Ojo por ojo…
El pelirrojo se observo en el espejo, se sentía satisfecho con su apariencia, y con lo que estaba a punto de hacer… o eso creyó, sin embargo sus ojos derramaron un par de lagrimas, más no se permitió dejarse afectar por ese hecho.
Tomo su saco y se encamino a la puerta de su hogar, para luego salir sin mirar atrás, no tardó mucho en alcanzar su meta.
-al fin- pensó para si mismo.
Entró en el local, un bar de los más populares de la ciudad, y se sentó en una mesa apartada, aún así no tardo en tener compañía.
-oye, alguien como tú… solo, me resulta difícil de creer, mira no me gusta perder el tiempo así que seré directo, me gustas… tengo un apartado, porque no vienes conmigo podemos pasarla bien un rato-
Los ojos cafés del pelirrojo se posaron en el hombre de aproximadamente 24 años, le pareció atractivo, su pelo negro, los ojos verdes y el cuerpo de modelo… pero la actitud de “soy un gran partido”, no le atrajo demasiado.
-no me interesa, lo siento-
-o vamos, imagino que esperas a alguien, pero sea quien sea, estoy seguro que no puede ser mejor que yo y sé que nadie es mejor que tú aquí… así que…-
-dije que no me interesa-
-por qué te haces el difícil, eh, vamos pelirrojo, o es que no te gusta el buen sexo- finalmente le colmo la paciencia, estaba a punto de levantarse cuando observo al chico de cabello negro y ojos azules que llegaba hasta su mesa.
- se te perdió algo cerca de MI acompañante o tengo que enseñarte a no meterte con él- pregunto el moreno con tono amenazante, el chico se dio vuelta, pero al ver el gesto del de ojos azules se marcho sin decir nada.
-vaya al parecer tú eres quien más conserva el look de pandillero eh Mitsuito-
-jaja, no me digas así, ya te lo dije mil veces-
-olvídalo, era un chiste-
-Hanamichi, dime ¿cómo estas?-
-…- el pelirrojo solo le dedico una mirada que decía “eres tonto o qué”
-esta bien, siento preguntar esa estupidez…-
-Mitsui… te llame por una razón, y creo que sabes cual es, así que dime ¿aún te gusto?-
-mira sí Hana sé perfectamente para que me pediste que venga y pues… tú sabes que yo siempre he querido tener al menos una noche contigo… pero… y si realmente yo… ¿y si quisiera algo más que eso?-
-lo siento yo no creo que pueda darte más que una noche…Mitsui yo no quiero dañarte, te llame porque siempre creí que tú solo querías algo de una noche… pero si no es así…lo mejor es que nos vayamos…-
-¡nooo! Hana, me conformo con una noche… nada de sentimientos, solo una noche… solo prométeme que él no se enterará y que podré seguir viéndote como hasta ahora-
- no perderemos contacto, él no se enterará quien fue-
-y tú… estas seguro que no te arrepentirás, si haces esto, todo lo que ustedes tienen…-
-todo lo que nosotros teníamos ya se arruino, esta es la única manera en que podría perdonarlo… él me engaño, con Sendoh, qué se supone que haga, que lo perdone sin más…o que lo dejé… yo no puedo hacer nada de eso, no puedo perdonar así como así su infidelidad y tampoco puedo dejarlo… lo amo demasiado-
-y él, esta dispuesto a aceptarlo, ¿va a dejar que te acuestes con otro y no va a reprocharte nada?, comprendo que cometió un error muy grande, pero me parece que lo esta pagando con intereses-
-si de verdad me quiere a su lado entonces tendrá que soportarlo… yo se lo advertí le dije que esta era la única manera… fue él quien acepto-
-pero Hana…-
-¡basta!… Mitsui… ya no pienses en eso…- Sakuragi acercó su boca al oído de su acompañante y mordió levemente el lóbulo, logrando arrancar un leve suspiro de parte del otro.
-esta noche soy completamente tuyo… ¿importan las razones por las que estoy aquí?… yo creo que lo único que importa, es que deseo complacerte durante toda la noche…así que por qué no disfrutamos del ahora… -
La sensual manera en que esas palabras fueron dichas, hicieron que Mitsui olvidase todos sus prejuicios, llevaba años anhelando a Hanamichi, y aunque no había amor entre ellos, ambos se veían atraídos por el fuego y la pasión que el otro desprendía. Mitsui se dejo llevar, beso apasionadamente los labios del pelirrojo y pronto ambos estaban colando sus manos bajo la ropa de su acompañante.
-mhh… Hana, quiero tenerte… ah en mi… departamento… vivo solo…- dijo mientras besaba el cuello bronceado.
-si vamos- dijo sin dejar de hundir sus manos juguetonamente bajo la playera y siguiéndolo hacia el estacionamiento.
-sube- Sakuragi subió detrás de Mitsui en la flamante motocicleta, que el moreno orgullosamente encendió.
-sabes… será mejor que te concentres en el camino…- dijo riendo al ver la prominente erección que ostentaba el moreno.
