Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Planta & Masky por AthenaExclamation67

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Son dos historia medio cortitas que decidi subir juntas...

Death Mask & Afrodita 

La Planta

By AthenaExclamation67

 

No se lo pudo ocurrir nada mejor, o una locura mayor para el día de mi cumpleaños, seguro que podia haberse roto la cabeza un poquito más escogiendo mi regalo.

 

¡¡UNA PLANTA CARNIVORA!!

 

-          ¡Majadero, tarado! - le gritaba una y otra vez.

-          Pero Dita... Yo pense que te gustaría, que te haría ilusión, mira que es una especie rarisima - trataba de explicarse.

Los gritos de Dita resonaban por todo el santuario y llamó la atención de todos los que se encontraban paseando.

Saga y Aioros, entraron corriendo al Templo De Piscis, pensando que habria ocurrido algo malo, más lo que vieron allí, los dejó medio pasmados.

-          ¡Tú no me amas! - repetía Dita - Te crees que merezco este regalo.

-          Eres un desagradecido - le contestó Mask - ya veo que solo te interesan mis buenos regalos.

Las palabras de Mask fueron duras e hirientes, pero en un momento así, la colera va por delante y te hacen decir cosas que no sientes.

Mask salió muy deprisa del Templo de Piscis, sin que Saga lograra detenerle y echando pestes por su preciosa boca.

-          Pero Dita... ¿Qué les ha pasado? - preguntó Aioros.

-          ¡Pero miren lo que me ha regalado!

Saga y Aioros se miraron y dijeron al unisono...

-          ¡LA CONSIGUIÓ!

La cara que puso Dita fue un poema.

-          ¿De que hablan? - Preguntó - ¡Contesten!

Dita empezaba a enfadarse y mucho, al no tener ninguna respuesta de sus compañeros se preocupó.

-          ¡CARAJO! ¿Es que no me van a decir?

-          Te pasaste - le dijo Saga muy serio - Mask a movido cielo y tierra para encontrar esa dichosa planta y así se lo agradeces.

El rostro de Dita quedo asombrado ante tal respuesta y sus ojos empezaron a humedecerse cuando sus amigos empezaron a explicarse.

Días antes...

-          Chicos, teneis que ayudarme a encontrarla - rogó Mask.

-          ¿Encontrar que? - preguntaron Saga y Aioros extrañados.

-          Verán, quiero encontrar esto para regalarselo a Dita en su cumpleaños - explicó mientras mostraba la foto.

Entonces Saga y Aioros se miraron extrañados y sorprendidos del regalo y para que engañarnos, también por el comportamiento del muchacho que no era el de siempre, huraño y malhumorado, separado de todos, siempre iba a la suya hasta que los caminos de ambos se cruzaron.

Con Dita era distinto, parecia otra persona, pero solo y exclusivamente con el, si algun otro compañero trataba de acercarse, salia siempre con alguna ironia para que se alejasen. Pero no con Dita, con el era amable y cariñoso, atento y sevicial. Todo lo que hiciera falta para que su lindo pececillo fuera feliz y nada le faltara.

-          ¿Estas seguro que le va a gustar? - pregunto Saga - mira que es una cosa bastante rara.

-          ¡EXÓTICA! No rara. ¡Como creen! - exclamó.

-          Pero Mask, mira que Dita es muy especial con los regalos, sorprendentemente, los unicos que no cambia son los tuyos por extraños que sean.

En verdad Dita era muy exquisito para con sus cosas. Si le regalabas un jersey...

-          Está grande, me gustan más ajustados.

Si el regalo era un pantalón...

-          El talle es muy alto, me gustan con la cintura más baja y ¡Por Dios! ¿eres daltonico, como escogiste ese color?

Con los chocolates, dulces o pasteles...

-          ¡Pero oigan! ¿Acaso quieren que pierda mi bella y esbelta figura? Desconsiderados, claro, como ninguno de ustedes es el más bello de los aballeros de Athena, no tienen que cuidarse, pero yo tengo una reputación ahí fuera.

