Este era quizás el cuarto día más feliz de su vida, había tenido muchos llenos de felicidad desde que lo conoció pero se podían resumir a esos solo cuatro días para decir que su vida era la más perfecta del planeta. Cuando lo vio por primera vez sintió algo en su corazón que lo llamo a acercarse, la tristeza que Hiroki expresaba con la mirada le hizo querer tener el poder de aliviar su alma y fue así que se las ingenio para no separarse de su Hiro-san, robarle la llave había sido algo extremo pero él fue quien la dejo pegada, llamémoslo un empujoncito.
Todo en su vida había cambiado por Hiroki, su burdo plan de convertirse en trabajador social se había transformado en un camino prominente de pediatra. Para ser digno del mayor, poco o nada le importaban los 4 años con los que le ganaba su uke en edad lo importante es que después de siete años había aceptado que lo amaba y que lo quería a su lado sea como sea. Mejoro aun más su habilidad culinaria solo para que el maestro disfrutara de sus platillos, sobre todo recientemente pues tenia que comer por dos. Como recordaba lo que sus locos “amigos” le decían, “alguien como tu esta destinado a una vida llena de felicidad” Si bien había pasado por un par de penurias al final había ganado mas en dichas.
EL PRIMER DIA: ¡TE AMO! (FLASH BACK)
Recostado sobre la cama veía como la luz de su vida dormía tranquilamente después de una noche más de pasión. Con las manos retiro los cabellos que cubrían la frente de Hiroki, su hermoso pareja podía ser un demonio con los ojos abiertos pero dormido era como el mas puro ángel, su ángel. El castaño se movió aun dormido por las caricias que se le eran brindadas.
- Eres hermoso.- Le susurro al oído el medico para después acariciar la mejilla del mayor, Hiroki sintió el tacto, como cuando lo conoció y se presento tan sorpresivamente. Ese mismo roce que le recordaba tanto a…
- Akihiko.- Susurro entre sueños provocando que Nowaki alejara su mano del rostro como si le quemaran. Esa no era la primera vez que dormido llamaba al escritor ni la primera que tenia problemitas por el recuerdo de Akihiko, con expresión triste recostó la cabeza sobre la almohada dándole la espalda a Hiroki, después de que el recuerdo de todos y cada unos de los susurros hacia Akihiko recorriera su mente se quedo dormido.
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Hiroki no podía concentrarse, por mas que le daba vueltas al asunto no encontraba una explicación lógica ¿Qué le pasaba a Nowaki? Últimamente estaba raro y casi no se le veía por el departamento, se iba temprano, llegaba tarde, siempre que estaba era en la sala leyendo un libro de medicina y cuando iban a dormir Nowaki solo le besaba la frente y después se dormía dando la espalda, estaba preocupado pero obviamente no le diría nada pues eso no encajaba con su forma de ser.
Pero al mismo tiempo estaba furioso, cumplía 28 años ese día y su pareja ni siquiera le había regalado un mísero beso, un abrazo o por lo menos lo había visto. ¡Hasta el imbécil de Miyagi lo había felicitado! ¿Que se creía ese estúpido pediatra de pacotilla? Esperaba que cuando llegara al departamento este se dignara por lo menos a hacerle el amor, por que para colmo de males tenían ya dos semanas sin nada de nada.
Cuando toco la chicharra salió hecho un relámpago para su casa, se sentó a revisar el sin numero de pruebas del día, y a prepararse un aperitivo, de camino había comprado una torta para comerla en la cena con Nowaki. Espero haciendo su trabajo hasta que siendo ya las siete de la noche su celular sonó con el tono que tenía para el peli negro.
- Moshi, moshi.
- Hiro-san, soy Nowaki.
- Lo se idiota, identificador ¿Te suena?
-Solo llamo para avisarte que saldré a beber con unos colegas.- ¿Beber? ¿En su cumpleaños?- El bebé de un compañero nació hace poco y quiere celebrar.- A su mente se vino ese estúpido Sempai de su novio.
- No me interesa lo que hagas.- Dijo colgando. Definitivamente ¿Lo había olvidado? Prefería ir a beber con ese estúpido y compañía en lugar de celebrar sus 28 años con él.
Mas enojado que nunca se metió a bañar y después se puso un pijama cómodo, no había ni probado el pastel, lo dejaría en la mesa para cuando Nowaki llegara lo viera y se sintiera culpable, después de leer un poco el sueño y cansancio de un pesado día de trabajo y disgustos se apodero de sus ojos.
