La lluvia había parado, pero los oscuros nubarrones aún cubrían el cielo. No, no solo el cielo, sino que también cubrían el corazón de Gabriel , que desolado miraba sin mirar a través de la ventana de la habitación. Estaba francamente deprimido. Se habia enamorado, pero no era simplemente el hecho de creer no poder ser correspondido, también estaba el hecho de que la persona de la que se habia enamorado era su mejor amigo, al que conocia desde que recordaba. Además,su “amigo” estaba en Barcelona, mientras que el estaba atrapado en ese estúpido pueblo de costa, Cala Varada (lugar ficticio).
-Mierda de pueblucho…-suspiró y apoyó la cabeza contra el frío cristal mirando hacia fuera-…Jan… ven conmigo…-quedó así un rato más ,hasta que quedó profundamente dormido en su cama, arropado con la esperanza de poder volver a ver a su querido amigo ese verano.
Era tan importante que viniese…
--------------------Casa de Jan------------------
Eagham entró asombrado dentro de la gran casa de su nuevo amigo. Para él era francamente imponente, parecía todo tan valioso…
-¿Te pasa algo?- dijo Jan despreocupadamente. -Nada, es que no estoy acostumbrado a tanto lujo…-
-Vamos a mi habitación.- dijo Jan con emoción.
-Vaya, vas directamente al grano eh- bromeó Eagham.
-No pienses mal, solo es para que podamos hablar mas tranquilamente-
-Ya ya…-
-¿Tu siempre piensas mal?-
-¡Siempre y sin dudar!
Los dos rieron. Estaban francamente a gusto juntos, era como si conectasen de una forma especial.
Finalmente, y después de subir unas escaleras que parecian interminables, llegaron a la habitación de Jan.
-Vaya… que pequeña-bromeó Eagham.
Era un dormitorio bastante grande, de unos veinte metros cuadrados, hexagonal, y en cuyas paredes habia sendas ventanas. El suelo estaba recubierto de brillante madera, al igual que las paredes, y en él estaba la entrada a la habitación: una trampilla situada a un lado de la estancia, y que tenia incluso una cerradura. Habia una gran cama de matrimonio con cortinas de color púrpura. Había también algunos armarios que llegaban hasta los hombros, un espejo de cuerpo entero en medio del dormitorio, un escritorio sobre el que descansaba un moderno (y carísmo) ordenador, y a ultimo momento también vio algo que atrajo su atención: una pequeño puerta metálica situada en la parte baja de una de las paredes, bajo el espacio entre dos ventanas; enfrente suyo habia un cómodo sillón de color marrón.
-¿Qué hay detrás?- preguntó Eagham intrigado.
-¿De la puertita?-Eagham asintió- Ah, ahí está la chimenea.
-¡ Gau! Tienes chimenea própia, que lujo.-
Jan invitó a Eagham a sentarse en el sillón, mientras que él se sentó en un taburete enfrente suyo, con un bloc de dibujo y un lápiz en las manos.
-Una cosa Eagham, ¿Te importaría si te dibujase?- preguntó jan nervioso.
Eagham se sonrojó y sonrió. ¿Qué debia responder? Se sentía halagado, pero le daba vergüenza a la vez. Al final se decidió a responder.
-No me importaria, adelante, dibújame.-
Jan estaba fuera de si de la alegría, ¡iba a dibujarlo! . Empezó por dibujar el óvalo de su cara, redondeado pero con una barbilla fina y no angulosa. Siguió por su pelo, su pelo castaño y perfecto, con un buen flequillo por delante, pero no muy largo por detrás. Continuó con sus orejas y su nariz, también perfectas. Al dibujar sus labios, se deleitó pidiendo a su modelo que se los mojara con saliva con la lengua, para el brillo… ((Si claro…el brillo)) y por cierto, los tenia carnosos y de un color realmente apetecible. Paró cuando el cuello estuvo dibujado y se preparó para lo más importante: los ojos. Los ojos eran lo más importante, ya que reflejaban como el dibujante veía al modelo…
-Jan, ¿podríamos parar? Me duele todo de estar quieto- comentó Eagham.
Los ojos podian esperar.
-Claro-dijo Jan agradecido- Muchas gracias por dejarte dibujar-
-De nada guapo- Eagham se levantó y estiró todo su cuerpo. Luego se dejó caer encima de Jan, abrazándolo por el cuello.
