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Visita celestial por Chikori

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Notas del capitulo:

Como no se poner más de dos categorías; este fic es AU, de fantasia, mezclado con comedia y romance.

Este es mi segundo fic, el cual se lo dedico a Marieth-sama, quien fue ella la que me mostro esta pagina yaoi, y un Envy no tan malo.

Muchas gracias.

 

En una sencilla cabaña que estaba sobre las faldas de una majestuosa montaña, rodeada de un inmenso bosque lleno de pinos; vivía un hombre de unos 29 años, alto, de cabello corto y negro al igual que sus ojos. Él vestía una camisa azul marino de manga larga y cuello de alto, unos pantalones negros de mezclilla rectos y unas botas cafés. Aquel moreno siempre se despertaba temprano para cortar leña para sus clientes y él mismo y luego pasar por el pueblo para comprar la comida de la semana. Su vida era bastante rutinaria; desde hace 3 años que él vivía solo en aquel lugar.

 

Una noche como cualquier otra, el moreno se dispuso a mirar las estrellas por su ventana, mientras pensaba lo solitaria que era su vida.

 

"Hace tiempo que no veo a mi hermano, después de la boda no se ha comunicado conmigo, de seguro ésta tan feliz que ya ni se acuerda de mí. Aaaaah, quisiera tener algo de compañía; alguien que me reciba cada vez que llegue cansado, que pregunte como estuvo mi día y me platique que hizo, que me dé su fiel compañía... uum, debería pensar en comprarme una mascota para dejar a un lado esta soledad"

 

En ese instante, vio pasar una rápida luz que cayo en el bosque. Instantáneamente reacciono al ver ese extraño fenómeno.

 

"¡Que fue eso! No puede ser una estrella fugaz, será mejor ir a investigar"

 

Guiado por su propia curiosidad, tomo una linterna y salió de la cabaña para buscar la fuente de esa extraña luz. Movía a los lados las estorbosas hojas de los árboles mientras caminaba hacia la dirección donde había aterrizado la extraña luz. Por fin, encontró lo que buscaba pero no podía creer lo que estaba viendo, un ángel. Aquel ser celestial simulaba tener 16 años, tenía largos cabellos dorados, pequeño, de enormes alas blancas y vestía una toga blanca; se encontraba inconsciente y muy mal herido. 

 

Sin tener que pensarlo demasiado, el pelinegro tomó en sus brazos al inconsciente ángel y lo llevo a la cabaña. Al llegar, recostó al pequeño en su cama para después ir deprisa a buscar un botiquín de primeros auxilios. Poco a poco limpiaba la sangre que se encontraba en las blancas alas para después vendarlas, hasta que por fin fue despertando aquel ser.

 

-ñaaaaaam.- bostezó el ser para luego girar su cabeza hacia el que estaba tocando sus alas, para después gritar con mucha desesperación, aunque no se le entendía nada de lo que decía.

-¡oye, espera!, ¡No entiendo nada de lo que me estas diciendo!.- gritaba desesperado el moreno.

-... -entonces su rostro muestra duda, pero en ese instante recordó cierta frase, y posó sus manos en su propio pecho- ignata malat homo pava le- y una misteriosa e incandescente luz surgió del  chico.

-¡qué fue lo que paso!- gritaba con incertidumbre el moreno.

-¿quién eres tú?- pegunto el rubio ojidorado, por fin se encontraba más tranquilo.

-pues yo soy... -pero se percato de lo que escucho- ¡aaah!, ¡Me estas hablando!- gritaba con temor el moreno.

-¡pues claro que te estoy hablando a ti!, ¡Acaso hay otro humano en esta sala!- gritaba furioso el chico al escuchar aquellas preguntas tan torpes.

-ay, "discúlpeme su majestad" - decía con un tono bastante sarcástico y enfadado- pero los humanos no estamos acostumbrados a ver ángeles tan enanos...

-¡¡¡A QUIÉN LE DICES ENANO QUE PARECE UN PEQUEÑO CANARIO!!!- gritaba el rubio con todas sus fuerzas.

-¡por supuesto que a ti!, ¡Ángel enano!- gritaba con la misma intensidad el moreno.

