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Limones Dulces por Nessa Yaoi

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                   Limones Dulces

 

- "ahí esta de nuevo con su rara forma de mirarme... ¿Qué es lo que quiere de mi? Con sus extraños ojos siento que ve a través de mi cuerpo como cuando peleamos en el examen para chuunin... ¿revancha tal vez? no parece ser una persona rencorosa pero... en realidad no se nada de él,  lo conocí durante el examen,  entonces... ¿Por qué? - se preguntaba Naruto mientras caminaba por la calle central seguido por un par de ojos blancos que no lo perdían de vista en ningún momento.

Luego del fallido intento por regresar al Uchiha a la aldea,  y con las consabidas heridas de casi todos los miembros en dicha empresa,  Hyuuga Neji heredero de uno de los clanes más poderosos de toda Konoha dedicaba todo su tiempo libre en vigilar al ojiazul sin que éste supiera la razón para dicho seguimiento... ya que Neji tampoco lo sabia con seguridad.

- hora de llenar el estomago - a unos pasos del Ichiraku.

- "estas demasiado tranquilo para alguien que casi pierde la vida a manos de "tu querido Uchiha" a la vez que casi pierdo la mía por alguien que no vale la pena... es tu culpa,  y creo que de alguna manera tendrás que pagármelo... Naruto"

El Hyuuga observaba detenidamente al rubio a unos metros del puesto de ramen,  se apoyaba en la pared con sus brazos cruzados y sin importarle para nada el hecho de que el ojiazul se diera cuenta,  por el contrario,  quería que supiera que estaba ahí y donde quiera que él se encontrara,  la presión sicológica era su meta y estaba convencido de que su victima estaba llegando al limite.

- "¿hasta cuando va a continuar con esto? ¿Debería enfrentarlo? No creo que sea prudente después de todo lo que paso,  sin embargo... puede que lo este malinterpretando"

Terminado su almuerzo decidió dar un paseo para despejar su mente no sin antes echar un vistazo sobre su hombro para asegurarse de que el ojiblanco no lo seguía.

- "estos últimos días han sido bastante aburridos,  Sakura-chan esta tomando lecciones con la Obacha y Kakashi-sensei esta en una misión especial y aun no regresa aaah... entrenar solo no es divertido,  al menos con Sasuke...será mejor que no piense en eso" - bostezando acostado bajo un árbol cerca del río,  un estupendo lugar para una siesta.

Suave brisa,  el sonido de las hojas en el aire y una sigilosa melodía de las aguas que caían de la cascada hacían del lugar el ambiente perfecto para relajarse y soñar.

- estas muy tranquilo Naruto... debes tener la conciencia limpia o... totalmente despreocupada.

- ¿Y que con eso?

Sentándose en la hierba y poniendo su mirada en el chico sentado en una roca cerca de la orilla.

- dímelo tú - devolviendo la mirada.

- no veo porque tendría que decirte nada,  ya que con esos ojos  crees saberlo todo... eres igual de arrogante y presumido que...

- ¿el Uchiha? - endureciendo su mirada.

- igual que él,  tú también me ves como un ninja inferior... como casi todos los demás - agudizando sus ojos.

- ¿entonces porque el empeño de regresar a la aldea a una persona que olvido lo que es la lealtad para con los suyos? - Con tono de enfado - poniéndote y poniéndonos en riesgo por un sujeto que se marcho por su propia voluntad... ese traidor - apretando sus puños.

- somos ninjas,  era una misión y había que cumplirla como cualquiera otra.

- no para ti,  te lo tomaste como algo muy personal.

- no niego que así fue,  después de todo era mi compañero de equipo ¿Qué habrías hecho en mi lugar?

- no estoy en tu lugar,  y mis compañeros de equipo saben perfectamente donde esta su lealtad.

- eso quiere decir que no lo sabes o... ¿tu corazón es tan frio como para ignorar lo que pueda pasarle a los demás?

- a veces me enfermas con tu modo de ser... eres un problema - acercándose un poco más.

- siendo que me has estado vigilando desde hace tiempo... creo que eres tú el del problema - acostándose de nuevo en la hierba dándole la espalda al ojiblanco.

- solo porque quiero tener muy presente la cara del perdedor que me derroto...  por suerte - observando al bulto en la hierba.

- ¿otra vez con eso? Creo que te deje bien claro lo que puede hacer un perdedor si se lo propone,  a todo esto... ¿que es lo que realmente quieres?

- estoy seguro que si peleara contigo de nuevo  ganaría.

- no voy a darte ese gusto,  no tengo porque demostrarte nada y... si ya terminaste ¿podrías dejarme en paz? Aunque si observarme te hace feliz... no me importa - serrando sus ojos.

- "¿hacerme... feliz? - dando unos pasos hacia atrás y apoyando su espalda en el árbol.

El Hyuuga miraba el cuerpo que despreocupadamente descansaba a sus pies,  un deseo interno e ignorado por su propia mente lo impulsaba a no querer apartarse del ser que creía insolente,  fanfarrón y que no llegaría a ser un buen ninja por más que se esforzara,  quería retirarse pero sus pies no lo obedecían,  luego de mucho esfuerzo logro que estos se movieran,  ya que la mente rechaza lo que el cuerpo desea,  después de andado varios metros con la firme convicción de que la mente manda sobre el cuerpo,  la ansiedad era tal que los deseos de su cuerpo se sobreponían a los mandatos de su mente  haciéndolo volver sobre sus pasos.

- "¿Qué es lo que me esta pasando? No logro coordinar mis pensamientos con mis acciones... ¿Por qué? quiero alejarme de él pero no logro hacerlo... ¿tanto es mi empeño por martirizarme con su presencia? ¿Por qué lo hago? Rivalidad... eso debe ser" - sentándose bajo el árbol y contemplando al ojiazul que para ese momento se hallaba dormido.

No supo cuanto tiempo estuvo observando al rubio pero para él fue como si hubiera sido un segundo,  poco a poco el gitsune abrió sus ojos estirando sus brazos perezosamente mientras bostezaba,  restregó sus ojos y miro hacia el lado donde estaba sentado el Hyuuga con sus ojos puestos en él.

- ¿aun estas aquí? - levantándose y poniendo las manos en su cintura - bien, me voy a donde la Obacha,  digo... para ahorrarte tiempo buscándome,  quizás te haga un itinerario de mis actividades para que sepas exactamente donde estoy y cuando... aunque déjame decirte que no siempre sigo mis propias reglas,  adiós - echando a correr hacia la aldea,  el ojiblanco estiro su brazo inconscientemente como tratando de retenerlo,  al darse cuenta de la acción involuntaria agarro dicho brazo con su otra mano reprochándose así mismo por su debilidad.

- "¡basta! Ya basta de eso... no voy a dejar que alguien como él me inquiete de esta manera... es un don nadie" - respirando hondo para recuperar la tranquilidad innata que formaba parte de su personalidad.

Con paso seguro se dirigió de vuelta a la aldea y a su casa,  pero de nuevo la inquietud se apodero de él cambiando sus pasos de dirección hacia el edificio de la Hokage,  pero esta vez ocultando su presencia como avergonzado consigo mismo por no poder dominar la debilidad en la que el rubio se había convertido para él.

