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MIRAGGIO por rosario_duoshin

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Notas del fanfic:

Una historia ligera, sin grandes enredos ni argumentos complicados, su unica pretension es entrentener.
Adaptacion muy pero muy libre de la telenovela coreana "Mi adorable Sam Soon".
Espero que les guste n_n
Miraggio= Espejismo

Notas del capitulo: Heero tiene problemas. Duo tiene problemas. Ambos encuentran soluciones muy a su estilo.
-Ya llegué ¿quieres que te ayude? Si quieres puedo preparar los pastelitos de chocolate- Un chico de unos 15 años entro corriendo a la cocina de una pequeña panadería.
Un hombre lo miro un momento para después sonreír complacido- Por lo menos ya aprendiste que no puedes entrar aquí si no tienes tu cabello trenzado
-Después de que me regañaras 20 mil veces papá, tuve que hacerlo- El joven hizo puchero
-No te enojes Duo- El señor sonrío aun mas, volviendo a su trabajo- Mejor ayúdame con lo pastelitos que querías hacer.
Duo sonrío y se puso a trabajar, le encantaba estar en aquel lugar, preparar pasteles y panes era su vida, por eso para el próximo otoño iría a Italia, a una de las mejores escuelas de cocina.
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Cinco años después…
El mejor restaurante de la ciudad, un joven bastante atractivo, de intensos ojos cobalto, esta cenando con una hermosa chica que intenta sostener una conversación, todo estaría bien de no ser por que el joven solo contesta con monosílabos.
-Voy a ser sincero contigo por que al parecer aparte de hermosa eres inteligente- por primera vez en toda la velada el joven intervino realmente en la conversación, o mejor dicho la interrumpió- No me interesa nada de lo que digas, se que mi padre te dijo que estaba interesado en ti, cosa que no es cierto, pero no creí conveniente dejarte plantada y crearte una mala imagen de mi padre por sus mentiras, así que por que no cenamos en silencio, terminamos esta reunión y no nos volvemos a ver, ¿te parece?
La joven lo miró confundida para después fruncir el ceño y sin decir una sola palabra se puso de pie y se fue de aquel lugar. El joven ni siquiera la miró, como si hubiera estado solo desde el comienzo de la velada, siempre actuaba de esa manera Heero Yuy: siempre arisco, dice lo que piensa cuando lo piensa sin importarle quien sale herido en el proceso, ha aprendido a valerse por si mismo y se lo ha demostrado a todo el mundo, en especial a su padre, por lo que no entiende la recién descubierta necesidad de él por casarlo, haciéndole participar en estúpidas citas a ciegas con las hijas de algunos amigos de su difunta madre.
Heero toma una copa de vino, mirando el restaurante, por lo menos el lugar es bello, sonríe aunque no tanto como el “Carpaneto”, su restaurante, a pesar de ser el proximo dueño de la cadena hotelera Wing, la mas grande de todo el país, prefiere estar en su restaurante que en los grandes negocios, eso lo deja en las manos de su padre, aunque este insista en involucrarlo.
Duo llega corriendo al restaurante, seguramente Nathan ya lo esta esperando, pregunta por él y le indican una mesa al fondo; sonríe al ver una figura conocida
-Hola, perdón por llegar tarde, es que había mucho trafico- Duo se disculpó, a pesar de los años, se veía igual, bueno solo un poco mas alto, el chico que estaba sentado en la mesa se pone de pie, Duo lo saluda con un corto beso en los labios- Te extrañe mucho Nath- El aludido ni siquiera sonríe, Duo se siente feliz, hoy cumplen dos años de noviazgo y aun mejor hoy es su cumpleaños.
-Duo tenemos que hablar- Comienza Nathan seriamente- Yo… lo nuestro tiene que terminar
-¿Terminar? ¿Por qué?-Duo no puede creer lo que acaba de escuchar, todo tiene que ser una confusión, una broma, las lágrimas comienzan a salir, aunque no quiere llorar
-Si, no podemos seguir con lo nuestro- Nathan sabía que sería difícil, pero las lagrimas de Duo realmente le dolían- Yo… me voy a casar…- Apenas cuatro meses atrás le anunciaron su compromiso con la hija del dueño de una de las mas importantes inmobiliarias, mas que una boda sería la fusión de dos empresas, Nathan no podía oponerse o su herencia estaría en peligro- Por favor perdóname...
