“He decidido escribirte;
después de tanto llorar…
Mis lágrimas son hoy estos versos,
que tu ausencia nunca podrá borrar “
Hoy he decidido escribir esta carta, que lo mas probable es que nunca la leas, no puedo creer que ya hace un año que deje ver tu hermoso rostro. Algunas noches cuando la tristeza me abriga, lloró en esta solitaria habitación, donde las horas pasan lentamente he incrementan mi agonía. Bajo la luz de la luna, resbalan solitarias por mis mejillas, tratando de aliviar mi adolorido corazón.
Hoy…
Escribo... Para curar mi alma rota*
Escribo… para mantener a distancia la locura…*
Te extraño tanto, mi niño…
“me voy como vine a tu vida,
sin hacer ruido me despido, me voy…
pero me cuesta tanto olvidarte mi amor,
me cuesta tanto decirte adiós… “
Esa tarde de otoño que tuve que dejarte, esta grabada como fuego en mi memoria, tu rostro cubierto de lágrimas suplicando que no te dejara, pero había tomado esta decisión de la cual me arrepiento ahora. Pero todo fue por tu bien, para que tu familia no cortara de nuevo tus sueños e ilusiones.
Mi amor, ¿recordarás como nos conocimos?
~.Flash back.~
Caminada presurosamente por la calle, se le había ido el tiempo en el parque. “demonios” pensó frustrado, ya eran casi las siete de la noche y todavía tenia que escribir su ensayo. A las nueve tenia que estar en el bar donde trabajaba.
-¡no, déjame!- escuchó un grito. Enfrente de él había dos personas forcejeando.
-solo dame la mochila- el mas alto jaló dicho objeto con mas fuerza y logró arrebatársela dándole un golpe en la cabeza que hizo que el mas pequeño tambaleara y callera al suelo. Salió corriendo cuando la tuvo en su poder.
-¡devuélvemela!- le grito al sujeto que huía por la oscura calle.
Preocupado, se acerco a auxiliar a la persona en el suelo. Este seguía mirando la calle en la cual el tipo ya había desaparecido.
-¿te encuentras bien?-pregunto preocupado. Le tendió una mano para ayudarlo a levantarse.
-ehh, sip- contesto cuando estaba incorporado- muchísimas gracias.
-de nada, entonces me voy…- dijo dando un paso. Pero sintió que le tiraron de la camisa.
-etto… disculpe, ¿no sabe donde puedo encontrar un teléfono? Es que el tipo ese me robo todo y mis padres se preocuparan sino me comunico con ellos.
- ¿no eres de aquí?- preguntó curioso.
-no, vengo de Tokyo, vine a estudiar en la Universidad, aunque sea algo presuroso necesito buscar un lugar donde vivir, así que vine solo, no pensé que Kyoto fuera así de peligroso, tal vez debería pensar mejor las cosas.
-no, te preocupes, por lo regular es muy tranquilo pero a veces se dan casos como el tuyo, si quieres puedo prestarte mi teléfono para que llames a tu casa.
-¿enserio?- pregunto- ¡¡sugoi!! ¡¡arigatoo~!!
-¿Cuál es tu nombre?-
- me llamo Shindou Shuichi, mucho gusto.- hizo una leve inclinación.- ¿me podrías decir tu nombre?
- Eiri, Eiri Uesugi…
~.Fin del Flash Back.~
Esa noche llamaste a tu casa. Aun recuerdo tus gestos que hacías por los regaños que vociferaba tu madre por el teléfono, las veces que lo alejaste de ti para no quedar sordo. Ese día falte al trabajo sin darme cuenta pero no importo, fue la primera noche que nos conocimos…
Después vendría el momento en que comenzaras a buscar un lugar donde vivir, me pediste que te ayudara a buscar y mientras mas tiempo pasábamos juntos, mas nos hacíamos amigos.
Y esa maldita noche, la cual maldigo mil veces, fue nuestro final. Tu familia nos descubrió besándonos. Los gritos de tu padre, el llanto silencioso de tu madre, todo aquello lo he olvidado por completo, solo recuerdo tu pequeño cuerpo temblando detrás de mi, sujetándome con fuerza mientras tu padre seguía diciendo palabras que nunca escuche, solo quería protegerte de él.
Quería abrazarte, y decirte que todo estaba bien.
