Saludos cordiales
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Advertencias: UA, lime, Yaoi
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Capitulo 1 “Color hazel”
En las frías calles de Berlín en invierno un joven de vestimenta negra, lentes oscuros y un paliacate en la cabeza caminaba por el centro de la ciudad, de caminar despreocupado con la música de su reproductor a todo volumen, una mochila en su espalda y un estuche de violín en la mano izquierda.
Algunas de las personas le observaban, algunas chicas le sonreían coquetamente y algunos chicos lo miraban curiosamente, el chico realmente llamaba la atención, no era muy alto, su piel blanca resaltaba con las ropas oscuras, los lentes lo hacían ver “interesante” y por el clima frió de ese día un suave sonrojo estaba en sus mejillas.
El observaba atentamente a las personas, sus ojos viajaban entre los rostros, manos, pieles, las sonrisas, los ojos, sobre todo estos últimos, le fascinaban los ojos, no importaba el color que encontrara, siempre le resultaban hermosos, porque para él, ese órgano del cuerpo era un gran ventana de diferente tonalidad, los que mas le gustaban era el de los niños, tan claro, tan profundo y tan terriblemente enigmático, siempre sonreía con este pensamiento para el los niños le parecían fascinantes.
Él casi no tenia un buen recuerdo de su infancia, su madre murió cuando el era apenas un bebé, lo separaron de su hermano siendo un niño, fue entrenado y peleo desde joven por una diosa a la cual el le sirvió involuntaria mente en guerras sin sentido, al menos para el, pero jamás comento nada. Pero eso era historia pasada, ahora él ya no era un niño, ya no tenía más responsabilidades con esa mujer y sus tontos objetivos, ni mas luchas en pro de la humanidad, ni nada de eso. ¿Qué era tan complicado entender que el humano es así y jamás cambiara?
Definitivamente para su diosa así era, ella quería la paz mundial, peleando contra los demás dioses del olimpo para obtenerla, pero el sabia que era en vano y ella aun así los hacia combatir.
A él le parecía tan estupido ideales sin sentido le llamaba él.
Bonito color- dijo en voz baja al ver los ojos de una niña de 8 años caminando apresuradamente detrás de su madre que cargaba unas bolsas, la niña al verlo se detuvo un momento y le sonrío, él le correspondió- interesante color- pensó, la niña tenia unos ojos color hazel* bastante enigmáticos, demostrando una madurez impresionante.
Apresúrate Samara- le dice su madre que se detuvo al notar que su hija no la seguía.
Ya voy madre- la niña le sonrío y corrió al lado de su madre.
Le pareció curiosa la actitud de la niña “Samara”- De que me sorprendo.
Hmp je je – siguió su camino, aun faltaba un poco de tiempo para llegar a su destino.
La rutina de su vida había cambiado de hacia un tiempo, cuando le pidió la libertad a su “diosa” contando con 15 años, riño con su hermano, dejo el santuario, su armadura y el se convirtió en un joven “normal”, iba a su escuela en la semana, salía con sus amigos, veía televisión, escuchaba música, fumaba y bebía, cosas de jóvenes.
Ahora con sus 19 años era independiente, 4 años viviendo solo, trabajando, estudiando y luchando por salir adelante el solo y vaya que lo estaba logrando, entro a una de los mejor institutos de las bellas artes, donde estaban artes plasticas, musica, teatro, danza y un largo etc. , logro una beca por sus excelentes calificaciones en el instituto al que asistió durante tres años.
Consiguió trabajo y un departamento bastante módico y barato para su sencillo estilo de vida. Para llegar a su “casa” tenia que pasar por un parque, que a esas horas ya se encontraba un poco solo, pero no se preocupaba, siempre era lo mismo, caminar de la escuela al subterráneo, tomar la ruta correcta, llegar al centro, caminar un rato por una concurrida calle de tiendas, llegar a un paso peatonal, cruzarlo, para llegar al parque, caminar por 10 minutos y llegar a la zona de departamentos, entrar al edificio, subir en el elevador, abrir su pequeño nido de “libertad total”, beber un poco de vodka y fumar observando la noche por la ventana.
