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Games & Love por AthenaExclamation67

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Notas del fanfic:

Shion & Death Mask

Games & Love

By AthenaExclamation67

 

 

"Todo empezó como suelen empezar estas cosas, por casualidad, sin pensarlo y mucho menos planearlo."

 

Había sido un duro entrenamiento, Shion no había sido nada generoso, ni con su algo más que amigo Dohko. Les había gritado, obligado a correr y saltar, a hacer flexiones e interminables abdominales para que se entrenaran, algo que él también hacía para darles ejemplo a todos ellos.

- Debemos estar en forma siempre. Por lo que pueda pasar - decía - ser los más fuertes de todo el planeta y demostrar nuestra lealtad a la diosa. Si hace falta, besaremos el suelo dónde pise ella.

- Tsk... - chistó Mask - la lealtad se puede demostrar de muchas maneras - alegó.

Shion se enfurruñó.

- Si yo te digo que debe besar el suelo por dónde pisa, lo besas - dijo enfadado - ¡Como si tienes que besar su estatua! - espetó.

- Tú no me das órdenes. ¡No eres mi dios! - gritó Mask.

- Mira, Señor siempre tengo que decir la última palabra. Ahora por tu osadía, te pondrás en pie y besarás la estatua de Athena - contestó Shion con una mirada furiosa.

- ¡BÉSALA TÚ LA DICHOSA ESTATUA! - vociferó asustando a los demás caballeros.

Se puso en pie y se marchó del lugar sin acabar el entrenamiento seguido de cerca por Afrodita.

- ¡Pero que se ha creído ese! - dijo entrando en su templo - ¡AGHHH! - gritó reventando una silla, la primera que encontró estallándola contra el suelo.

Afrodita, llegó apresuradamente para interesarse por los ánimos de su amigo, mejor dicho, amante. Por todos era bien sabido que esos dos eran algo más que amigos.

- Mask... ¿Estás bien? - preguntó.

- ¡Sí! - espetó - ¿Y tú que quieres ahora?

Afrodita ni se molestó en contestar a tal provocación, sabía como se las gastaba el Guardián de Cáncer, pero también sabía como apaciguar su furia. Se acercó lentamente hasta él, insinuándose, contorneando sus caderas y desnudándose lentamente mientras llegaba hasta dónde estaba Mask. Se abrazó a él y lo beso de una forma que lo hizo enloquecer para hacer el amor después en la penumbra del templo y marcharse al suyo tras calmar el enfurecimiento de Mask y su propio calentón.

Ambos, tenían la suficiente amistad para desahogarse el uno con el otro, para satisfacer sus necesidades en algún arrebato o calentura, pero la relación no se había definido, algunos de sus compañeros les apodaban "Los tortolitos", apodo que Mask rápidamente se encargaba de desmentir. El Guardián de Cáncer, era bastante libertino y no deseaba ataduras, no por el momento, y no se podía decir que le fuera fiel a Afrodita al 100%. Más bien todo lo contrario, cosa que a Afrodita le hacia rabiar, poniéndose muy celoso de que alguien más tocara a su italiano, aunque no podía reprocharle nada, él había tenido también alguna que otra aventura con sus compañeros, así que pedirle a Mask que solo estuviera con él hubiese sido inútil, ahí se habría acabado todo, nunca podría volver a disfrutar de su compañía, era algo que en alguna ocasión le había dejado muy claro, pero eso no impedía que Afrodita se enojara, sabía las reglas del juego, pero no le gustaba que Mask las cumpliera a raja tabla.

Al día siguiente, Mask tuvo que tragarse su orgullo y acudir a los entrenamientos, solo esperaba que Shion no volviera a provocarle, últimamente al Guardián de Cáncer, le daba la sensación de que el Patriarca se metía demasiado con él, algo que provocaba que lo vigilase muy de cerca para ver si tramaba algo.

El entrenamiento, volvió a ser muy intenso, duro y agotador, el Carnero Mayor, se esmeraba en hacerles sudar, los dejaba exhaustos y derrengados, sin ganas de hacer nada más que irse a sus casas a descansar.

- ¡Venga! - exclamó al ver que los caballeros se sentaban - Recorran el santuario dos veces y después se pueden marchar.

El grito que dejaron escapar los doce caballeros dorados, fue general, pero Shion ni se inmutó, se limitó a intimidarles con la mirada para que obedecieran y hicieran lo que les había ordenado.

- Shion... ¿No te estás pasando? - dijo Dohko.

- Vaya, ahora estaba pensando en ti - le dijo rodeando su cintura con un brazo - tú quédate y entrenamos juntos - añadió guiñándole un ojo.

El resto de los caballeros, oyó la conversación, a todos les parecía injusto que tuvieran que subir y bajar dos veces las escalinatas del santuario, pero ninguno se atrevía a protestar, Shion era el patriarca y se debían acatar sus órdenes aunque no le gustaran.

- ¿No os ibais? - dijo retóricamente Shion.

Todos dieron un salto, todos excepto uno que no le dio la gana de quedarse callado.

- Si Dohko no lo hace, yo tampoco - dijo Mask haciendo que todos sus compañeros pararan en seco su marcha para ascender la escalinata que precedía al templo de Aries.

Afrodita, corrió hasta él y trató de que los acompañara, que acatara las ordenes del patriarca.

- Déjalo Mask, no vale la pena - susurro Afrodita.

- Suéltame Dita, no voy a consentir que me toreen, si Dohko no se da la paliza con las escaleras, yo tampoco iré - dijo sin dejar de mirar a Shion.

Shion caminó hasta ellos y se acercó a Mask quedando tan cerca que sus narices podían rozarse.

- Death Mask, ya veo que tu fuerte no es la obediencia - se burló apartándose al sentir un extraño calor.

Mask lo miró con odio mientras se separaba de su cuerpo, dudando por un instante en atacarle y hacerle que se comiera sus palabras o quedarse quieto y humillado.

La ira recorría cada poro de su piel, empezaba a cansarse de tanta provocación contra su persona, no deseaba seguir aguantándolas, pero Sión era sin duda más fuerte y poderoso que él... Aunque eso no evitaba que siguiera teniendo ganas de asestarle un buen puñetazo en la cara.

- ¿Algo más que añadir? O te quedaste sin palabras.

Esta última provocación, hizo que el vaso de la paciencia de Mask se derramara y estalló en rabia.

- ¡Sekishiki Meikai Haaa! - ataco con furia Mask.

Shion en un rápido movimiento, esquivó el ataque y barrió con una pierna a Mask que cayó al suele y se hincó de rodillas sobre el pecho de Mask.

- Tienes mucho que aprender Death Mask - dijo mientras el resto de caballeros miraban atónitos la pelea - lo que yo haga o deje de hacer con Dohko es cosa mía. Tú me obedeces y punto.

Mask le miraba rabioso desde el suelo, sintiendo como Shion controlaba perfectamente su fuerza y solo presionaba su pecho para retenerle inmóvil en el suelo sin causarle ningún daño.

- Deberías controlar menor tu rabia Mask - añadió con sorna.

No se oyó nada más, solo el latido del corazón de Mask que palpitaba furioso dentro de su pecho como queriendo salir de él.