 

Después de pelearse por más de 10 minutos, por fin comenzaron a hablar  más seriamente de lo que había pasado.

 

-¿¡ya puedo hablar contigo?!- preguntaba algo cansado el moreno.

-te escucho- contesto el rubio un poco enfadado.

-antes que nada, ¿cómo te llamas?

-me llamo Edward Elric, ¿y cómo te llamas?

-mi nombre es Roy Mustang, pero llámame Roy.

-esta bien, puedes decirme Edward o Ed. Por cierto, ¿acaso fuiste tu él que vendo mis alas?- mientras tocaba la ala que se veía más lastimada.

-sí, te encontré muy mal herido y te traje hasta aquí para curarte.

-muchas gracias.- dijo Ed agradecidamente.

-disculpa; ¿me podrías decir como fue que te lastimaste?, Porque no creo que la herida sea totalmente de la caída.

-... esta bien; te contare todo lo que puedo recordar, después de todo, me rescataste y curaste.

 

Edward se sentó sobre la cama para estar más cómodo, y poco a poco, comenzó a platicarle todo lo que sabía acerca de los ángeles y demonios.

 

-al nacer un humano se le asigna un ángel guardián él cual se encargara de cuidarlo de los demonios toda su vida, pero los humanos se han hecho más débiles ante las tentaciones y el dolor; los ángeles vimos con tristeza la elección que ellos habían seleccionado, y por eso dejamos el mundo terrenal para simplemente observarlos desde el cielo. Aunque seguimos protegiendo a los humanos de la maldad, solo colocamos una aura especial para saber cual es el humano que cada ángel eligió.

-significa que aunque no estén al lado de esa persona, la siguen protegiendo.

-exactamente, solamente bajamos a la Tierra cuando vemos que un demonio quiere aprovecharse de la debilidad del humano.

-¿debilidad?- pregunto confundido Roy.

-sí; por ejemplo, cuando un humano desea una mujer solamente para satisfacer sus deseos carnales, es entonces cuando el demonio encargado de ese pecado lo anima a cometer aquel acto. Los demonios son los encargados de llevar a los humanos al camino del pecado.

-que horror

-no del todo.- mostró una cara de asco- ellos invocan a los demonios por su propia voluntad, están bendecidos con el don del conocimiento y nunca logran darse cuenta de sus errores y no admiten sus pecados.

-¡eso no es cierto!, ¡Existen personas buenas que nunca se atreverían a dañar a nadie!

-... -Ed reaccionó inesperado ante tal comentario, después de todo, Roy lo estaba cuidando sin pedirle nada a cambio.

-dices todo esto como si odiaras a toda la humanidad.

-Envy... -dijo con tono triste aquel nombre- él me enseño la verdadera naturaleza de los humanos.

-... ¿qué fue lo que paso?

 

---- Flash Back ----

Hace 4 Años...

 

Sobre un risco, se encontraba sentado un muchacho de 16 años; de largos cabellos verdes pero oscuros, ojos color lila, piel demasiado blanca, mirada penetrante, sonrisa maliciosa, enormes alas negras similares a la de los murciélagos y un cuerpo delgado pero fuerte. Vestía un top y short-falda negros, unos guantes que no cubrían sus dedos, llevaba en la frente una diadema negra y sus pies estaban descalzos. Su sonrisa se intensifico al ver un ángel acercándose hacia donde se encontraba. En un instante, llegó el rubio ángel.

 

-llegas tarde, enano.- contesto con una sonrisa burlona el chico de cabello verdoso

- ¡¡ESTAS DICIENDO QUE SOY TAN ENANO COMO UN DUENDECILLO!!- gritaba furioso el ser alado

-¡así es, enanito! ¡Y la verdad un duendecillo es mucho más grande comparado contigo!- seguía con aquel rostro burlón.

-¡YA BASTA!, ¡NI QUE TU FUERAS UN ENORME RASCACIELOS!

-¡por lo menos soy más alto que tú!

-¡ARGH!, ¡SI VAS A SEGUIR BURLANDOTE DE MÍ ENTONCES ME VOY!- le dio la espalda al chico delgado.

-¡ja!, ¡Te enojaste conmigo!, ¡Y eso que aun no te echó en cara haber llegado tan tarde!, ¡Mira que tenerme esperando más de media hora! (... me recuerda terriblemente a alguien...)