Con los cuadros...

-          Este... te devolverán el dinero ¿cierto?

Zapatos...

-          No combinan con mi ropa, dame mejor el ticket de compra y voy a ver si encuentro algo

Peluches...

-          ¿Acaso creen que soy un niño?

Engreido, egocentrico, creido, esas y algunas otras palabras que no vamos a mencionar, eran las que salian de las bocas de sus compañeros al oir los reclamos del muchacho. Si que era hermoso, sobre todo a los ojos de Mask, pero en lo de creido... ¡Se pasaba!

-          Mira Mask, mejor regalale otra cosa, no sea que la sorpresa te la lleves tú - dijo Aioros.

-          No, no y cien veces no. Estoy decidido, solo ayudenme a encontrarla.

Los muchachos, buscaron en Google (ya dije en otra ocasión que el templo de Cancer es el más moderno ¿cierto?) donde encontrar el bendito regalo. Una pagina por aquí, otra por allá y al fin lo encontraron.

-          Queda un poco lejos, pero vale la pena, es perfecta para el jardin de Dita, casi tan hermosa como él. Esta vez será distinto.

Mask sin dudarlo, tomo su auto y corrió hasta aquel lugar para comprar el regalo.

-          Dita, como ves, se empeño mucho en encotrarte este regalo - le dijo Saga para terminar de explicarse.

-          Si ya veo...

-          Y aún te diré más, y se que esto me costará un disgusto con él, pero cuando se fue a comprar la planta y dijo que esta vez sería distinto, yo le pregunté y quedé petrificado.

-          Pero... ¿Qué fue lo que te dijo? Dime.

-          Ya que lo quieres saber... Mask cree que guardas todos sus regalos en un armario para no verlos, exceptuando los que ya sabe de antemano que te van a gustar.

-          Pero eso no es cierto - replicó antes de echarse a llorar.

Se dio cuenta que había sido un bruto y se fue para el templo de cancer para intentar arreglar su metedura de pata.

Los escalones que descendia, parecian multiplicarse, deseaba llegar al templo de Mask, pero al mismo tiempo, no sabia que decirle. Pensaba en cual sería el mejor modo de disculparse y tratar de sacarle de la cabeza que es un egoísta.

Llegó a la gran entrada y tomo todo el aire que su pecho podía retener, mientras lo expulsaba, notaba como su cuello y garganta empezaron a temblar.

-          Mask - llamo con miedo a obtener una respuesta.

Titubeaba, un pie quería adentrarse en el templo, pero el otro permanecía inmóvil, sin ninguna reacción.

Se debatía en un mar de sensaciones que le hacian estremecer. Recuerdos imborrables, felices, sin preocupaciones, juntos, amandose.

-          ¿Espero que no estes enojado aún? - dijo tomando aire de nuevo y entrando sin más.

Busco por toda la estancia, cocina, salón, comedor y no conseguia hallarlo. Volvio a inspirar con fuerza y se dirigio al unico lugar donde no había mirado.

En ese pequeño recorrido, unicamente pensaba en lo mucho que lo amaba, cuando se encontraron per primera vez, el primer beso, la primera noche juntos, despertar abrazados cada mañana...

-          ¿Qué haces aquí? - dijo saliendo completamente desnudo de su cuarto.

Dita se erizó, el tono usado no era el habitual, no era el Mask sonriente que le consentia.

-          ¿Viniste a devolverme tu regalo o vas a dejarlo tirado en cualquier parte como los otros?

Dita empalideció, estaba totalmente enfadado, definitivamente no era el Mask de siempre.

-          Mask yo... lo siento - le dijo al tiempo que trataba de abrazar su cuerpo desnudo.