Shion lo tomo de la barbilla sorprendiéndolo y haciendo le sonrojar al ver sus ojos amenazantes.

- Si se te vuelve a ocurrir atacarme, piénsalo mejor - le dijo - la próxima vez no seré tan piadoso.

Shion hizo fuerza con sus rodillas sobre el torso de Mask y se levantó sin dejar de mirarle.

Con esta acción, Mask sintió un dolor penetrante, pero no se quejó, no quería demostrarle que le había causado algún daño. Shion se giró después de ponerse en pie y se fue de nuevo hasta donde estaba Dohko ordenándoles a todos que se fueran a sus casas.

Los caballeros dorados, obedecieron, solo esperaron a que Shion se fuera primero llevándose a Dohko con él y haciendo caso al protocolo mostrando respeto con una reverencia.

Afrodita corrió hasta Mask para ayudarle a incorporarse seguido por Aioros, Aioria y Shura que también se preocuparon por su estado mientras el resto de sus compañeros miraban a pocos metros de distancia.

- Mask... ¿Estás bien? - preguntó Afrodita arrodillándose a su lado.

Death estaba pálido, todo lo pálido que su piel morena podía mostrar, tratando de coger aire y queriendo levantarse aunque no lo lograba.

- Espera que te ayudamos - habló Aioros al notar que esta simple acción le estaba costando.

Aioria se puso al otro lado y junto con su hermano lo levantaron para ayudarle mientras veían el rostro de Mask que cambió repentinamente a un gesto de profundo dolor.

- AGHHH - se quejó soltándose de sus compañeros y llevándose las manos al abdomen.

Afrodita lo sujeto por los hombros mirándolo preocupado, temía que Shion lo hubiese lastimado.

- Vamos, llevémoslo a su templo - pidió Afrodita.

Aioros lo tomo de un brazo y lo pasó por detrás de su cuello y Afrodita hizo lo mismo con el otro y entre ambos lo ayudaron a llegar a su casa.

La mueca de dolor en Mask no disminuya, al contrario, cada pequeño movimiento le dolía, cada roce con los que le ayudaban lo lastimaba, ni cuando lo recostaron en su propia cama, logró que desapareciera.

- Déjame ver - dijo Aioros mientras era observado por los demás caballeros.

Aioros levanto la ajustada camiseta y pudo ver lo que estaba temiendo, el abdomen se le estaba hinchando y le empezaba a teñir la piel un hematoma morado, justo en el mismo lugar dónde Shion había clavado sus rodillas.

- Lo que pensaba - dijo deslizando su diestra sobre el morado palpando la zona - tienes algunas costillas rotas. Creo que a Shion se le pasó la mano.

La noticia sorprendió a todos, jamás Shion se había excedido tanto, si era duro y exigente con todos ellos, pero se supone que es lo que debía hacer por su cargo, más sin embargo a pesar de los duros entrenamientos, nadie había resultado herido, él solo se limitaba a cumplir con sus obligaciones, pero empezaban a creer que se estaba excediendo con Mask.

- Iré a hablar con él - dijo Aioros.

- No, de eso nada - dijo Mask retorciéndose de dolor al incorporarse en la cama - no quiero darle esa satisfacción. Ya tuve bastante con que me viese humillado.

Aioros entendió a la perfección, más conociendo a Mask, orgulloso y dominante, verse bajo las rodillas de Shion, seguro que no le había gustado nada, aunque le pareció poder ver un atisbo de tristeza en sus ojos, algo que le dejo extrañado, como si a Mask le hubiese dolido más que Shion se fuese con otro a que lo golpeara.

- ¿Y que piensas hacer mañana? - preguntó - un hueso no se cura así como así - añadió.

- Ya veré, trataré de descansar bien y no excederme demasiado en los entrenamientos.

Tras estas palabras, sus compañeros se marcharon para dejar que descansara, todos a excepción de Afrodita que se quedó para ocuparse de los cuidados de Mask.

- Vete Dita - dijo serio - no necesito nada.

- ¡¿Quéee?! - exclamó - vamos déjame cuidarte - dijo insinuándose.

- Afrodita. No eres mi marido, no necesito que te quedes.

Afrodita se marcho muy enfadado, pero pensó que Mask estaría muy enojado por todo lo acontecido y caminó pesado hasta su templo, mientras Mask quedaba solo en el suyo lamentándose por su mala pata.

Por la mañana, Shion acudió como cada día a la sesión de entrenamiento, acompañado por Dohko, enojado y furioso sin que se le notara por fuera por el comportamiento de Mask.

- No se por que se pone tan iracundo - dijo Dohko al verlo pensativo - siempre fue así, limítate a ignorar sus arrogancias. Es la única forma de estar en paz en paz con él.

Shion alzó sus ojos para observar lo sabio que era Dohko, pero había algo, un nudo que le cerraba la garganta cuando Mask le provocaba, cuando le llevaba la contraria...

Al fin llegaron todos los caballeros al entrenamiento, algo agotados por el alboroto del día anterior, pero enseguida se pusieron a entrenar. El calentamiento sería un recorrido a paso ligero, el que no habían hecho el día anterior, recorrer el santuario entero.

Mask se estremeció ante esa orden, pero se limitó a mirar con odio a la figura esbelta y fornida de Shion, la misma que le había provocado esas roturas, y al que no le daría el gusto de conocer su dolor.

Se puso a correr, igual que los otros, seguido de cerca por Afrodita y vigilado por los ojos de Shion que ni por un momento los separó de él, de su cuerpo dorado por el sol, justamente todo lo contrario de su fría piel blanca.

A lo lejos, pudo ver como se detenía y se recostaba sobre uno de los pilares de leo, respirando con algo de dificultad y llevándose las manos al abdomen.

- Mask... ¿Estás bien? - le preguntó cuando retrocedió unos metros para ir hasta dónde Mask estaba apoyado.

- ¿Qué sucede chicos? - les habló Aioros al llegar a su lado.

Mask los miró a ambos, no quería admitirlo, pero las costillas le dolían demasiado.

- Te duele ¿cierto? - añadió Aioros - deberías ir a reposar, yo le explicaré al Patriarca.

- ¡NO! - exclamó Mask tomando de una mano a Aioros deteniendo su marcha - por favor, no le digas nada - rogó.

- Está bien, no diré nada, pero vámonos. Shion puede vernos.

Y era bien cierto, los había observado desde el primer momento, aunque no pudo oír nada de la conversación al estar algo lejos.

Cuando regresaron, algo le dolió en el pecho, Mask regresaba siendo agarrado por Afrodita que lo estaba ayudando, aunque él no pensó precisamente eso. Al instante de verlos en esa situación enfureció interiormente.

- ¡Ustedes dos! - gritó - ¿es que no pueden dejar de sobarse ni en los entrenamientos? - añadió furioso.

Las palabras de Shion sorprendieron a todos, sobre todo a Dohko que lo miró más sorprendido que el resto.

Shion se acercó a ambos y les ordenó separarse, el uno muy lejos del otro para proseguir con el entrenamiento, entrenamiento que por esa extraña situación, se torno más severo.

- Ya pueden irse todos, excepto tú Aioros, al resto les veré después en mi templo - hablo muy serio cuando dio por finalizado el entrenamiento.

