Dijiste que te quedarías a mi lado. Que ya no tenía que preocuparme por el vacío en mí. Que sentiría lo que es ser feliz y harías estremecer mi corazón. Pero… te vas, tus pasos se alejan lentamente de mí y ya no veo tu rostro, ya no estas a mi lado… Aizen.
[Silencio]
¿Cuánto tiempo ha pasado ya? Hace tiempo que no recordaba aquel 9 de mayo, hace dos años. Cuando el frío de una calurosa tarde se coló por mi piel y enfrío mi alma.
El hecho de que siga respirando y que haya comprado una rutina no significa que esté vivo.
Las espinas clavadas en mi supuesto corazón sangran de vez en cuando, en especial cuando recuerdo…
Entregarme a los placeres efímeros se convirtió en un simple hábito. Día tras día, rostros que ni siquiera veo, susurran palabras en mi oído y se pierden en el gris de infinitas madrugadas.
Y de repente algo llama mi atención, no es que me emocione al notarlo pero me sorprende que haya algo que desvíe mi vista.
Ya van más de dos semanas que nos encontramos en este mismo lugar. ¿Sólo coincidencia?...
- Hace un bello día ¿verdad? - ¿bello? Por la ventanilla del tren sólo puedo ver lluvia ¿a esto llamas bello? – Yo amo la lluvia. Al igual que las cosas marchitas – pero qué… ¿es posible tener esa clase de ojos? Tan azules como las profundidades del mar, más hermosos que un zafiro… ¿Quién es esta persona?
- ¿Puedes decirme por qué debería importarme?
- Vaya que eres cruel… Ulquiorra Schiffer-san – un momento ¿por qué esta persona sabe mi nombre? Esa sonrisa…
Sólo logré ver su silueta perderse entre la multitud antes de que las puertas del tren se cerraran nuevamente.
No volví a verlo. Por más de dos semanas mis ojos no volvieron a encontrar aquellos azules. Como pensaba, nada puede cambiar.
- Vaya que olvidas rápido – esa voz… no puede ser – y yo que pensé que me buscarías entre la multitud después de ver tu rostro sorprendido la última vez
- No es posible que hayas visto esa expresión en mí
- Tienes razón tu rostro es inmutable, pero… estoy seguro que así fue - ¡pero quién se cree que es! Susurrando de esa manera en mi oído y sonriendo como si nada.
- ¿Quién eres? - ¿por qué la expresión seria? Sólo pregunté por tu nombre. Te alejas ¿ya llegamos a tu parada? - ¿No vas a responder? – sonríes nuevamente y te… acercas, dices algo en mi oído pero… no alcanzo a escuchar, hay demasiado ruido.
- Adiós
Te despides, no te vayas. No quiero volver a verte. Regresa. No vuelvas a hablarme. Mírame de nuevo. Deja de sonreír. ¿Quién eres?... dime tu nombre. ¡Aléjate!... tu nombre… Aizen
[Jadeo] ¿Por qué duele mi garganta?, ¿por qué estoy sudando?, ¿una pesadilla? ¿Dónde estoy?, ¿cuándo volví a casa? Ah ¿qué sucede conmigo?
Aquella vez, cuando pregunté su nombre ¿por qué no pude oírlo? Que tontería ¿por qué debería preocuparme tanto? Sólo es una persona más. Uno de los tantos rostros que jamás veo. Sólo uno más… ¿verdad?
Entonces ¿por qué aún espero que vuelvas a tomar el tren? Hoy vuelve a llover… como aquel día
- ¿Cómo puede esto ser hermoso?
- Porque es distinto. Todo el mundo ama el sol, su calidez pero… es vacío. La lluvia en cambio da tristeza y frío, de esa manera puedes buscar a alguien para que abrigue tu corazón – volviste. Tu voz… la recuerdo. Tus ojos… los recuerdo. Tu rostro… lo recuerdo… ¿Por qué te recuerdo? – Ulquiorra-san ¿alguien abriga tu corazón?
[Ruido de autos]
¿Cuánto hace que vivo? Todos los días camino por las mismas calles, a la misma hora.
¿Cuánto hace que dejé de sentir? ¿Alguna vez sentí? ¿Me contestarás alguna vez… Aizen?
- Yo cuidaré tu corazón – mentira.
Hoy hace sol. Me duelen los ojos por los rayos. No me gustan los días soleados.
Es verdad, a esa persona tampoco le gustan.
Esa persona… ¿quién es?
- Te he preguntado más de cinco veces ¿por qué no puedo oír tu nombre?
- Realmente eres tonto Ulquiorra-san. Eso es porque tus oídos se han sellado para oír sólo el nombre de quien amas
- ¿De quien amo?
- Realmente eres cruel Ulquiorra-san
- ¿Por qué sabes mi nombre?
- Es el único nombre que sé…
¿Sellados sólo a la persona que amo? Pero… no hay nadie que yo ame. No hay ningún rostro que recuerde.
- Yo haré estremecer tu corazón – tampoco recuerdo su rostro. Sólo escucho esas palabras en mi mente y de vez en cuando mis labios pronuncian Aizen, pero… ya no sé quién es.
Lo único que recuerdo es una sonrisa, unos ojos azules más hermosos que un zafiro y… la lluvia mojando una ventanilla
Nada de eso he vuelto a ver. ¿Cuánto tiempo ha pasado?
No hay lluvia… ni color azul. ¿Qué es lo que espero?
- ¿Aún esperando a tu amor? – aquí están esos ojos y esa sonrisa… creía que no los volvería a ver
- ¿Puedes volver a decirme como te llamas?
- … Grimmjow Jeagerjakes…
- Grimmjow… ya veo… por fin pude escucharlo.
Hace frío, algo me moja. El cielo… esta gris. Pareces sorprendido. Estoy empapado y tiemblo
- Estaba esperándote… - me abrazas… que cálido abrazo.
Tus ojos, más hermosos que un zafiro, se acercan… se acercan… se cierran… mi corazón… se estremece… mi piel… hierve. Mi respiración… se para. Mis labios… queman. Mis ojos… se cierran. Mi mente… en blanco
-¿Por qué?
- Amo las cosas marchitas y tú, Ulquiorra-san estas completamente marchito. Por eso… déjame llenar tu vacío
Tu abrazo… es muy fuerte. Tus palabras… son cálidas. Las espinas… se caen. El dolor… se va. ¿Quién eres?... Grimmjow…
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