-          ¿Qué sientes Dita? - espetó alejandose para no ser abrazado - ¿Qué te haya descubierto? Imagino que hablaste con Saga y te habrá contado, ya estaba harto de ocultarlo, es más, porque deberia hacerlo cuando a ti poco te importa si lastimas a tus amigos con tus desprecios. O a mí por tu falta de confianza. Cuando no eres capaz de ser sincero y prefieres ocultar las cosas para así no tener que enfrentarme. ¡Acaso no te lo dejé bastante claro Dita, es que no ves cuanto te amo! Lo unico que haces es herirme y separarme de tu lado.

Las palabras de más fueron contundentes, no calló, necesitaba expresar todo lo que sentia, lo herido que estaba por ese comentario, pero lo que más le dolió fue que no lo retuvo cuando se marcho en medio de la discusión sin tratar de frenanrlo.

-          Mask, espera esto es un malentendido - dijo casi llorando.

-          ¿Malentendido? Tus palabras fueron muy claras Afrodita no dejaste lugar a dudas. Yo me abrí a ti en cuerpo y alma, solo atí, no quería a nadie más a mi lado, pero veo que no soy lo suficiente para ti, necesitas a otra persona que te ame mejor que yo a tu lado. Yo moriré cada dia sin ti, pero necesito que la persona que esta junto a mi tenga confianza y sea sincero conmigo. Afrodita, tu y yo así no vamos a ningun lado.

Sin más, se fue hasta el baño dejando a Dita llorando, abrio el grifo y tal como el agua envolvió su cuerpo, cayó al suelo de rodillas, derrotado, destrozado y llorando.

-          ¡Dios mio que hice! He perdido a la persona que más me ama y a la que más amo. Afrodita me ha llamado, nunca lo hace, solo cuando esta muy enfadado por algo, pero siempre se arreglaba, el siempre cedia...

En ese preciso instante fue cuando Dita se dio cuenta,el siempre cede, y yo le sigo ahogando...

"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" y así era, había perdido a Mask por una estupidez aunque parecia que el vaso ya estaba rebosando.

Así daba fin a la mejor etapa de su vida y fue incapaz de afrontar la situación y se fue de ese lugar, dejando a Mask sin el consuelo que por un instante mientras lloraba angustiado en la ducha penso que quizás fuera a consolarle y le demostraía cuanto le estaba amando...

 

- Fin -


 

 

MASKY

By AthenaExclamation67

 

 

Habían pasado ya algunos días, todo se había estropeado y por su culpa.

Dita se sentía fatal y se sintió muy agradecido cuando sus amigos anularon su fiesta de cumpleaños. Solo se limitó a agradecerles la visita, pero no hubo jolgorio ni cantos.

Ese 10 de marzo, no hubo fiesta, ni tampoco quiso regalos, solo quería a Death Mask y después de oír sus duras pero certeras palabras no pudo reaccionar. Salió de su templo y corrió hasta el suyo para poder llorar. Llorar de amargura por culpa de sus estupideces y sus caprichos.

-          ¿Como pude irme sin intentarlo? Debe odiarme por flojo y desconsiderado - se lamentaba.

Afrodita se lamentó todo el día, sus amigos trataron de consolarle los primeros días, pero no lo conseguían. La primera semana fue la peor, él era incapaz de mirar a la cara a DM y DM se iba del lugar si Afrodita estaba o aparecía por casualidad.

Así se pasaron toda la semana, evitándose. Uno llorando por encontrarse más solo que nunca cuando pasados los primeros días se decantaron por apoyar a DM y DM le odiaba por que no sentía que Afrodita realmente lo amaba.

No podía creer que le amase como dijo, y dudaba que en alguna ocasión lo hubiera hecho. La inseguridad se apoderó de DM, dudaba del amor que creía que le daba Afrodita fuera real.

                                                                        

*+*+*+*+*+*+*+*+*

 

"Afrodita... Tú y yo no vamos así a ningún lado"

 

Esa era la frase maldita que resonaba en la cabeza de Afrodita constantemente.