Aioros se quedó quieto mientras los otros caballeros se marchaban e hincó una de sus rodillas en el suelo en señal del enorme respeto que le tenía al patriarca.

- Levántate Aioros, sabes que nunca exijo muestras de respeto, solo cuando me provocan - dijo solemnemente - ¿qué sucedió antes? - preguntó.

- ¿Nada que debía suceder? - respondió con otra pregunta para tratar de averiguar a lo que se refería.

- No te hagas el loquito conmigo. Los he visto con mis propios ojos. Hablabas de algo con el pez y el cangrejo.

Aioros enmudeció y quedo algo tenso, sabía que el patriarca les vigilaba mientras corrían, pero tenía la esperanza de que no los hubiera visto en esa situación. Aioros dudó un momento, tenía ganas de decirle todo lo que sucedía, que conociera el alcance de sus acciones, pero no quería traicionar la confianza de Mask, él era un buen muchacho, el defecto o virtud que tenía era que no sabía comportarse, su arrogancia, su orgullo desmedido era algo que siempre le recordaba a Aioria, pero por lo demás Mask era un fiel compañero que se preocupaba por los demás aunque no lo demostrara abiertamente aunque a veces sus gestos lo delataran.

- Mask se sentía mal - dijo rompiendo a medias el acuerdo de silencio.

- ¿Por qué piensas que iba a creer eso? - le contestó irónico.

- Por que es la verdad - alego Aioros - ayer le rompiste tres costillas cuando discutisteis - añadió rompiendo completamente el acuerdo.

Shion quedó pálido, más de lo que ya era recordando cada instante, cada momento del día anterior y cayendo en la cuenta de que lo que decía Aioros podía ser muy cierto.

- Y... ¿por qué demonios vino al entrenamiento?

- ¿Acaso no conoces a Death Mask? - le dijo sin ningún reparo - su orgullo es su debilidad, pero le comprendo. A ninguno se nos ocurriría mostrar nuestras debilidades ante ti. Nadie quiere fallar al Patriarca, incluido él. Además me pidió que no te dijera nada, pero rompí la promesa ante tu testarudez. Shion... ¿Qué te sucede con él? Creo que se te esta pasando la mano - acabó.

Shion lo miró, el arquero era valiente, nadie le había hablado antes con tanta sinceridad, pero era algo que sabía que con el tiempo podía pasar, Aioros era uno de los mejores, sino el mejor de sus caballeros, con conciencia, educado exclusivamente para ser caballero, con un don de mando excelente, inteligente y comprometido, un fiel compañero al que le gustaba tener cerca.

- Sabes, siempre tuve la certeza que serías un digno sucesor a mi marcha. Ahora acabo de comprobarlo - habló sin contestar a la pregunta que le hizo Aioros.

Shion lo dejo solo, sonriendo por las palabras que le había dicho para ir a buscar algo. Aioros esperó, el patriarca no le había dicho que se retirara, así que permanecería quieto hasta que este regresara. En esos minutos que esperaba, pensó en lo que podía pasarle al patriarca, tratando de adivinar por que había evitado responderle, algo que nunca hacía, Shion siempre enfrentaba con decisión todas las situaciones que se le presentaban, pero fue diferente en esta ocasión.

- Toma - le dijo Shion al regresar sacándolo de sus pensamientos - dale esto, que se lo aplique por la noche y se sentirá mejor. Solo te pido que no le digas que te lo dí yo. Dile que el remedio es tuyo - añadió.

- Shion... ¿Acaso te gusta Death Mask? - preguntó en un impulso in pensar en las consecuencias de sus palabras.

- ¡PERO COMO SE TE OCURRE¡ - contestó casi al mismo tiempo que Aioros terminaba la frase - yo estoy con Dohko - alegó.

- Tú, te acuestas con Dohko - respondió con completa confianza.

Shion se sonrojó, realmente no eran pareja, solo se divertían juntos, eso era todo, pero su rubor le traiciono y confirmo las palabras de Aioros.

- Aioros, no le digas a nadie - le pidió, más bien rogó.

- Shion... Ni que no me conocieras - respondió sonriente.

- Se que pensarás que me volví loco. Más sabiendo que él está con el loquito de la regadera, pero en algún momento sucedió, ya no podía dejar de pensar en él - le explicó.

- Tranquilo, todos sabemos que el amor es ciego, solo mírame a mi que a pesar de todo estoy con Saga - sonrió - pero estás equivocado en algo, no tiene una relación con Afrodita, solo son amigos con derecho a roce, muy a pesar de Afrodita.

En ese momento, terminó la conversación, Shion estaba algo sorprendido por las palabras de Aioros, si Mask era así con un amigo, como se comportaría con alguien al que amara se preguntaba.

 

Los días fueron pasando, tratando de adaptarse todos al calor del verano que se acercaba y que estaba pegando con fuerza. Con Shion haciendo entrenamientos algo más tranquilos para que Death Mask no se dañara y con Mask algo más calmado aunque no había un solo momento en el que no mantuvieran algún tipo de discusión absurda, la última y la más usada para enfrentarse eran los acercamientos de Afrodita a Mask.

- ¡Vosotros! - exclamaba Shion - separados estaréis mejor, les decía antes de ponerlos a cada uno en un extremo de la sala.

- ¿Y tú? Bien que le sobas las piernas a Dohko mientras le sujetas en los entrenamientos - respondía Mask acalorado.

Ese tipo de provocaciones, sorprendían a sus compañeros, a casi todos, y a las que se fueron adaptando y le encontraron incluso una parte cómica, solo Aioros se preocupaba realmente por el alcance que podía llegar a dañar mucho a Shion, el motivo sin duda eran los celos que sentía Shion al ver a Afrodita sobándolo así, y empezaba a creer que a Mask le ocurría algo parecido.

Pero solo era conocedor de los sentimientos de Shion, y con el cangrejo uno nunca sabía, veía como Shion trataba de alejarlos de distanciarlos, pero un día eso cambió y también Mask empezó a provocar a Shion.

- Dohko... Te olvidaste de las mazas de tu armadura para usarlas con Shion - dijo en un entrenamiento en el que Dohko le hizo una caricia a Shion - seguro que son de la medida exacta de su trasero - añadió rojo de ira.

- ¡Insolente! - enfureció Shion sin darse cuenta que Mask estaba celoso - vete de aquí... ¡AHORA MISMO! Permanecerás recluido en tu templo por lo que queda del día.

Mask obedeció satisfecho, ya que después de eso seguro que al Carnerito Mayor no le quedaban ganas de hacer nada con su compañero. Pero bien sabía como las gastaba últimamente Shion, así que mejor no volver a probar sus rodillas o golpes , todavía le dolían las costillas, las cuales ya estaban casi recuperadas.

- Bueno, aprovechando que ese descarado se ha marchado - habló Shion - como todos sabréis se acerca el 24, cumpleaños de Death Mask - dijo dejando a todos boquiabiertos - y vamos a organizarle una celebración que nunca olvide - añadió sorprendiéndolos más - cada uno se encargara de algo - termino de hablar.

Shion les entrego a cada uno un papel con sus tareas y les ordeno que marcharan a sus templos. Solo retuvo a Afrodita con el que tenía que habar y Dohko que se esperó.

