito toda la ropa, busco entre las cosas, en otra parte el futón doblado, las mantas, encontró cosas pero no lo que buscaba, encontró también una almohada impregnada en ese olor.

Se abrazó a ella cayendo de rodillas al suelo y sobre algunas prendas, la atrajo a su pecho intentando que el olor se quede con el.
Sitio pasos en el corredor, la puerta se abría lentamente y por ella un hombre ingreso a pasos lentos cerrando las puertas tras el, no lo giro a ver, se aferro más a las pertenencias que abrazaba.

 

- Inuzuka kiba - dijeron en un tono bajo y lo sintió inclinarse a su lado - No puedes ingresar a media noche como un criminal.

 

 

- Él ya no está... Así que no importa... - susurro como pudo - Yo... Lo siento, no puede evitarlo.

 

Hyuga Hiashi, era el padre Hinata, su amiga y compañera de equipo, en su mayor deseo de buena voluntad y consuelo apoyo su gran mano sobre aquella espalda, tan pequeña en ese momento, dio pequeños golpecitos intentando reconfortar a la otra persona. Sintió el cuerpo bajo su mano temblar, oyó los sollozos y luego el llanto inevitable. Cuanto había esperado aquel niño para llorar su perdida, para llorar ese amor que lucho por lograr, cuanto contuvo esa tristeza en su pecho. Lo oyó rogar que todo fuera mentira, que todo fuera un mal sueño, que tal vez su querido Neji solo le estaba haciendo una muy mala broma.


Kiba intentó ahogar su llanto en la almohada, no queriendo dejar nada de la persona que amo.
Había luchado tanto porque Neji lo aceptara, que aceptara que se amaban mutuamente, habían pasado muchos momentos buenos y malos. Siempre intentando no rendirse y seguir creciendo paso a paso, juntos y amándose.
A su memoria vino cada entrenamiento, cada misión en conjunto con sus equipos, su primera misión fallida bajo el mando de Shikamaru, cada cita, cada encuentro secreto, cada beso, cada caricia y cada rose de sus pieles.


Se sintió morir, quiso morir junto a Neji en la guerra y maldijo a todos. Maldijo su camino ninja, maldijo el momento en que se enamoró, maldijo el sacrificio del otro por su amigo y su prima, lo entendía si, pero aun así no dejaba de doler, maldijo a los Uchiha y hasta a sus antepasados. Maldijo el mundo que lo dejo sin corazón.
Giro su cara para ver a quien lo consolaba, era tan parecido a su Neji, y sus ojos se nublaron y su juicio se perdió. Quería perder la cabeza y recordarlo en cada parte de su cuerpo. No quería olvidar, quería un adiós, el último.
Se abalanzó sobre el hombre mas grande, abrazo su cuello hundiendo su cara en el lugar, rogando que lo abraza, que no lo dejara solo, que por favor volviera a el.


- No creo que eso sea posible, niño - aquella voz hablo - No creo que sea lo correcto.


- por favor... Una última vez Neji... - sabia que no era el real, solo alguien que se parecía en apariencia y algo mucho mayor a ellos dos - Por favor... Te lo ruego... Hyuga...


Se escuchó un fuerte suspiro, una mano lo alejo, secaron sus lágrimas y para su sorpresa aquella persona se puso de pie, junto todas las ropas sobre el futón que el mismo había tirado al suelo.
Lentamente aquella persona lo recostó sobre todo aquello, le quito las botas, tomo su mano y le entrego una banda shinobi, reconoció el olor en ella, enterró su nariz en la misma con ambas manos y una vez mas rogo que lo no lo dejara, que lo amaba y que no podía seguir sin él.
Se sintió abrazado por el olor de Neji una vez más, no era el real, solo eran sus pertenecían que olían a él. No le importo y pidió que lo tocara un última vez.
Con los ojos cerrados pudo sentir al otro estar de acuerdo.


- Solo una vez - pronuncio el hombre mayor - una última vez, Kiba.


- Es todo lo que necesito...- respondió ahogado en su dolor - Una última vez, Neji...


