Salgo de mi casa lo más rápido posible en dirección al colegio, camino ansioso hasta llegar hasta el cruce de las calles donde siempre como cada mañana me espera él. Y mi corazón late de alegría al verlo tan perfecto como siempre. Quisiera correr hacia él y abrazarlo pero eso sólo queda en simples deseos. Ambos sabemos que el estar juntos no es bien visto por la sociedad. Pero aun sabiendo eso nos permitimos amarnos en secreto.
Me observa mientras me acerco a donde se encuentra, y le sonrío. Por Kami lo amo tanto.
Llego hacia él y le susurro las mismas palabras como cada mañana te amo y me sonríe y sólo con eso, con ver su sonrisa vale la pena despertar cada mañana.
Caminamos en silencio disfrutando de la compañía del otro y de rato en rato su mano roza la mía y mi sonrisa se hace aun más grande.
Llegamos a la escuela y ahora es él el que me dice que me ama, yo también te amo me susurra tan bajito que sólo yo puedo oírle y es ahí cuando siento que mi felicidad no tiene límites, me dedica una imperceptible sonrisa y vuelve a ser el serio y estoico Kunimitsu de siempre, pero aún así tan hermoso.
- Nos vemos luego Tezuka
- Aa nos vemos
Nos despedimos sin frases bonitas ni muestras de afecto, el hacer esto en una decisión que tomamos hace mucho. Es mejor no levantar sospechas y esto aunque me cueste y duela admitirlo es lo mejor.
*****
Ahora ya en clases, él ocupa mis pensamientos como siempre. Y miro a cada momento el reloj contando los minutos para verlo nuevamente.
Aunque no son muchas las veces las que nos reunimos durante los recesos, yo siempre deseo que él esté libre para verlo aunque sea un momento y poder conversar un ratito con él.
Cualquiera pensaría que estoy demasiado pendiente de él. Pero, ¿cómo es posible no estarlo? teniendo a mi lado al ser más perfecto que pueda existir, y más aun si este ser tan perfecto está tan locamente enamorado de mí como yo lo estoy de él.
¡Por fin! el receso gritan todos a mi alrededor por el contrario yo lo celebro internamente.
- Fujiko ¿dónde comeremos aquí o en la cafetería?- ese es mi amigo el neko es tan tierno y dulce, me gusta su compañía cuando no estoy con Kunimitsu claro está.
- Por supuesto que…un momento Eiji- mi celular está sonando. Un mensaje de él.
“Estaré ocupado. Los siento, te veré en las prácticas. Kunimitsu”
¿Ocupado eh?- y mis deseos se van al tacho. Y pensar que hoy día tenía pensado tratar de convencerlo de ocultarnos en algún lugar. Es posible que no haya aceptado pero nada perdía con intentarlo.
Y otro mensaje de él
“De verdad lo siento, quería verte. Te quiero. K.”
Y le contesto inmediatamente
“No hay problema. ¡Mitsu! ¿También sabes que te quiero cierto? Un beso…mejor muchos de ellos. Syusuke”
- ¿Fujiko dónde comemos?
- Por supuesto que acá Eiji
- ¿Tezuka estará ocupado hoy?
- Sí. Pero eso ya no importa. ¡A comer!
Eiji es mi mejor amigo, él y dos personas más saben de mi relación con Kunimitsu. El pelirrojo lo sabe porque yo se lo dije, Las otras personas son Oishi e Inui; el primero se enteró al encontrarnos a mi novio y a mí en una situación un tanto embarazosa, al decir embarazosa me refiero para Kunimtsu porque para mí fue de lo más divertida, en cuanto a Inui, él es caso aparte; simplemente que este sujeto se atrevió a espiarnos como de costumbre con el único fin de conseguir más y más datos sobre nosotros. Eso me molesto muchísimo, pero lo compensó el hecho de haber tirado al tacho todos sus datos una vez más.
“Nunca lo hubiera imaginado, fue lo que dijo”. A Kunimitsu no le hizo gracia por lo que lo puso a correr 50 vueltas alrededor de la cancha. Eso lo disfrute debo admitirlo y sé que mi novio también lo hizo aunque no lo haya demostrado.
Ahora que lo pienso de algún modo siento una sensación de confort al saber que hay quienes saben lo nuestro. El que lo sepa mi mejor amigo, el mejor amigo de mi novio, y que ambos lo hayan aceptado es suficiente, al menos…por el momento.
