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30 de Marzo por Luna_Nueva

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Notas del fanfic:

Bueno bueno ajajjaja, este fic...es...¡yo que se! no me gusto muxo, creo que podria haberlo hecho mejor jajajjaa

Aun asi tenia muxisimas ganas de escribir algo como esto y por fin me vino la inspiracion de noxe (como no ajajja) y decidi ver que salia.

El resultado a sido un poco deprimente pero no esta mal y espero que al menos resulte entretenido y enternezca un punto, ya que es basicamente lo que pretendia ^^

Bueno os dejo aki y espero que lo disfruteis, a ver si publico alguna historia de varios capitulos, pero esque no kiero dejarlas a medias ajjajajaaja

un beso enorme para todos

Notas del capitulo: eisss jajajajajaja recordad que la escritura son las alas de la imaginacion ^^
La noche del 30 de marzo el patriarca del Santuario no podia dormir.
Totalmente irritado, se levanto de la cama con una mezcla de enfado y resignacion, dispuesto a traginar por toda su habitacion a ver que podia hacer.
Por que si eras el patriarca del Santuario siempre habia algo que hacer. Siempre.
Menos esa noche al parecer.
Miro concentrado por la gran estancia...de arriba a abajo...de izquierda a derecha...diviso el papeleo, ah, pero ya lo habia solucionado antes...
Nada.
Absolutamente nada.
Furioso, camino de un lado a otro despotricando contra todo e incluso odio a los pobres sirvientes que se ocupaban de su cuarto por ser tan limpios y dejarle sin nada que le entretuviese durante unos minutos ¡Solo unos malditos minutos a ver si entraba el sueño!
Y de repente lo vio.
Ahi, solitario, arriba del todo en la elegante estanteria...demacrado y lleno de polvo por el tiempo y el olvido...el album de fotos...su viejo y querido album de fotos.
Como movido por un resorte, cogio la silla y se subio sobre ella para alcanzarlo. Lo agarro como si fuera a romperse y soplo las tapas para librarlas un poco de la suciedad...
Y lo abrio despues de tantos años...junto a un pequeño crujido del papel viejo.
Tantos años...
Y tantos recuerdos...
Aah que recuerdos...ahi estaban, los doce...tan jovenes unos cuantos y otros tan pequeños...aun los recordaba, si, a su familia.
A sus, practicamente, hijos.
Con una sonrisa nostalgica e inconsciente, reviso la foto y los rostros uno por uno.
Oh su pequeño Mu. La llegada de Mu fue para el como un soplo de vida. Siempre tan bueno y tan decente. Desde niño...
Recordaba su sentido comun, su empatia. Su carencia de mal humor...su respeto y tolerancia hacia todos los seres vivos. Cuando Mu llego algo dentro de su pecho crecio e hizo que se hinchara de orgullo, deseoso de mostrar a todos la naturaleza y las destrezas de su alumno. Siempre hizo amigos, halla donde fuera. Aioria, Milo, Shaka...¡hasta Camus! pero sobretodo con Aldebaran. Nunca llego a comprender como pudieron unirse tanto esos dos...no es que no quisiera a Aldebaran, pero Mu y el eran todo lo contrario el uno del otro...
¡Ay! Aldebaran, vaya quebraderos de cabeza pudo llegar a ocasionarle...
Era atrevido y poco consciente de su fuerza fisica en un niño tan pequeño. Nunca fue una lumbrera, la verdad...bueno, no es que fuera estupido, simplemente era de soluciones faciles. Nunca le gustaron las complicaciones sin sentido ni los enredos. Ni los rompecabezas, por cierto, siempre los odio.
Recordaba que ninguno de los demas aprendices queria peleas con el.
La escena tipica despues de un entrenamiento en el que participara era un pequeñajo llorando y al gran Aldebaran pidiendo disculpas...pero siempre fue noble. Algo en el inculcaba respeto hacia su persona...tanto en los niños como en los adultos. Aldebaran, defensor de los debiles, otro con una facilidad increible para hacer amigos.
¡Oh! pero a quien teniamos despues...de pie, juntos y orgullosos, algo mas mayores que el resto...
Nadie mas que Saga y Kanon podia presentar tal porte imponente. Sus pequeños gemelos.
