Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Confesiones de Año Nuevo por Gadya

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Fic viejo, de la época en que mi musa no se revelaba contra mi potestad, sino que trabajaba sumisa ¬¬ como extraño esas épocas...

 

Por supuesto, no soy Kurumada, todo lo demás se sobreentiende T_T 

CONFESIONES DE AÑO NUEVO.

 

            Quietud... tan sólo el sonido de la nada puedo escuchar, aturdiendo la monotonía de mi eterna meditación... El vacío me llena, me inunda, me rodea como la vida misma que estoy negándome por ser quien soy, quien debo ser, quien estoy destinado a ser...

 

            Otro minuto que muere, otro año que se marcha, otra etapa de mi vida que cierra para dar paso a una nueva, igual que la anterior, cargada de hastío y soledad, olvidando sin poder olvidar lo que mi alma grita a las tinieblas, lo que tu no sospechas y yo no puedo confesarte, el amor que hace ya muchos años se agita bajo mi piel, recordándote cuando no estas, torturándome cuando entras como un vendaval, rompiendo la rutina de mi Santuario enfermo de silencio.

 

            El sol se cuela por mi ventana como un sigiloso ladón, iluminando mi sempiterno ritual, robándose, con gozosa algarabía, la poca concentración que he logrado retener luego de haber evocado tu imagen por enésima vez en el día. Estiro mis piernas, quienes con mudo fastidio, me reprochan tanto tiempo de ocio, y me acerco a la puerta de mi Templo, a contemplar el patio del tuyo, en donde, seguramente, estas entrenando. Sé que luego te marcharás a cambiarte, y llenarás mi Morada de risas y bromas, invitándome a la Celebración de Año Nuevo, y ofreciéndote a esperarme mientras me arreglo para una fiesta a la que no asistiré, tan sólo para que mañana regreses a contarme lo que recuerdas que hiciste antes de que el alcohol reclamara tus sentidos, mientras yo intento, inútilmente, curar tu rebelde resaca. Todos los años ha sido así, siempre he sido el buen amigo que alivia tus dolencias, que, silenciosamente, vela por ti, sin pedir nada a cambio, mas que tu compañía. Nunca viste el fuego que se enciende en mis mejilla cuando sonríes, nunca pudiste adivinar lo que cada mirada significa, o quizás nunca quisiste hacerlo, o tal vez, yo no quería que lo hicieras.

 

            El viento de la tarde se mezcla en tu cabello, tu rostro, sonrojado evidencia, con un jadeo, la seriedad que pones en cada entrenamiento, y no puedo evitar sonreír al contemplar al orgulloso León arrojarse al suelo muerto de cansancio, como un niño pequeño, cubierto de satisfacción. Enredo mis manos en mi cabellera, soñando que es la tuya, que he salido de mi Templo en tu ayuda y te recuesto en mi regazo, mientras tú, feliz, te dejas arropar por las caricias que mis manos te prodigan. Cómo quisiera correr a tu lado y cubrirte de besos, meterme entre tus brazos y morar en el espacio de tu abrazo para siempre, olvidando, sin remordimientos, al Buda que en alguna vida pasada fui... pero otra vez la realidad me golpea. y regreso a mi refugio en las sombras, recordando que no puedo escapar de mi destino, que tu corazón indómito no me pertenece.

 

             Otra vez quietud, otra vez soledad, y otro año que me atraviesa sin dejar rastro de su presencia en mi vida de un instante repetido infinitamente en toda una existencia. El tiempo corre maratón en el reloj, arrastrando al sol en su frenética carrera, y la luna ocupa su trono, segura de su dominio, dueña de la noche, mientras, encerrado en mi soledad, espero tu llegada, tu invitación que volverá atraerte mañana a mi lado.

 

            Tus pasos sacuden el silencio de mi monotonía, trayendo un poco de realidad a mi etéreo universo, y tu voz se multiplica en la magnificencia de la Casa de la Virgen. Lentamente te acercas a mi ubicación, sentado, intentando meditar con tu humanidad tan cerca de la mía. La oscura túnica, retazos de noche sobre tu cuerpo, se burla de mis celos, rozando felinamente tu piel, y tu sonrisa, eternamente presente, me saluda en silencio.

 

-¿Necesitas algo?- te pregunto como cada año, en un deja vú repetido como un rito místico sagrado.

 

-Sabes bien a qué vengo-

 

-La famosa fiesta- te digo, y suspiras resignado, sabiendo que, otra vez, voy a negarme

 

-Shaka, por favor... si quieres, te espero hasta que estés listo-

 

-No... - te respondo pesadamente, dejando entrever cuanto me duele esa respuesta.

 

-No nada- te oigo decir con aire determinado, te acercas tanto a mí, que la oscuridad que rodea tu cuerpo me hace cosquillas.- No voy a marcharme de aquí si no vienes conmigo.-

 

-¿Por qué?- pregunto confundido, perdiéndome en la inmensidad de tus pupilas, que me confían un secreto que no alcanzo a comprender

 

-¿No lo ves? Porque este año no quiero embriagarme de vino- dices, acariciando mis mejillas encendidas con tus dedos temblorosos.- Porque este año quiero embriagarme de ti- y tus labios se cuelan entre los míos, y tu lengua ocupa el espacio que por derecho le corresponde, y así me cuentas tu verdad, que cada año comenzado con alcohol era mi culpa, por no haberme dado cuenta de que me amas tanto como yo a ti; y con ese beso lleno de pasión y de sabor al Año Nuevo, cierro otra etapa de mi vida, empezando una distinta, quebrando la continuidad de mi existencia, ocupando mi lugar en el mundo, entre tus brazos.

 

            Y perdido en tu boca, sumergido en tu esencia, encerrado en tu presencia, caigo en la cuenta, entre risas, de que ninguno de los dos ira a la Fiesta este año: y con tus labios en mi boca, y tu pasión en mi interior, con tu cuerpo sobre el mío y mi locura tatuando tu espalda, comienzo el Año Nuevo

Notas finales: Virus no, por favor, que tengo muchos prácticos para Tecnología T_T

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).