Sintió las manos firmes desnudarlo con paciencia, prenda por prenda, toque a toque. Mantuvo los ojos cerrados, la banda en su nariz con sus manos y así sentir que era su amado Neji quien lo iba a tomar una última vez en despedida.
Las manos rozando su piel, los besos cálidos sobre el, jadeo y suspiro, no iba a contener su voz porque era su última vez con su otra mitad, falsa, pero quería creer.
Se acomodaron entre sus piernas, su cuerpo temblaba de anticipación, sabia muy dentro de el que no era amor lo que el otro demostraba en todo este falso acto, era amabilidad, ni mas ni menos. Un favor que le estaba otorgando.


Un dedo dentro de el lo hizo gemir su nombre, "Ah... Neji..." Intento que la imagen del hombre que amaba se hiciera mas nítida en su memoria, otro dedo y su cuerpo se movió. La manos que lo toca en los lugares donde amo que su chico lo tocara, los besos suaves donde antes lo hubiera marcado como suyo, sus gemidos se hicieron escuchar.
Los dedos se hicieron tres y luego cuatro en movimiento suaves y constantes.
"Neji..." Suspiro en placer "Por favor..." Gimoteo.
Los dedos se quitaron y el otro nuevamente se acomodo sobre el.


- Kiba - la voz sería y profunda sonó y luego pregunto - estas seguro?


- Hyuga por favor...- susurro moviendo una de sus manos para que el otro la tomara - abrázame...


Su mano fue tomada y besada suavemente, pudo sentir al otro ingresando dentro de el lentamente. Presionando en su lugar caliente, fue doloroso pero no se quejó.
Gimió el nombre con amor y desesperación "Neji!".

Ingresando cada vez más dentro de el, tan profundamente que se sintió llenado por dentro, el hombre no se movió sintiendo que debía esperar a que Kiba se lo indicara, era su despedida, no suya.

Y así como espero, el joven movió sus caderas para dar a entender que podía empezar a moverse, se sentía apretado dentro de el, fue algo totalmente nuevo y extraño. Pero no le correspondía sentir mayor placer en aquello, solo el mínimo para continuar.
Se movía suavemente, sacando su miembro hasta la mitad para empujar nuevamente, las embestidas constantes, la fricción de los cuerpos, el calor y los gemidos lo excitaron un poco.
Kiba quería recordar todas las veces que se sintió amado en cada embestida, en las manos que apretaban su cadera para follarlo con suavidad, ese era su Neji. Siempre serio y en control, hasta para amarlo y hacer de el un desastre jadeante y babeante.


Su mano aferrada en no soltar la banda en su nariz y la otra buscando la mano del otro para no sentirse tan solo en ese placer. Su mano fue correspondida y guiada a abrazar la almohada que dejo a un lado momentos atrás. La apretó contra su pecho mordiendo una de sus puntas.
Quería besarlo y las palabras se empezaron a escapar de el "Te amo!""te amo tanto!", Sus lágrimas empezaban a caer en cascada en conjunto al placer otorgado.
"Neji no me dejes! No puedo sin ti!" Y gimió al recibir un empujón mas fuerte "Por favor! Yo te amo!" Sabia que eran palabras que no iban a ser correspondidas, sabia que no lo iban a escuchar.
"ah~ Neji~ más!!" No pudo evitar querer más de sus recuerdos "Maldición! más fuerte!"
El hombre intentando no responde a esas palabras de amor que no eran para el, solo hizo lo que se le pidió y no pudiendo evitar sentir un placer retorcido dentro de el con toda esta situación.
Si es verdad, tal vez fue una mala idea haber aceptado todo esto pero no quiso dejarlo. ¿Qué pasaría con ese niño roto si lo dejaba a la deriva? ¿Qué pasaría si se negaba? ¿Y si terminaba tomando un mal camino? No podía llevar ese peso en el.
Borraría esta noche de su mente.


- Kiba... - se escucho susurrar - Kiba...


Movió una de sus manos en dirección al miembro solitario del chico, movimientos apretados y simulados. Una masturbación perfecta a las embestidas recibidas.
Kiba gemía y sollozaba, se sentía tan bien. El recuerdo del otro tomándolo, el olor envolviéndolo.


- Ah~ Neji yo... Estoy en mi límite... -se abrazo a la almohada aun más fuerte


La mano en su pene, las embestidas que lo empalaban con ese gran miembro, el calor y el olor lo empujaron a su final. En el momento en el que entre abrió sus ojos pudo ver el rostro del otro cerca del suyo, los malditos ojos que amo, el cabello negro y largo, la piel pálida. Sintió su final cuando aquella lengua se arrastro por debajo de uno de sus ojos lamiendo algunas de sus lágrimas.