Hay maldita monotonía encantadora- sonrió mientras subía por el elevador que lo llevaría a su destino- solo espero no toparme con Mark – suspiro un poco.
Salio cautelosamente del elevador y vio el largo pasillo lleno de puertas, la pintura barata, con graffiti le daba un toque “hogareño” bastante especial.
Por favor, si me quieres, no me hagas toparme con él- Rogó a algún dios que sabia bien no lo escucharía.
HEY FREUD! – gritaron del otro lado del pasillo en una puerta con decoraciones en rojo y naranja en forma de llamas.
Hey Mark- le contesto desanimado- “definitivamente me odias”- pensó, el chico que habitaba en ese departamento salio caminando, con una sonrisa en el rostro, su cabello rubio y corto, estaba húmedo, señales de que se acababa de bañar, vestía un pantalón negro holgado, sin playera dejando al descubierto la piel morocha de su tórax en el cual había un tatuaje tribal en el centro del mismo, iba descalzo y en su mano llevaba una cerveza, y en su cara una sonrisa bastante sensual-
¿Quieres acompañarme a cenar antes de que lleguen los chicos?- le dijo con esa característica voz de él.
Creo que en esta ocasión no- le dijo mientras lo veía atentamente a los ojos, los estudio un rato y supo lo que quería - estoy cansado Mark, para otra ocasión, ¿te parece bien?
El otro chico se lo pensó un rato detallando el rostro del contrario.
Está bien, para la próxima Shun- dicho esto se metió de nueva cuenta a su departamento a paso lento al mismo tiempo que Shun entraba al suyo. “tss Diablos, a la próxima caerá” – dijo Mark en sus pensamientos mientras sonreía al escuchar los pasos un tanto apresurados de Shun.
Shun al entrar a su departamento, cerró la puerta rápidamente y soltó un suspiro.
Lo hace a propósito- mientras unos recuerdos un tanto “xxx” llegaron a su mente- si definitivamente lo hace a propósito - dejo su mochila a un lado , el estuche del otro, camino a paso lento por el un tanto angosto pasillo, el departamento no era muy grande, pero era cómodo, una habitación, una pequeña cocina y un baño.
Entro a la habitación que estaba al final del pasillo, se dejo caer en la cama, suspiro un poco y se quito el paliacate se paso las manos por la cara y el cabello, sonrió socarronamente.
¿Qué diría mi hermano si me viera ahora?- se desesperezo estiro la mano y prendió un estereo que tenia a un lado de la cama, y comenzó a sonar una música bastante tranquila, subió un poco el volumen del aparato y se levanto de la cama a paso lento entro al cuarto de baño, se fue quitando su ropa, al quedar desnudo se vio frente al espejo y se estudio, hacia tanto que no se veía en un espejo.
Su cuerpo había cambiado aun era delgado, pero tenia los músculos un poco mas marcados, había crecido, ahora media 170 cm., su cabello era mas largo, su piel blanca y un tatuaje de un águila en su brazo derecho, una cicatriz en el pecho, la cual delineo con sus dedos, y vio su reflejo, su mirada también había cambiado, dejo de ser inocente para volverse madura y fuerte, su mano paso a su rostro y lo toco pasando de la mejilla izquierda al mentón.
Eres patético- le dijo a su reflejo y este le sonrió en contestación, entro a la regadera y prendió el agua fría, dejo que lo golpeara duramente en la espalda y cuello, siempre hacia eso, después de un rato comenzaba a temblar, el agua fría lo hacia dejar de sentir esa sensación de ahogo que siempre tenia cuando esa”sensación” lo atacaba.
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¡Ikki cuidado! – Le grito Seiya a su amigo que estaba terminando de pelar con un sujeto escuálido portando una armadura roja con extrañas marcas en la misma, esté reacciono y se cubrió del ataque.
¡NO PODRAN CONTRA MI CABALLEROS DE ATENA! JAJAJAJAJAJAJAJA- un hombre bastante corpulento y feo con una armadura roja, atacaba a los dos jóvenes.