- Afrodita, tu serás el encargado de distraerle, pero no es necesario que lo acoses y te lo lleves a tu templo para... para... bueno, tú ya sabes para que. Con un simple paseo por los alrededores del santuario bastará, y deben estar presentables. ¡Así que nada de sexo!

- Bueno, pero la mejor forma de entretener a mi Mask, es así, además seguro que a él no le importara - añadió riendo pícaro.

- ¡Te dije que nada de sexo! - replicó - solo un largo paseo y una charla, que seguro que no habláis demasiado.

- Vamos Shion... ni que estuvieras celoso - se burlo Dohko riendo descaradamente, risa a la que pronto se unió Afrodita.

Shion se ruborizó, un rubor que pasó desapercibido a los ojos de Afrodita pero no a los de Dohko que tras ver como Afrodita se marchaba riendo como un poseso, quedó serio y le hablo a Shion.

- Shion... Jamás fuiste tan atento conmigo o con ningún otro - le hablo con sinceridad, más bien celoso.

- ¿Y quien siente celos ahora Dohko? - contestó muy serio dolido por la burla aunque era cierto - creo que tú y yo solo éramos amigos con derecho a roce ¿no? Tú mismo me lo dijiste después de nuestra primera noche juntos... "No te ilusiones conmigo Shion... Esto es un simple juego, no quiero nada serio" - le recordó para después dejarlo solo e irse para seguir organizando la celebración.

Dohko no pudo contestar, lo que había dicho Shion era bien cierto, el mismo lo estropeo todo por miedo, por su falta de valor y demostrarle realmente lo que estaba sintiendo, que lo amaba con locura y que se entregaba a él por completo cuando Shion lo poseía cada vez que mantenían uno de sus encuentros.

 

Al fin el esperado día llegó y tal y como Shion le había dicho, más bien ordenado, Afrodita a las ocho de la tarde se llevo a Mask a dar un largo paseo para que ellos pudieran preparar la fiesta.

Lo llevó al lago, un hermoso paraje reservado sol para los caballeros, un lugar privado en el que ellos ya habían tenido muchos de sus intensos encuentros.

- Mask... Últimamente no eres el mismo conmigo, estás distante, te echo mucho de menos. Solo te preocupas de pelear con Shion... ¿Acaso te gusta?

- ¿Y que sí es así? - contestó - recuerda Afrodita que tú y yo no somos pareja. Ninguno de los dos quería eso ¿cierto?

Afrodita asintió, el fue el primero en meter la pata con esa relación al caer un día en los brazos de Shura, algo que Mask vio y le indico que para Afrodita, sus momentos de intimidad solo eran un juego, un desahogo, un encuentro en el que ambos liberaban la tensión y luego se iban cada uno por su lado incluso quizás en alguna ocasión charlaron tranquilamente, pero Mask no era de los que mostraba mucho sus sentimientos e interpreto mal un momento de debilidad que Afrodita tuvo con Shura para proteger su corazón y no implicarse demasiado en la relación con Afrodita.

Mask se adelantó unos metros mientras Afrodita lo miraba mientras caminaba, viendo como el sol se iba poniendo lo que le indicó el momento que habían acordado para su regreso.

- Mask... ¿volvemos a tu templo? Podríamos pasar tú cumpleaños juntos.

- La verdad que no tengo ganas de celebraciones, ya todos me saludaron durante los entrenamientos, así que me doy por satisfecho.

Afrodita se encogió de hombros y tomaron la dirección del templo de Cáncer hasta el cual le tenía que llevar y acompañarle hasta su interior para sorprenderlo.

Cruzaron todas las casas hasta llegar a Cáncer y lo encontraron todo en calma, con la luna que empezaba a verse en un cielo que iba oscureciendo.

- Gracias por el paseo Dita.

- De nada, siempre es un gusto poder estar contigo - dijo melancólico sintiendo que lo que había entre ellos se había perdido por completo - ¿puedo usar tu baño? - añadió para tener una excusa para poder entrar a su templo.

Mask accedió, no iba a echarlo, pero tenía ganas de estar solo, las dudas asaltaban su cabeza últimamente y no le dejaban descansar, así que en cuanto Afrodita se fuera, se acostaría para ver si conseguía dormir.

- ¡¡¡SORPRESAAAAAAAAAAAA!!! - gritaron sus compañeros asustando y dejándolo completamente confundido.

Se hizo la luz y quedó más sorprendido aún. Habían decorado su templo y preparado unos aperitivos y el pastel que le esperaba con sus velitas encendidas.

- ¡Vamos, apágalas! - dijo Aioros sonriendo.

- Sí, tienes que pedir un deseo - agregó Saga abrazando a Aioros.

Mask inspiró fuerte y sopló con todas sus fuerzas apagando todas las velas y provocando el estruendo de los aplausos de sus compañeros.

Sintió como sus mejillas desprendían calor, se teñían de un suave rubor por la vergüenza.

- Gracias a todos - dijo tímido.

En apariencia, Mask era un bruto descarado, pero la realidad era otra, disfrutaba de la compañía de sus amigos. Amigos que se acercaron a abrazarle y felicitarle de nuevo.

- Afrodita ¿Qué rayos haces? - dijo después de que este lo abrazase por la cintura y le diera un profundo beso en los labios.

Shion sintió de nuevo ese dolor, una puntada en el pecho producida por el acercamiento de Afrodita sobando descaradamente a Mask. Algo de ira y tristeza, sin habla apoyado sobre una de las paredes del templo.

- Hubieras preferido ser tú ¿cierto? - le dijo Aioros que dejo a Saga un momento - eso tiene fácil arreglo. Solo tienes que ir y hablar con él. Quién sabe, a lo mejor te sorprende.

Shion solo alzó la mirada, sin entender la indirecta de Aioros y frustrado por ser ciertas las palabras de Sagitario.

- Es muy fácil decirlo - contestó Shion poniendo las manos sobre los hombros de Aioros.

- Si no te decides, esta noche seguramente que la pasara con otro. Y no queremos eso... ¿cierto? - le provocó.

Shion dejo salir un bufido que hizo reír a Aioros y pensó como empezar una conversación.

- ¡Ah! Ya sé - dijo Aioros - ve y le felicitas de nuevo, es así de fácil - susurró a los oídos de Shion.

Lo miró con el ceño fruncido...

- Para este es todo muy sencillo - pensó - está bien Aioros, ya voy. Y luego yo soy el tozudo - agregó - gracias - terminó de decirle y lo abrazo agradecido.

Shion se separó de Aioros y miró hacia Mask que curiosamente lo estaba mirando, pero enseguida se giró sonrojado por que le habían pillado. Lo que en realidad hacía Mask era vigilarlos.

- ¿Por qué se darán tanto abrazo? - pensaba.

- Felicidades - dijo Shion estirando su mano para saludarle.

Mask se sorprendió, estaba tan metido en sus pensamientos que ni lo vio llegar.

- Eh... Gracias - dijo alargando la suya y tomando la de Shion.

En ese instante, ese pequeño instante que el contacto duro, ambos se estremecieron aunque trataron de disimular lo que estaban sintiendo.