“Hoy he vuelto a entender que
Jamás volverán
Aquellos paseos de vuelta al hotel
en que tu me empujabas para no perder
ni un solo instante en hacer el amor “
Cada vez que esta por caer la noche, mi melancolía se vuelve insoportable. Recordar tu figura es lo único que me tiene cuerdo, tal vez sea estúpido aun mantener esperanzas de algún día encontrarte, aquí en esta enorme ciudad, pero bien dicen que la esperanza muere a lo ultimo, y eso es lo que hago. Arraigo esa esperanza…
Una sonrisa cansada se escapa de mis labios…
El recuerdo de nuestro único viaje juntos golpeó mi memoria.
~.Flash back.~
Era una noche sumamente despejada. Las estrellas brillaban con esplendor en el manto oscuro de la noche.
La suave brisa marina mecía las palmeras de la playa. La noche era calma y fresca. La tranquilidad del lugar era interrumpida por las voces dos chicos que estaban sumergidos en el agua fría del mar.
-¡esta fría!- se quejó Shuichi, mientras temblaba ligeramente y trataba de alcanzar al rubio.
-mucho mejor, así no tendrás calor- contestó alejándose de él y hundiéndose en la oscuridad del agua.
-Eiriiii~- le llamó.- kyaaaa~-gritó cuando sintió que lo sujetaban de la cadera.
-no grites- le regañó cuando salió a la superficie, aun lo tenia tomado de las caderas.- te pueden escuchar-
-entonces no me asustes así.- susurró en respuesta. Con sus manos acaricio los brazos desnudos del rubio, este por su parte, se aferró a su cintura he hizo que sus cuerpos quedaran muy juntos.- y no importa que tan fuerte grite, nadie me oirá.- lo ultimo lo dijo sonrojándose completamente.
El rubio sonrió pícaramente
-¿a si? Eso tendremos que verlo- se inclino y besó sus labios, los cuales tenían un sabor salino del mar. El pequeño correspondió el beso.
Sus manos cobraron vida propia, y recorrían el cuerpo del otro con gran desenfreno, buscando despertar la piel del otro.
-Eiri- jadeó, cuando el rubio mordisqueaba su cuello- Eiri- lo llamó con desesperación.
Este dejo de besar la piel y encaró a Shuichi. Los ojos del pelirrosa brillaban intensamente producto de su excitación.
-Eiri, hazme el amor- pidió
~.Fin del Flash Back.~
“Dejaré de verte crecer
me marcho a vivir
Donde habita el olvido
intentaré buscar otro camino, otro amor”
Cada día que pasamos juntos en la ciudad, caminando por el parque, en mi casa, entre clases en la escuela, lo atesoro con gran fervor, me atengo a esos bellos momentos que pase contigo.
Cada uno de tus triunfos, tus derrotas, alegrías y tristezas las vivimos los dos, me hacías parte de ellas y yo te hacia participe de las mías, los dos juntos, crecimos durante esos dos años, aprendiendo de nuestros errores.
“Cada vez que intento perder el miedo a caer
me tropiezo en mí mismo
y dejo escapar…
a quien me ha querido y me quedo sin luz.”
Mi maldita cobardía fue la que me llevo a dejarte esa tarde. Tu padre me había venido a ver a mi casa y hablo conmigo.
Me advirtió que no me acercara a ti, y que si lo volvía a hacer, te iba a mandar de vuelta al internado en el extranjero. Y sabia como odiabas ese lugar, como después de tanto rogarle que te dejara estudiar en Japón lo conseguiste persuadir, y ahora amenazaba con mandarte ahí de nuevo. No permitiría que te hicieran infeliz de nuevo.
“El suelo de mi vida se viste
se abriga con hojas de un adiós
Mi destino es amar y despedirme
pedir permiso para vivir “
~.Flash back.~
Las hojas sobre los arboles iban cayendo una a una, el otoño estaba por acabar dándole paso al invierno. Te había citado en el parque.
Escuche tu voz llamándome y deje mi lectura, alce mi vista y vi como venias corriendo a mi encuentro, mi corazón dolió al verte.
-¿Qué su-sucede?- preguntaste con el poco aliento que te quedaba después de tu carrera.
- nada- contesté- Shuichi, solo quería decirte adiós.
-¿eh?- exclamaste confundido y me miraste a los ojos- ¿adiós?
- si, lo siento, me tengo que ir…
-¿pero por que, Eiri?- tus ojitos comenzaron a llenarse de lagrimas, me rompió el corazón pero no mostré debilidad. Debía de alejarme.
- tengo que irme a Tokyo…
- pero…-trataste de hablar pero te interrumpí.
- lo siento, se me hace tarde…- deje de mirarte por que si lo seguía haciendo no podría irme. Camine algunos pasos y tus delgados brazos me sujetaron por la espalda.
- N-no te vayas- gimoteaste- no me dejes…- pediste suplicante.