- demonios... nada de misiones para mi hasta que Kakashi-sensei regrese,  demasiado tiempo libre y nada en que gastarlo - murmuraba el rubio a su salida del edificio de la Quinta - nada por aquí,  nada por allá... probablemente se canso - mirando hacia los lados.

- ¡Naruto-kun! - Llamo la bestia verde de Konoha - ¿has visto a Neji?

- Mmm... para nada - pensando que ese asunto del gato y el raton era mejor guardarlo entre los dos.

- ¿Dónde se habrá metido? Se supone que nos veríamos para entrenar... ¿quieres hacerlo conmigo? - pregunto con entusiasmo al rubio.

- no es mala idea,  si sigo esperando por algo que hacer me voy a oxidar... hasta puede que aprenda algo bueno de tu forma de pelear... en fin,  te voy a machacar - corriendo junto con Lee al campo de entrenamiento.

- "¡no iré,  no voy a... ¡rayos! - con un impulso más fuerte que su propia voluntad se dirigió apresuradamente tras los dos ninjas.

Ya en el campo de entrenamiento y tras algunas explicaciones de Lee sobre golpes de ataque cuerpo a cuerpo iniciaron el entrenamiento,  puñetazos iban y venían entre bromas y risas por parte de ambos chicos,  en realidad el rubio tenia tiempo en el que no se había divertido tanto como hasta ese instante,  el ojiblanco los observo por un rato hasta que decidió hacer acto de presencia.

- ¿están entrenando o jugando? - dirigiendo su mirada especialmente al rubio.

- Neji... al fin apareces.

- las dos cosas - dijo el rubio.

- eres un inmaduro... justo lo que siempre he pensado de ti.

- ¿también pensaste eso cuando perdiste? - Arrugando sus facciones molesto - tal vez quieras enseñarme tu madures "señor experimentado"

- oigan chicos... - decía Lee tratando de calmar las cosas.

- como quieras,  pero te advierto que yo no seré tan blando como Lee... si quieres pelear conmigo atente a las consecuencias - apretando sus puños.

- ¿pelear? ¿Quién dijo algo de pelear? Se supone que estamos entrenando - decía el moreno colocándose entre ambos ninjas,  pero al parecer ninguno de ellos escuchaba.

Los dos se miraban directamente a los ojos para prever cualquier movimiento diferente a la forma pasiva que ambos adoptaran al inicio de su confrontación,  podría decirse que se estudiaban... pero no era el caso,  ya que conocían mutuamente la forma de pelea del otro a causa de su previo choque durante el examen para chuunin,  el cual no terminaron ya sabemos porque razón.

- ¡Byakugan!

- "oh no,  ahí esta de nuevo con esa técnica tan extraña,  hace que sus bonitos ojos se vean como los de un demonio con problemas de gases,  un momento... ¿bonitos ojos? ¿Yo dije eso? Creo que estoy desvariando,  el nada en que ocuparme me hace pensar cosas raras... ¡aquí viene! - viendo al ojiblanco abalanzarse sobre él con su palma al frente,  trato de esquivarlo retrocediendo.

- ¡eres lento! - asestando el golpe.

- aaaahg... - volando varios metros después de recibir el impacto en su pecho.

El gitsune permaneció encogido en el suelo mientras se apretaba el pecho por el dolor,  su respiración se aceleraba por momentos mientras un hilo de sangre escapaba por las comisuras de su boca,  el corazón del Hyuuga dio un vuelco al ver la magnitud del ataque al ojiazul.

- ¡Naruto-kun! - grito Lee corriendo hacia el rubio - ¡no debiste hacer eso,  no había razón para ser tan brusco Neji! - le reclamaba cuando paso al lado del Hyuuga.

- e-en verdad... cof debes... aaah odiarme m-mucho - mirando de reojo al castaño - jejeje... esto no cuenta como... - perdiendo el sentido.

- ¡Naruto-kun!  ¡Naruto-kun despierta! - Moviéndolo - ¡Neji!

El Hyuuga despertó de su letargo mental y fue hacia ellos.

- oh,  por Kami,  su corazón esta latiendo muy despacio - dijo Lee asustado.

- ¡hazte a un lado! - ordeno casi derribándolo.

El ojiblanco puso su mano envuelta en chakra sobre el pecho del rubio después de abrir la cacheta naranja,  comenzó a dar masajes sobre el corazón del ojiazul hasta que éste adquirió su ritmo normal,  mientras lo hacia no dejaba de pensar en su rabia al momento de asestar el golpe que lo había dejado en ese estado.

- "¿Por qué? ¿Por qué lo golpee con tanta fuerza? ¿Qué es lo que me impulsa... al extremo de querer dañarlo tanto? ¿Qué es lo que esta mal conmigo? ¿Es porque no puedo perdonar el que me haya vencido o es porque...  no me mira como lo hacia con el Uchiha? ¿Celos de ese malnacido? Celos... ¿Por qué dije esa palabra?" - Recogiendo el cuerpo del rubio del suelo - va a estar bien,  me hare cargo de él.

- ¿y quien se hará cargo de ti? Desde hace días actúas muy raro - opino Lee.

- no se de que hablas - desapareciendo con el rubio en sus brazos.

- Neji... "creí que tu pelea con Naruto-kun había desterrado el odio de tu corazón"

- "¿Por qué mi mente asocia al Uchiha con la palabra celos?  No tiene nada que ver conmigo... ¿Qué clase de relación tendrían esos dos? Espera... ¿Por qué  que querría saber eso? Es una completa estupidez" - pensaba mientras contemplaba al rubio dormir.

- hayyyy...  duele - poniendo su mano sobre su pecho - Ummh... ¿Qué haces aquí? Es... - mirando alrededor - ... mi casa ¿Cómo es que...? - sentándose en la cama.

- menos mal que despiertas,  no tengo tiempo que estar perdiendo contigo - apoyado en el marco de la puerta.

- y lo dice un sujeto que ha estado persiguiéndome por todos lados... es sumamente gracioso - mostrando una sonrisa.

- solo quería ver que no murieras,  seria una vergüenza para mi quitarle la vida a un perdedor como tú... no lo vales.

- eres tan dulce... agrio... pero también dulce - mostrando sus dientes en una risa irónica.

- ¿te ríes de mi? - mirándolo fijamente.

- igual que de un pato de hule,   pero no te sientas mal... yo no te guardo rencor y si tú continuas haciendo... la sangre se te convertirá en jugo de limón para igualar lo agrio de tu carácter.

- ¿crees que todo se soluciona con tus ridículas bromas? - acercándose unos pasos a la cama del rubio.

- pienso que es mejor reírse de las desgracias que cargar con ellas. 

Levantándose apresuradamente,  lo que le provoco que se mareara en el proceso cayéndose hacia delante,  fue sujetado por el ojiblanco contra su pecho.

- ¿lo ves? No eres tan malo como aparentas,  de lo contrario hubiera dejado que mi cara diera contra el piso - separándose del Hyuuga.

- tan solo fue un acto reflejo, lo haría por cualquiera.

- ¿incluso por mi? No suena coherente después del golpe que me diste en lo que se suponía era un simple entrenamiento... ¿eso también fue algo personal?

- te lo advertí... iba muy en serio,  y si... fue muy personal

- si, si... pero no pensé que tanto,  creo que ya es hora de que te marches ... a menos que quieras quedarte a dormir conmigo para seguir vigilándome - comento con sarcasmo - sierra la puerta al salir - dirigiéndose al baño.