-¡ay esta bien!- se voltea para ver de frente al chico- ¡perdón, se me hizo tarde! ; ¡No puedes ni esperarte un segundo, Envy!

-solo por esta vez te perdono Ed; la verdad ya me acostumbre a que siempre llegas media hora tarde (en serio que esta escena se me hace muy familiar) ¿y qué vamos a hacer esta noche?

-lo mismo que hacemos todas las noches... ¡hacerles bromas a los humanos!, ¡Mwahahaha! (una parodia dedicada a Pinky y Cerebro, en cuanto a los planes que nunca cambiaban)

-cualquiera que te viera diría que eres un diablillo.- mientras rascaba la cabeza del ojidorado- pues ya vamonos, que no tenemos  todo el día.- Envy sonreía gustoso.

 

El par de chicos alados se dirigieron a la ciudad más cercana para hacer sus "diabluras", aprovechando que los humanos no pueden verlos ni escucharlos, realizaban sus maldades fácilmente. Sus bromas  principales eran dar un pequeño empujoncito para desequilibrar, colocar a un perro para que éste hiciera sus "necesidades" en los pies de una persona, brincar sobre un charco para empapar a los que se encontraban cerca, empujar un hombre hacia una mujer para que se dieran un golpe de cabeza, y varias otras bromas.

 

Por fin cuando se cansaron de realizar vagancias; se situaron sobre el techo de un edificio que daba vista a un supermercado mientras aún reían placidamente el par de chicos.

 

-¡viste la cara que puso aquel idiota de lentes!, Estaba tan rojo y avergonzado al chocar contra aquella chica que no sabia como disculparse.- carcajeaba Edward con mucha intensidad.

-¡y luego recuerdas cuando le tiramos encima un bote lleno de basura a un viejo muy ricachón!- parecía que se iba a morir de la risa.

-sabes... -contesto Ed un poco más triste- no sé porque dicen que los demonios son crueles y malvados, desde que nos conocemos, nunca has obligado a un humano a seguir sus malditos deseos. Lo más triste es que para poder vernos, tenemos que salir a escondidas de nuestros hogares porque los ángeles y demonios no pueden ser amigos.

-esa es una estúpida acusación de los humanos; siempre tratan de echarnos toda la culpa a nosotros cuando ellos mismos solo buscan una excusa para cometer sus delitos... cambiando de tema, ¿ya no has vigilado a tu humano verdad?

-no, desde que murieron sus padres en aquel accidente no he vuelto a verlo, siento como si lo hubiera traicionado; pero es que me da tanto coraje que Dios no impidiera ese suceso, pues él no merecía ese castigo- su rostro mostraba tristeza e ira.

-Edward... ¿te gustaría volverte un demonio?- pregunto bastante serio- si odias ser tanto un ángel deberías cambiar tu luz por oscuridad, así podrías impedir injusticias y a la vez estar nosotros dos juntos...

-... la verdad es que me gustaría estar contigo sin que existan restricciones, pero podrías darme tiempo para pensarlo cuidadosamente.- contesto levemente feliz aquel ángel.

 

Aquel momento fue interrumpido por el grito de desesperación que lanzaban varias personas dentro del supermercado, pues un lunático con pistola y una bomba en su ropaje amenazaba volar todo el lugar y aquel que intentara detenerlo, le volaría la cabeza con un balazo. Aquel maniático no se tentaría el corazón en dispararle incluso a un pobre niño. La policia iba llegando al lugar de los hechos, Envy miraba muy divertido aquella escena.

 

-¡ja, y dicen que nosotros somos los culpables!, Observa con atención la cara de ese tipo, se nota que disfruta de herir a otros.

-¿y que piensas hacer?- pregunto intrigado el rubio.

-evitar que cometa alguna estupidez, voy a limpiar esta mala fama de una vez por todas. En eso despliega  sus enormes alas negras para dirigirse al terreno peligroso.

 

La policia gritaba el nombre del criminal varias veces, Kimbley, como se hacía llamar; se burlaba de las advertencias, mientras disfrutaba maravillado el rostro lleno de terror de sus víctimas. Envy se iba acercándose más al lunático hasta que quedo a escasos centímetros de donde él estaba

 

-deja ya de hacer estupideces, y termina todo este problema ahora mismo.- le dijo en voz baja.