Aunque no me viste, mis ojos también se empañaron de lágrimas. Tu voz suplicante rompió mi alma, no podía dejarte así.
-no me abandones- tu llanto se hizo mas fuerte.
Tome tus manitas he hice que me soltaras. Me giré y vi tu rostro inundado de lágrimas, te tome entre mis brazos y te abrace con fuerza.
-lo siento, Shu-chan, pero es mejor que me vaya, espero que me perdones algún día.- tome tu rostro entre mis manos y por ultima vez besé tus labios.
Respondiste a mi beso inmediatamente, disfrutando al igual que yo, lo que seria la última vez que lo hiciéramos, cuando el aire nos falto. Te solté y di media vuelta, comencé a correr sin mirar atrás, por que si lo hacia, no podría dejarte.
-¡EIRIIIII~!- te escuché llamándome desgarradoramente, corrí mas rápido y me fui.
Me fui de tu vida…
~.Fin del Flash Back.~
“Te dejaste olvidados en cada rincón
de mi alma trocitos de tu corazón
Te dejaste olvidado en mi alma tu olor,
dormía abrazado a una flor …
Hoy he vuelto a entender que jamás volverás
a acariciarme antes de dormir
y pegado a mi pecho me pides
que te abrace y no te deje ir “
~.Flash back.~
Una oscura noche de invierno, la temperatura había descendido bastante, el frio calaba los huesos. A pesar de eso, fui a tu departamento y me invitaste a quedarme, ya que el lugar donde vivía no tenia calefacción, y tu habitación si.
Ahora ambos nos encontrábamos en la cama, cubiertos de pies a cabezas con los gruesos cobertores.
-Eiri- me llamaste. Me estaba quedando dormido pero tu voz me despertó.
-uhm…-gruñí como respuesta.
-tengo que ir a Tokyo a pasar el fin de año con mi familia.
-pues ve…-te conteste, aun no muy consiente de lo que te decía.
-¿no estarás solito mucho tiempo?-preguntaste con ternura, mientras tocabas mi mejilla con tu tibia mano.
-sobreviviré….- abrí mis ojos para contemplar tu rostro. Y vi preocupación en tus ojos.- no te preocupes. Estaré bien por unos días.
-¿seguro?- insististe.
-si, no seas así, tienes que ir a ver a tu familia, no la haz visto desde las vacaciones pasadas. Además, volverás ¿cierto?
-si, pero…- quisiste objetar pero te interrumpí.
-shhh… mejor duérmete. Te abracé y te di un beso en la frente.- todo estará bien.
-ok- diciendo esto te abrazaste con más fuerza a mí.
~.Fin del Flash Back.~
“Dejaré de verte crecer
me tengo que ir y encontrar mi camino
y nunca olvidaré lo que me has querido, amor
cada vez que intento perder el miedo a caer
me tropiezo en mí mismo
y dejo escapar a quien me ha querido
y me quedo sin luz “
Pero creo que de nada sirve seguir echándome la culpa de lo que paso. Como bien dicen por ahí “lo que paso, ya paso”. No puedo devolver el tiempo atrás.
Debo continuar…. Aunque sea doloroso.
“Adiós mi vida, me voy
me debo marchar
viviré en tus recuerdos,
jamás te olvidaré… “
Adiós Shuichi, me voy
y si nos volvemos a ver,
Sólo abrázame
sigo siendo aquél niño con miedo a madurar
duermo pegado a tu foto, mi amor…”
Terminé de escribir esta carta que nunca será leída, y la miré fijamente, algunas de mis lágrimas habían caído sobre la hoja. Me dio unas ganas enormes de arrugarla y mandar al carajo el viaje.
Pero no, ya había tomado una decisión.
Hoy seria el último día que estaría entre estas cuatro paredes. Desde hacia dos meses en mi trabajo me habían dado un cambio a Inglaterra, y hoy es el día que me iría.
Y estos dos meses que estuve dándole vueltas al asunto, aun seguía teniendo la esperanza de encontrarte pero el destino así no lo quiso, así que me voy…
Me voy a empezar una nueva vida. Y tal como te lo digo en esta carta, siempre estarás en mis recuerdos, aunque este lejos de aquí.
Mi amor… ¿será que algún día podremos ser felices el uno sin el otro?
Dejé la hoja sobre la mesita. Tomé mis cosas y salí del departamento. Antes de cerrar la puerta mire otra vez la mesa y observé la solitaria hoja, y alado de esta, la única foto tuya que tengo.
Suspiré con fuerza para no regresar y tomar la fotografía, Con fuerza cerré la puerta y me dirigí al aeropuerto.
Adiós Shuichi, mi amor…
~.Fin.~
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