- Y... ¿te gustó la sorpresa? - preguntó Shion tratando de disimular su nerviosismo.

- La verdad que no lo esperaba. Solo deseaba llegar y acostarme, estoy cansado últimamente - contestó.

- Bueno, espero que ahora ya no - alegó Shion empezando a reír.

Mask no podía creer lo que veían sus ojos, el Patriarca riendo a pierna suelta, algo que no era demasiado habitual, pudiendo ver su cara la cual desde hacía bastante tiempo ya no era ocultada por esa terrible máscara privándolos a todos de ver sus reacciones y para que negarlo, también de su belleza.

Pero había algo que Mask no entendía, tanta amabilidad hacia él, cuando siempre se limitaba a provocarle, definitivamente, pensó que Shion quizás había bebido demasiado, ellos nunca hablaban, solo discutían acaloradamente. Pero su risa le causo gracia y empezó a reír también, tanto que hasta empezaba a dolerle el estomago.

- Deberías haberme escogido a mi, ahora te están quitando a tú amado - susurró Shura al oído de Afrodita viendo como Shion y Mask charlaban y reían.

- ¡MASK ES MIO! - gritó Afrodita lanzando a Shura por los aires y rompiendo el acercamiento que se estaba produciendo entre Shion y Mask que se giraron a ver lo que pasaba.

Shura aterrizó sobre la mesa de los aperitivos que se rompió por el impacto. Se levantó y se fue hasta Afrodita mirándolo con rabia.

- ¿Te duelen las verdades? - le provocó empotrándolo contra la pared.

- ¡YA BASTA! - gritó furioso Mask - es que no sabéis comportaros - les dijo mirándolos con rabia.

Mask los intimidaba con la mirada, se sentía tan feliz hacía unos segundos, ahora se había ido todo al traste.

- Afrodita, yo no soy tuyo - añadió rectificando las palabras que dijo Afrodita.

Este lo miró, definitivamente ya no era el Mask de siempre, le observó y se fue corriendo del templo de Cáncer.

- ¿No podías contenerte Shura? - le dijo Aioros - siempre tienes que estar causando problemas.

Mask se marchó de su propio templo por la puerta de atrás, negando con la cabeza y se apoyo en una de las columnas para tratar de colmar sus ganas de golpear a Shura y Afrodita que le habían hecho enfurecer.

- Vamos muchachos, se acabó la fiesta - dijo Shion.

Uno a uno, se fueron marchando algo tristes, la sorpresa había sido excelente y todo estaba saliendo a la perfección cuando esos dos empezaron la tangana. Allí solo quedaron Shion, Aioros y que trataron de ordenar algo la casa del templo de Cáncer.

- Siento que se estropeara la ocasión - dijo Aioros - aunque... Afrodita parecía celoso... ¿O fue mi imaginación?

- No lo sé - dijo Shion resignado - pero empezaba a sentir que todo podía darse. Mask es tal y como pensaba una vez se muestra calmado y en confianza.

Mask calmó su furia y regresó al interior de su templo, encontrándose en el una imagen que no esperaba ni deseaba ver.

- Vaya ¿Qué diría Dohko ante esta situación? - los provocó descaradamente algo enfadado aún.

- Huy, huy Mask - protestó Aioros antes de que Shion saltara - nosotros no tenemos la culpa de nada. Bueno, Shion sí - dijo haciendo que este se sorprendiera - él se encargó de organizar toda la fiesta - añadió dejando a Mask confundido y a Shion completamente rojo por la vergüenza.

Shion intimidó a Aioros con la miradas y sintió como los ojos de Mask se clavaban en él... - ¿El organizó todo esto? - Pensaba - hubiese jurado que Shion le odiaba.

- Bueno... Yo me voy - añadió Aioros llegando a la puerta y dejándolos solos - Saga me estará esperando afuera. Por cierto, toma Mask, casi se me olvida dártelo.

Aioros lanzó un pequeño paquete, una cajita que Mask atrapó en el aire, pero no abrió en ese momento era otra cosa la que le interesaba.

- Así que... ¿Tú organizaste todo esto? - dijo - lo que me gustaría saber, es ¿por qué? Shion.

Shion se quedó callado, no sabía como contestarle, nunca había demostrado sus sentimientos a nadie y pensaba que Mask lo rechazaría, así que no sabía exactamente que decir o hacer para atraer su atención, aunque solo con que estuviera ahí era suficiente para Mask que no le quitaba ojo mientras se ponía a recoger todo el desastre.

Mask al ver su poca predisposición a contestar a la pregunta que le había hecho, se puso a recoger por otro lado de la sala, y Shion que lo vio, dejó de hacerlo.

- Solo quería que fuéramos amigos - le dijo a Mask que solo giró su cabeza para mirarle - quizás algo más - añadió rojo de vergüenza.

Esas palabras si que captaron la atención de Mask que se levantó dejando de hacer lo que estaba haciendo y le habló...

- Que pretendes Shion de Aries... ¿Es ahora cuando se cae la cortina y empiezas a atacarme como todos estos días? - añadió acercándose a él caminando de un modo sensual, insinuándose.

Mask llegó hasta Shion que nervioso, retrocedió por acto reflejo y terminó su camino obligado cuando se topó con la pared y viendo como Mask lo acorralaba poniendo sus manos apoyadas contra la pared y justo entre ellas, su cara.

Mask lo interrogó con la mirada, no vio la mentira en sus ojos, lo tenía tan cerca que sus alientos chocaban y sus corazones latían agitados, nerviosos ante la nueva sensación que experimentaban, sintiendo el calor que desprendían sus cuerpos por la escasa distancia, simulando a los polos opuestos cuando se pegaron completamente.

Mask dejó de acorralarle por un momento, solo para sacarse la remera que le molestaba, dándole un espectáculo a Shion que al ver su torso bronceado mordió su labio inferior y le salto al cuello como un lobo feroz que ataca a un cordero provocando que ambos se precipitaran al suelo.

La caída, impidió a Shion hacer lo que deseaba, pero cuando se encontró encima de Mask sonriendo y disfrutando de ese momento no dudo y lo beso de un modo apasionado.

Un beso que ambos deseaba, que anhelaban desde hacía tiempo pero que nunca llegaba.

Se separaron solo un instante para recobrar el aliento que les faltaba mientras Mask abría sus piernas despacio dejando así a Shion entre ellas para que ambos estuvieran más cómodos.

- Mask... - suspiro al tiempo que se separaban y empezando a acariciar el musculoso torso de Mask.

Mask trato de incorporarse, para voltear a Shion pero este lo detuvo...

- Mask... déjame hacer... ¿sí? Se que te gusta llevar el control, pero es algo que me gusta hacer a mi también, sólo déjame hacer y verás que no te arrepentirás.

Un sudor frío recorrió su espalda, dejar que tomaran su cuerpo, era algo que nadie había tenido el privilegio de conseguir, pero esta vez era distinto, así que accedió dejando que Shion tomara el control de la situación.

Shion se incorporó y tendió la mano a Mask para ayudarle a levantarse.

Caminaron hasta el sofá entre besos y caricias que se incrementaban al sentir la necesidad de complacerse.

- ¿No tienes calor Shion? - dijo Mask después de levantarse y sin que Shion pudiera contestar le arranco la preciosa camisa de seda que llevaba puesta.

