*…Keyami…*
Cuando abrió la puerta no pudo creer lo que veía en esos momentos, alguien que desde el momento que se fue para hacer su propio camino, no lo había visto y que nunca pensó que volvería a el, y ahora estaba posado en la entrada de su departamento, vestido con pantalones de cuero y una gran chamarra, con la capucha cubriéndole la cabeza y parte de la cara. Solamente se podía distinguir su sonrisa cínica, como era su costumbre.
-hola Matt, me dejas pasar-dijo pero para cuando había acabado la frase, ya estaba a media sala.
-¿me-Mello?-dijo aun sin poder creérselo, mientras cerraba la puerta
-fue algo difícil encontrarte, con eso de que casi eres un ermitaño.-dijo ignorando la pregunta, quitándose la capucha dejando ver bien su rostro que estaba profanado por una cicatriz, en la parte izquierda.
-¿Qué carajos te paso en la cara?-pregunto al ver aquella imperfección en tan hermosa cara
-que observador eres, pensé que después de todos estos años me dirías alguna otra cosa, pero en fin, unos malditos me dejaron así.
-no es eso, solamente que llegas así como si nada, como bien dijiste, después de todos estos años…
-bueno necesito tu ayuda, para algo…
-¿todo esto tiene que ver con Near?
-no todo, pero como siempre quiere humillarme y te necesito para lograr mis objetivos.
-todo tiene que ver con Near-susurro Matt
-¡pues si, ya sabes la historia, no tienes por que carajos recordármela!
-esta bien, esta bien, para que me necesitas, ¿para investigar a Kira?
-exacto, he encontrado información valiosa, y necesito que tu estés conmigo…-le dijo Mello viéndolo a los ojos sin ningún tipo de vergüenza, mientras se acercaba hacia el.
Matt, aparto la mirada de el.
-¿Qué pasa Matt… te doy asco?-pregunto burlonamente Mello al ver que el otro apartaba la mirada de su rostro, pero no por eso pudo evitar sonar algo dolido.
-¡por supuesto que no! ¡Nunca me darás asco! Sabes que desde niños, nunca te he aguantado la mirada.-dijo inmediatamente, volviendo la mirada hacia el, pudo ver en los ojos de Mello un brillo de gratitud muda ante la aceptación de el, pero se lo guardo todo sin decir ni una sola palabra.
-Oh, si se me olvidaba que eres un maldito sentimental
Matt solamente sonrió calidamente pues ese comentario traducido al idioma común era un “gracias”, pero ahora con gran sorpresa, pudo observar que Mello aparto la mirada cuando el sonrió, eso lo hizo en cierta forma feliz, pues, era raro en el ese tipo de actitudes y le encantaba que solo el las podía causar.
-bueno creo que te debo informar de todo…-dijo Mello tratando de disimular.
-claro…-dijo Matt y sonrió de nuevo.
Mello por primera vez en muchos años, sonrió llanamente cuando vio por segunda vez la sonrisa siempre sencilla del chico pelirrojo que tenia enfrente de el, y que sabia que nunca lo rechazaría, ni aunque estuviera en pedacitos…Matt
Estuvo un buen rato platicando sobre sus supuestas suposiciones, de por si Mello era un chico muy inteligente y no le costaba sacar conclusiones muy acertadas y coherentes, además que cuando estuvo en la mafia ayudo bastante en sus negocios sucios, no por nada en poco tiempo ya era uno de los jefes, aunque no se extrañaba pues de por si el, era un líder nato, al que nadie podía contradecir, hasta se sentía orgulloso de poder ayudar a semejante genio, le tenia mucha admiración… demasiada para su gusto… pero aun así no podía evitarlo Mello era como un imán para el…
Y a pesar de todo no podía dejarlo solo, no a el…
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