Duo tomo la copa de vino recién servida y se la tiro encima a Nathan- Vete al diablo y muchas gracias por el mejor cumpleaños de mi vida- murmuró, se levanto ante la mirada desconcertada de Nathan y los que estaban a su alrededor, solo quería salir de allí, salir y desaparecer de la faz de la tierra.
Heero terminó su cena, pidió la cuenta, era tarde y mañana tenía que madrugar, al pasar entre las mesas, un joven que venia corriendo, chocó contra él.
-Fíjate por donde vas, esto no es un velódromo- Dijo mientras se separaba del joven, encontrándose con unos hermosos ojos violetas, ahora llenos de lágrimas pero que no desmeritaban su hermosura, al contrario, la enaltecía.
-Yo… yo lo lamento señor- Duo trato de disculparse lo mejor que pudo, se soltó del agarre del chico que ahora lo sostenía y continuo su carrera.
El autobús dejó a Duo a tres calles de su hogar, sin embargo desde hace un par de horas esta sentado en la banqueta, viendo a la nada, todo este tiempo las lagrimas se han negado a detenerse; no sabe que pensar, que sentir, su cabeza le duele, pero aun mas el corazón que se ha hecho pedazos.
-Tu sabías que pasaría esto Duo, ¿Cómo pudiste pensar que el se quedaría contigo, alguien que no tiene nada que ofrecer?-Limpió sus lagrimas con el dorso de la mano, se estaba haciendo tarde y su madre se preocuparía, comenzó a caminar lento con las manos en los bolsillos. Desde que regresó de la escuela las cosas iban de mal en peor, primero la muerte de su padre hace un año, las deudas acumulándose por todos lados, tantas que tuvieron que vender la panadería, y ahora Nathan simplemente lo abandonaba como si se tratara de basura. Abre la puerta de la casa y escucha a su madre, pero hay algo mas, ¿Llanto?
-No más problemas por favor- Suplicó Duo en un murmullo, pero al parecer no lo dijo con suficiente fuerza, pues en la sala se encontraba su madre con un hombre vestido con un elegante traje- ¿Qué pasa mamá?- Duo se sentó a lado de su madre, se veía bastante preocupada
-Duo…-La mujer miró a su hijo unos segundos, sopesando la idea de decirle lo que ocurrió, suspiró de todas maneras se iba a enterar- Este hombre es del banco
-¿Del banco? Pero si nosotros ya pagamos todo…
-No, antes de morir hipotecó esta casa…
-No…- Duo estaba a punto de derrumbarse, ya no soportaba tanto dolor…
-Señora, aquí esta la notificación, si no pagan dentro de un mes, serán desalojados- El hombre se pone de pie y sale de la casa. Duo revisa los documentos abre los ojos como platos al ver la cantidad.
-500 mil dólares- Susurro asustado, ¿de donde sacarían todo ese dinero en menos de un mes?
Heero estaba molesto, no, estaba furioso, su padre lo sacaba de sus casillas cada vez que hablaba de la estupidez de casarlo, solo así se podría explicar lo que acababa de hacer le gritó a su padre que el ya tenía un compromiso, que pronto se casaría. ¿Cómo se le había ocurrido? Simplemente fue el momento ¿Qué haría? Buscaría a alguien, tal vez una actriz o un actor, daba lo mismo, para que interpretara el papel hasta que su padre lo dejara en paz, si en este momento se retractaba su padre lo fastidiaría hasta el cansancio, es decir hasta verlo en el altar.
Duo salía de las oficinas principales del consorcio Wing, se suponía que solicitaban a un jefe de cocina, pero alguien sin experiencia como él, no tuvo muchas oportunidades de quedarse con el puesto, pero no se podía rendir, tenía que conseguir dinero, solo faltaba una semana para que se terminara el plazo y tiene que buscar un nuevo lugar para vivir, no tenía esperanzas de no perder su casa, levanto su mano para detener un taxi, iría a un restaurante llamado “Carpaneto” donde solicitaban un repostero- Ojala y pueda conseguir el trabajo…- Estaba tan adentrado en sus pensamientos que no se fijó que alguien mas tomaba la manija de la puerta del taxi.