El Hyuuga se retiro a su casa y  su cama,  acostado sobre el futon miraba el techo mientras pensaba en todo lo acontecido durante el día,  su rabia mezclada con algo que todavía no descubría lo mantenían con la mente despierta pero no lo suficientemente lucida para entender lo que ocurría en su interior,  su problema y debilidad numero uno... Uzumaki Naruto,  era lo único que tenia en claro. Muy temprano en la mañana el rubio deambulaba por la aldea hasta que se topo con el Hyuuga que cargaba su mochila a la espalda,  lo que indicaba  que salía en una misión.

- podría decir que es una coincidencia... pero creo que no ¿cierto? Contigo nada es coincidencia... más bien diría que es inevitable - decía el rubio con sus manos en los bolsillos.

- solo vine a ver tu cara,  me predispone para acrecentar mi rabia y enfrentar lo que sea durante la misión - acercándose al cuerpo del rubio.

- creí que eras de esos que nunca pierden la calma aunque les muerdan el trasero y...

- Naruto... - se escucho una voz cerca de ellos.

- ¡Kakashi-sensei!! - sujetándose a la cintura del peligris en un abrazo bastante emotivo,  el ojiblanco frunció el seño ante la escena frente a él.

- yo también me alegro de verte... ¿Ummh? - viendo la expresión del Hyuuga.

- esto quedara pendiente,  Naruto - dando un salto y desapareciendo.

- ¿me perdí de algo? "parecía molesto... tal vez lo imagine"

- aaaah,  Kakashi-sensei... creí que nunca regresarías,  estoy que muero del aburrimiento - inflando sus cachetes.

- ¿no has hecho nada desde que me fui? - poniendo su brazo sobre los hombros del ojiazul mientras caminaban.

- cosas pequeñas y aburridas,  pero ahora que estas aquí supongo que todo volverá a la normalidad... ¿Cuándo volvemos al trabajo? - entusiasmado.

- oye,  oye... acabo de regresar,  dame un respiro ¿quieres? - guiñando su ojo visible.

- pero... - desilusionado.

- primero tengo que entregar el informe a la Hokage... y ya veremos "la actitud del Hyuuga me pareció un tanto extraña... parecía como si le molestara que Naruto... ¿paso algo en mi ausencia? Sus ojos demostraban... ¿celos? eso fue lo que me pareció" - se preguntaba mientras caminaba hacia el edificio de la Hokage en compañía del ojiazul.

- llegas tarde - dijo Gai-sensei a ver aparecer al ojiblanco.

- "¿Qué le pasara? Nunca se retrasa a la hora de una misión - pensaba Tenten.

- ¿Cómo esta Naruto-kun? - pregunto Lee en un susurro.

- vivito y coleando... "Además de  "muy bien"  acompañado diría yo" - contesto apretando sus puños mientras emprendían su marcha.

- ¿Qué? ¿Dos días más de descanso? ¡Kakashi-sensei!! - pataleaba el gitsune al salir del despacho de la Godayme.

- tranquilízate ¿quieres? Voy a pensar que no me aprecias en lo absoluto... necesito esos días de descanso.

- ¡si no hago algo pronto voy a explotar! - jalándose los cabellos.

- bien,  bien,  nos veremos después... la cama me espera - levanto su mano  despidiéndose mientras se marchaba,  el ojiazul inclino los hombros con hastío viendo alejarse  la figura de la única persona capaz de sacarlo de ese abatimiento.

- ¡Neji,  detrás de ti!! - grito Lee ante la emboscada de tres ninjas rebeldes ya que no llevaban ningún distintivo de alguna aldea que pudieran  identificarlos - ¡rayos! - apartándose a tiempo.

Luego de algunas escaramuzas lograron deshacerse de ellos sin ninguna complicación,  después de recuperar su relativa calma el ojiblanco se recriminaba así mismo su falta de atención hacia la misión que estaban cumpliendo.

- "definitivamente algo le pasa aunque él diga lo contrario,  estando en su estado normal jamás habría sido sorprendido de esa manera,  y no se por que sospecho que... Naruto-kun tiene algo que ver con eso" - pensaba Lee mientras caminaba detrás del Hyuuga.

Luego de un par de horas cuando el día casi se daba por terminado decidieron acampar en un claro cerca del camino,  ya que les tomaría otro medio día llegar a su destino,  con una noche  clara y cobijados por un manto de estrellas que invitaba a contemplar el cielo nocturno,  y pensar en esa persona especial,  cada quien escogió el sitio perfecto para ver el maravilloso espectáculo... además de que era gratis,  Gai-sensei permanecía sentado en una roca con sus ojos puestos en el cielo mientras pensaba en su peligris,  Lee se le acerco a su sensei a la vez que el ojiblanco se apoyaba en un árbol muy cerca de ellos sin ser visto,  Tenten hacia rato que se había quedado dormida.

- "¿Cómo es posible que me haya distraído de esa manera? Pude haber muerto al igual que los demás por mi estúpido descuido... ¡demonios! ¡Lo único que tengo en la mente es la cara de ese tonto! Esta también me la debes... Naruto"

- Gai-sensei,  ¿puedo sentarme contigo?

- bah,  no tienes ni que preguntarlo siquiera ¿no es maravilloso? - observando los pequeños puntos brillantes en el cielo.

- sin duda alguna,  es lo único que tenemos todos los seres humanos en común...  todos estamos bajo el mismo cielo y alumbrados por las mismas estrellas.

- eso es cierto,  Lee... además de otras cosas como...

- Gai-sensei... ¿se puede odiar y  amar a la vez a una persona? La rivalidad y el amor son dos cosas completamente opuestas ¿no es así? - mirando a su sensei,  el Hyuuga puso atención a la pregunta de Lee como si tuviera un especial interés para si mismo.

- te diré,  en un principio la rivalidad puede crearnos cierto rencor hacia esa persona,  la cual se trasforma luego en simpatía y en muchas ocasiones y sin que nos demos cuenta... en amor,  parecería algo ilógico desde ese punto de vista pero si lo analizas bien... es totalmente comprensible como cuando dicen eso de que  "los más que se pelean son los más que se quieren".

- ¿Cómo tú y Kakashi-sensei? - muy buena  comparación.

- exactamente,  y déjame decirte un pequeño secreto... ahora me pertenece.

- ¿quiere decir que tú y Kakashi-sensei...? - con ojos de asombro al igual que Neji que se mantenía al tanto de la conversación.

- me tomo años... pero al fin lo conseguí,  así que si te interesa alguien en particular nunca te des por vencido... al final la recompensa vale la pena - revolviendo los cabellos de su igual versión mini.

- "eso no carece de toda lógica, aunque... esa explicación le daría una razón a mi desasosiego y ansiedad por estar al tanto de la vida de ese pequeño testarudo con delirios de grandeza,  cuando pienso en él mi sangre se excita con deseos de... ¿acaso el amor sobrepasa mi rabia al punto de perderme en sus ojos cada vez que me mira? ¿En verdad fueron celos lo que sentí cuando abrazo a Kakashi? En ese momento desee estar en su lugar... y ser yo el que lo abrazara fuertemente a mi cuerpo... por Kami,  estoy en un callejón sin salida... entre tú y mi rabia, y en lo único que puedo pensar es volver a verte pronto" - más pensamientos y enigmas que desenmarañar para el ojiblanco.