Ikki sonrió- Eso quiero verlo “Hō Yoku Ten Shō”- el ataque dio directamente con su contrincante y este cayo muerto.
¿Por qué habrán hecho esto? – pregunto Seiya mientras veía los cuerpos de los caballeros, los cuales todos portaban armaduras rojas comenzaban a arder en un fuego morado-
¿Qué está pasando?- pregunto Seiya alejándose de uno de los cuerpos
No tengo idea- dijo Shiryu
Hay que irnos e informarle a Athena sobre esto – dijo Hyoga .
Todos habían crecido, madurado, todos ellos portaban su armadura sagrada.
Seiya era un poco mas alto a cuando era adolescente, tenia el cabello aun corto, portaba la armadura de Pegaso, su mirada decidida y fuerte mostraban una madurez que se había ganado con las batallas y al estar al lado de sus amigos, .
Ikki con su piel morena y sus cabellos azules un poco largos a como comúnmente los usaba cuando adolescente, tenia una cicatriz nueva en el rostro, sus ojos eran serios y duros, era el mas alto de los cuatro. Su armadura lucia imponente en él.
Shiryu con sus cabellos negros largos, recogidos en una coleta baja, portando su armadura del dragón, sus cubiertos por un pedazo de tela negra, tenía pequeñas heridas en el rostro.
Hyoga el cisne, sus ojos no demostraban ninguna emoción, tenía una pequeña herida en su rostro, por la batalla que acababa de librar, su cabello rubio ahora mas largo, su cuerpo más fuerte, y su alma más sola.
Los cuatro se retiran del lugar lo mas rápido posible para decirle lo que ha pasado a su diosa.
Llegaron rápidamente al santuario, entraron al último salón, donde Athena los esperaba en el trono
¿Qué a sucedido?- les pregunto
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Señor los guerreros han fallado – dice una voz seductora entrando a un salón con grandes cortinas de seda y otras telas que van desde el techo hasta el piso, en el centro del mismo poco iluminado se encontraba un trono en donde se veía una figura al parecer masculina.
Lo se mi dama- le dice la voz gruesa y siniestra- ¡Engaño!.
Si mi señor jajaja- una voz aguda y desentonada habla- Ya sabes que hacer.
Si mi amo – la figura desaparece en un chasquido.
Ven aquí mi dama- dice la figura mientras saca a la luz una de sus manos donde se ve un guante y en los dedos varios anillos y piedras preciosas.
Si mi señor- le dice mientras sonríe, toma la mano y es jalada violentamente al ser sentado en el trono.
Unos ojos brillantes en un rincón miran con expectación lo que esta pasando en el trono, y una sonrisa morbosa se asoma en unos puntiagudos dientes blancos.
¡Oh mi señor!- …
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(santuario)
Nos atacaron varios guerreros Athena, pero su armadura era extraña- le dijo Shiryu a la joven- Al terminar de pelear contra ellos, cuando Ikki venció al ultimo, los cuerpos de los caídos comenzaron a arder en un fuego morado- Le informo.
La joven solo entre cerro un poco sus ojos -“¿Qué estará pasando ahora?” – Pensó un tanto afligida – “cuando por fin hay un poco de paz, sucede esto”. Descansen está noche lo necesitan- les ordeno.
Si- contestaron todos al uníson.
Ikki fue el primero en salir del gran salón y se dirijo a dejar su armadura en un salón contiguo, en donde observo las cajas de las armaduras sagradas, y en una esquina se encontraba la armadura de Andrómeda, la miro su mirada se ensombreció por la tristeza camino hacia ella, la acaricio, el metal frió le trajo recuerdos.
Flash back
¡Ikki no soy un niño!- le grito Shun a lo que Ikki le dio una bofetada, lo cual hizo que Shun volteara el rostro y regreso su mirada sorprendida a su hermano.
Shun yo…- pero el jovencito no lo dejo terminar y le dio un golpe en el rostro con el puño cerrado- Si me vas a golpear hazlo bien- a lo que Ikki sorprendido no pudo objetar nada cuando el mas pequeño salio corriendo fuera del templo.