-Discúlpeme- Una voz trajo de vuelta a la realidad a Duo
- No hay problema- Duo sonrió al chico que estaba frente a él- Si gusta podemos compartirlo, además no voy tan lejos y no lo desviaré mucho
Heero miro al joven un segundo, se le hacia bastante conocido, pero no recordaba de donde, asintió con la cabeza, ambos subieron a la parte trasera del taxi, después de darle la dirección al taxista, que Heero reconoció como la de su restaurante, se puso a revisar algunos documentos, debía haber alguna forma de obtener dinero antes de una semana, Heero no pudo evitar mirar de reojo los documentos…
-¿Problemas?-Heero pregunto, por raro que pareciera, tenía curiosidad.
-Algunos- Duo suspiró, al ver que Heero lo miraba continuo- Cuando mi padre murió nos dejó muchas deudas y ahora están apunto de quitarnos la casa…- Decirlo a alguien le hacia sentir la carga mas ligera.
-¿Cuánto?- Heero ya ni siquiera lo miraba
-500 mil dólares- Duo miro hacia afuera- Se que no lo conseguiré en menos de una semana, pero tengo que buscar a donde alojarnos, no podemos vivir en la calle- El taxi se estacionó en frente del restaurante- Muchas gracias por compartir hasta luego- Duo pago al taxista y se bajo, pero Heero también lo hizo- ¿Qué haces?- El trenzado se asustó un poco
-Trabajo aquí- Explico Heero que comenzó a caminar seguido de Duo, al entrar uno de los empleados se llevo al dueño para resolver unos problemas en las cocinas, Duo se quedó en medio del lugar asombrado, realmente era hermoso, se sentía un clima agradable y cálido a pesar de que ahora estaba cerrado.
-Señor aun no abrimos- Una mujer se acerco a él
-No, vengo por el anuncio en el periódico- Duo sonrió
- Entiendo, por favor sígame, el jefe esta en su oficina, acaba de llegar, así que supongo que podrá atenderlo.
Paso por la cocina hasta una oficina medio oculta- Por favor espere aquí- Le indico la mujer, Duo miró el pasillo en donde se encontraba, nada comparado con el exterior, era serio, frio incluso algo lúgubre- El jefe lo espera- Duo dio un pequeño brinco, estaba tan absorto en sus cavilaciones que se había olvidado de en donde estaba
-Gracias- El trenzado respiró profundamente, tenía que hacer lo posible para conseguir el empleo. Abrió la puerta despacio, mirando a su alrededor, la oficina era igual al pasillo, no podía creer que fuera la oficina del dueño del lugar, al mirar hacia el escritorio se sorprendió mucho, allí estaba el joven con quien compartió el taxi hace algunos momentos
-Pasa por favor- Heero sonrió mentalmente, desde que lo vio en el taxi, sabía que le sería de utilidad y ahora lo sería doblemente, si era bueno en la repostería, Duo entró con pasos lentos, algo inseguro por la mirada que le daba el otro, penetrante y fría un escalofrió recorrió su cuerpo.
-Su currículo señor…
-Duo Maxwell- El trenzado le extendió un folder.
Heero los revisó, no tenía experiencia, pero había egresado de la mejor escuela- Muy bien, parece que es alguien preparado, pero necesito que sepa hacer las cosas…-Heero se dirigió al conmutador- Por favor que venga Quatre-Miró a Duo, no podía negar que era bastante guapo, y sus ojos los conocía de algún otro lugar, si tan solo pudiera saber de donde- Tendrás que preparar algo, así podré saber que tan bueno eres y si eres adecuado para el puesto
En ese momento la puerta se abrió, entró un joven rubio, un poco mas bajo que los otros dos y de lindos ojos aqua, vestido como chef- ¿Me buscabas Heero?
-Hn, llévalo a la cocina dale los utensilios y los ingredientes que te pida- Mirando el reloj de la pared- Tienes hora y media para cocinar ¿Esta bien?
-Si señor Yuy- Duo sonrió no desaprovecharía esta oportunidad
-Vamos- Quatre se dirigió a la puerta seguido de un emocionado Duo
En cuanto se quedo solo, Heero llamó a su secretaria
-Necesito que prepare un contrato para el señor Maxwell, si es bueno, necesito que empiece enseguida
-Si señor- La mujer salió de la oficina
Heero se puso a trabajar en la computadora, él tenia que hacer otro tipo de contrato.