Shion sonrió y empujó suavemente a Mask para que se dejara caer sobre el mullido sofá. Lo miro lleno de lujuria y pensamientos impuros y se inclinó sobre él para continuar besándole. Un beso en el que su lengua recorrió toda la cueva que es su boca hasta que empezó a descender por su cuello y luego su pecho con el cual se entretuvo algún tiempo.

Mordió sus tetillas para luego excitarlas con su lengua para después seguir con su camino cuando Mask sintió la necesidad de volver a besarlo. Tomó sus mejillas entre sus manos y obligó a Shion a ascender para poder besarlo. Mientras lo hacia, Shion se entretuvo tratando de soltar el cierre del cinturón y para poder abrir el pantalón que le molestaban para poder acariciarlo más profundamente.

El miembro de Mask empezó a reaccionar con solo sentir el roce del brazo de Shion en su empeño por desnudarlo.

Mask aprovechó la situación y tomó ventaja recostando a Shion sobre el sofá para poder desnudarlo. Se puso en pie y lo miró con deseo, la blanca piel de su pecho le gustaba tanto...

- No puedes evitarlo... - dijo sonriente Shion al ver como Mask cambiaba el rol.

- Sólo será un momento - le contestó - enseguida te dejo...

Se agachó y tomo las perneras del pantalón de Shion y lo estiró, tan fuerte que se llevó el calzoncillo con él. Shion se sonrojó al verse desnudo, algo que Mask pudo ver y se sacó su propio pantalón y el boxer negro mostrando todos sus atributos.

Shion se estremeció, ahora entendía el recelo de Afrodita, ahora sabía por qué lo quería solo para él. Pero ahora la situación era bien distinta, se estaban mostrando tal y como eran, el uno para el otro sin que nadie los molestara.

Mask se volvió a sentar y Shion volvió a su antigua posición, se sentó sobre las piernas de Mask y volvió a besarlo.

- Estás muy pero que muy bien - dijo en un susurro.

- Tú tampoco te quedas atrás - contestó Mask desviando sus ojos que recorrieron todo el cuerpo desnudo de Shion.

Shion siguió con el camino que llevaban antes sus labios y volvió a besar el torso de Mask descendiendo hasta que hubo algo que lo detuvo.

- Siento esto - dijo pasando sus manos por el abdomen de Mask.

- ¿Lo sabías? - preguntó extrañado.

- Sí. Conseguí que Aioros me lo explicara después de interrogarle - dijo con algo de pesar.

Mask se inclinó para besarlo suavemente en una de sus mejillas.

- Gracias por el remedio - dijo susurrándole al oído - Aioros me contó - añadió y lo besó en los labios.

Sonrieron al separarse de aquel calido y tierno beso y coincidieron pensando que Aioros era algo desvergonzado.

Shion ya no se entretuvo más y tras hacer un poco de fuerza con una de sus manos para recostar a Mask, besó la zona donde Mask había sido dañado provocando que la piel de Mask se erizara y haciéndole soltar un sonoro gemido cuando ferozmente devoro su sexo.

- Ahhh... Lobo con piel de Cordero - gimió Mask cosa que provoco a Shion y aumento sus caricias sobre el sexo de Mask, mordiéndolo y estrujándolo con la mano cuando no era cubierto por su boca.

Mask sentía que iba a estallar, más bien lo necesitaba, las intensas caricias de Shion, su boca, su lengua que recorría todo su miembro provocaban que quisiera terminar...

Tomo la cabeza de Shion entre sus manos y le indicó con dos movimientos que aumentara la intensidad. Shion comprendió perfectamente la acción y con una pequeña pero deliciosa mordida sobre su sexo, estalló.

Mask quedó completamente exhausto, recostado sobre el sofá cuando Shion se incorporó y guió su sexo a la entrada de Mask que lo miró con una ceja enarcada y sonrió indicándole que podía continuar con lo que deseaba hacer.

- Ve con cuidado - pidió.

Shion sonrió ante la petición y lo beso para relajarlo al tiempo que entraba suavemente en su cuerpo. Mask se

Tensó ante el dolor que estaba sintiendo, pero Shion siguió avanzando, viendo como Mask se arqueaba y cerraba sus ojos agarrándose a sus brazos. Este embistió por ultima vez y entró completamente en Mask al que volvió a besar tratando de relajarlo.

Shion empezó a salir lentamente, provocando a Mask un dolor al que poco a poco se acostumbraba, disfrutándolo al volver a sentir las caricias sobre su pecho y excitándose al tiempo que Shion lo penetraba.

Con el paso de las embestidas, Mask ya no se quejaba, sino que gozaba con ellas, más al sentir nuevamente su miembro hinchado que chocaba con el abdomen de Shion masturbándolo y llevándolo al limite del placer.

- Ahhh... Shion... - jadeaba - no te detengas - rogaba.

Para Shion, esas palabras eran como subir al cielo y escuchar cantar a los coros de Ángeles.

Incrementó el ritmo de sus embestidas sin olvidarse del sexo de su amante y continuó masturbándolo con la mano al tiempo que entraba en su cuerpo. Sintió como el líquido caliente y espeso de Mask se derramaba en su mano y embistió fuerte culminando y llenando a Mask que gimió por el calor que lo estaba inundando.

Shion se dejó caer a su lado y recobraron las fuerzas y el aliento, calmando así sus cuerpos que respiraban agitados.

Se sentían en la más absoluta de las glorias, lo habían disfrutado al máximo, preocupándose del otro y colmándose de mutuas atenciones.

Los minutos fueron pasando y sus cuerpos estaban recuperados preparados para un nuevo asalto. Mask, sintió de nuevo las manos de Shion deslizándose por su cuerpo.

- Mmmm... Qué bien se siente eso - dijo completamente relajado demostrando sus sentimientos y sonrojándose cuando se dio cuenta de ello.

Shion le obsequió con una gran sonrisa y acto seguido empezó a besarlo como compartiendo su mutuo afecto, el que ambos se estaban regalando. Mask ejerció presión con ese beso y se tumbó sobre Shion, cambiando su posición y tomando el control de la situación.

Descendió rápido para llegar al miembro de Shion y meterlo en su boca más rápido aún, arrancando gemidos de pasión desenfrenada de los labios de Shion. Mask sintió como el sexo de Shion tomaba forma en su boca, como crecía, como endurecía, como palpitaba...

- Cangrejillo, sigue - dejó escapar en un susurro.

Mask sintió como Shion se relajaba, como empezaba a expresar sus más ocultos deseos, algo que le agradaba y le permitía a él mostrarse tal y como era en la intimidad, un hombre normal con un corazón que siente, que ama...

Siguió acariciando las ingles de Shion mientras su boca degustaba el exquisito miembro del Patriarca que empezaba a emitir evidentes gemidos evidentes y que le indicaban que el momento del clímax se acercaba.

Mask se detuvo, privándole del placer de acabar en su boca y se sentó sobre el sofá y estiró de un brazo a Shion para que quedara sentado a su lado.

- Ahora voy yo Carnerito - susurro a su oído provocando que Shion abriera los ojos de par en par, con una mirada sorprendida y viendo la lujuria impresa en las pupilas de Mask.