Fin del flash back
Después de eso todo comenzó a cambiar- pensó para si mismo- Me pregunto como estarás – Sonrió de lado y se quito su armadura al poco rato escucho los pasos de sus amigos.
Curen sus heridas, coman algo y duerman- les dijo Saori ya que había acompañado a los otros muchachos- Mañana será un largo día.
Unos ojos azules se posaron en el rincón donde Ikki había estado momentos antes, pero no demostró emoción alguna.
Tan solo observo por unos pocos segundos y las emociones lo embargaron.
Espero estés bien- una mano se poso en su hombro-
Vamos amigo- le dice Shiryu.
Abandonaron el salón por lo que nadie noto cuando la armadura de Andrómeda desapareció.
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3:00 am
Shun trataba de dormir, pero el alboroto que escuchaba, no lo dejaba dormir, por lo que se rindió y se levanto de su cama, abrió la ventana, encendió un cigarrillo y vio las luces de la ciudad.
Definitivamente es una gran fiesta- dijo a la nada- debería de haber aceptado y divertirme un poco, después de todo mañana ya inician las vacaciones de invierno.
La música fuerte se escuchaba por todo el piso, pero nadie se quejaba de eso, la mayoría de los estudiantes foráneos se habían ido, solo quedaban algunos de los cuales la mayoría estaban en su escuela.
Escuchaba los gritos del guardia de que bajaran el volumen de la música. Sonrió burlonamente- Como si le fueran a hacer caso- se dirijo a la cocina y del frigorífico saco una botella de vodka, la abrió y le dio un trago largo.
Se dirijo de nueva cuenta a la ventana y la abrió, el edificio era uno de esos viejos con ventanas grandes se sentó sobre el pequeño escritorio que tenia debajo de ella, prendió una pequeña lámpara, tomo un cuaderno un tanto grueso, con varias fotografías en la portada, la mayoría era de sus compañeros y amigos de la escuela, sonrió al ver una en especial.
Apestosa nostalgia- se rió de su propio pensamiento de tristeza, abrió el cuaderno en la página que se quedo y comenzó a escribir con una pluma lo que pasaba por su cabeza.
Las paredes de su habitación estaban tapizadas de fotos, posters, partituras, hojas con escritos, dibujos, palabras, poemas, recordatorios, listas de lo que comía en la semana, pequeñas notas de amigos, el pasillo estaba lleno de “rayones” como decía Mark, pero eran pequeñas frases en japonés, árabe, ruso e incluso en español, Shun siempre le contestaba “Solo son palabras” y Mark sonreía.
Mark y el llevaban una relación un tanto extraña, cuando Shun llego a esa ciudad, se encontraba verde, ser becado, extranjero, no se era bien recibido, Mark era de nuevo ingreso al igual que Shun hablaron durante un rato y se hicieron amigos rápidamente.
Después de un tiempo Shun fue aceptado por su forma de ser era tan inocente, maduro y todo a la vez, era lo que le llamo mucho la atención a sus alemanes compañeros y demás circulo social que se abrió ante el, comenzando por un chico que estaba en la escuela de nombre Luther que era el primo de Mark, con el cual después de tomar un café instantáneo bajo un árbol y un beso, fue aceptado.
Al tiempo de eso Luther lo visitaba constantemente y Mark en varias ocasiones los acompañaba hasta bien entrada la noche, entre risas y conversaciones, la relación iba cambiando de apoco. Hasta que un día, después de unos cuantos tragos a una botella de algún licor, la noche de camarería paso a ser una noche de pasión desenfrenada, mordidas, rasguños, gemidos, una noche especial para Shun y para Luther, Shun a sus 18 años, fue tocado así por primera vez.
De eso ya había pasado algunos meses casi un año, y Luther y él habían iniciado una relación por decirlo de alguna manera. Un sonido en el centro de su habitación lo asusto un poco, al ver lo que había en el centro de la misma lo hizo abrir grandemente los ojos.
En el centro estaba su armadura, emanando el cosmos que la caracterizaba, brillando, tan hermosa como siempre.
No- dijo en un susurro dejando caer la pluma y el cuaderno.
Continuara......
+ Capitulo 2+ Reflejo sonriente