The live of my love
Como me gustaría poder regresar al pasado, como me gustaría poder hacerlo y así arreglar todo...todo...
Ya llevábamos 3 años de habernos conocido y por alguna extraña razón desde que nos vimos por primera vez me sentí inmediatamente conectado a el, por lo cual no se nos fue difícil el hacernos amigos, aun a pesar de ser tan diferentes ya que, tal como nos habían puesto de sobrenombre nuestros compañeros, yo era como el hielo de la luna que vigila una noche cubierta de tinieblas y el era como el fuego de una vida al renacer iluminada por los calidos rayos del sol. Pero incluso siendo tan opuestos, éramos la mejor combinación en todo lo que intentábamos, era como si pudiésemos leer nuestros pensamientos y así realizar todo a la perfección, además siempre nos complementábamos en nuestras debilidades; mi debilidad era el no ser muy bueno que digamos en las peleas, y como las chicas y chicos se volvían locos con mi apariencia y forma de ser, a pesar de tener pareja la mayoría de ellos, venían para estar a mi lado con cualquier excusa tonta que se les ocurriera y esto provocaba muchos celos en sus parejas por lo cual siempre me desafiaban a peleas que para mi, a pesar de tener sus justificaciones, eran sin sentido puesto que yo no me sentía ni remotamente atraído y menos interesado en una de esas personas que intentaban acercarse a mi, pero siempre venia Katima a mi rescate para evitar que, según el, dañaran a su fénix por cosas estupidas, y cada vez que me "salvaba" yo lo invitaba a celebrar otra de sus victorias a mi casa, a lo cual siempre me respondía que prefería que fuese en su casa y como es de suponer estas celebraciones eran muy a menudo tanto que para el día de mi cumpleaños el me obsequio una copia de sus llaves para que así yo viniese a su apartamento cada vez que quisiera, lo cual por supuesto se transformo en como si viviese allí ya que me pasaba a todas horas en su casa, pero yo sabía perfectamente que a el no le molestaba en lo absoluto, pues hasta me hizo una "cama" en su habitación para cuando quisiera quedarme en su casa a dormir.
La debilidad de Katima era el ser extremadamente impulsivo e imprudente, y si a eso le sumamos su apariencia y fama de rebelde (la cual la tenia por sacarme a mi de aprietos), era el blanco perfecto para ser expulsado, varias veces estuvo a punto de serlo, pero yo siempre hablaba con el director, los inspectores y los profesores para que no lo expulsaran ni lo castigaran, y al parecer, si no les convencían mis palabras lo hacia mi apariencia, de eso me vengo a dar cuenta ahora, pero en fin de algo que me haya servido mi apariencia además de traerme problemas.
Con los estudios, peleas fiestas y demaces, terminaban pasándose increíblemente rápido los meses y tan solo faltaba una semana para terminar nuestro tercer año de amistad, cuando el me llamo y me pregunto si quería ir a comer un helado de chocolate, a lo cual acepte gustoso puesto que adoraba ese helado, charle un poco con el por teléfono, él contándome sus locuras y yo riendo abiertamente a todas ellas, después de un rato cerré la conversación y me disponía a salir para encontrarme con él en el parque pero una mano me agarro la muñeca, lo cual hizo que me volteara y me encontrara con la cara de asombro de mi hermana, su esposo, mis padres, mis tíos, mi primo, su novio, mi tía, y por ultimo la prometida de mi tía, yo los miraba sin entender porque estaban todos reunidos allí y además viéndome así, después recordé que era el quinceavo aniversario de mis padres y todos ellos estaban celebrándolo, pero aun no entendía porque estaban tan asombrados viéndome, hasta que el novio de mi primo(que fue el primero en salir del shock) hizo el comentario que para mi lo aclaro todo *te reíste* fue lo que me dijo, yo lo mire inexpresivo entendiendo al fin el que todos estuvieran tan pasmados, ya que yo no reía desde los dos años (con ellos porque con Katima lo hacia a cada segundo); aburrido de que me miraran como a un bicho raro di media vuelta y me dispuse a salir cuando una ultima pregunta del novio de mi primo me detuvo *quién era?