Este se incorporó para luego arrodillarse ante Shion, colocándose entre sus piernas y acariciando sus pezones con los dedos.

- Seré cuidadoso - susurró ante sus labios - creo que ambos estábamos en la misma situación...

El rubor de Shion, confirmo sus palabras nunca antes otra persona les había tocado tan profundamente. Así que se podía decir que se estaban entregando el uno al otro lo más sagrado, dejando su orgullo de lado y cediendo a las peticiones de su acompañante...

Mask estiró de las rodillas a Shion y lo dejó recostado en el sofá, con su entrada justo a la altura que el necesitaba para poseer su cuerpo totalmente. Separó sus nalgas y ante la cara de temor de Shion trató de relajarlo. Su boca recorrió todo su cuerpo, dejando de lado el miembro de Shion y llegando hasta su entrada la cual se contraía, un imperceptible movimiento que dejaba que la lengua de Mask y su saliva lo prepararan para el posterior acontecimiento.

Los sonoros jadeos de Shion indicaron que se había relajado, así que sin más, se plantó de rodillas apuntando a esa excitada entrada y comenzó su incursión, lenta pero placenteramente, sintiendo como Shion se agarraba a su cuello mientras su carne se abría paso en su cavidad, dilatándola a cada empuje, humedeciéndola con los previos fluidos que dejaba su miembro que se deslizaba llegando hasta llegar al final de sus entrañas.

- Ahhh... - jadearon simultáneamente.

Algo que a ambos les estremeció, el acoplamiento de sus cuerpos era perfecto, pero Mask quiso más, deseaba hacer gozar a Shion, que lo sintiera más en profundidad. Lo levantó por la cintura y tras sentarse sobre el frío suelo hábilmente sin salir del interior de Shion lo sentó lentamente sobre su endurecido sexo sujetando sus nalgas para que no se hiciera daño en la caída mientras se adaptaba, cosa que no pudo evitar completamente al ver como Shion se agarraba a su cuerpo y dejaba escapar un leve quejido.

- Pronto pasará, lo prometo - le dijo a Shion que se sorprendió que se preocupara por su dolor.

Shion agradeció el gesto con un beso y enroscando sus piernas a las caderas de Mask mientras que él lo rodeaba con sus fuertes brazos por la cintura y empezaba un baile lento de movimientos que enseguida sincronizaron y los llevaba hasta el mismísimo paraíso.

Las lentas y delicadas embestidas de Mask hacían gozar al máximo a Shion que sintió que se venia muy rápido, demasiado y no quería, no deseaba terminar...

- Mask... Ahhh... Detente que... - rogaba.

- Shhhh - lo calló - acaba - añadió para después besarlo y abrazarlo fuertemente contra su cuerpo.

El contacto de la piel de Mask sobre el miembro de Shion le provocó el deleite máximo a Shion que sin poder evitarlo vencido por la gran excitación estalló impregnando con su semilla sus cuerpos.

Shion se separó de los labios de Mask y lo miró extasiado.

- Ahhh... Ahora entiendo a Afrodita - dijo inconscientemente - este... yo... lo siento no quería estrop...

Mask puso un dedo sobre los labios de Shion para que no siguiera, no le había importado el comentario, pero necesitaba hacerle saber algo a Shion...

- A Afrodita me lo follaba. A ti te estoy haciendo el amor Shion - le dijo estando aún en el interior de su cuerpo.

Shion se emocionó con esas palabras y recostó su cabeza sobre el hombro de Mask escondiendo la cara en su cuello y se abrazó más fuerte aún de lo que ya estaba sintiéndose lleno por completo por primera vez en su vida.

Mask le correspondió y también estrechó el abrazo, sintiendo a Shion relajarse por completo, quedando muy callado y escuchando los latidos de su corazón que ahora eran más tranquilos y más lentos.

- Shion... - susurró sin obtener respuesta.

Intuyó lo que ocurría y se inclino dejando caer la cabeza de Shion suavemente sobre su mano.

- Se durmió - sonrío viendo el rostro de Shion.

Se levantó con cuidado, saliendo del interior de Shion al cual alzó con mucha facilidad y lo estiró sobre el sofá para que siguiera durmiendo.

Se fue hasta el ropero de su dormitorio y tomó una manta, la que siempre usaba en los cambios de estación cuando refrescaba para arroparse en la soledad de su templo. Volvió al salón y arropó a Shion con esa mantita que estaba impregnada de su perfume, de su olor. Quedó embobado por un momento, vigilando el sueño de Shion, observando es cuerpo de piel pálida, sus verdes cabellos, su fina cara... Viendo como los primeros rayos de sol empezaban a iluminar su casa.

Decidió entonces preparar algo de comer para cuando Shion despertara, un suculento desayuno y luego seguir con los besos y caricias que estaban calmando la soledad que antes sentía.

Se dirigió a la cocina y preparó un delicioso café italiano, algo de leche caliente y puso la plancha a calentar para preparar unos deliciosos panqueques que serían bañados con dulce de leche.

De pronto sintió que unos brazos rodeaban su cuerpo causándole un ligero susto.

- Que bien huele - dijo Shion asomándose por encima del hombro para ver lo que estaba haciendo.

Mask se giró y lo abrazó fuerte para después darle un beso que casi lo deja seco en el sitio por lo intenso y profundo que resultó.

- Shion... Vuelve - le dijo al verlo completamente ido con los ojos cerrados y pensando que el beso que acababa de darle le había gustado demasiado - ¿quieres darte un baño?

- Claro, creo que es una excelente idea. Podemos bañarnos y jugar con el jabón sobre nuestros cuerpos - sugirió.

- Ve tú primero, yo luego voy - contestó mirando su reacción por el rabillo del ojo.

Shion se decepciono, creía haber sido bastante directo con su insinuación, pero parecía que Mask no lo había captado y prefirió quedarse terminando de preparar el almuerzo a estar con él de nuevo.

- No te ilusiones demasiado - pensó dejando escapar un suspiro al entrar en la habitación de Mask.

Mask sonrió mientras lo observaba a lo lejos y oyó el suspiro de Shion al entrar en su cuarto y posteriormente el ruido del agua golpeando suave las paredes y la mampara. Apagó el fuego y luego se fue directo hasta el baño donde Shion le proporciono una visión que jamás olvidaría. Ver como el agua resbalaba por los más recónditos centímetros de la piel de Shion lo dejo perplejo. Entró en la ducha sin hacer mucho ruido para después volver a correr la mampara y sorprendió a Shion rodeando su cintura con sus manos.

- Creí que no venías - musitó Shion.

- ¿Y dejarte solo? Eso nunca - contestó obligándole a que se girara.

Mask tomó el mentón de Shion y le obligó a mirarle a los ojos fijamente perdiéndose él en los suyos, descubriéndole toda la ternura que podía demostrar y se besaron emocionados sintiendo como una extraña sensación se apoderaba de sus cuerpos.

Salieron de la ducha dejando todo el piso mojado y cayeron en la cama, Mask sobre Shion que lo acogió entre sus brazos.

- Termina con lo que no pudiste antes - pidió Shion recordando que había caído dormido en sus brazos sin que acabase.