-jaja, pues es tu culpa, sabes que llevo años queriendo hacer esto, pero tú siempre te negabas por ese idiota de…- al ver el rostro triste del pelirrojo decidió cambiar de tema.
-realmente me gustas desde hace mucho tiempo- a pesar de ir a alta velocidad, aún se dedicaba a observar las reacciones de su acompañante por el retrovisor.
-tú también a mí, pero siempre pensé que tal vez tú y Kogure… ya sabes-
-jaja, todos, incluyéndome, creíamos lo mismo, excepto él claro… va a casarse sabes, su novia es una bonita chica, rubia y de ojos cafés… jeje totalmente opuesta a mí-
-yo aún creo que se engaña a sí mismo, si yo fuera él, vendría corriendo a buscarte-
-no, él no me ve de esa manera, él es solo un chico muy dulce, ya sabes del tipo que aparenta lo que no es, jaja es distinto a nosotros y aunque lo dudes, yo lo vi junto a ella, realmente puedo decirte que la manera en que la mira, es la de alguien muy enamorado-
-lo siento-
-yo no… me di cuenta que ya no siento nada por él… aunque no voy a negar que alguna vez estuve muy enamorado, pero ahora, bueno ahora siento cosas por alguien más…-
-por quién- pregunto dejándose llevar, mientras su cabeza se apoyaba sobre el hombro de Mitsui.
-…digamos que es alguien alegre, divertido, de carácter fuerte, atractivo, mencione que es pelirrojo…-
-deja de jugar quieres…-
-ya te lo dije, si fuera por mí… quizás podríamos intentar algo más-
-no me lo hagas tan difícil- la motocicleta se detuvo sorprendiendo al pelirrojo.
-lo siento, Hana… olvida lo que dije y disfrutemos de esta noche-
Sakuragi siguió en silencio a su anfitrión, parte de su ser deseaba alejarse de todo eso, parte de él le gritaba que estaba cometiendo un error, que sino volvía con Kaede en ese instante algo se perdería para siempre, pero… parte de él… anhelaba sentir la piel de Mitsui contra la suya más que ninguna otra cosa.
-Hana…-
La voz ronca de Mitsui lo atrajo hacía la realidad, el ex-jugador de Shohoku no se molesto siquiera en prender la luz, sencillamente tomo la cintura del pelirrojo y comenzó a besarlo, ambos se dirigieron entre tropezones al dormitorio sin perder tiempo, después de todo, todas las dudas de Sakuragi se habían esfumado en el placer de su sexo.
-me vuelve loco tenerte así-
Susurro el moreno mientras arrancaba casi con violencia la ropa del pelirrojo, quien no se quedaba atrás en su desesperación por sentir a su compañero.
-Mitsui…-
-ya, di mi nombre, quiero que gimas mi nombre esta noche- dijo en el oído del pelirrojo, mientras una de sus manos se dedicaba a acariciar la extensión del miembro de su amante.
-…ahhh Hisa…shiiii…más…-
-como quieras- dijo pero en lugar de acelerar su ritmo, descendió su rostro hasta esa zona y lamió con gula, logrando que los gemidos del pelirrojo se volvieran aún mayores, en especial cuando introdujo por completo la virilidad de su compañero en su boca.
-ahh… Hi…sashi…siii así… mhh-
Las manos del pelirrojo marcaban el ritmo, tomando al Moreno de su cabello, pero lejos de molestarse, Mitsui se sentía satisfecho, del rostro marcado por el placer que mostraba Sakuragi.
-…me ahhh me ven…go… de-ten…te… mhhh ahhh-
El moreno no hizo caso a su pedido, muy por el contrario, acelero el ritmo y permitió que el pelirrojo se viniese en su boca.
-Hana… ahora quiero mi recompensa-
-mhh… la…la tendrás- contesto tratando de recuperar el aliento y sonriendo seductor.
Pronto una de las manos de Sakuragi se encontraba en su propia entrada, mientras la otra masturbaba a su amante, Mitsui observaba con deleite el rostro del pelirrojo, más complacido por los suspiros de placer que el otro emitía.
-ahh Hana… mhh ver…te es… muy e-ro…tico-
-mhhh Hisashi… quiero sentirte- gimió, Mitsui no dudo un momento, tomo las caderas de Sakuragi y lo obligo a ponerse en cuatro, para inmediatamente comenzar a penetrarlo con pasión, sin siquiera dejar que este se acostumbre a su más que prominente sexo, pero lejos de causarle malestar al pelirrojo, logro que este se excitará más si eso era posible.
-Hi…sa-shi… más…du-ro máaaasss… siiii…-
-…no ugfff no digas…eso, o voy a mhhh des…tro-zar-tee-
-eso qui-ero… hazme… ol-vi-dar…lo todo ahhh siiiii Hisashiii-
La mañana los encontró aún frenéticos de pasión y deseo, como intentado aprovechar hasta el último momento de su encuentro, sus cuerpos acoplándose perfectamente sin querer separarse ni un segundo, pero lentamente sus cuerpos pidieron una tregua, y sus dueños terminaron cediendo ante el agotamiento. Cuando despertaron era casi mediodía, Mitsui se hallaba con su cabeza apoyada en su mano, observando al pelirrojo quien al despertar, sintió el angustiante deseo de huir, pero eso no era posible.
