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Lo que sucedio en una noche con Luna por BloodyGabrielle

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Notas del capitulo:

 

Es cerca de la una de la madrugada, ya todos debería estar durmiendo en la despejada y fresca noche, pero Hyoga aun no concilia el sueño. Aprovecha para ejercitarse (nunca esta demás) en la oscuridad de su habitación, no le hace falta luz eléctrica ya que la Luna brilla a través de la ventana; la mansión enmudece en la noche, “a nadie le puede disgustar una noche asi no?, aunque ...se desperdicia en solitario...jeje!. La vida es demasiado corta para estar sólo, la nuestra en especial, no lo crees, madre?”...en esto pensaba cuando un suave golpe en la puerta detiene su meditación en medio de una flexión de brazos.

-Quien es?- pregunta en un susurro y bastante sorprendido por visitas a esa hora de la madrugada.

-puedo pasar, Hyoga, por favor?- le responde una vocecita apenas audible e inconfundible, sin embargo

-Shun? Eres tu?-

-si...es que no puedo dormir y...- el susurro suena aun mas bajo

.Por supuesto, adelante- responde Hyoga desde adentro buscando una toalla para secarse la frente transpirada, de paso toma un vaso de agua  y llenándolo de nuevo se lo ofrece a Shun que penetra en el oscuro dormitorio un poco cohibido...era la primera vez que traspasaba la puerta de la habitación de Hyoga.

Es un dormitorio pequeño, con la cama, mesa de noche y una cómoda sobre la cual se encuentra una delicada jarra de agua de cristal, un modesto escritorio con su silla se ubica debajo de la única ventana con vista a los elegantes jardines de la mansión. No es una habitación exactamente llamativa pero Hyoga dispuso al lado de la cómoda un par de gruesas botas de piel, de esas que usa para moverse en la siempre helada Siberia, lo que le da cierto toque personal.

-hace mucho estas despierto?- pregunta Hyoga intrigado cuando Shun le devuelve el vaso hasta la mitad. Éste negando con la cabeza, nota que Hyoga solo lleva puesto un pantalón y se siente un poco incomodo ruborizándose de inmediato.

- Errr...tuve una pesadilla- susurra avergonzado por el repentino sonrojo que aparece en su rostro.

-Disculpa, no esperaba a nadie a estas horas- le responde Hyoga, notando la turbación de Shun y  desapareciendo detrás de la puerta que debía ser un baño.

-Esta bien. Es mi culpa...no puedo dormir sabiendo que mi hermano se propuso hacer ese viaje tan largo. Me pone muy nervioso no tener noticias de donde está, ni como se encuentra-

 Shun había tomado asiento en la silla frente al escritorio y se estrujaba las manos con evidente ansiedad.

Se escucha abrir una llave de agua y puede adivinar que Hyoga entro a ducharse, y, con la puerta entreabierta; le habla desde ahí dentro.

-Pero conoces a Ikki, seguro intentara comunicarse contigo...no dudes que se preocupa por su hermano pequeño -

-lo se...se que se preocupa y me quiere, y todo eso...pero sin el...me siento...solo...además de todo lo que paso… no es agradable haber sido Hades, sabes?...aunque fuese hace tanto, aún me sueño asesinando a mi hermano...-

-…mmm...-

Se pudo percibir cierta tensión durante unos instantes, después que Shun hablara, pero no duro mucho.

-Ey! Estamos nosotros, y Athena y los santos dorados, y June, acaso no la visitas en el Santuario?…, además de Ikki obviamente...por que dices eso? Vamos Shun...no estas sólo-

El silencio vuelve a caer, pero ya no se percibía tensión, por lo que Hyoga asumió que Shun meditaba acerca de sus palabras.

-mmm, si, sé que no me dejaran si los necesito, pero... en estos tiempos de paz Saori tiene que cumplir las funciones que el señor Kido desempeñaba además de ser la reencarnación de Athena por supuesto; Seiya esta en el orfanato siempre, con Seika-san, ya sabes como les agrada serles útiles a Miho-san y a los niños; y Shiryu...bueno, esta en la cascada de Rozan, además tu, Hyoga, sueles pasar meses en Siberia.

