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TRIANGULO AMOROSO por OtakuNeko

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Encantada de conoceros a todos, soy Otaku Neko... Neko o Neko Girl si preferís. Este es mi primer fic, la verdad es que escribir no es lo mio, en parte porque no se me da nada bien; aun así es algo que me gusta mucho: adoro escribir.


 


Bueno, espero no importunar ni molestar a nadie con este fic. Ya se que es imposible que a todo el mundo le guste, no todos tenemos los mismos gustos. Por último, los personajes de Naruto no son obra mía (obviamente) sino que son arte salido de las manos y mente de Masashi Kisimoto.


 


Ya se que todos sabíais eso, pero todo el mundo lo pone... Conclusión: yo también.

Notas del capitulo:

BUENO...

En el primer capitulo creo que simplemente expreso mi forma de escribir para que me comenteis sobre ella: faltas de ortografia, palabras complicadas, si repito muchas veces alguno palabra o expresion... resumiendo, simplemente situo la historia y espero vuestros reviews para ver si os gusta y asi poder dar de lleno en el tema XD

NO OS MOLESTO MAS...

*REENCUENTRO*

 

 

 

Iruka había salido tarde del trabajo, con todos los papeles y documentos que debía archivar, como no hacerlo. Tras el ataque de Orochimaru a la villa, ésta se encontraba extremadamente delicada: edificios y casas derruidos, grandes socavones en las calles, personas con vendas y heridas por las calles… pero lo que sobretodo se notaba era la falta de ninjas en la aldea. Por ello Iruka estaba tan tremendamente cansado, porque debía de quedarse hasta tarde para hacer el trabajo de varias personas que ya no se encontraban y, para colmo, luego levantarse temprano para dar clase en la escuela.

 

 

 

Todavía así, el bueno de Iruka-sensei no se quejaba ni una sola vez. Amaba la villa y haría cualquier cosa por ella.

 

 

 

De todos modos, parte de su cansancio era provocado por la preocupación. La preocupación de por una persona importante para él, que había partido hacia una misión a un país lejano. No conseguía dormir pensando en como se encontraría y si estaría bien.

 

 

 

Cuando llegó a casa, notó algo extraño: una sensación de peligro que ya le era familiar. Tragó saliva… realmente estaba contento de saber quien era, aunque sentía contradicción: llevaba mucho tiempo sin verlo y sabía que era lo que iba a ocurrir en cuanto cruzara esa puerta.

 

 

 

Tras mucho meditarlo, el sentimiento de alegría venció y se decidió a abrir la puerta.

 

 

 

Ya-ya estoy en casa – dijo sin mirar, ya que entró con los ojos cerrados, intentando disimular su alegría.

 

 

 

¡¡Bienvenido Iruka-sensei!! – Se oyó una voz desde la cocina - ¡Veo que has notado mi presencia!

 

 

 

Iruka se sentía feliz, muy feliz. Pero no quería que él lo notara. Así que se concentró en poner cara de indiferencia, cogió valor y se dirigió al comedor.

 

 

 

Se quedó impresionado: la mesa estaba puesta y un agradable aroma llegaba desde la cocina.

 

 

 

¡Lo siento! Todavía no he terminado la comida, ¿te apetece tomar un baño mientras la acabo? – dijo la silueta que se encontraba en la cocina.

 

 

 

Iruka se volvió al baño. La bañera estaba ya preparada, así que se quitó la ropa y se metió hasta cubrirse por la nariz.

 

 

 

Baka… - Iruka se sonrojó. Él nunca había preparado la bañera y el agua estaba demasiado caliente, pero aun así, Iruka se puso más feliz de lo que ya estaba. Ese tonto se estaba tomando demasiadas molestias por él.

 

 

 

Tras salir del baño, se dirigió al comedor. Iba vestido con su típico pijama de la hoja, pero llevaba el pelo suelto para que se secase… Se detuvo delante de la puerta, suspiró y cerró los ojos. Estaba verdaderamente feliz de que hubiera vuelto sano y salvo de la misión.

 

 

 

Tras notar el ruido de alguien sentándose, se quitó el delantal, se lavó las manos y cogió los platos de la comida. Puso uno en su sitio y otro delante de Iruka-sensei, que aun mantenía los ojos cerrados.

 

 

 

¡ITADAKIMASU!

 

 

 

Empezaron a comer. Era la primera vez que el chico preparaba la comida para alguien, por lo que le estaba nervioso, echando cada dos por tres un ojo a Iruka para ver como reaccionaba mientras comía. Pero había algo extraño: Iruka no se movía, seguía con los ojos cerrados y sin moverse, no había dicho nada desde que llegó y ya estaba empezando a cansarse de eso, tanto tiempo sin verse y no decía ni una palabra. Parecía una estatua inquebrantable, ahí sin moverse, pareciera como si no respirase. Empezó a preocuparse, a lo mejor le habia ocurrido algo mientras que el habia estado a fuera.