-          Tengo que buscarlo y explicarle, necesito que entienda que está equivocado, que lo amo con locura y que deseo estar por siempre a su lado. No se por que reaccioné así, pero lo arreglaré, no se como, pero debo conseguirlo - se decía una y otra vez.

 

MARTES 17:00...

Reunión de Caballeros Dorados en el Gran Salón de Audiencias del Patriarca. Todos escuchan atentos las órdenes cuando...

-          Mask, por favor, vuelve conmigo, te extraño muchísimo, no puedo vivir sin ti - lloraba arrodillado frente a él.

-          Afrodita, no te pongas en ridículo, no conseguirás nada, tuviste tú oportunidad y la has perdido - le dijo mientras se marchaba del lugar.

Todos miraron asombrados la actitud de Afrodita, se estaba rebajando, humillándose para recuperar a DM. Afrodita, llegó a su templo destrozado, llorando.

-          Masky... Ya no quiere ni oírme, ni es capaz de tenerme enfrente. Siempre se va.

Afrodita, se desahogaba hablando con sus plantas y flores, les explicaba sus penas mientras las regaba. Cuando ese día termino de hacerlo se fue a la cama y trató de idear algún plan que funcionara.

 

MIÉRCOLES 15:00...

Hora de almorzar en el Restaurante del Santuario, Afrodita se vistió con ropa informal y se encamino al Restaurante. Una vez estuvo allí se fue directo hasta DM y le empezó a hablar.

-          ¡Hey chicos! - dijo - ¿Mask, cuando vamos a hablar? - bromeó al tiempo que le rodeaba un hombro.

-          Afrodita... - suspiró enojado - gracias por tomarte mis sentimientos en broma, es justo lo que necesitaba para confirmar lo que pensaba.

DM se levantó sin terminar su comida y se marchó del restaurante sin terminar de almorzar. Afrodita, se quedó sin habla y regresó a su templo destrozado.

-          Masky... No tengo nada que hacer, me odia y hoy todavía lo empeoré, se cree que me burlaba de sus sentimientos y no era así, yo solo quería que todo fuera más tranquilo, creí que así rompería la barrera que nos separa.

Afrodita, salió de su jardín después de tratar de consolarse con sus plantas y se fue a la cama. Solo eran las cinco de la tarde, pero no tenía ánimos de nada, solo se puso a pensar en otra cosa para el siguiente intento.

 

JUEVES 10:00...

Afrodita se levantó, se bañó y después de arreglarse salió corriendo hacia una tienda. Después de comprar lo que quería se fue en busca de DM al cual halló sentado al pie de las escaleras de su propio Templo.

-          Toma, te compré este regalo, seguro que te gusta.

-          Afrodita... ¿Acaso crees que puedes comprar mi amor? No quiero nada de ti, no pierdas tu valioso tiempo en mí y dedícate solo a ti mismo como tanto te gusta.

DM, se marcho de nuevo, dejándole con la palabra en la boca.

-          Masky... Lo ha vuelto a hacer, yo solo estoy tratando de mostrarle cuanto le quiero y que necesito estar con él y no lo consigo, solo consigo que se aleje más y más de mi. Supongo que lo tengo merecido, me está haciendo pagar los desprecios que le di.

Afrodita seguía hablando solo en su jardín, su remanso de paz, el único sitio donde podía hablar sin miedo a meter la pata, él sabía que ellas le entendían, y precisamente por eso les hablaba.

 

VIERNES 12:00...

Afrodita, amanece arropado por el aroma de sus flores. En algún momento de la noche mientras compartía sus penas con sus flores, debió quedarse dormido. Se levantó y fue a dar un paseo sin ningún tipo de intención, empezaba a rendirse, ya no le quedaban fuerzas... Después de recorrer varios lugares del Santuario...

-          ¡Qué haces, deja de seguirme! - le gritó DM.

-          Pero que dices, yo no te estoy siguiendo.