- otro día para añadir al aburrimiento que siento,  si tan solo... - mirando en todas direcciones - ... no se porque,  pero extraño su constante acoso,  extrañarlo... ya es bastante extraño de por si - murmuraba mientras serraba la puerta de su departamento y se dirigía a la calle a matar el tiempo.

Era casi medio día y aun seguía dando vueltas por la aldea como si fuera un vendedor ambulante,  sus nervios por estar sin hacer nada llegaban a un punto en el que hasta había pensado aplicarse un Rasengan así mismo... lo que puede hacer el no tener nada en que ocuparse,  su enfado era tal que hasta se olvido de que era la hora del almuerzo.

- ¡Oe,  Naruto!

- Shikamaru...

- ¿estas ocupado? - pregunto el Nara acercándose a él.

- si el memorizar cuantos pasos hay alrededor de toda la aldea cuenta... entonces diría que si.

- claro... ¿me ayudarías a llevar un par de sacos de semillas a la granja del viejo Rammaru?

- suena tan emocionante... - dando un gran suspiro.

- oye tú... compartiré el dinero contigo ¿Qué dices? - poniendo su mano en el hombro del rubio.

- que estas buscando a alguien que los cargue por ti... de acuerdo,  será una buena forma de que no caiga desmayado a falta de algo que hacer... el dinero también me vendría bien.

- iremos al almacén a recogerlos - dándole un empujoncito al rubio.

- Shikamaru... ¿es lógico extrañar a alguien que te detesta? - pregunto mientras cargaban un saco cada uno y caminaban hacia las afueras de la aldea.

- ¿lo dices por el Uchiha?

- no precisamente... él es simplemente una misión sin terminar - cambiando de expresión.

- ¿entonces quien? - picado por la curiosidad.

- es tan solo una suposición... entonces ¿Qué crees? - queriendo obtener una respuesta para su duda.

- es algo complicado... pero yo diría que... - mirando al gitsune de reojo - ... te gusta esa persona - los ojos del rubio se abrieron al máximo - ¿no me vas a decir quien es?

- ¿en que estas pensando? ¡Ya te dije que era una suposición,  baka! - poniéndose rojo.

- Mmmh... si tú lo dices...

- ¡y date prisa,  quiero llegar antes de hacerme viejo! - apresurando el paso.

- "si reaccionaste así es por alguna razón... a mi no me engañas ¿Quién será el que te tiene tal alterado,  Naruto?"  ¡Oe,  no tan rápido! - casi corriendo tras el ojiazul.

- ¡aaah! ¿Por qué la prisa,  Neji? ¡Nos has traído corriendo casi todo el camino de regreso! ¡Casi no puedo respirar! -  reclamaba Tenten ante la velocidad de desplazamiento del Hyuuga.

- ¡me adelantare,  tengo algo urgente que hacer!! - desapareciéndose de vista.

- ¿ir al baño? - dijo la bestia mayor.

- más bien diría que... - susurro Lee sospechando el destino de Neji.

- ese saco, en vez de semillas parecía que llevaba piedras - decía el rubio sobándose el hombro.

- déjame a mi... esto te hará sentir mejor - poniéndose a espaldas del rubio y masajeando  su cuello y  hombros  con bastante presision.

- "¿Qué esta haciendo ese idiota de Shikamaru? - Deteniéndose en la rama de un árbol cerca del camino por donde el Nara y Naruto transitaban - ¡quítale las manos de encima o yo...! ¿Qué es este fuego que recorre mi cuerpo? ¿Es verdad lo que dijo Gai-sensei? ¿Estoy enamorado de... Naruto? - fijando su mirada en el rostro del rubio.

- ¿Qué te parece si almorzamos? Yo invito - con su brazo sobre los hombros del gitsune - "así tal vez pueda saber quien es la persona que te quita el sueño"

- ¿Qué es lo que pretendes? Para que tú quieras invitarme a comer...  significa que algo estas tramando - dijo agudizando sus ojos.

- ¿y que tiene de malo invitar a un amigo? Y no estoy tramando nada... tómalo como mi buena acción del día,  baka - revolviendo los cabellos rubios.

Sabiendo exactamente a donde se dirigían,  el Hyuuga decidió ir rápidamente a su casa a dejar su mochila y darse un baño para estar a tiempo cerca del Ichiraku antes de que aquellos dos terminaran de almorzar.

- "no puedo quitarme de la cabeza la imagen de las manos de Shikamaru  encima de Naruto,  es un sentimiento doloroso... recuerdo que pensé en él cuando casi moría después de aquella pelea, y así como me saco de mi oscuridad también me sumergió en un remolino de sensaciones difíciles de descifrar... rabia,  celos,  inseguridad...  todo mezclado en  un solo sentimiento... ahora lo se,  atraparlo es mi única posibilidad de comprender mis ansias y deseos por...  tengo que darme prisa" - pensaba mientras el agua recorría su cuerpo.

- hey,  Naruto... cuéntame de esa persona a la que te referías antes... y no me vengas con el cuento de que es una supocicion - mirando de reojo al rubio mientras comía su ramen.

- ¿eh? ¡Lo sabia! ¡Sabia que esta comida no seria gratis!! - dando una palmada en el mostrador.

- tranquilízate,  si te molestas de ese modo... quiere decir que si hay alguien,  no tiene nada de malo ¿sabes? los seres humanos no nacimos para estar solos,  eventualmente siempre encontraremos a alguien... ya sea para amar o pelear,  ganarse nuestro afecto u odio... siempre habrá alguien,  te lo aseguro.

- puede que sea cierto,  pero yo... no tengo a alguien así "¿puedo decir que alguna vez lo tuve? Quizás... Sasuke intento matarme por odio y poder, Neji... él solo me busca por venganza, después de todo son sentimientos contrarios a lo que yo desearía"  gracias por la comida,  hasta luego - despidiéndose del Nara con sus manos en los bolsillos y cabizbajo.

- "parece ser un asunto bastante complicado para él" - pensó el Nara tomando la dirección contraria al rubio.

- "Neji... todo este tiempo en que me has estado siguiendo pensé que tal vez podríamos... y sigo atrapado en la misma situación desagradable una y otra vez,  y lo peor de todo es que me gusta ese sabelotodo con ojos de lechuza malhumorada... ¡maldición! A como están las cosas diría que no estoy destinado a compartir mi vida con alguien más aparte de Kiuubi" - caminando hacia el rio,  después de todo era la hora de la siesta en uno de sus sitios favoritos.

- "¡maldición! Llegue tarde... no están aquí ¿se marcharían juntos? - Subiendo a uno de los tejados más altos de donde tendría mejor visión de casi toda la aldea - ¡te encontré! Lo que quiere decir que Naruto anda solo... y creo saber donde esta" - después de ver a Shikamaru cerca del edificio de la Hokage.

Naruto no tardo en quedarse dormido luego de acostarse bajo el árbol de siempre cerca de la ribera del río,  en realidad no quería pensar y el sueño era el mejor remedio para eso,  unos minutos después el ojiblanco se encontraba parado a su lado con una sonrisa en su boca mientras lo observaba dormir plácidamente,  metió la mano en su bolsillo y saco algo que luego puso en el cuello del rubio sin despertarlo,  se situó en una roca frente a él y espero... aunque no demasiado,  sus ansias no se lo permitieron.

- ¡despierta,  perdedor! - lanzándole piedrecitas a su cuerpo.