-tengo que irme… Kaede… él ya debe estar esperandome-
-Hanamichi…yo-
El pelirrojo se vestía sin mirar al moreno, temía no poder alejarse de él si observaba su rostro al menos un momento, pero Mitsui no iba a permitir que él se fuera sin aclararle algunas cosas y por eso tomo su brazo haciendolo voltear hacia él…
-Hanamichi te mentí-
-¡¿qué?!-
-esto significo mucho más para mí, que una simple noche-
-Hisashi, yo estoy con Kaede y no puedo-
-Hanamichi, si no viera tu rostro quizás creería en tus excusas, pero después del engaño de Kaede y después de esto, sé que tus sentimientos ya no son los de antes, tus ojos jamás aprendieron a mentir Hana-
-voy a volver con Kaede, lo siento yo… por eso te pedí que me lo dijeras, por eso te pregunte si sentías algo por mí…-
-esta bien, Hanamichi ve con él… pero yo te voy a estar esperando, tarde o temprano, vas a volver a mí, y aunque sea como tu amante quiero permanecer a tu lado-
-… Hisa…- no pudo terminar un beso apasionado lo detuvo, sus cuerpos volvieron a fundirse en uno y luego de eso, Hanamichi salió corriendo del departamento, prometiéndose a sí mismo, que no volvería, pero muy en el fondo de su corazón, sabía que era una promesa que no podría cumplir.
-hasta que al fin llegas do’hao-
La voz de Kaede sonó fría e indiferente, cuando el pelirrojo entró en el hogar que ambos compartían desde hacía años, pero sus ojos azules mostraban una tristeza, que el pelirrojo jamás había visto antes.
-me entretuve, anoche la pase muy bien- a pesar de no tener intenciones de dañarlo, algo lo llevo a hacer ese malicioso comentario.
Rukawa tembló ligeramente, como si un escalofrío lo hubiera atravesado y cerro los ojos, por un instante.
-ojo por ojo ¿cierto?-
-si, piensa que al menos ahora estamos a mano-
-no volverás a verlo ¿verdad?, volveremos atrás y seremos como siempre… estamos a mano… por favor Hanamichi, dime que esto se acabo- la mirada suplicante de Rukawa, era un pedido de auxilio entre toda esa tristeza que lo estaba embargando.
-Kaede… te amo…- dijo sintiéndose realmente arrepentido, por haber dicho esas palabras.
El pelirrojo poso sus calidos labios en los del moreno, luego lo abrazo y comenzó a susurrar en los oídos del moreno.
-de ahora en más, olvidaremos todo lo que ocurrió antes, solo seremos tú y yo de nuevo… lo juro- al decir esas últimas palabras, sus labios vibraron, y un sentimiento de incertidumbre se poso en él.
-Hanamichi, sé que todo fue por mi culpa, que yo te orille a hacer esto, pero… juro que jamás volveré a engañarte, solo no me dejes, nunca me dejes… te amo-
Los brazos de Rukawa envolvieron a Sakuragi, sus manos comenzaron a recorrerlo por completo, como intentado borrar el rastro de quien fuera que se atrevió a tocar a su pelirrojo, sus labios buscaron con desesperación los de su pareja y la pasión no se hizo esperar.
-yo también… yo también te amo- gimió Hanamichi, entre las caricias que sentía su piel febril, pero su mente volaba muy lejos de allí, hasta la habitación de un departamento, hasta un cuerpo que imaginaba recostado en una cama, en esa misma habitación en la que había estado horas atrás.
-sé que amo a Kaede… pero entonces porque no puedo dejar de imaginar que son esas manos las que recorren mi piel… por qué quiero que seas tú quien me toque…Mitsui…-
Cuando terminaron de amarse ese día, y Rukawa pareció dormirse Hanamichi solo pudo sentarse a llorar en silencio, viendo a Kaede dormir.
-me equivoque… realmente me equivoque…qué hice…creí que no significaría nada para mí, que solo me vengaría de Kaede, entonces…¿por qué siento que eso significo más que sexo para mí?… no, no puede ser… yo amo a Kaede… amo a Kaede…yo solo amo a Kaede…pero por qué deseo tanto a Mitsui -
Kaede sentía como las lagrimas salpicaban contra su rostro al caer en la almohada, pero se negaba a abrir los ojos, su corazón latía más lento con cada nueva gota de llanto que caía a su lado… y sus ojos se cerraban más y más fuerte, negándose a enfrentar la realidad.
-Fue lo justo, Hana lo dijo… él me ama, lo sé, jamás voy a perderlo, él solo me pago con la misma moneda, pero ahora estamos a mano, me ama como yo a él, él me ama solo a mí- pensó Kaede, intentado convencerse a sí mismo.
…un ojo por ojo… quizás nunca pueda ser así de simple…
Owari