 

 De alguna extraña manera, el sujeto se desquicio, gritaba desesperado de que lo dejaran en paz y en ese instante apretó el botón para detonar la bomba. Todos se quedo en silencio, nadie podía creer lo que estaba mirando, sabían que aquel tipo era peligroso pero nunca arriesgaba su propia vida. Edward quedo perplejo al ver como su amigo se desvanecía con las nubes de humo.

 

-¡¡¡ENVYYYY!!!

 

Entonces ve al delgado demonio brazos arriba aplicando una barrera sobre los rehenes, lamentablemente una de sus alas estaba lastimada, en aquel pequeño lugar protegido; el demonio estaba indefenso, las personas podían ver claramente a aquel demonio.

 

Todos empezaron a gritar y a golpear al demonio con todas sus fuerzas; ninguno creía que él los había salvado, y en cambio lo culpaban de todo lo sucedido. Los policías estaban iguales de aterrorizados al ver aquella figura espectral y empezaron a dispararle.

 

Envy fácilmente esquivaba las balas y soportaba los golpes, nada le podía hacer daño, sólo que debido a esa fuerte explosión había sufrido un enorme daño en su ala izquierda.

 

Edward quedo sorprendido al observar como los humanos que se habían salvado gracias a Envy, ahora lo golpeaban y maldecían. Muy enojado, invoco un hechizo de neblina sobre el lugar para llevarse a un Envy malherido de aquella gente tan malagradecida.

 

Ya cuando por fin encontraron un buen lugar donde descansar, el demonio se alejo del ángel para irse a su hogar, pero fue detenido por el agarre del rubio.

 

-¡que haces!, ¡Suéltame!- gritaba furioso el chico de cabellos verdes. 

-¡estas muy débil!, Déjame curar tus heridas.

-¡olvídalo!, No merezco tus rezos; Me conformo con que supieras la verdadera forma de los humanos- mientras tocaba su rostro con ambas manos para impedir que salieran sus lágrimas.

-Envy... - se quedaba mirando tristemente a su amigo

-adiós Ed, algún día, volveremos a estar juntos...

-¿qué estas diciendo?- quedo asombrado al escuchar esa ultima frase.

 

Entonces el demonio desplegó sus alas y cuando alcanzo varios metros sobre el piso; levanto su brazo y de él salió un agujero oscuro. Entonces él entró en aquel portal y desapareció de la vista de Ed. Edward se encontraba llorando al ver como perdía a su único amigo.

----Fin Del Flash Back ----

 

Ed había revelado su verdadero odio a los humanos; mientras que Roy no podía creer aquella triste historia. Entonces con un poco de miedo trato de averiguar más acerca de aquel demonio.

 

-... ¿y no has vuelto a ver a Envy?

-no, han pasado casi cuatro años desde aquél suceso y por más que lo busco no lo he podido encontrar. -en su rostro empezarían a salir lagrimas

-... - tratando de no hacer llorar al chico, cambio de tema- ¡mira que tarde es!, ¡Ya es hora de dormir!, Si no duermes bien, seguirás igual de enano - decía con mucha alegría.

-es cierto ya es muy noche... espera, ¡¡¡A QUIEN LE ESTAS DICIENDO QUE ES TAN PEQUEÑO QUE  EL VIENTO PUEDE LLEVÁRSELO!!!

-jajá jajá, quédate a dormir aquí; dormiré en el otro cuarto.

-esta bien, buenas noches.

-buenas noches.

 

El moreno dejo al angelito dormir en su cama mientras que él iba a descansar en el antiguo cuarto de su hermano. Una vez ya acostado, se acordó de algo.

 

"...se me olvido preguntarle porque estaba tan malherido..."

Notas finales:

Esta historia me surgio de repente cuando estaba viendo una imagen de Envy y apenas habia salido de la iglesia (que raras visiones tengo, verdad)

Espero les haya agradado, envienme sus reviews para saber que cambios les gustarian, si hay algun error o cualquier cosilla que me inspire.

Hasta el próximo capitulo!


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