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Con el poco cuidado que su estado le permitía cerró la puerta con un pequeño pero sonoro golpe, se quito los zapatos y entro al departamento tambaleándose y chocando contra casi todos los muebles que se ponían en su camino. Jamás había bebido tanto y sentía el poder del alcohol corriendo su torrente sanguíneo. Su mirada era doble y le dolía la cabeza. Sin ver nada aventó el maletín a la mesa tirando lo que parecía un plato pues se quebró en el suelo. Mas aturdido de lo que ya estaba encendió la luz, un pastel al parecer de chocolate estaba destruido en el piso.
- ¡Maldición!- El medico se acerco a recoger lo que había hecho. En un trozo de chocolate oscuro se podía leer por la luz de la luna que se metía por la ventana “Happy Birthday Hiroki” ¡El cumpleaños de su pareja! Lo había olvidado por completo, su cabeza era un caos total pero eso no era justificación para olvidar otro año más de existencia del amor de su vida. Con culpa olvido el desastre del piso y camino hasta la habitación que desde hacia un par de meses ambos compartían encontrándolo plácidamente dormido sobre la cama. Se poso sobre él besando su cuello y susurrándole al oído que se despertara y un feliz cumpleaños, poco a poco los ojos chocolates de Hiro fueron abriéndose mientras que Nowaki intentaba despojarlo de sus ropas, Hiroki enojado lo aventó y este callo al suelo.
- ¡Apestas!- Le grito, el fuerte hedor a Alcohol había inundado sus sentidos desde había despertado.- ¡¿Qué te sientes?! ¡¿Qué estaré esperando a ver a que momento se te ocurre venir a cogerme?!
- ¿Preferirías que fuera Akihiko el que este en mi lugar? Sueñas con él todas las noches mientras susurras su nombre.
- ¡¿Qué mierda dices?!
- Que eso es lo que quieres, que él único que te folle sea Akihiko, ¿Tanto tiempo conmigo no hizo que me amaras? ¿Tanto lo amas a él que yo no importo?
- ¡IDIOTA!- ¿Por qué le costaba tanto decir lo que sentía?, tenía ya años de no sentir absolutamente nada por su amigo el escritor, solo eso cariño de amigos. Nowaki se levanto del suelo y se acerco a la puerta de la habitación.
- No quiero escucharlo.- Dijo para después salir dejando a Hiro totalmente confundió. ¿Susurraba a Akihiko en sueños? Pero que mierda más absurda con él único que soñaba a diario era con Nowaki, ni en sus sueños lo dejaba en paz; salió esperando que estuviera en la sala o en el baño, lo único que encontró fue el pastel de cumpleaños tirado en el suelo y el maletín de su novio todo manchado de chocolate, como no podría dormir se puso a limpiar, ya siendo las tres se acomodo en el sofá y encendió la televisión.
No estaba preocupado claro que no, Nowaki ya era un adulto de 24 años, sabia perfectamente que hacer con su vida y cuidarse solo ¡¿A quien demonios engañaba?! Estaba mas que preocupado por su medico, él nunca era así de impulsivo y mucho menos bebía de esa manera o lo trataba de esa manera. Algo en su corazón le apretaba fuertemente por el miedo a que le pasara algo. Después un rato su celular comenzó a sonar, de inmediato corrió a su recamara pues podía ser Nowaki, era numero desconocido así que colgó, al poco rato el mismo numero le marcaba y decidió contestar.
- ¿Moshi, moshi?
- Disculpe ¿Hablo con Hiroki Kamijou?- Esa voz, la había reconocido de inmediato era el idiota de Tsumori.
- Ehh… Si… ¿T-su-sumori-san?
-Hai, lamento molestarlo a estas horas pero Nowaki sufrió un accidente hace un par de horas.
-¿P-Pero q-que pasó?- Trato de hablar mas el nudo en su garganta apretujaba tan fuerte que las palabras se atoraba en su boca.
- Fue atropellado por un automóvil ¿Podría venir por favor?… Hey ¡Kamijou-san! ¡Kamijou-san!- Grito pero nadie le contesto, el celular yacía olvidado en el suelo y la puerta del departamento estaba abierta, corría como loco y en medio dela calle pidió a un taxi que se detuviera.
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- ¡Disculpe señorita ¿Nowaki Kusama?!- Ni siquiera sabía que demonios estaba preguntando.