Ellos dos fueron los primeros en llegar al Santuario y vinieron tan unidos que a veces daban miedo. Dormian juntos, comian juntos, luchaban juntos...incluso terminaban las frases del otro.
A diferencia de los anteriores, Saga y Kanon nunca tuvieron muchos amigos...aunque si muchos admiradores.
Eran hermeticos. Crearon un pequeño mundo donde solo ellos existian y donde nadie mas podia entrar. No podias hablar con Saga sin Kanon delante y no podias hablar con Kanon sin Saga delante. Eran la elite de los aprendices. Inteligentes, fuertes, valientes...retorcidos...muy complicados e incomprensibles. Crecieron al pasar los años y comenzaron a competir...se volvieron adolescentes y ahi es cuando comenzabas a darte cuenta de las diferencias que el signo de geminis conlleva. A simple vista, Saga era noble y extremadamente educado, Kanon era manipulador y descarado... pero el, el patriarca, su padre, nunca llego a saber quien era realmente el bueno y quien el  malo de los dos.
Ambos comenzaron a distanciarse...a odiarse. Alguien que les viera en su adolescencia no podria haberse creido que ambos muchachos hubieran sido años atras practicamente uno...las dos caras de la moneda, si...
Bueno, ahora ¡Como no! que le tocaba el turno al mas malicioso de todos.
Giovanni, Mascara de la Muerte al pasar los años, llego al Santuario junto con un aura de muerte y desolacion. No le gusto a nadie y a el nunca le gusto nadie...solo tolero medianamente la presencia de Afrodita.
Su pasado era turbio, rodeado de tragicos accidentes, asesinatos, muertes horribles, escenas de sangre y dolor...mucho dolor...
Solo bastaba decir que Giovanni no era huerfano por abandono...sus padres murieron a sus pies por manos de otros...y el niño no podia ser normal, obviamente.
Era cruel y sadico, obsesionado por la sangre y por la lucha, un asesino en potencia al que le gustaba el olor de la muerte...parecia querer vengarse del mundo.
Nunca le gustaron sus ojos...tenian un deje de tristeza profunda, de dolor...y de odio... hacian que miraras hacia otro lado al hablar con el.
Jamas quisieron acercarse...le tenian panico. Los unicos a los que llego a respetar fueron a Saga y Kanon, sobretodo por que supieron ponerle en su lugar a tiempo...ni siquiera le respeto a el, al patriarca. Nunca.
Mascara de la Muerte poseia una mente muy espabilada para un niño de su edad y siempre supo a quien temer... el temor no es respeto. Un ejemplo era Shaka, con el que hizo una especie de pacto silencioso. Uno no molestaba y el otro permitia...
Tan solo a los gemelos...
Solto una carcajada al ver la sonrisa radiante de Aioria sobre los hombros de su hermano.
¡Que grande, Aioria! Era el valor y el orgullo del leon en persona. Siempre le cayo bien, desde que llego. Era descarado, bruto y un poco simplon...pero inspiraba una admiracion y ternura...
Cada vez que hablaba sentias que querias ser como el.
Siempre supo donde estaba su lugar ¡En lo mas alto! respetaba pero dejaba clara su opinion ante quien fuera...no temia ¡Jamas! solo respetaba...
Admiraba fervientemente a su hermano, al que queria como un padre. Fisicamente casi identicos pero de caracter contrario. Aioros, apacible y tranquilo, Aioria era una autentica bomba. La gente se acercaba a el como si tuviera un iman y halla donde fuera siempre era el lider... sin embargo, aunque todos querian estar en su compañia, el parecia preferir la del serio Shaka...no tenian nada que ver y era comico verlos juntos.
La sonrisa de Aioria se desfiguro con el tiempo y las perdidas...y las garras del leon quedaron podridas como su alma...
Para volver a resurgir mas fieras y valerosas que nunca...
¡Que grande, Aioria!
Pero la grandeza de los reyes quedaba eclipsada ante la delgada figura del siguiente aprendiz.
Nunca habia conocido a nadie de tal porte, tal magnitud...cuando Shaka hablaba (y pocas veces lo hacia) un silencio abrumador se adueñaba de todos y cada uno de los presentes...era un niño, pero poseia la sabiduria de los ancianos.
