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Hold My Hand por crazymilychan

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Notas del capitulo: Dedicado a Nitrosa~!

Apretó su mano con fuerza negándose a soltarla, la verdad era que no se atrevía a hacerlo. Su mirada clavada fijamente en aquel pedazo de piedra esculpida que su erguía ante él, imponente, haciéndole sentir como un pequeño niño.

Su cuerpo inmóvil en la misma posición desde hace ya varias horas, sus ojos clavados sobre aquel objeto inerte, su rostro no alojaba expresión alguna, en su mente ningún pensamiento coherente se hacia presente.

¿Pero que se podía pensar en ese tipo de situación? ¿Qué tipo de pensamiento podía surcar su cabeza disminuyendo aunque fuese ligeramente el dolor? ¿Qué recuerdos podían acudir a ella sin generarle ese desagradable nudo en la garganta? Aquel que se había hecho presente inmediatamente fue informado de la noticia.

Su padre había muerto.

El ser humano al cual le tenía gran respeto había perecido fugazmente a miles de kilómetros de donde se encontraba.

No lo podía creer dieciséis horas antes cuando le notificaron la perdida. Seguía sin querer reconocerlo a pesar de llevar ya más de cuatro horas en el cementerio.

Su pecho dolía pero sus ojos no derramaban ninguna lagrima, quería gritar demostrarle al mundo su dolor pero de su garganta no salía ninguna palabra. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? ¿Cómo deshacerse de la sensación de angustia y dolor que le recorría por dentro?

Muchos le admiraban por ser fuerte y el mismo se vanagloriaba de serlo. Le decían invencible como un dragón y ahora sabía que era aún mas frágil que un pequeño ciervo.

No procesaba lo sucedido, no quería afrontar la realidad y con el paso de los segundo se sentía cada vez mas y mas pequeño, minuto a minuto mas indefenso.

Aquel hombre, el mejor, su superhéroe ya no existía mas, había perdido la batalla, la ultima que todos libran, de la que nadie puede escapa, de la que ninguno queda exento. Se sentía tan desprotegido. Siempre se hizo a la idea que seria el primero en partir, que sus padres llorarían su muerte y enterrarían su cuerpo.

Siempre lo creyó y ahora entendía perfectamente lo que equivocado que estuvo al creer tontamente ese sueño, absurda idea que se arraigo en su pequeño cuerpo, quizás cuando tenia diez años y vivió la perdida de su abuelo.

Sabiendo que siendo el único hijo varón debía ser ejemplar, tenaz, no perfecto, pero si lo suficiente fuerte para soportar ese tipo de acontecimientos, un hombre fuerte, maduro, recto, imagen que representaba, mascara que se desvaneció poco a poco cuando sonó su móvil unos minutos después de terminar su mas reciente presentacion , su primer concierto.

Y estando ahí se daba cuenta de que no era nada de lo creyó ser, no era fuerte, quizás lo creía por su aspecto, no era un hombre pues se sentía tan pequeño en ese momento.

No sabía que hacer, el mundo parecía cerrarse sobre él con el paso del tiempo, los segundos corrían tan eternos, su mano aferrada a la de su compañero en todo momento.

Y movió sus ojos enfocándolos en otro sitio, en esa maraña de piel que lograban crear sus dedos entrelazados. Inmediatamente su cabeza se lleno de preguntas, y dentro de todas esas cuestiones deseo saber que era lo que pensaba aquel ser que se encontraba a su lado.

¿Qué pensaría sungmin de él si lo viese llorar en ese instante? ¿Qué haría si se derrumbara frente a él (cosa que ni siquiera ante LeeTeuk había hecho)?.¿Que sucedería si por casualidades de la vida, la lluvia comenzase a caer y él no se moviese de ahí, aprovechando la oportunidad para descargarse, confundiendo con las gotas de agua su sufrimiento?.

Nunca pensó atravesar ese tipo de sucesos con él a su lado, sería un mentiroso si dijera que alguna vez llego a creerlo. Y ahora que lo tenía ahí, sus manos en ese contacto tan estrecho.

Alzo la vista y lo comprendió, miro su rostro y lo entendió por completo.

Sungmin era fuerte, tan fuerte como quizás el nunca pudiese llegar a serlo, la respuesta llego al instante en el que vio como las lagrimas se deslizaban por sus mejillas, y como a pesar de eso seguía firme, mirándole de reojo, medio sonriendo ofreciéndole fuerza y consuelo de la forma en la que nunca creyó alguien pudiese hacerlo.

Como lloraba la perdida de un ser humano y al mismo tiempo se volvía un pilar para otro, como le hacía entender que aún seguía ahí, vivo, aunque sus pies se posaran sobre tierra de muertos.

Las cosas nunca eran realmente como uno creía que eran y el hombre que el creyó débil por mucho tiempo, termino no siéndolo, era tan fuerte como el alguna vez creyó ser, le ofreció paz, deshago y fortaleza con una sonrisa, con un simple gesto.

 

Fin

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