El sol se asomaba iluminando la antigua aldea de Konoha, los vendedores ponian sus puestos y las mujeres se preparaban para hacer el desayuno, en tanto las figuras de dos chicos se veian moviendose entre los arboles, luchando entre ellos con sus espadas, entrenado desde la noche anterior, pero no tenian sueno ni estaban agotados:
-Mierda Sasuke, sera posible que alguna vez yo te gane? -exclamaba un chico de ojos y cabello corto negro, de blanca piel color tiza.
-Ese dia sera cuando el infierno se congele, estupido. -Le dijo un chico de un par de anios mas de cabello negro con cierto matiz azulado, ojos negros y piel blanca, aunque no tanto como la del chico anterior.
Ellos eran Sai y Sasuke respectivamente, unos cazadores que eran temidos y respetados, eran frios y no les importaba nada mas que el dinero que ganaban con su trabajo.
Cuando volvieron a sus casas, algo les llamo la atencion, un hobre de capa negra, cubierto entero, de tal forma que solo dejaba sus ojos a la vista, estaba parado al frente de su casa.
El mayor se apresuro a al lugar y con Kusanagi (Su espada) se acerco al otro incognito, mientras le decia:
-Identificate...
El hombre vestido de oscuro simplemente tiro un sobre a sus pies, y luego, en un movimiento, desaparecio ante la sorprendida mirada de los dos chicos, fue Sai el que se apresuro a recoger el sobre, el cual ponia lo sgte:
"Kukuku, he oido que son unos buenos cazadores ne? Bien, demuestren qjue lo son y vayan a las colinas que separan a Konoha del rio mas cercano, cerca de su orilla hay unas largas hierbas, ahi daran con el ultimo de los muyins...Lo quiero, daran con el en el lugar que les acabo de nombrar, deben ir a las 00:00 justas.
Pasare por el muyin en un mes Que por que tanto tiempo? Soy un hombre ocupado...
Pein...
Despues de leer la nota, Sai y Sasuke se miraron, luego asintieron con la cabeza, irian esa misma noche, los conocidos "Cazadores oscuros"
=====================================La luna estaba llena, pero nadie podria admirar su belleza debido a que las nubes se negaron a que esta se mostrara, algo que obligo a los dos hermanos a estar acompaniados por una linterna de papel con una debil llamita en su interior.
Ambos caminaron hasta ocultarse entre las altas hierbas, casi tan altas como un roble, pero aun asi podia apreciarse el monte "Fuji" que tras el ocultaba un hermoso palacio.
-Cuando veamos al muyin, lo atrapamos. -Dijo Sasuke, el cual luego recibio un grito de su hermano.
-Imbecil! -le grito Sai, la verdad es que ni el ni Sasuke se llevaban bien, a pesar de ser de la misma sangre y vivir 17 anios juntos. -Los muyins toman cualquier forma! Como sabremos que si aparece alguien o algo, no se tratara de uno? Ne?
-Facil, nadie transita por estos parajes despues de medianoche. Por que? Porque todos en esta villa son unos cobardes y temen encontrarse con monstruos como esos. -Le respondio su hermano, haciendo que el chico de cabello mas corto se molestara un poco.
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Las horas pasaban, hacia frio y eran cerca de las 04:00 de la madrugada.
Se supone que los dos hermanos deberian mantenerse atentos y tomar guardia, pero estaban ya a punto de quedarse dormidos en sus escondites, y hubieran pasado la noche ahi de no ser porque unos debiles sollozos llamaron la atencion de los dos:
-Muyin?-Pregunto Sasuke en un susurro, recibiendo una senia de su hermano menor para que se acercaran a la orilla del rio de donde provenian los sollozos.
Ambos pelinegros pudieron ver entonces a la que parecia una figura femenina, sin embargo, al acercarse a unos pocos metros de aquella personita, se dieron cuenta por su corto cabello que era un chico, igual que ellos.
Estaba vestido con un fino kimono blanco de falda corta, un poco mas arriba de las rodillas, una enorme cinta roja envolviendo su cintura la cual terminaba convertida en un moño, y otras cintas mas pequeñas del mismo color en sus tobillos y muñecas. Vieron entonces que el chico poseia una fina pero corta cabellera rubiasque brillaba como el sol, y una piel tostada que se veia (Y era por lo demas) Muy, pero muy suave.
El chico estaba llorando y cubria su cara con sus manitas.
Sasuke se acerco al niño misterioso:
-O-Oe, te encuentras bien?-Dijo, a lo que el chico dio un sobresalto y luego se volteo a ellos, cubriendo su cara con una de las mangas de sus finos ropajes:
-Q-Quienes son? Que hacen aqui? -Se esucho al menor, era una voz en verdad hermosa y que inspiraba tanta, pero tanta paz...
-No te asustes, nosotros pensabamos que eras alguien mas, pero no te haremos daño. -Hablo Sai esta vez.-Que es lo que te pasa? por que lloras asi?
-Y-Yo..-Ttitubeo aquel jovencito rubio, el cual lentamente deslizo la manga de su ropa, dejando a la vista unos belos ojos color zafiro que demostraban la mas pura de las inocencias, haciendo que algo se encendiera en el interior de los tros dos jovenes, algo que nunca experimentaron. -Lo siento, he hecho una promesa de callar el motivo de mis sufrimientos. -Dijo, haciendo aparecer su rostro por completo, dejando a la vista una bella y fina cara, unos labios dulces y virgenes y unas curiosas marcas como de bigotes en sus mejillas, cosa que ni Ssi ni Sasuke tomaron grande importancia.
-D-Demo, tu no sabes que estos lugares son peligrosos? Y mas de noche? -Hablo Sai.
-Y si es asi..Que hacen ustedes aqui, jovenes? -Pregunto el ojiazul.
-Me temo que al igual que tus causas de tristeza, lo nuestro tambien es secreto. -Dijo Sasuke. -Podrias decirnos, jovencito, Cual es tu nombre? O acaso tambien esta prohibido saberlo...
-Oh, no, claro que se puede. -Dijo el menor secando su lagrimitas y mostrando una bella sonrisa, haciendo que los dos mayores por un momento se sintieran...Enamorados? BAH! Pamplinas!
-Yo soy Naruto...-Se presento el rubito dando una reverencia, despues aprendio los nombres de los dos hermanos.
No duraronmucho despues de sus presentaciones cuando unos ruidos se escucharon venir por la colina mas cercana, haciendo que la cara de Naruto se llenara de horror...
-Vayanse, estan en peligro. -dijo Naruto.
-De que hablas? -pregunto Sasuke.
-Por favor vayan...-Intento decir Naruto, pero ya era demasiado tarde, un manto de oscuridad cibrio las tres figuras...Luego, solo podia verse la linterna de papel rota tirada entre las hierbas, rota y con el fuego extinguido, pero tampoco habia rastros del jovencito rubio, desaparecio junto a los dos cazadores...
Continuara...
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