- ¿pero que... pasa? - al escuchar el sonido metálico de su protector.

- ¿piensas dormir hasta que te hagas viejo?

- ¡túuuu! ¡¿Otra vez molestando?! - Incorporándose y sintiendo un gusto por dentro al ver de nuevo al Hyuuga - ¿Qué... es esto? - al escuchar el sonido de algo que colgaba de su cuello.

- así será mucho más fácil encontrarte ¿no te parece?

- ¿crees que soy un gato? - señalando el cascabel en su pecho.

- pues si no lo eres lo pareces...  con esos bigotes en tus mejillas cualquiera podría confundirse,  es más... creo que un zorro te viene mejor - tratando de no sonreír ante el enfado del ojiazul.

- ¿estas buscando pelea o simplemente quieres divertirte a costa mía? - Poniendo ojos desafiantes - seguramente lo primero...ya que dudo que sepas como divertirte,  los limones suelen ser así.

- ¿limones?

- pueden echar a perder hasta la cosa más dulce... los dos son iguales a la hora de arruinar  una amistad así como un buen postre  - sonriendo de medio lado.

- ¿me estas comparando con un limón? - Bajándose de su roca - diría que el que esta buscando pelea eres tú,  zorro - acercándose lentamente hasta acorralarlo entre él y el árbol detrás del ojiazul - ¿estas de animo para otra derrota? - apoyando una mano al lado de la cabeza del gitsune.

- ¡aaah,  maldición! ¡En vez de perder el tiempo aquí contigo debería estar buscando al otro limón... es decir a Sasuke!  Pero esa vieja con olor a sake  no... - el ojiblanco tenso sus músculos al escuchar el nombre del Uchiha.

- ¿tan desesperado estas por encontrarlo? ¿Qué es lo que extrañas de él específicamente? - poniendo su otra mano en el árbol cerca de la cintura del rubio.

- es algo que no te importa,  apártate... quiero irme - mirando a los ojos del castaño.

- desde luego que no me importa,  y siendo lo que eres... no me extraña que quisiera alejarse de ti - fijando su mirada en los ojos azules.

- según tú... no tengo derecho a nada... ¿por no pertenecer a un prestigioso clan? ¿Es eso? - Cambiando su expresión por una de ira - ¡no me subestimes,  baka!! ¡No soy ningún perdedor!! - Desatando en su puño la rabia contenida en su interior sobre la cara del Hyuuga - ¡no vuelvas a acercarte a mí o lo lamentaras!! - corriendo en dirección a la aldea mientras el cascabel en su cuello iba perdiendo su sonido a medida que  la distancia aumentaba.

- ¡podrás escapar de mi pero no esconderte,  Naruto!! "creo que las palabras que use no fueron las más adecuadas... maldición,  soy nuevo en esto y no se que debería decir o hacer para demostrar mis verdaderos sentimientos hacia él... esto es más difícil que una pelea,  verdaderamente se ve hermoso cuando se enfada" - acostado en el suelo mientras miraba el cielo.

- "¿Por qué tenia que decir eso? Me enfada su manera de ver las cosas... demonios ¿Por qué tiene que gustarme un cabeza dura como él? ¡Necesito una misión para alejarme de aquí y de él!! - de nuevo en su casa se quito la ropa y se acostó en su cama mientras le daba vueltas al cascabel en su mano - un zorro... si supiera lo acertado de su comparación" lechuza malhumorada... limón dulce - apretando el cascabel en su pecho.

Al día siguiente de terminado el descanso del ninja copia Naruto se dispuso a ir al puente en el que se reunían todos los días,  ya fuera para una misión o simplemente entrenar,  hasta se llevo su mochila con la esperanza de que fuera lo primero.

- ¡aaah,  Kakashi-sensei! tarde como siempre... ¿en que tanto se entretiene todos los días? - cruzando sus brazos y haciendo morros.

- muchas cosas... aunque no son para comentárselas a niños como tu - apareciendo al lado del ojiazul.

- como si me interesaran... ¡¿tendremos misión si o no?! - pregunto con énfasis.

- tendremos... solo que debemos esperar por alguien más.

- ¿Sakura-chan?

- perdón por el retraso - se excuso.

- ¿Qué demonios... que hace él aquí? - señalando con su dedo al Hyuuga.

- nos acompañara en esta misión - mirando de reojo a su pupilo.

- ¿pero porque? Nosotros solos podemos... - protestando por tal decisión.

- necesitamos de su visión para completar la misión con éxito,  Naruto... los problemas personales se dejan a un lado a la hora de cumplir una misión,  hay que trabajar en equipo

- ¿c-cual problema personal? No tengo nada en contra de esa lechuza habladora,  soy un verdadero ninja... hare lo que tenga que hacer Kakashi-sensei - caminando mientras miraba de reojo al Hyuuga.

- justo lo que esperaba escuchar de ti y... ¿Qué es ese sonido? - oyendo el tintinear del cascabel de Naruto.

- ¿eh? Pues...  es algo que recogí por ahí - sintiendo calor en sus mejillas.

- veo que aun lo conservas... ¿puedes decirme porque? - cambiando al lado del rubio con el peligris serrando la marcha.

- es bonito,  el hecho de que me lo hallas dado tú no tiene importancia - sin atreverse a mirarlo por miedo de que notara su rubor.

- ¿seguro que es solo por eso que no lo botaste en la primera oportunidad?

- ya te dije que...

- Naruto... ¿crees que es prudente ir anunciándote en una misión secreta?

- lo siento... Kakashi-sensei - quitando de su cuello el cascabel y envolviéndolo en su manta para acallar su sonido.

- buena decisión... no me hace falta para encontrarte donde quiera que estés - susurrando casi en la oreja del rubio.

- muy gracioso,  solo porque tienes esos ojos... de lo contrario no me encontrarías ni en un millón de años.

- ¿eso crees? Te propongo un juego... esta noche.

- ¿de que estas hablando? Estamos en plena misión y tú...

- hay suficiente tiempo,  para llegar a nuestro destino necesitaremos dos días... ¿tienes miedo de perder?

- ¿de que se trata? - interesado en las palabras del castaño.

- es sencillo,  tú te escondes y yo te buscare.

- ¿Qué hay de sencillo en eso? Sigo estando en desventaja.

- vendare mis ojos ¿te sirve así?

- suena interesante... hagámoslo - con ojos de desafío.

- otra cosa,  si gano tendrás que darme algo que deseo de ti - mirándolo fijamente.

- ¿Qué cosa?

- te lo diré esta noche,  de todas maneras  vas a perder... es un hecho - dijo con confianza.

- ¡Ja! No estés tan seguro de eso,  lechuza - dijo respondiendo a la afirmación del ojiblanco.

- les servirá de entrenamiento - dijo el peligris mientras leía su libro favorito,  los dos jóvenes ninjas lo miraron con asombro al darse cuenta que había oído toda la conversación.

Anduvieron sin descanso hasta que el sol se puso y decidieron acampar en la zona boscosa pues les daba más resguardo contra cualquier enemigo,  encendieron una pequeña fogata para combatir el aire frio de la noche,  y después de la cena...

- ¿estas listo? - pregunto el Hyuuga.

- cuando quieras.

- no se alejen demasiado,  y estén atentos en todo momento... recuerden que estamos lejos de Konoha,  lo que significa que pueden toparse con cualquier cosa inesperada - aconsejo el peligris.