Mask quiso complacer a Shion primero antes de volver a entrar en su cuerpo, así que lo acarició hasta que estuvo completamente excitado y descendió recorriendo con su lengua ese cuerpo perfecto hasta que llegó dispuesto a engullir su sexo de nuevo, pero un escalofrío recorrió todo el largo de su espalda al ver el miembro erecto de Shion y recordó el sinfín de sensaciones que sintió al tenerlo dentro.

Sin más, se sintió invadido por un extraño deseo y subió hasta los labios de Shion para después sentarse lentamente sobre su sexo. Shion se incorporó y gimió de placer mientras se recreaba con la acción de Mask que quedó completamente sobre él y lo abrazó sintiéndole por completo.

- Ahhh - jadeo al sentir el sexo de Shion en sus adentros - quería repetir esa sensación, gozar mientras vuelves a poseer mi cuerpo.

- Tus deseos son ordenes para mí Cangrejillo travieso - contestó sonriendo pícaro.

Shion y Mask hicieron el amor de nuevo, exploraron nuevamente el cuerpo del otro gozando de las caricias hasta que culminaron al mismo tiempo y cayeron dormidos en un profundo sueño vencidos por el agotamiento.

 

Las horas pasaron y Mask despertó en la tarde de ese placentero sueño que disfrutó al lado de Shion y se extrañó al voltearse para abrazarle y no encontrarlo a su lado en la cama.

De pronto el corazón y el pecho se le encogieron. Se sintió solo, abandonado y empezó a pensar que Shion le había utilizado para pasar un buen rato y después se había marchado. La angustia y el desaliento se apoderaron de su cuerpo y su mente que por momentos se fue desmoronando. Apretó sus manos arrugando las sábanas y sintió como las lagrimas rodaron por su cara...

- Mask... ¿Todo bien? - preguntó Shion cuando regreso del baño y preocupado al ver a Mask en ese estado de animo.

Mask se estremeció, Shion no se había marchado y sin poder evitarlo lloro desconsolado embargado por una extraña mezcla de angustia y felicidad.

- ¿No pensarás que me había ido? - dijo sentándose a su lado.

Mask se sonrojó y desvió su cabeza hacia otro lado avergonzado, no quería que Shion lo viera en ese estado, pero Shion no le dejó y se arrodillo frente a él y tomo su mentón para alzar su rostro y obligarle a que viera sus ojos.

- Mask, yo no quiero que esto sea un juego como lo que tenía con Dohko. No soportaría tener que compartirte ahora que te he conocido más a fondo. Quiero ser solo tuyo y que seas solo mío, compartir mi vida que antes era solitaria y convertirla en una bonita historia de amor. Pero solo contigo Mask ¿Qué me dices? - preguntó con decisión.

Mask no podía acabar de creer todo le que escuchaban sus oídos, le pareció entender que Shion quería compartir su vida con él, solo con él y con nadie más y se abrazó a Shion empezando a llorar, esta vez de felicidad.

- Shi... Shion - balbuceó tratando de calmarse - disculpa mis lágrimas, pero son lágrimas de emoción al oír unas palabras deseadas - continuo mientras Shion las secaba acariciándole con sus manos - a mi también me gustaría compartir mi vida contigo si es que me aceptas.

- Y como rechazarte Cangrejito lindo, desde hace un tiempo me volvías loco con tus provocaciones y soñaba despierto en como sería poder estar a tú lado. No soportaba verte con el loquito de las flores.

- ¡Bueno! - exclamó - tú tampoco me lo pusiste fácil - sonrió.

Unieron sus labios sellando el acuerdo para cerrar el trato que más adelante decidirían como llevar a cabo.

De pronto, un pequeño ruidito los separó.

- Mmmm... Vaya forma de romper el encanto del momento - dijo Shion - lo siento, creo que mis tripas están protestando - añadió escuchándose el mismo ruidito de nuevo - ¡Eh! Esas no fueron las mías - dijo rompiendo a reír.

- Sí yo también estoy hambriento - dio Mask y se unió a la risa de Shion - vamos, acompáñame, prepararé algo para cenar... Desde la celebración que no probamos bocado.

- Bueno - contestó Shion - no se tú, pero yo he probado el cangrejo por primera vez y te aseguro que me ha encantado - dijo haciéndole cosquillas en el cuello con las yemas de sus dedos.

Mask se sonrojó, jamás le habían dicho cosas bonitas, en parte el también era culpable, pero se sentía tan bien de haber encontrado a alguien que quisiera estar a su lado.

- Venga, cojamos algo de ropa y vayamos a comer - dijo Mask.

Le pasó unas prendas para que pudiera cubrir su desnudes y tomó otras para poder tapar la suya para después salir y dirigirse a la cocina.

En el camino, Shion encontró algo que recogió y pasó a Mask. Se trataba del regalo que le había hecho Aioros y rápidamente lo abrió para ver el contenido del receptáculo cuadradito en el que se encontraba el regalo. Sacó la tapa de madera para después mirar a Shion sorprendido.

- Este Aioros... - dijo.

Tomó el contenido entre sus manos, dos colgantes con dos símbolos mezclados entre si y con un nombre grabado.

- Creo que este es para ti - dijo Mask haciéndole llegar uno de los medallones en el que ponía Death Mask y se quedó con el otro en el que se podía leer otro nombre, Shion.

Aioros había sido el guardián del secreto de Shion y con Mask lo intuyo, así que escogió dos pequeñas laminas de mármol las cuales talló para darles una forma rectangular y grabó los símbolos de Aries y Cáncer entrelazados dando a entender al que lo viera, la unión de ambos, correspondiéndoles a cada uno el que llevaba el nombre del otro grabado.

Shion tomó el colgante de las manos de Mask y lo giró, quedando él a sus espaldas para poder colgárselo. Se acerco a su oído tras ponérselo y le susurró un... - TE AMO - que hizo temblar a Mask el cual se giró y tras mirarle sorprendido le contestó en sus labios - YO A TI TAMBIÉN - le puso el colgante a Shion y lo besó emocionado.

- Vaya, vaya - exclamó Aioros entrando - y nosotros preocupados por que no sabíamos nada de vosotros desde ayer en la noche.

Sus otros compañeros lo miraban extrañados, jamás hubieran imaginado tal relación, más después de los acontecimientos pasados que se habían presenciado, pero entendieron que los amores reñidos, son también los más queridos y sonrieron aceptando la situación. Todos excepto Dohko y Afrodita que no habían ido a buscarlos por que sabían o creían saber muy bien dónde estarían.

- Vamos, quedaros a cenar - dijo Mask - enseguida preparo algo - añadió y se fue a la cocina acompañado por Shion que tomó su mano al vuelo para que lo esperara.

- Yo te ayudo - le dijo posando un dulce beso en sus labios entrelazando los dedos de sus manos.

Aioros sonrió feliz al verlo y entonces fue interrogado por sus compañeros que intuyeron que él ya sabía o había tenido que participar en algo.

La paz y la tranquilidad llegó para casi todos ellos a excepción de dos que tuvieron que ver como por su egoísmo o su falta de decisión habían perdido al único ser al que realmente habían amado y al que también por sus actos habían alejado para siempre de su lado.

 

- Fin -

 

 


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