-Mira aquí puedes preparar las cosas, y aquí esta todo lo que podrías utilizar- Quatre señaló los cajones- Si necesitas algo mas no dudes en pedírmelo
-Muchas gracias señor
-Llámame Quatre- El rubio sonrió- Heero te puso a prueba, lo que significa que le gustas para el puesto, has tu mejor esfuerzo y el trabajo será tuyo este… perdón pero no me has dicho tu nombre…
-Duo, me llamo Duo, y muchas gracias- Duo sonrió, tenía que quedarse en aquel lugar
Una hora después llamaban a la puerta de la oficina de Heero- Adelante
Como hace un rato, Duo entro algo inseguro- Señor Yuy terminé- El trenzado le mostró unas pequeñas galletas en forma de nube- Sé que son algo sencillas pero le aseguro que le gustaran
-Eso yo lo decido, limítate a cocinar
Duo frunció el ceño por la respuesta, pero aun así le acerco la pequeña charola donde se encontraban las galletas, Heero tomo una y le dio una pequeña mordida
-¿Y?
Heero no se digno a contestar, solo presiono uno de los botones del conmutador- Por favor traiga el contrato del señor Maxwell.
Al escuchar esto falto poco para que Duo saltara de felicidad, por fin un poco de paz en medio de la tormenta- Muchas gracias señor Yuy.
En cuanto la secretaria salió- Sus galletas son impecables- Heero comenzó a hablar con mirada dura- Sin embargo, necesito que no sea lo único que sepa hacer, yo quiero que el “Carpaneto” sea el mejor y para eso necesito a los mejores, por eso estará un mes a prueba, ganando la mitad de sueldo, 5 mil al mes, si después de ese mes prueba que es el mejor y los clientes están contentos su contrato se extenderá por tiempo indefinido ¿Estas de acuerdo?
-Si, me parece perfecto.
-Entonces lee el contrato donde esta establecido detalladamente lo que te he dicho y si todo esta en orden firma.
Duo leyó el documento, aparte de las condiciones que Heero le indicó había algunas normas básicas de convivencia, pero todo estaba en orden así que firmó.
-Muy bien, entonces empiezas a partir de mañana, el restaurante tiene bastante tiempo sin un repostero, debes estar aquí a las ocho en punto- Heero guardo el contrato en uno de los cajones, ahora venía la parte difícil.
-Entiendo- Duo hizo la señal de levantarse
-Espera un momento Duo- El aludido se volvió a sentar
-Antes que nada quiero que sepas y que estés completamente seguro de que lo que decidas no afectara en nada tu empleo y no quiero que te sientas ofendido por lo que voy a proponerte- Duo comenzó a preocuparse- Cuando veníamos al restaurante me contaste sobre el dinero que necesitas…
-No entiendo a lo que quiere llegar señor Yuy
-Desde hace algún tiempo- Heero no hizo caso a la interrupción de Duo- mi padre me ha estado molestando con la absurda idea de querer casarme- Lo miro a los ojos- Te ofrezco salvar tu casa a cambio que finjas ser mi prometido seis meses o menos- Sonrió de forma sardónica- si consigues el dinero
Duo lo miró confundido, no entendía las palabras del señor Yuy, no, mejor dicho no las quería entender ¿Fingir ser su prometido? ¿Qué diablos se proponía? –Señor Yuy voy a fingir que esta plática no ocurrió dejar mi recién conseguido empleo
-Espera- Heero le extendió unos papeles-Por favor piénsalo bien, analízalo, esto podría salvar tu casa.
Duo obedeció la orden de Heero antes de que por su cerebro pasara alguna idea coherente y tomó las hojas- Con permiso señor Yuy- Y salió aquella oficina, estaba enojado, ofendido, contento, confundido, y muchas emociones mas mezcladas en su cabeza, pero con una sola idea: Heero Yuy estaba loco.
Quatre lo vio salir, sonrió con tristeza, por la rapidez con que iba seguramente no lo había aceptado, entro a la oficina de Heero sin siquiera llamar a la puerta
-¿Qué ocurre Quatre?- Pregunto Heero cuando vio al rubio sentándose frente a su escritorio
-Yo lamento no ser bueno preparando repostería Hee-chan- Quatre subió los pies a la silla y puso su cabeza entre las rodillas.