- Ohh, Kusama -sensei.- La enfermera tenia una sonrisa demasiado boba-enamorada en los labios que hasta nauseas le causo, aun en medio de su preocupación la chispita de los celos llego a su corazón, ¿Y que quería? Nowaki es guapo, noble, responsable, trabajador, un hábil pediatra y con un sin numero de habilidades que algunas ni el después de seis años juntos conocía, ¿Por qué no tendría a mas de una detrás? Y él que era el único dueño de su corazón no lo valoraba ni trataba como el ángel de Nowaki se merecía.- ¿Señor? ¿Señor?
- Ehhh.
- Kusama-sensei esta en la habitación 130, tercer piso.- Le indico y el salió corriendo hacia allá a pesar de que mas de uno le pidiera que dejara recorrer, se detuvo frente al cuarto con algo de miedo, de verlo tan mal de no poder resistirlo y las lagrimas que se negaba a dejar salir le cobraran factura y no pudiera detenerlas. Toco y la misma voz que le marco hacia unas horas le dio el pase, con algo de lentitud abrió la puerta.
- Kamijou-san. Llego rápido.
- H-Hai.- Tartamudeo. Después miro a Nowaki que dormía pesadamente sobre la blanca camilla, su piel bronceada estaba tan pálida como una hoja de papel, la frente estaba tapada por una venda y su brazo por un yeso tenia toda la cara raspada además del brazo “sano”, sintió como sus ojos se humedecían, dolía ver a una persona como Nowaki que nunca descansaba en tal estado.- Él esta bien, hicimos una tomografía para cerciorarnos que el golpe en la cabeza no haya sido grave y al parecer no tiene problemas, un par de costillas rotas y golpes leves, se repondrá. Al parecer de lo borracho que estaba no se fijo en el automóvil. Se lo encargo.- Le pidió al ver la necesidad del maestro de estar cerca de Nowaki. Cuando se vio solo se acerco a la cama se sentó a su lado viéndolo de frente y con la mano temblando como gelatina tomo la del pediatra. Estaba cálida y lastimada con un suero conectado a la vena. Nowaki había abierto los ojos al sentir ese toque.
- Te desperté.
- Nunca estuve dormido.- Ambos quedaron en silencio sin saber exactamente como retomar su conversación, hasta que Hiro después de pensarlo un poco rompió el silencio.
- No se de que parte de tu estúpido cerebro sacaste que aun siento algo por Akihiko.- Dijo bajando la cabeza.- Si fuera así no estaría contigo y viviría en mi puta soledad sin lastimar a nadie que no fuera yo mismo.- Siguió dejando que las lagrimas por primera vez en mucho tiempo corrieran por sus mejillas. Nowaki no creía lo que sus ojos veían jamás imagino que su Hiro-san llorara algún día en su presencia.
-Hiro-san.
- ¡No vuelvas a preocuparme así! ¡No tienes ni la puñetera idea de lo que sentí cuando me hablaron del hospital! ¡Lo que sentí al pensar que estabas herido o algo peor! ¡Te amo idiota de mierda!- Nowaki abrió grande los ojos, lo amaba ¡SI LO AMABA! Interrumpiendo el extenso discurso de Hiroki lo beso en los labios mientras con la mano sana lo rodeaba en un semi-abrazo. Fue el mejor beso que hayan tenido en toda su relación, suave pero a la vez cargado de emociones y sentimientos.
-Te amo, te amo Hiro-san.- Susurro sobre sus labios después del beso.- Te amo con todo mi corazón.
- Se que no soy muy dado a demostrar lo que siento y que quizás podrías encontrarte a alguien mejor que yo, pero soy un egoísta.- Dijo sonrojado. Nowaki volvió a besar los labios de su novio.- No quiero que pienses que no te amo. Y que sueño con Akihiko, con él único que sueño cada noche es… Contigo
- No importa, Hiro-san… Nadie es mejor para mi que tu.
EL PRIMER DIA: ¡TE AMO! (FIN DEL FLASH BACK)
De eso ya hacía un año. Su Hiro había aceptado lo que sentía por él y que tenia miedo de perderlo y él había perdido la ansiedad que le causaba el pensar que su Hiro podía cambiarlo en cualquier momento por Akihiko. Estaba viviendo el momento mas feliz de su vida a lado de su dulce y hermoso Hiro-san.