Shaka llego solo. Nadie lo trajo al Santuario por que no hizo falta. Simplemente llego. Era poco sociable pero a la vez muy amable...algo arrogante, la verdad, aunque no le faltaban motivos para serlo. Aprendia a una velocidad pasmosa, aunque tenia un talon de Aquiles: Nunca se le dieron bien las tenicas cuerpo a cuerpo. Poseia una complexion ligera de miembros fragiles, siempre perdia en una lucha sin cosmos y no solia participar en ellas ya que era orgulloso...mucho...odiaba perder. No fue un niño corriente, era amigo de todos pero no tenia amigos...solo lo fue un poco de Mu, quien nunca llego a conocerle del todo.
Quiza Aioria, que solia seguirle por ahi, curioso como era, logro mantener una relacion cercana con el...pero Aioria era simple y Shaka muy complicado...
Shaka le quiso mucho, siempre le quiso. Eso lo sabian todos.
¡Oh! Dohko...de el habia poco que decir, mas que un hijo un hermano...bueno quiza un hermano no...eran cosas suyas que a nadie le importaban...ya se sabe, secretos a voces...cotillas...
Una sonrisa enorme asomo de sus labios al ver la carita sonriente y rasguñada del peor de todos.
El peor de todos no por malvado, si no por picaro. Nunca vio ¡En la vida! mayor trasto que Milo.
Traia de cabeza a todos...era fanfarron, hiperactivo, travieso a mas no poder, liante...le gustaba convencer a los demas para que se unieran a sus travesuras...¡Y vaya travesuras! ¿de donde sacaria esas ideas malvadas? Puff, hacia falta otro Santuario mas para poder controlarle totalmente.
Aun asi, siempre tuvo un gran corazon...y una boca muy grande, por cierto. Pero Milo carecia totalmente de maldad, picardia demasiada, pero maldad ninguna.
El dia que llego revoluciono el Santuario. Hablaba sin parar...bueno, mas bien gritaba sin parar. Logro hacer amigos en todas partes y ¡Ay del pobre que se hiciera su enemigo! podria hacerte la peor jugarreta de todas. Aunque su juego favorito siempre parecio ser traerle de cabeza a el, al gran patriarca, que no sabia ya que hacer con semejante elemento. Se paso gran parte de su estancia en el Santuario castigado...constantemente castigado.
Pero Milo era tan abierto que incluso logro hacerse gran amigo de Camus...se volvieron inseparables...eran lo contrario el uno del otro...absolutamente. Milo era una persona maravillosa y ¡Para que negarlo! digamos ¿refrescante?, le dio al aburrido Santuario un toque de humor y entretenimiento...si los otros no eran demasiado traviesos no importaba...el valia por los doce en eso.
Recordaba que era competitivo y muy sociable, pesado a veces ¡Enamoradizo a mas no poder! Un personajillo simpatico y curioso del que si te ganabas su corazon daria la vida por ti...Fue el niño mas normal de todos...y, ahora, el adulto mas niño que habia conocido.
La nostalgia se hizo mayor al ver al mas bueno de todos y cada uno de ellos...
Aioros ¿que podia decir de el? Tan calido y amable...la bondad humana en todos los sentidos.
Nunca conocio persona igual. Aioros llego despues de los gemelos...un niño tan dulce, con un corazon de oro macizo.
Parecia la persona perfecta, jamas logro verle enfadado de verdad. Quiza su unico defecto era ese, su excesiva buena voluntad. Aioros vivia por y para los demas, nunca para si mismo...murio como vivio: Protegiendo a ajenos.
Su muerte y falsa traicion fue un duro golpe para todos los aprendices que veian en el una figura a seguir...
Y Aioros cayo, y con el el espiritu de los futuros caballeros...dejando a un hermano destrozado...
Y junto a Aioros ¡Como no! se encontraba con esa expresion severa el joven Shura.
Shura, si...jamas pudo encontrar persona mas recta, fiel y arraigada a las normas como el aprendiz de capricornio.
Llego serio, tan serio que pareciera el orden en persona. Nada en el estaba descolocado al igual que nada de su alrededor debia estarlo...era un obsesionado del orden, aun lo recordaba...y el pequeño Milo le crispaba los nervios, pero de una manera sana.
