¿Quién dijo que soy patético?...
Que venga y me lo diga a la cara.
Soy Miyagi yoh, y actualmente doy clases en la Universidad M, soy maestro de Literatura Universal, y salgo con un estudiante de preparatoria…
Que por cierto… para mi desgracia es hijo del jefe de la planta de Literatura… y para arrematar es hombre.
En estos momentos estoy fumando tranquilamente. En mi sala viendo televisión pensando inútilmente y moviendome por todo el sillón tratando de pensar en otra cosa que no sea Shinobu.
Esperen un momento… ¿tranquilo? Que demonios. Tengo todo, menos tranquilidad desde que ese mocoso llego a mi vida.
Gruño molesto por lo vajo a un dando vueltas en el mullido sillón escuchando solo el eco de la televisión. Ese niño se a metido hasta lo mas hondo de mi ser, pequeño terrorista, llego a mi vida como un terremoto a destruir todo mi pequeño mundo hecho y forjado del mas fuerte metal, el cual, irónicamente destruyo fácil y rápido como el mas ridículo y frágil cristal.
Odio este sentimiento, odio solo el echo de pensar en el, el que no puedo concebir el sueño cuando el no esta a mi lado, que a pesar de ser molesto lo necesito como el agua y es indispensable como el aire, que no puedo estar ni un segundo sin pensar en el porque es adictivo como la mas fuerte droga que a entrado por mis venas y no puedes dejar.
Que no pienso dejar jamás.
No lo aria ni aunque me mataran por ello, que estoy empecinado en tenerlo a mi lado que me e dado cuenta que solo por el me despierto cada día de esta miserable vida que me rodea, que por el es que me empeño en salir adelante.
Y que yo Miyagi Yoh a perdido la guerra ante el imponente terrosita, al enorme ladrón el cual no pide permiso para entrar cual sanguijuela a mi corazón e instalarse en el sin dejar escapatoria, absorviendome lentamente.
Que si el me lo pidiera, yo moriría e inclusos mataría si el me lo dijera.
Y siento como alguien esta a un costado mío, estaba tan a dentro de mis pensamientos que no me di cuenta cuando Shinobu entro por mi puerta y llego hasta donde estoy.
Estoy extrañamente…
Feliz…
Mi corazón se quiere desbocar y salir de mi pecho de solo ver al autor de mis pensamientos viéndome fijamente, escudrillandome con esos preciosos ojos que adoro y me hacen sentir inquieto, es indescriptible como todo mi mundo ahora esta alrededor de ese niñato.
Pero sonrío para mis adentros cuando empieza a reclamarme por ser un flojo, o porque simplemente esta nervioso.
E aprendido a leer cada gesto o mueca que hace y se cuando esta celoso o enojado o simplemente algo le incomoda. Me incorporo lentamente sonriendo e indicándole que se siente a mi lado cuando me acomodo decentemente.
Quiero grabar cada momento que pasas con migo cada segundo, hora, e insignificante milésima junto a mi.
Y es cuando pienso que lo amo más de lo que ame a sensei.
Perdóname sensei
Porque no obstante te he olvidado, aunque aun sigues en lo mas profundo de mi corazón pero…
Shinobu es mi presente y futuro, tu ya no estas aquí y se que aunque me duela admitirlo tu ya no significas mas que un amor de antaño, un bonito recuerdo, mi primer amor, mi primer rechazo.
Perdóname sensei
Y nuevamente, se que ya no puedo hacer nada contra este sentimiento, perdón si te estoy fallando… pero es que ya no puedo luchar ya se me acabaron las fuerzas ya no puedo seguir peleando con algo que se de antemano que esta perdido.
Perdóname sensei
Sigues siendo un bonito recuerdo, pero nada mas, Shinobu es la persona que amo disculpa por olvidar tu día en que falleciste por no recordar ir a visitarte. Por ser tan jodidamente torpe y que este corazón te olvidara pero…
Una vez alguien me dijo
“en el corazón no se manda “
Perdóname sensei, perdóname pero tu ya no eres mas mi amor de un simple universitario ahora hay alguien mas que ocupa tu lugar, pero no por eso dejas de ser importante para mi.
Y nuevamente perdóname sensei.
Por que en estos momentos estoy en la habitación después de tener una sesión de sexo, con mi nuevo amor, si sensei este es un niño torpe pero aun así lo amo como no tienes idea, es el terrorista que te despojo de tu lugar, que nadie había podido lograr pero este niño es diferente.
Sensei el es la persona que escogí y que quiero a mi lado.
Pero dios es tan jodidamente embriagador, el solo ver su cara antes del orgasmo o su simple sonrojo ocasionado por que me acerco demasiado a el o cuando le beso o simplemente digo que me preocupo por el.
No puedo creer como es que estoy así con el, ahora solo existimos el y yo nadie mas el tiempo se detiene para nosotros y ahora solo veo como su pecho sube y baja con lentitud llevando una respiración acompasada, sacando de mis labios una sonrisa de satisfacción, me inclino un poco para darle un beso en la frente y después dejar en el cenicero el cigarro que traía momentos antes de que el sueño me invadiera, porque realmente no se cuanto tiempo llevo mirándole, me es difícil despegar mi vista de el cuando le tengo tan cerca de mí.
Dejo el cigarro en su lugar y me recuesto junto a el, para enseguida abrazarle por detrás y oler su blanquecino cuello, llenándome de el y al instante acomodarme para que me invada el sueño dejándome arrastra lentamente por Morfeo.
“Y es que el amor no escuchar razones, porque es un sentimiento tan terco, que puede hacerte feliz pero a la vez causarte un sufrimiento tan grande que podrías morir”
“El desamor es la pero enfermedad para un corazón”
Fin******
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