- es cierto...- susurró el aludido.

Bueno...como ves me paso el día vagando por aquí, solo y sin mas compañía que mis recuerdos…ja! Que patético debo sonar no?, te pido disculpas…no era mi intención-

En el momento que Shun termino de hablar la llave de agua se cerró y Hyoga salio del baño con una toalla en su cintura y otra en la cabeza, la expresión de Shun al borde de las lágrimas enterneció su corazón, parecía desesperado.

La habitación aun estaba a oscuras, pero la luna llenaba de luz el espacio del escritorio.

-Quizás quieras que me vaya…es decir…quieras estar solo.- dijo Shun dando vuelta el rostro.

Pasaron unos incómodos minutos en donde solo se escuchaba el rumor del viento en los árboles.

-…-

 Hyoga sonrió como para si, y suavizo su expresión un tanto perpleja, parecía haber estado tomando una decisión mientras Shun permanecía sentado con el rostro semioculto y sumido en su pesar.

-...por que nunca me dices esas cosas Shun?

-¿?...- este levanto el rostro sorprendido por la pregunta, sus ojos esmeralda estaban arrasados en lagrimas.

- Si me lo pides me quedo contigo...siempre que quieras- sentencio Hyoga con expresión entre afligido y anhelante, pero suavizo nuevamente su gesto y le sonrió con cariño.

Fue una situación algo extraña, Shun no sabia que pensar acerca de las palabras que escuchaba, es mas, Hyoga se veía irresistible (aunque no se lo podía decir de frente) y confundía sus ideas acerca de sus…preferencias.

-¡Hyoga!- fue lo único que atino a decir susurrando con voz quebrada

Hyoga se había arrodillado frente a el y le tomaba una mano. La suya aun estaba húmeda pero tiritaba levemente, como si estuviera nervioso, sin embargo sus ojos diáfanos mostraron la determinación de lo que hacia.

-q- que e-estas ha-haciendo?!- Shun no se animaba a retirar la mano, pero temía que Hyoga se equivocara con su proceder.

-Se lo que es la soledad...yo…-

Buscaba indecisamente las palabras con las que expresarse -…yo también estuve mucho tiempo solo...pero si quieres...-

-Hyoga…- volvió a repetir, pero esta vez mas suave, con un dejo de pudor.

Shun estaba muy ruborizado y el corazón comenzó a palpitarle rápido, se sintió confundido, en realidad Hyoga es una de las personas mas hermosas que conoció pero no se había planteado una relación...así….con el. Hyoga se puso de pie y tiro suavemente de la mano de Shun para que lo siguiera, lo llevo hasta la cama y le ofreció sentarse, que un poco avergonzado aceptó.

Su cabeza daba vueltas, “que haces Hyoga?”, “no quiero que nos lastimemos mutuamente”…” “si te deseo”…”ah…que bien hueles”…”que bien te ves”. Se le ocurrían tantas cosas que decirle, que pedirle, pero esperó.

Hyoga, su hermoso efebo dorado, se acercaba suavemente a él rozando con sus labios la nívea oreja y le susurro algo al oído.

 Logro que su compañero se recostara y lo beso suave, dulcemente y sin apuro, saboreándolo.

Shun se entregó, aun confundido y casi sin respirar.

-compartamos nuestra soledad...- le propuso en voz susurrante

Esta declaración lo sorprendió, pero íntimamente la esperaba, desde el fondo de su corazón es lo que mas hubiese deseado, pero jamás imagino que realmente pudiera pasarle. Era como un sueño hecho realidad. Ya no tuvo dudas ni vacilaciones y dejándose llevar respondiendo:

-si...compartirla contigo...si!- al tiempo que abrazaba a la única persona  que existirá en su corazón jamás, y dejándose llevar por las manos y labios de Hyoga olvido todo lo referente a su hermano, la mansión y la misión que ya concluyeran hace 4 años...ya había sufrido demasiado así que era hora de su recompensa.

Notas finales: Adoro esta pareja!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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