Shura vio en Aioros a un amigo y a la vez una forma de vida a seguir...le aprecio tanto...le admiro. Pocas veces lo vio divertirse mas que con Aioros...
No hizo muchos amigos pero tampoco enemigos, la gente lo apreciaba por su correccion y daba confianza...nunca se salio del camino "recto". Los aprendices solian quejarse cuando le tocaba a el cuidarlos un rato ya que, a diferencia de Kanon o Aioros, era excesivamente serio y muy estricto, no jugaba con ellos, no reia con ellos...pero los cuidaba como un perro guardian. Nunca estuvieron en el mas minimo peligro si el estaba cerca...
Siempre se fio de el y supo que su lealtad no desapareceria jamas.
De expresion gelida y mirada afilada, sentado e inmovil como una estatua, junto a Milo siempre, se encontraba Camus.
Buff ese si que fue un muchachito complicado. La llegada de Camus fue como el frio que tanto le gustaba...No hablaba sin ser preguntado y siempre respondia de manera escueta y lo mas breve posible...excesivamente cerrado...excesivamente frio. Solo consiguio mantener una relacion con Milo, el cual le busco y le busco hasta que Camus no tuvo mas remedio que aceptar su compañia...pero parecia agradarle.
Nuna jamas supo si le dolia que los demas no se acercaran a el o el a ellos...era imposible saber lo que sentia...lo que pensaba. No lo vio llorar jamas, no lo vio reir jamas...solo esa expresion seria y gelida.
Aun asi, Camus era una persona que daba buena espina. No sabias lo que podria esconder dentro, pero sentias algo, quiza un brillo en sus ojos, que te hacia saber de inmediato que no poseia maldad...pero si una inteligencia sublime.
Su pasatiempo preferido siempre fueron los libros. Los devoraba uno tras otro, libros complicados...filosofia, historia, geometria, novelas intrincadas...menudo cerebro...le costo descubrir semejante mente brillante ya que solia pasar desapercibido...y cuando lo hizo no se arrepintio.
Aprendio el idioma mucho antes que los demas pero nunca perdio del todo ese elegante acento frances que le añadia aun  mas misterio.
Milo logro sacar un poco de su cascara invisible al pequeño Camus, que solo aceptaba su compañia...e incluso una vez creyo oir su risa junto con la de Milo...
El ultimo en la foto, acompañado de esa tipica expresion de fastidio tan suya, era Afrodita.
Afrodita siempre fue un ser de belleza inalcanzable. Parecia salido de los cuadros antiguos que representaban angeles y divinidades...
Pero su interior nunca fue como su exterior.
Era un niño quisquilloso, de convivencia imposible y cerebro retorcido. Otro con un extraño gusto por la sangre que ponia los pelos de punta.
Su pasado era oscuro al igual que el de Giovanni y se sintio siempre bastante identificado con el. Establecieron una conexion extraña, a veces casi enfermiza...juntos daban incluso mas pavor que por separado. Aunque lo quiso, al igual que a todos, al principio no le gusto. Absolutamente nada.
Su cara de angel era engañosa.
Aun asi, Afrodita le demostro, poco a poco, que poseia un corazon como cada uno de ellos...uno mas complicado y laberintico. Pero tenia corazon.
Alguna vez se dio cuenta de que hacia cosas por los otros niños en la sombra...en secreto...para que nadie supiera que poseia algo de buena voluntad.
Pero el jamas dijo nada, respetando sus deseos.
Aah ¡Que buenos tiempos!
Ahora los miraba, en esta nueva oportunidad que los dioses les permitieron, tan mayores...tan orgullosos...algunos tan dañados...sus hijos, si.
Las nuevas generaciones se acercarian poco a poco y les tocaria el turno de descansar, pero en el fondo, todos aquellos que les siguieron sabian que jamas podrian aparecer semejantes caballeros...¡Plantaron cara con valor hasta a los mismisimos dioses olimpicos!
La noche del 30 de marzo el patriarca del Santuario no podia dormir.
Y como no podia dormir, encontro un viejo album de fotos donde aparecian los antes pequeños aprendices de oro...
Junto a todos sus recuerdos.

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