- entendido - contestaron a la par para luego saltar a uno de los arboles cercanos al campamento.

- explícame como será el juego.

- como te dije antes,  tú te esconderás y yo te buscare,  no excederemos la distancia de un kilometro en cualquier dirección,  no se te permiten usar Bushin para despistarme,  tendré mis ojos vendados y el tiempo será de dos horas,  no espera... una hora será suficiente para atraparte.

- estas demasiado confiado en que lo lograras... te demostrare que no es así - no estando muy seguro de sus palabras pero al menos lo intentaría - ¿y lo otro? Lo que ibas a pedirme si ganabas.

- cierto "¿Cómo podría decirlo? Creo que en esta ocasión tendrá que ser claro y directo,  seguramente se enfadara... o algo peor,  pero si lo conozco un poco se que no se negara al desafío... ya que nunca se rinde" me dejaras que te bese  - los ojos del rubio casi se salen de sus cuencas.

- ¡¿Qué dices?! ¡Sabia que el clan Hyuuga tiene técnicas sorprendentes... lo que no sabia es que también sufren de demencia!! ¡No soy una chica! ¿Sabes? - con el palpitar de su corazón a todo dar.

- que no seas chica no tiene nada que ver... ¿o tal vez es mucho para ti? por tu reacción parece estar seguro de que vas a perder - sabia como escarbar en el orgullo del rubio.

- ¿el que sea chico no te importa? ¿es otra forma de burla? ¿Por qué pides semejante cosa?

- si no fuera difícil... ¿Dónde estaría la diversión? - con una sonrisa ladina.

- tienes una forma bastante retorcida de divertirte,  pero... como no pienso perder te quedaras con las ganas.

- "ni lo sueñes... lo que no sabes es que aunque mis ojos estén vendados puedo ver a través de mi jutshu de adivinación... eres presa fácil para mi,  al fin hare realidad mi deseo,  tan solo el pensar en que tendré tu boca me hace hervir la sangre" ten esto,  supongo que querrás ser tu el que me lo ponga... para ver que no haga trampa,  zorro - entregándole un pañuelo de su bolsillo.

Luego de colocar el pañuelo el rubio agito su mano frente a la cara del Hyuuga para comprobar que en verdad no estuviera viendo absolutamente nada.

- "ingenuo... date por atrapado"  esperare cinco minutos... será mejor que empieces a correr - deleitándose por el resultado anticipado.

El gitsune corrió entre los arboles cono alma que lleva el de los cuernos para alejarse lo más que pudiera sin exceder la distancia permitida por el Hyuuga,  se oculto entre las hojas de una de las ramas más altas del árbol más grande que pudo conseguir,  había luna llena y la claridad era abrumadora,  lo que dificultaba aun más el poder ocultarse con éxito.

- aquí vamos - formando los sellos para su técnica - veamos... dónde estas mi zorro con cascabel - examinando todo el perímetro a su alrededor - creo que elegiste las copas de los arboles para ocultarte... mala elección,  ahí estas... lo único que tienes que hacer es esperar - dirigiéndose exactamente al punto donde el rubio se encontraba.

- "no puede ser,  apenas han pasado unos minutos y él... ¿desapareció? - perdiendo de vista la figura del ojiblanco cuando se dirigía de forma frontal al punto donde él se encontraba  - entonces..." - saltando del árbol al suelo,  no iba a dejar que lo atrapara tan fácilmente.

- que bien... me ahorraste el tener que subir al árbol a buscarte - escucho el rubio a su espalda.

- "imposible" ¿Cómo llegaste tan...? - sintiéndose como una rata en una trampa.

- creo que te dije que no tardaría mucho - quitándose el pañuelo de sus ojos.

- ¿Quién me asegura que no hiciste trampa? - buscando una confrontación que le evitara tener que cumplir su parte si perdía el juego.

- ya veo,  buscar pelear conmigo para zafarte de pagar tu deuda... no resultara - acercándose al rubio con paso decidido.

- "¿Cómo pudo saber que...? Jejeje,  eres muy bueno... lo admito,  y ya que lo demostraste... ¿p-podríamos dejar esto así? - Retrocediendo con sus manos al frente hasta que dio con su cabeza en el tronco de un árbol - ¡aaau,  eso dolió! - sobando su cabeza pero sin quitar la mano del frente de su cuerpo.

- ¿te acobardas? - con su cuerpo casi pegado al del rubio quito su mano a un lado,  ultima defensa del rubio para llegar a donde quería.

- ¡no soy cobarde! - Jalando por la ropa hacia él al castaño y tocando sus  labios en un fugaz beso - ¡listo! Ahí tienes tu premio y... - silencio.

La escena volvió a repetirse pero esta vez al contrario,  el Hyuuga no solo lo atrajo a su cuerpo sino que también lo rodeo con un brazo mientras que con su otra mano le sujetaba la nuca presionándolo contra su propia boca,  por un momento el rubio lucho por soltarse hasta que su cuerpo quedo inerte ante el sopor del beso del Hyuuga que adormecía sus sentidos,  el toque al principio tímido se convirtió en algo desinhibido y sumamente pasional por parte del ojiblanco,  y en una sensación extrañamente placentera para el gitsune,  a falta de respiración Neji paso de la boca al cuello del rubio  mientras su mano trataba de colarse por debajo de la chaqueta naranja... ya que sentía que no podía conformarse con tan solo un simple beso.

- ¡su-suficiente! - Grito el ojiazul apartando al otro - "todo me da vueltas,  siento como si me hubiera extraído todo el chakra de mi cuerpo,  pero también fue... excitante y delicioso... como un limón dulce,  ¡maldición,  ya no se ni lo que pienso!  - sintiendo un placentero escalofrío recorrer su cuerpo,  comenzó a caminar dejando atrás al Hyuuga.

- "Naruto... creo que a partir de ahora ya no podre...  contenerme ni separarme de ti,  no se como pero hare que me ames o creo que perderé la cordura... si... porque esto es amor,  ya no me cabe la menor duda,  mi zorro" - respirando agitadamente mientras veía al rubio alejarse.

- ¿y bien? ¿Cómo estuvo? - pregunto el peligris a ver aparecer al rubio,  éste siguió de largo hacia su mochila,  saco su manta y se acostó a los pies de un árbol a unos cuantos metros de la fogata - creo que no muy bien para ti,  o tal vez... - susurro el peligris.

- ¿Naruto? - pregunto Neji al llegar,  el ninja copia señalo con su cabeza el lugar donde el rubio se encontraba.

- parece que te fuiste el ganador... ¿te interesa?

- ¿Ummh? - sentándose frente a Kakashi.

- me refiero a Naruto... - mirándolo fijamente.

- ¿acaso esta mal que sea así? Tú y Gai-sensei... perdón - recriminándose así mismo por la indiscreción.

- veo que ya lo sabes,  jamás me opongo al amor donde quiera que este,  solo que... Naruto ha sufrido bastante a pesar de su corta edad... no dejare que le hagan más daño ¿comprendes? - advirtiendo con su mirada al Hyuuga.

- no es lo que tengo mente,  yo...  en un principio creí que solo la rivalidad era lo que me atraía hacia él,  pero luego... no se como,  algo más arrollador se apoderaba de mi cuando pensaba en él...   el deseo de verlo constantemente fue creciendo hasta sobrepasar mi voluntad,  solo para darme cuenta de que... lo amo... es tan condenadamente simple ¿no lo crees?