-          ¡Llevas toda la mañana tras de mi, ya me tienes harto!

-          ¡Estás tan cerrado pensando en ti mismo que no dejas que me explique! Yo no te seguía.

-          Verdad que duele Afrodita... - Le dijo con mucha ironía.

Afrodita no lo pensó, por un acto reflejo le dio una bofetada a DM y salió corriendo para encerrarse todo el día en su templo, dejando completamente pasmado a DM.

-          Masky... Esto ya se nos ha ido de las manos. Lo único que estaba haciendo era dar un paseo, y él creyó que lo estaba siguiendo. ¿Qué esta pasando? Este dolor me esta matando.

 

El sábado no salió, quedo todo el día en su templo, pasó toda la mañana en la cama, dando vueltas, enredándose con las sábanas, llorando desconsolado, triste y desolado por haber perdido a DM

Cuando reunió las fuerzas suficientes, se levanto y tras ponerse un poco decente fue hasta su jardín para atender sus flores y plantas que siempre atentamente le escuchaban.

-          ¡NOOOOOO! - gritó - ¡¿Masky, que te pasa?!

-          ¡Afrodita! ¿Qué pasa por que has gritado?

Afrodita se asustó al reconocer la voz que estaba escuchando.

-          ¿Qué haces aquí, vienes para seguir rechazándome? - preguntó con mucha tristeza - Pues venga, sigue, se que lo merezco, fui muy egoísta.

DM no entendía nada, el estaba allí para hablar, había decidido ir a aclarar las cosas y que fuera lo que dios quisiera, si se arreglaba todo perfecto, pero si no había nada que hacer se iría para no volver jamás. Pero ese grito lo confundió, le dejo completamente descolocado y por eso se apresuró para encontrar a Afrodita para ver si estaba bien. Cuando lo encontró le dio la sensación que escondía algo.

-          ¿Qué es eso Dita, que escondes? - pregunto apartándole para ver lo que ocultaba.

-          Masky... Es Masky ¿No recuerdas que es?

DM tenia la cara transformada, no entendía nada - ¿Qué hace Dita hablando con esa flor? - se preguntaba.

-          Es el primer regalo que me hiciste - le explicó dejándolo completamente sorprendido - La Orquídea Negra.

-          ¡LA GUARDASTE!

-          Si Mask, tengo todos tus regalos guardados como oro en paño, no tirados en un armario como tu crees. Con Masky me dio pena que fuera a marchitarse y la plante en mi jardín, igual que he hecho con la plantita carnívora que me regalaste. Pero por lo visto, por aquellas ironías de la vida, no es suficiente que te pierda a ti, parece que también la voy a perder a ella.

DM no podía creerlo, el pensaba que los había guardado para no tener que verlos.

-          Vaya - dijo - estaba equivocado.

-          Si... - le dijo suspirando mientras regaba a Masky para tratar de cuidarla.

-          En verdad me amas ¿cierto? - añadió mientras observaba como se desvivía por esa flor.

-          Si no lo sabes ya quizás si que deberíamos...

DM no dejo que terminara la frase que iba a decir, atrapó los labios de Dita con un beso. Un beso que parecía que era el primero, ambos se relajaron un poco más y tras abrazarse se fundieron en un solo cuerpo.

Cuando Afrodita se separo por falta de aire, las lágrimas empezaron a correr furiosas por su cara, presa de la felicidad y la emoción que sentía en ese momento.

-          No llores amor - le susurró antes de volver a besarle.

Ese nuevo beso los encendió e hicieron el amor como jamás antes hicieron. Compartieron caricias, se amaron con delicadeza y pasión, como si fuera la primera vez que lo hacían, se entregaron en cuerpo y alma el uno al otro, ahora que volvían a ser felices por volver a estar juntos.

 

Cuando despertaron después de amarse, Afrodita no pudo evitar volver a llorar al ver como los oscuros pétalos de Masky volvían a brillar radiantes.

 

- Fin -

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).