- Neji te amo! - se vino en un un grito de placer culposo - Ah!


El hombre se empujo un par de veces mas antes de terminar por completo dentro del chico, mordiendo levemente para no dejar marcas en su hombro. Se contuvo tanto como le fue posible. Ninguno de los dos se movió por algunos segundos. Pudo escuchar al chico respirar pesadamente intentando no caer en el sueño, algo imposible después de todo aquello.
Lo escucho susurrar:


"Un último adiós bastardo..."


Cuando se quitó del joven. Se acomodo su propia ropa, dándose un momento para volver a respirar con normalidad. Salió de la habitación en busca de algunas cosas para limpiar aquel desastre de muchacho.
Agua tibia y toallas, era la primera vez que limpiaba a alguien para su pesar. Lo acomodó en algunas ropas de dormir de su difunto sobrino, lo tapo con una manta abrigada y le dejo descansar su corazón.
Ato a la muñeca del joven la banda shinobi, se retiro a descansar en su propia habitantes.
Cuando la mañana llegó, fue a ver a su invitado no invitado, ya no estaba. Ni el chico, la almohada o la ropa de dormir. "Bien" se dijo a si mismo "Finjamos que esto nunca pasó" saliendo de allí, ordeno a alguien limpiar el lugar.


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Kiba se despertó con algo de dolor en el trasero, con el cuerpo pesado y los ojos hinchados de llorar. Se levantó y miro el lugar, el cuarto de Neji, tomo su rompa y se cambio. Tomo la almohada y guardo en la funda la ropa que se había quitado. Se encaminó a la ventana para volver a casa.


El camino fue pesado, doloroso y liberador de cierta forma.
En cuánto llego a su casa, los ojos de su madre y hermana lo miraron con preocupación, duda y tristeza, podían oler al jefe del clan Hyuga en él.

- Solo fue una despedida - dijo para que lo escucharan y no dijeran más - Solo eso. Voy a darme un baño!


- Kiba, estas bien? - su hermana pregunto con preocupación


-Déjalo, el sabrá como salir de esto - escuchó a su madre decir.


Con algunos pasos rápido fue al baño, un largo baño con mucha agua caliente ayudaría a terminar todo aquello. Borrar la culpa. El viejo Hyuga se lo dijo: 'Solo una vez'. No había lugar para la culpa ni la recriminación. Se desnudo rápido dejando la bandana y la almohada en un lugar seguro para mantener su olor a salvo. Se metió en la ducha y sintió el agua tibia correr sobre el, lavó su tristeza, su dolor, la culpa, la soledad y el calor pero no lograría lavar los recuerdos y no tenia que hacerlo. Quería conservarlos. Sus recuerdos junto a Neji lo ayudarían a seguir adelante.
Salió del baño envuelto en una toalla, ya dentro de su habitación se vistió, abrió la ventana para que el aire limpiara el olor a trizas, dejo sobre su cama la almohada robada, un recuerdo, bromeó.

Ato la banda shinobi ajena a su cabeza y abandono la suya propia en algún lugar.
Camino a su puerta decidido a volver a su vida, a ser quien era, al alegre Inuzuka Kiba, al problemático número dos de Konoha, a volver a sus misiones, a volver con sus amigos y compañeros. No sería igual que antes pero estaba dispuesto a seguir adelante. Se paro frente a la puerta se palmeo las mejillas algo fuerte para su gusto, decidido a no rendirse otra vez. Neji no lo aprobaría.
Abrió la puerta, bajo las escaleras corriendo y silbo alto para que Akamaru lo escuchara, una sonrisa en su rostro.

- Vamos, amigo! - grito con alegría -Vamos por Shino a desayunar!
Ya en la sala pudo escuchar suspiros de alivio por parte de su madre y hermana desde la cocina.

 

- Ya me voy! - grito abriendo la puerta

Tendría que comprar algo grande como agradecimiento mas tarde. Se rio de ello, como un bastardo que quería olvidar y agradecer a la vez.
Pero ya había tenido su despedida, su último abrazo incluso si no era el real. Y tenia un recuerdo con el de ese último adiós...


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