* yo sin voltearme le dije que era mi mejor amigo y abrí la puerta con toda la intención de marcharme pero el fue corriendo hacia mi y me volteo, le quede viendo bastante sorprendido y ala vez molesto por que no me dejara salir y estaba a punto de golpearlo cuando me pregunto como era mi amigo, en ese instante mi expresión se suavizó y comencé a contarle detalladamente como era, lo que le gustaba, las tonterías que hacia, y como siempre me defendía de todos. Al parecer tarde mucho en mi respuesta ya que sonó mi celular y al contestarlo Katima me hablo (al parecer con un parlante!) increíblemente fuerte, tanto que tuve que alejar el teléfono de mi oído si no quería terminar sordo, y como consecuencia todos en la casa escucharon como me llamaba fénix y comenzaba a recriminarme que llevaba mas de media hora esperándome, yo me disculpe y le dije que le daría mi porción de helado de chocolate si no se enojaba conmigo, el acepto y suavizo su voz hasta el punto de hacerla tierna pidiéndome que me apresurara porque si me tardaba mas de la cuenta me castigaría quitándome el derecho de dormir en su casa por 2 semanas, al escucharlo literalmente le rogué que no lo hiciera, colgué la llamada y pude notar como otra vez todos se me quedaron viendo con cara de burros pero la única diferencia es que esta vez el novio de mi primo si me dejo salir.
Llegue al parque increíblemente rápido y encontré a Katima sentado en una banca comiendo helado de chocolate, me senté junto a el y me le quede viendo mientras se me hacia agua la boca, el me veía de reojo, después de un rato ya no aguante mas le puse una carita de cachorro desamparado y me arrodille frente a el rogándole que me diera aunque fuera un poco, el lo único que hizo fue mirarme con desconfianza para luego reírse a carcajadas dándome el helado, yo se lo recibí gustoso y comencé a saborearlo como un niño pequeño mientras el me miraba de una forma extraña, cuando me percate de este hecho le pregunte que le pasaba alo que el tan solo se sonrojó y giro su cabeza para otro lado pero no dejo de mirarme de reojo. Cuando ya estaba atardeciendo, y el cielo se veía como un mar de sangre, decidimos volver a nuestras casas, pero cuando ya estábamos por salir del parque el tomo mi muñeca y me giro, yo lo mire extrañado por su actitud pues el se había comportado bastante raro todo el día, le iba a preguntar que le pasaba pero el me corto las palabras diciéndome algo que jamás olvidare *me gustas mucho...dime que me quieres...por favor...* al escucharlo quede por completo desconcertado y como estaba tan asustado a lo único que atine fue a salir corriendo de ahí, dejándolo a el totalmente solo.
Pasaron los días y yo intentaba evitarlo lo más que me fuera posible, pero ya al séptimo día de lo sucedido en el parque decidí ir a verlo para darle una respuesta, fue así como volví a usar la llave de su apartamento que me había regalado, abrí la puerta y comencé a buscarlo por todos lados de su apartamento, y lo encontré...si...lo encontré...estaba tirado en el suelo de su habitación bañado en un liquido rojo y viscoso con temor me acerque y arrodille junto a el colocando su cabeza en mi regazo, y sin que yo pudiera hacer nada para impedirlo, lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, los cuales parecían nubes en pleno diluvio, ya que parecía que con cada una de esas gotas saladas se iba un pedazo de mi vida; de pronto el abrió sus ojos y al verme junto a el me volvió a repetir que me amaba yo llore con mayor intensidad, si es que eso es posible, al oír esto y le dije que también lo amaba para darle después un suave y profundo beso lleno de sentimientos, al separarnos el tan solo me sonrío me dijo gracias y cerro sus ojos para ya nunca mas volver a abrirlos.
Él era la luz de mi vida y yo la apague por culpa de la más grande de mis estupideces, por culpa de un miedo injustificado, por MÍ culpa, por mí culpa. Como me gustaría poder regresar al pasado, como me gustaría poder hacerlo y así arreglar todo...todo...