Los susurros de la noche estremecieron su hermoso cuerpo semidesnudo, estaba tan sofocante y caluroso que no podía conciliar el sueño. La cama era un desorden de sabanas. No las admitía, se pegaban a la piel y ardían bajo sus manos, solo dormía con su ropa interior…cosa que no frecuentaba hacer, demasiado pudoroso como para ser sorprendido así. Tuvo que levantarse y encender el velador, no resistía el ardiente contacto del lecho.
Se miro al espejo en la penumbra que le devolvió la imagen de cuerpo entero... ”no esta mal”, pensó “nada mal”.
La imagen reflejaba a un ser andrógino, de tersos músculos acordes a su bien conformado físico; se adherían de manera firme, sin exagerar, a su piel de marfil, casi femenina.
“Demasiado hermoso para ser hombre, demasiado fuerte para ser mujer” se rió entre dientes al evocar las sugerentes palabras de su amigo Shiryu, aunque ciego, de muy buena memoria, que constantemente bromeaba acerca de su persona. Pero Shiryu solo jugaba, no le interesaba de esa manera.
A su hermano le disgustaban esa clases de humor, pero Shun estaba muy contento de ser tomado en cuenta por sus compañeros…bueno, casi todos ellos.
Un escalofrío recorrió su espalda; solo fue una tarde, no ni siquiera eso, una media tarde quizás. Estaba menos caluroso, pero el sol ardía y bajo un árbol sucedió.
Su primer beso, su primer amor…su primera vez.
“Ah!” Se sobresalto al recordar súbitamente aquellos ojos profundos, casi transparentes. Siempre se sintió atraído por los ojos celestes de Hyoga, pero ya no los vería por un largo periodo, cuando regresara de su habitual viaje a esas heladas estepas que llamaba hogar. No volvió a verlo desde ese día, 2 meses atrás. Aun recordaba su cuerpo la forma en que lo acariciaba, y el roce de sus labios…”que calor hace!” su rostro estaba perlado en sudor…y el resto de su cuerpo también.
“Si solo estuviera aquí…”, tuvo que contenerse y desviar su mente a la figura contemplada ante el espejo que le devolvió el reflejo con la cabeza ladeada en exacto ademán.
“aun no te desarrollaste por completo” se dijo en murmullos, remedando a la medica que lo había examinado esa semana, sin embargo, el se advertía completamente formado su rostro mostraba la tersa y suave textura de la seda, los ojos de brillante verde se habían vuelto un poco mas duros, pero un dulce resabio de inocencia persistía en ellos.
Sus manos continuaban siendo pequeñas y delicadas, y sus piernas hermosas con un suave y fino vello dorado, tan poco masculinas que volvió a sonreírle al espejo con picardía…en cuanto a su…área masculina,“ no me puedo quejar, al fin y al cabo soy varon” pensó para si mismo con vergüenza, no se animaba a desnudarse por completo aun con el calor infernal de la noche abrasándolo.
Tomo la decisión de darse un baño, la transpiración fina en su cuello, espalda y vientre le incomodaba. Abrió el grifo del agua, y lleno la tina echándole algunas sales perfumadas, al entrar noto el agua un poco caliente y le bajo la temperatura.
Cerró sus ojos relajándose y detrás de sus parpados un gran árbol cubrió el brillante e impiadoso sol que lastimaba su vista. Una sombra se poso delante de él y alzando la mano rozo su ardiente rostro.
-Nunca me acostumbrare a este espantoso calor!-
Hyoga entre enojado y divertido jugueteo con sus dedos dibujando en el rostro de Shun lineas sinuosas, Luego se sentó y tironeo de su mano para atraerlo a su lado.
- de verdad te iras esta vez también?-
- Pues si, debo velar por mi pueblo…no tienen protección en un lugar tan desolado-
-mmm…te-te voy a extrañar…-
Solo fue un murmullo incomprensible.
Hyoga lo miraba con una expresión extraña, cariño quizás? Tal vez deseo, no pudo adivinarlo.
-volveré…volveré a tu lado siempre que lo desees- Acaricio una vez mas su rostro, y tomo la mano de Shun, ninguno recordaba exactamente cuando comenzaron con esa confianza, pero que tornaba en algo diferente, era seguro. Repentinamente se acerco un poco mas a su rostro y rozo sus labios con los de el, Shun se estremeció, y sonrojado se aparto un poco
- esta mal?..digo..eso…-
Hyoga se alarmo repentinamente, y parecía incomodo esperando la respuesta, mas no solto su mano.
-no!...es solo…que me tomaste desprevenido-
-ah! Si solo era eso…- replico visiblemente aliviado Hyoga
Volvió a acercarse, esta vez no aparto su rostro, sino que se mostró entregado y respondió a los labios, que quizás fuese su imaginación pero sabían a agua de deshielo.
Frescos, a pesar del evidente ardor, puros, dulces, un poco duros quizás, hermosos sin dudas, saciaban todos los sentidos. Su boca le permitió experimentar todas las sensaciones posibles, sin percatarse de que Hyoga ya lo había tomado en brazos y lo acariciaba con evidente deseo.
-…ah-h...- intento separarse un momento solo para tomar aire, pero los fuertes brazos que lo rodeaban se estrecharon aun mas, y ya no tuvo excusas para resistirse. Eran novatos experimentando, niños jugando....pero no importaba nada de eso...ellos se tenían.
Abrió los ojos, el agua se enfrió del todo, y la magia del recuerdo desapareció, aun es noche cerrada y con la Luna en lo alto el calor disminuyo, mas sintió su cuerpo tan frío que apenas pudo salir de la tina…se sintió solo, desnudo, pero una luz de esperanza brillo en sus ojos, no había olvidado la promesa de Hyoga y eso lo reconfortó.
- Volverá por mi…lo se-