 

 

 

A Iruka le daba vueltas la cabeza, no dejaba de pensar en un millón de cosas: ‘¿Cómo estas? ¿Cómo te ha ido la mision? ¿Por qué has tardado tanto?’... Si simplemente puediera decirle ‘Te he hechado de menos’seguro que no tendria tanto quebranto de cabeza. Y es que llevaban poco tiempo saliendo, aun se llamaban por ‘senseis’ y a Iruka le daba mucha vergüenza admitir que le gustaba.

 

 

 

Aunque su figura parecia ferrea, se quebró de inmediato al escuchar una voz.

 

 

 

…ka-sensei, Iruka-sensei, ¿te encuentras bien? – dijo acercándose a él, deteniéndose a solo unos centímetros de distancia. Tenía cara de preocupado, lo que hizo que Iruka se sonrojara. Ese tonto se estaba tomando demasiadas molestias.

 

 

 

Esa voz lo distrajo de sus pensamientos. Estaba tan absorto en pensar que por fin estaba allí, delante de él, que no se lo podía creer. Aun no se lo creía. Cuando se fue, se sintió muy apenado, por un momento pensó que no volvería, que se marchaba para no volver nunca. Y sin embargo, estaba ahí, comiendo con él.

 

 

 

Ya no podía soportarlo más, la felicidad pudo con el cansancio y la vergüenza.

 

 

 

Iruka-sensei, se que has estado ocupado durante todo el tiempo que he estado fuera. – Empezó a decir – se que me fui sin apenas despedirme, pero no has dicho nada y empiezo a preo…

 

 

 

Fue interrumpido. El dedo índice de Iruka-sensei se posó en sus labios pidiendo silencio. El chico no se había dado cuenta de que mientras hablaba, Iruka había ido alzando la cara y abriendo los ojos, viéndolo así tras tanto tiempo. Un sentimiento empezó a estremecer todo su cuerpo, se sentía tan feliz. Una lágrima recorrió la mejilla de Iruka, que se mordió el labio y dijo:

 

 

 

Bi-bien-venido a casa, Kakashi-sensei.- dijo entre sollozos.

 

 

 

Kakashi-sensei cogió la mano que le pedía silencio y la besó delicadamente.

 

 

 

Estaba esperando a que lo dijeras.

 

 

 

Iruka comenzó a llorar. Era él. Su Kakashi estaba allí con él. Kakashi cogió el mentón de Iruka-sensei, alzándolo mientras que con la otra mano limpiaba las lágrimas que caían de sus ojos llorosos.

 

 

 

Desde luego, no has cambiado nada… - dijo Kakashi con picardía – sigues siendo el mismo llorón de siempre.

 

 

 

Iruka iba a quejarse, pero Kakashi aprovechó ese momento para besarlo tiernamente en los labios. Sabia perfectamente que esos eran el tipo de besos que le hacían calmarse y sonrojarse delicadamente, por eso se calló.

 

 

 

Me alegro mucho de volver a verte, Iruka-sensei… - Kakashi comenzó a besarlo más intensamente. Acercándolo cada vez más a su cuerpo. Iruka se quejaba, le daba vergüenza admitir que se dejaba llevar, aunque Kakashi no podía evitarlo, llevaba muchísimo tiempo sin verlo y no podía parar. ¿O quizás sí? Iruka volcó sin querer la salsa de soja, que se derramó por encima suya sorprendiéndolo y terminando así la locura de besos por encima de la mesa.

 

 

 

Vaya… tendré que ir a cambiarme, que lástima. – dijo. Kakashi notó perfectamente que decía eso como excusa para irse y no hacer nada esa noche, pero el realmente lo deseaba y no pensaba dejar que se le escapase así como así.

 

 

 

Iruka siempre hacia lo mismo, intentaba evitar a todo consta lo que iba a continuación de los besos; no es que no lo deseara él también, sino que sabia que esperaba eso y se enojaba consigo mismo por desear ese tipo de cosas. Ya se disponía a ir al cuarto a cambiarse cuando Kakashi-sensei se plantó delante de él, tapando con brazos y piernas la salida. Un rostro de malvado se dibujaba en su cara, Iruka sabia lo que iba a pasar:

 

 

 

I-TA-DA-KI-MA-SU… - dijo Kakashi con una sonrisa maliciosa antes de lanzarse contra Iruka.


 


 

 

 

 

Una silueta de mujer reflejaba los rayos de luna mientras cargaba a su hombro una gran mochila. A la luz de la luna, sus rasgos no se definían bien y tampoco se podía identificar de qué villa era su cinta de ninja.

 

 

 

Se río.

 

 

 

Vaya… - dijo con una preciosa voz aterciopelada – desde luego, no has cambiado nada, villa oculta de la Hoja.

 

 

 

Y se dispuso a dormir en una rama enorme de árbol, para esperar a la mañana y poder entrar en aquella villa que, según ella, no había cambiado en años…

Notas finales:

¿Que os a aparecido? como dije al principio, espero vuestros comentarios... ¡¡¡me hacen mucha ilusion!!!


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