- el amor siempre lo es,  somos nosotros mismos quienes lo hacemos complicado... ¿y bien? ¿se lo has dicho al menos?

- aun no,  creo que mi forma de actuar lo mantiene a la defensiva.

- Naruto es un niño simple que no entiende de cosas complicadas,  no sabe lo que es el odio pero si la soledad,  debes saber como ganártelo,  créeme...  se de lo que hablo,  ahora descansa,   mañana saldremos al amanecer - recostando su espalda en un árbol.

El Hyuuga saco la manta de su mochila y se dirigió al lugar donde estaba el rubio,  la tendió a su lado y paso su brazo sobre el cuerpo del ojiazul,  se pego a su espalda para sentir su calor y al mismo tiempo saciar en algo su ansiedad y deseo,  el cuerpo de Naruto se encogió un poco por el frio y otro poco por el contacto de su inesperado compañero de cama.

- ¿tienes frio? "lo lograre... lograre que me ames,  que te olvides definitivamente del Uchiha y solo pienses en mi... en nosotros"

- s-solo un poco,  no necesito de tú... vuelve junto al fuego - deseando lo contrario a sus palabras.

- tú eres mi fuego,  la persona que me enciendo al punto de que mi chakra parezca una tontería - hundiendo su rostro en el cuello del rubio.

- ¿Por qué continuas diciendo esas cosas? ¿Es alguna clase de broma... para la que soy demasiado tonto en entender?

- "creo que mejor daré un paseo... las cosas se pueden poner algo tensas por aquí... tienen que solucionarlo esto solos" - pensaba el peligris mirando de reojo a la pareja cerca de él,  se retiro silenciosamente del lugar.

- escucha,  todo lo que puedo decirte es... yo necesito saber si... ¿quieres ser mi pareja,  Naruto? Es lo único que he deseo desde... - apretando el cuerpo del rubio al suyo - se que lo que estoy diciendo ahora parece una mentira... después de que  he estado atormentándote por largo tiempo,  pero yo...

- ¿así que no soy bueno para Sasuke pero si para ti? ¿Qué por eso se había alejado de mí? - tratando de quitar el brazo del Hyuuga de su cuerpo.

- lo que quise decir fue... no soy muy bueno con las palabras fuera de lo que al lenguaje ninja se refiere,  lo que quise decir fue que siendo tú un ser tan hermoso tanto por dentro como por fuera... quizás no podía soportar la atracción que ejerces sobre los demás,   y siendo él un Uchiha,  no quiso caer en la tentación de... lo que es una suerte para mi,  echaría todo al olvido por tan solo estar a tu lado,  mi clan,  mi orgullo, mis amigos y familiares... hasta mi vida ¿comprendes? Mientras estés a mi lado lo demás no importa - colocando su cuerpo sobre el ojiazul.

- no quiero que hagas nada por mi,  según tú no lo valgo... fue lo dijiste ¿no es así? - no importándole la situación en la se encontraba.

- ¡olvida lo que dije,  por todos los cielos!! Estaba furioso contigo y conmigo mismo por dejarme llevar por todo lo que me hacías sentir... celoso del Uchiha y de tu determinación por encontrarlo,  desde ese momento comencé a pensar que algo andaba mal conmigo, cada vez que te observaba,  inconscientemente quería estar en el lugar de Sasuke... la persona a la que tú amas,  trate de disfrazar mi angustia en ira... trayendo como resultado celos incontenibles ¡trato de matarte y aun así tú...! ¿Por qué? ¿Por qué continuas...?- apretando sus ojos con rabia.

El gitsune estuvo largo rato observando el rostro del Hyuuga sin decir una palabra,  tratando de dilucidar la verdad en los ojos blancos de visión pura, ¿puedo creer en tus palabras? Pensaba,  la desesperación se apoderaba del alma del Hyuuga al ver la pasividad y silencio del ojiazul ¿significaba que no le importaba nada de lo que había dicho? No lo culparía por eso,  ya que no se había comportado digamos... de manera amable con el que era el dueño de su corazón y deseos.

- di algo... cualquier cosa menos tu silencio,  dime que sientes lo mismo que yo... quiero creer que esta vez el destino esta en lo correcto al habernos juntado a ambos - deseando que su zorro pensara lo mismo.

- ¿Qué quieres escuchar? te equivocas... al igual que todos ¿Por qué piensas que amo a Sasuke? Él es tan solo una promesa por cumplir y una razón que explicar,  y en cuanto al destino... tú y yo haremos el nuestro... juntos,  porque también es lo que deseo,  mi limón dulce con ojos de lechuza - acariciando el rostro del Hyuuga.

- Naruto... te amo - tomando la mano del rubio y besándola.

- quiero más que solo eso - atrayendo la boca del ojiblanco hacia la suya dándole inicio a lo que se desataría entre ellos.

- te daré todo de mi,  mi vida para cuidarte,  mi fuerza para protegerte y mi cuerpo para amarte... mi zorro de ojos azules.

El Hyuuga repartía besos por el rostro y cuello de Naruto sellando así un compromiso de por vida,  la sangre bullía en su cuerpo con excitación mientras sus manos se colaban por entre la chaqueta del rubio,  la cual retiro junto con la camiseta negra y los protectores de la frente de ambos,  rápidamente se deshizo de su propia chaqueta juntando las pieles calientes de dos cuerpos deseosos de más placer y contacto físico,  los rosados pezones fueron el siguiente blanco del Hyuuga,  lamio y chupo los pequeños promontorios hasta dejarlos duros como piedra,  los gemidos del rubio lo animaban a seguir el camino de lo inexplorado anteriormente por alguien,  ser el primero y el único en tomar el cuerpo del  ojiazul lo llenaban de orgullo y de un sentido de posesión único.

- Mmm... Neji,  q-quiero más - balbuceaba el gitsune con placer ante el toque de los labios y lengua de la lechuza.

- ¿c-crees que me conformare solo con esto? - intentando quitarle los pantalones a su zorro.

- ¡espera,  Neji! Kakashi-sensei puede... - recordando que no estaban solos.

- no te preocupes,  no esta aquí,  el sabia que yo... - retirando por completo las prendas faltantes.

- ¿Qué? ¿Acaso tú le...? - sintiendo vergüenza como jamás en su vida.

- él entiende que esto no puede esperar... ni yo tampoco,  te deseo tanto... Naruto - lamiendo el ombligo - el aroma de tu piel es tan embriagador como las flores después del rocío.

- oh,  dios... ¿olvida que estamos en una misión? Mmm... esto es... - tensándose ante lo que sentía.

- tú eres mi misión... la más importante de mi vida - sintiendo su hombría palpitar a cada beso dado a su ojiazul - olvida todo lo demás... solo siénteme.

El Hyuuga sintió el impulso de tener el dulce frente sus ojos dentro de su boca,  el cual tomo sin tardanza,  el rubio creyó desmayarse al sentir la boca caliente de su lechuza rodeando su hombría,  ni el más fuerte de los golpes lo habría hecho sentirse tan fuera de este mundo ni igualar la embriagues en la que sus sentidos se encontraban,  su propia necesidad hizo que el ritmo de su masturbación fuera frenético y desesperado.