El resto de las clases se pasan. Hay veces en que parecen de nunca acabar en cambio otras en menos de lo que me imagino terminan.
Es irónico que en ocasiones me pase lo mismo con Tezuka. Es como si el tiempo se detuviera y a la vez como si pasara demasiado rápido, cuando estoy a su lado sencillamente pierdo la noción del tiempo…es por eso que creo que una vida es demasiado corta…es por eso que creo que una vida no es suficiente para amarlo.
*****
Y llegó la hora de las prácticas. Conversamos de tanto en tanto y a través de miradas nos decimos cuanto nos amamos. ¡Pero qué cursi puedo sonar a veces! Y me sorprendo de mí mismo. Lo miro y no puedo evitar sonreírle, aparte de ser mi novio es mi capitán de equipo; es extraño recibir órdenes de él, todavía no me acostumbro a esa situación aunque haya sido así en un principio. ¡Pero es que él se comporta de manera distinta cuando estamos a solas! Qué de sólo pensarlo me siento flotando en una nube.
No hace mucho Eiji me preguntó cómo es que podía estar con Kunimitsu ¿qué le ves a Tezuka? me chilló el gato, mi respuesta fue simple: veo en él lo qué otros no pueden, ve en mí lo que nadie ve, me muestra lo que a otros no, y yo le muestro mi verdadero yo.
Quedó un poco confundido, lo que le debe haber parecido un trabalenguas para mí es la realidad.
*****
Ahora dentro de los vestidores demoro acomodando mis cosas al igual que él, ambos estamos esperando que todos se marchen. Oishi y Eiji se van enseguida lo cual les agradezco mucho. Inui hace lo mismo, es mejor para él irse rápido. Así uno a uno va saliendo.
- Si no fuera secreto pensaría que lo hacen para molestarnos. Tal vez debería de…- y sin querer sonrío maliciosamente.
- No les hagas nada. Los quiero completos para los partidos-
- Mitsu pero que dices, me hablas como si fuera un peligro para ellos, pero ni modo. Prometido- le digo levantando mi mano solemnemente como si fuera un juramento
Se acerca a mí, toma mi mano levantada y la besa, y mi corazón empieza a latir emocionado.
Se lo que sigue besarnos.
Siento sus finos labios sobre los míos, moviéndose delicada y lentamente, desliza sus manos por mi espalda acariciándola para luego rodearme por la cintura. Ahora nuestros labios se mueven rápidamente, desesperados por sentirnos cada vez más, su lengua pide entrar en mí y yo le abro paso gustoso. Siento saborear cada rincón de mi boca haciéndome estremecer. Me aferró a su cabeza acariciando sus sedosos cabellos mientras mi cuerpo se apega más al suyo.
La lucha dentro de nuestras bocas termina, poco a poco el beso va disminuyendo la intensidad para quedar en simples roces. La necesidad se ha ido, su mirada ahora está calma y tranquila, coloca sus grandes manos en mi rostro mientras recuperamos el aliento.
Me mira fijamente para después juntar su frente a la mía y me darme un último beso en la frente. Me siento tan amado y seguro cuando hace eso.
- Te extrañe- puedo sentir su aliento en mi rostro y me gusta.
- No creo que tanto como yo a ti-
- Entonces te extrañe tanto como tú a mí- me sonríe y me siento el hombre más feliz del mundo.
- ¿Estás cansado?...pensaba en ir a mi casa, mi familia llegará hasta muy tarde- quiero tanto que vayas
- Estoy bien, iré.
- ¿Enserio?...sabes mi hermana preparó el pastel que tanto te gusta. Le pedí que me enseñara como hacerlo. Espero que me salga tan rico como le sale a ella.
- Estoy seguro que sí.
Hay veces en que no encuentro las palabras suficientes para describir lo que siento; el tenerlo a mi lado, el amarlo, el que me ame total e incondicionalmente; el qué con sólo un gesto, un roce, una mirada o una frase suya mi corazón vibre emocionado.
Este amor que me quema y me reconforta a la vez, este amor que me llena, este amor...tengo miedo de que se termine, no quiero que esto acabe…esto que siento quiero que sea eterno, este sentimiento quiero que dure para siempre.
- ¿Nos vamos ya?
- Aa
- Mitsu
- ¿Hmm?
- Te amo – te lo diré por siempre y para siempre
- Lo sé