-No te preocupes por eso, tu eres el cocinero perfecto- Una diminuta sonrisa apareció en el rostro de Heero, el único primo a quien realmente quería, porque desde pequeño lo habia aceptado tal y como era, incluso lo apoyaba en todos sus locuras y proyectos, como el Carpaneto; Quatre era como su hermano y no le gustaba verlo triste- Ademas si hicieras mas por el lugar, mi tio me mataría por ser un tirano con su hijo, si ahora es difícil soportarlo encima de mi todo e tiempo, por esclavizar a su adorable Quatre, no quiero imaginarlo si te diera mas trabajo.
-No digas eso- Quatre se sonrojo- Deberías conseguir a un chef mejor que yo, que pueda cocinar lo que sea, así no tendrías que buscar…
-Tengo a los mejores, y por eso Duo se queda
-Entonces…-Quatre sonrió ilusionado, el trenzado le agrado bastante
-Si Quatre- Heero sonó fastidiado- A partir de mañana el trabaja aquí.
-Que bien- El rubio salió de la oficina feliz
Duo llegó a su casa fatigado, dio como veinte vueltas al parque cercano; solo pensando en la propuesta de Heero, no podía aceptarlo; pero necesitaba el dinero y era bastante tentadora su idea.
-No prefiero quedarme en la ca…-Duo se calló cuando vio en su sala a un joven, alto, de cabello café peinado de forma extraña que cubría uno de sus ojos verdes, era su hermano, corrió a abrazarlo, pues tenia un año que no lo veía, pues su hermano era paisajista y siempre estaba viajando, o como su madre decía: era un vago profesional- ¡Trowa!
-Hola Duo- El joven correspondió el abrazo
-Pero, ¿Qué haces aquí? ¿Cuándo llegaste?
-Bueno quería ver que tal están las cosas por aquí-Trowa se puso serio- ¿Cómo estas con lo de Nathan?
Duo sonrió triste- Supongo que mejor, aun duele, pero algún día tendré que superarlo ¿No?- Trowa fue a la única persona que le contó sobre su relación con Nathan
-¿Y lo de la casa?
-Ya lo sabes…-Duo bajo la mirada, no quería preocuparlo aun más por eso no le había dicho
-Si, mamá me lo contó, y lamento no poderlos ayudar… A pesar de todo lo que han hecho por mi…-Duo volvió a abrazarlo, no le gustaba que se sintiera así, Trowa llegó a su familia cuando sus padres murieron, pero siempre fue su hermano…
-No te preocupes, todo se resolverá…- Duo murmuro cansado, ante la mirada curiosa de Trowa, le termino contando la propuesta de Heero, le mostro el contrato, Trowa lo leyó con cuidado.
-¿Qué piensas hacer?- Al final preguntó Trowa
-No se, supongo que rechazarlo, no le partiré la cara porque pierdo el trabajo
-Acepta-Trowa miró a los ojos a Duo
-¿Qué?-Duo se puso de pie, y vio a Trowa como si tuviera tres ojos o dos cabezas- ¿Estas loco?
-¿Por qué no?- Trowa seguía igual de tranquilo- Solo vas a actuar, no pierdes nada, y ganas mucho, además sería por poco tiempo…
-Pero…- Duo quería poner excusas, quería rechazar la idea pero ya no estaba tan seguro, si Trowa que era el más centrado de los dos decía que estaba bien, la idea no le sonaba tan absurda.
-¿Qué tan malo podría ser?- Trowa reviso el documento- Algunos besos en publico, cenas con su familia, no salir con alguien mas, no preguntar nada sobre él, no decirlo a nadie, cosas simples para salvar la casa- Miro a Duo- ¿Por qué no aceptar?
El trenzado no dijo nada, pero tomo el teléfono y marco el número que estaba al final del contrato, Trowa tenía razón cosas simples para salvar la casa…
Heero conducía entre el trafico, por fin su auto había salido del taller; su teléfono sono, contestó con el manos libres.
-¿Si? Diga…
-Este… Soy Duo Maxwell- Inconscientemente Duo retorció el cable del teléfono entre sus manos
-Duo-Heero sonrío, estaba esperando la llamada del trenzado, sabía que aceptaría su propuesta, que solo era cuestión de tiempo-¿en que puedo ayudarte?
-Yo… acepto su propuesta, acepto ser su prometido
Notas finales: Muchas gracias por leer y espero sus comentarios

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