- N-Neji,  aaah... n-no puedo m-más - llegando a la cúspide del placer al derramar su esencia.

- eres delicioso mi amor - pasando su lengua por la comisura de sus labios y besando a su zorrito.

Mientras se ocupaba en besar al rubio paso su mano por el miembro de éste para recoger algo de semen que aun quedaba impregnado en el,  y llevar sus dedos a su siguiente y más delicioso objetivo,  con su otra mano tomo una de las de su zorrito lindo y la llevo hasta su miembro palpitante,  el solo toque del rubio alrededor de su hombría casi provoca que se derramara sin remedio,  hizo presión con su propia  mano sobre la  del rubio para evitarlo,  su primer dedo fue introducido dentro del gitsune.

- aaah... duele - se quejo el rubio.

- e-esto no será fácil... s-soporta un p-poco... por mi - metiendo su segundo y tercer dedo.

- es d-doloroso,  pero n-no...  más que una p-pelea aaahg... - resistiendo la molestia.

- un poco más - haciendo movimientos circulares con sus dedos.

- e-esta m-mejor así - comenzando a sentir placer.

- creo que explotare si no... necesito entrar en ti ahora - colocando las piernas del gitsune alrededor de su cintura - aguanta un poco.

Colocando la punta de su miembro se adentro despacio en el interior del rubio,  este se mordía los labios para evitar gritar,  cuando estaba a la mitad y sin poder evitarlo empujo las caderas del rubio introduciéndose hasta el fondo de una sola vez,  las uñas del ojiazul se clavaron en los brazos del Hyuuga por el dolor,  al tiempo que brotaba sangre de sus labios a causa de morderlos con fuerza para que su grito no se escuchara en todo el bosque.

- aaaah,  Naruto - apretando sus ojos al sentir su miembro apretado por las paredes del interior del rubio,  su deseo por moverse lo torturaba hasta la saciedad.

- n-no te d-detengas ahora... no i-importa que me p-parta en dos,  ámame... Neji,  hazme sentir querido... por favor - pidió el rubio con lagrimas en sus ojos.

- Naruto... mi zorro.

El deseo de Naruto por sentir que le pertenecía a alguien lo hizo olvidarse del dolor físico y el de su solitaria alma... al fin tocada por la de alguien haciéndose compañeras de por vida y hasta mucho más allá de la muerte,  las embestidas del Hyuuga se hicieron constantes y certeras dado los gemidos y placer por parte de ambos,  antes de la culminación de su encuentro y anticipando el clímax,  el ojiblanco atrapo la boca de su rubio consentido derramándose luego entre eternos "te amo" y cayendo exhaustos después.

- ¿Cómo estas? ¿Te lastime? - preocupado por el bienestar de su pareja.

- ¿la verdad? Aun no se si regrese del cielo... o todavía estoy volando - decía entre su agitada respiración y el sonido de su propio corazón en sus oídos.

- el cielo esta aquí conmigo... en tus ojos y en mi corazón - besando tiernamente al rubio.

- esto es agotador,  incluso más que las peleas... aunque no tan placentero y delicioso - sintiendo que sus ojos se serraban por el cansancio.

- duerme,  mi zorrito - atrayéndolo hacia él y acurrucándolo entre sus brazos mientras cubría sus cuerpos con una de las mantas - duerme.

A los pocos minutos el Hyuuga también se rindió al sueño,  el más sereno que había tenido jamás.

- "al parecer se arreglaron las cosas... hice bien en retirarme por un rato,  me da gusto que todo haya salido bien... especialmente por ti,  Naruto" - viendo a la feliz pareja luego de regresar de su paseo forzoso.

Las horas de la noche pasaron volando,  es verdad eso que dicen de que lo bueno no dura mucho... aunque esa no era la situación para los chicos,  para ellos las cosas apenas empezaban.

- ¡Oe,  despierten,  par de tortolos! ¿Se les olvido que hay una misión que cumplir?

- ¡Kakashi-sensei! -  grito el rubio para luego ocultar su cabeza bajo la manta.

- buenos días,  mi zorro - dijo Neji destapando su cara para besarlo.

- parece que tuvieron una noche movidita - decía el ninja copia disfrutando la incomodidad de su pupilo - será mejor que se aseen un poco,  hay un riachuelo después de aquellos arboles,  dense prisa... tenemos trabajo que hacer - dirigiéndose a la fogata a por un poco de te caliente.

- por todos los cielos,  esto es... vergonzoso - rojo como tomate.

- será la primera vez que nos bañemos juntos... prometedor ¿no crees? - guiñándole un ojo.

- ¿en que estas pensando? ¡ah-ah,  tendrás que esperar a que volvamos a casa! Además... todavía estoy un poco adolorido,  lechuza - sacando una toalla de su mochila.

- eso no es impedimento para que te bese y acaricie - abrazándolo por la espalda.

- claro... y una cosa lleva a la otra y luego... es difícil contenerse ¿sabes? - caminando envueltos uno en cada manta como romanos dando un paseo por las calles de la pomposa Roma.

- Mmmh... tienes razón ¿Quién podría resistirse a tus encantos? Solo recuerda que son solo míos - besando el cuello del rubio con placer mientras lo bañaba.

- Neji... ¿crees que tu familia me acepte? Yo no soy... - sujetándose a los brazos del castaño que estaban puestos alrededor de su pecho.

- es algo que no me importa,  y me enfrentare a cualquiera que quiera entrometerse entre nosotros... tú eres lo único que cuenta para mi - haciendo más fuerte su abrazo queriéndole dar seguridad a lo más importante para él en la vida.

- pero... no quiero ser la causa de que te rechacen en la aldea... no podría vivir con eso.

- ssssh... Kakashi nos espera - dándole la mano al rubio para que saliera del agua.

Luego de cumplir su misión de reconocimiento para la cual los ojos de Neji eran la clave,  ya que podían hacerlo a una distancia prudente y sin ser detectados por el enemigo,  el regreso a la aldea fue tranquilo,  pero cuanto más se acercaban a Konoha el corazón del rubio se llenaba de desesperanza y temor,  estaba acostumbrado al rechazo... no era nada nuevo para él,  pero Neji era otro asunto,  pertenecía a uno de las más prestigiosos clanes junto con los Uchiha,  gozaban del respeto y admiración de todos los habitantes ¿Qué pensaría si supieran que el heredero del clan Hyuuga se había juntado con el niño Kiuubi? Pensaba mientras caminaba con su cabeza baja y mirada triste,  se detuvo al llegar a las puertas de la aldea,  Neji tomo su mano entrelazando los dedos de ambos.

- cualquier cosa que suceda la enfrentaremos juntos... cualquier cosa - apretando la mano de su zorro bonito.

Naruto miro el sol en el cielo y serró sus ojos con una gran sonrisa en el rostro.

- así será.

Ambos se miraron en reafirmación de su decisión mutua, y cruzaron las puertas de lo que los llevaría a iniciar un mismo camino para ambos pesara a quien  pesara.

 

 

Fin.

                                                           Nessa Yaoi

Notas finales:

¡Hola,  mis queridos lectores! de vuelta con otra historia sobre Hyuuga Neji como pareja de nuestro querido rubito,  sirvanse leerla y comentarmela despues... espero les agrade.

ando corta de tiempo,  asi que... cuidense mucho y nos vemos en la proxima,  muchos besosss y chaito

                                                     Nessa Yaoi 


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