-¿Soy yo, o tú también notas algo especial cuando estamos juntos? Apenas te conozco y ya te tengo muchísima confianza.-dijo el castaño.
-A mí me pasa igual- contestó Jan.
Permanecieron un rato en esa postura, hasta que Eagham se dio cuenta de que era tarde y debia volver a casa. Se despidieron e Eagham se dirigió hacia la parada de autobús.
Por la mente de Eagham pasaban infinidad de preguntas que se hacia a él mismo.
((¿Cómo ha pasado esto? Ha ido tan rápido… Me gusta. Definitivamente me gusta este chico. Pero,¿Por qué se habrá acercado a mí? Qué ilusión… ¡Uahh! ¡Si hasta me he enamorado! Uff, que tonto soy… pero después de tantas cosas malas, está bien que me pase algo así. Si al menos hubiera alguien a quien contárselo… pero ya no tengo amigos. Les hecho tanto de menos… Elena, Laura, Iván, Adrián, Ainoa… habladme de nuevo por favor…))
Eagham cerró los ojos lentamente, mientras apoyaba la cabeza en el cristal y se adentraba en un sueño que siempre se repetía al dormir…
|||||||||||||||||||||||||||
Paula: ¿De verdad confiais en ese? Claro, que si, si es que aún no sabeis lo que va diciendo de vosotros por ahí…
Elena. ¿El qué?
Laura: Claro que confiamos en él, es nuestro amigo.
Paula: Os llama de todo menos guapos cuando no estais delante. El otro dia me sorprendió cuando me dijo que sois unas zorras, y que con Iván y Adrián solo habla para tirárselos…
Ainoa: No puede ser… es mentira…
Paula: Ainoa, cariño…¿Para que os iba yo a mentir? Somos amigas,¿No?
Laura: No me esperaban esto de él…
Elena: Hemos sido unas idiotas…
Ainoa: No puede ser… ¿DE VERDAD OS CREEIS SUS MENTIRAS?
Paula:¡ No miento!
Ainoa se va indignada y airada.
Elena: Igual tiene razón…
Paula: ¿Sabéis porqué lo defiende? Seguro que no os acordáis de lo que pasó en la fiesta de año nuevo…
Elena: Claro, Egui se encontraba mal y Ainoa lo acompañó a ir a tomar un poco de aire fresco…
Paula: Claro… a “tomar aire fresco”- se ríe- ¿Esto también os lo colaron? Por favor, pero si está cantado que fueron a liarse en medio del bosque. Por eso defiende tanto a su “amiguito”.
Elena: Ahora todo encaja…
Laura: Por eso tanto afecto…
Paula: Supongo que después de esto no le volveremos a hablar, ¿Verdad?
Laura y Elena: Claro…
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Eagham se despertó exaltado al dia siguiente, cuando el timbre sonó fuertemente. El chico descolgó el telefonillo y se lo puso a la oreja.
-¿Diga?
-¿Egui? Soy Ainoa, por favor abre, tenemos que hablar.
A Eagham se le heló la sangre. Habia llegado el momento de enfrentarse a su pasado.
-------------------------Casa de Jan-----------------
Jan despertó suavemente entre el ruido de los pajaros que provenía de fuera. El aire estaba depejado y fresco por la lluvia de anoche y el cielo estaba exento de cualquier nube que amenazase lluvia.
Desayunó y se sentó en el cómodo sofà dispuesto a ver la TV un rato, cuando de repente sonó su móvil.
Jan: ¿Digamelón?
Miquel: Hijo, tengo una buena notícia. ¡Tengo vacaciones! Mañana empiezo, prepara las maletas porque iremos un mes a Cala Varada.
Jan: Buena noticia, pero creo que repites esta llamada cada verano desde que recuerdo existir. Una cosa.
Miquel: Proponme algo guapo eh, que a veces me sales con cada cosa más aburrida…
En ese momento sintió como si él fuera el adulto, y no su padre.
Jan: ¿Puedo traer algún amigo?
Miquel: ¡Claro que si! Todos los que quieras, será por metros cuadrados ((xD))
Jan: ((Se cree demasiado gracioso)) Vale papá, gracias. Adiós.
Colgó el telefono y pensó:
(( Esta es la mia, le haré una oferta a Eagham que no podrá rechazar.))
El cielo tranquilo, el mar en calma, el aire limpio. Los rasgos de un dia que iba a ser ,para todos , bastante movido…
CONTINUARÁ