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Crucero por danyleo

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Notas del fanfic:

Porque esto es África!!

A sólo 4 horas del partido de México contra Italia, publico esto!!

Notas del capitulo:

Arriba Eyeshield y el yaoi escondido!!

Después de ser interrumpidos por Sena y Suzuna, Hiruma siguió metido en la tina y Musashi devoraba con ansias la carne que el chef, amablemente le preparó.

 

--¿Qué pasa con esos chicos? Ni siquiera en los descansos nos dejan en paz.

 

--No lo sé, déjalos, siempre serán molestos pero saben comportarse.

 

El moreno no contestó nada y terminó de comer. El chef se retiró por la muda petición, con un arma, del rubio. Salió y cerró la puerta con seguro para que nadie interrumpiera.

 

--Maldito viejo... Ven a la tina.

 

--Acabo de comer, no creo que sea buena idea-Dijo haciéndose el desentendido.

 

--No estoy pidiéndolo, estoy ordenando que vengas para acá-- Una metralleta apuntó directo a los pies del moreno-Tienes 5... 4... 3...

 

--Vale, ya voy-Se quitó el saco y desabrochó su pantalón, poniéndose una toalla alrededor de la cintura. Iba a quitarse la camisa blanca pero el rubio le dijo que no.

 

--Se mojará...

 

--No me hagas perder el tiempo maldito viejo y entra ya.

 

El moreno se metió, disfrutando el hidromasaje y dejando que el agua caliente lo cubriera.

 

Hiruma disfrutó la visión de esa minitoalla y el fornido cuerpo de su compañero. Se sintió excitado con sólo verlo. Ya quería sentir esas duras manos en su piel y estar mordiendo a su acompañante.

 

Musashi estaba igual que el rubio. Hiruma parecía más hermoso en el agua, con su cuerpo tibio y sus músculos relajados, esos ojos verdes que lo veían con deseo y sus delgadas manos que le otorgarían mucho placer... Simplemente, era su uke perfecto.

 

Se quedaron viendo por unos instantes y el pateador no lo resistió, necesitaba sentir al quarterback sobre él, gimiendo deliciosamente y lanzando maldiciones.

 

Se acercó despacio y le dio un beso, pero no uno romántico o salvaje, fue una lamida de labios que seguramente lo pondría caliente. Y así fue. Hiruma buscó la boca que se alejaba y se prendió a Musashi como un koala.

Se dieron vuelta, quedando Hiruma debajo de Musashi y con el moreno entre sus piernas. Se rozaron a propósito para comenzar un juego en el que ambos ganarían.

El número 11, aprovechando su posición, uso una de sus manos para acariciar el abdomen de Hiruma. Sabía de ese punto sensible bajo su ombligo que lo encendía más rápido que un fósforo y lo iba a aprovechar.

Su otra mano, fue directo a su trasero y lo penetró con uno de sus dedos, al fin que el agua le serviría. Además lo estaba besando con desesperación.

Una combinación más mortífera que Akaba, Kakei y Shin juntos.

 

--Ma-maldito viejo... Eso...

 

--Me encantas...

 

No podía esperar por más. Aunque lo hicieran en el agua, tendría el cuerpo de Hiruma retorciéndose por sus caricias y eso lo iba a satisfacer.

 

Lo volteó sobre la orilla de la tina y jugó con su entrada, pero esta vez, rozando con su pene. Lo volvería loco y lo dominaría al mismo tiempo. Siguió jugando un poco más y al escuchar las maldiciones que detonaban desesperación, entró de un solo golpe, arrancando un largo grito.

 

El cuerpo del rubio se movió por inercia y logró pegarse más a su compañero. Ese momento fue aprovechado por el moreno y atrapó su miembro para masturbarlo. Las manos del quarterback se aferraron a la orilla de la tina y amenazaron con romperla. Era, sin duda, una sesión de sexo como las que ellos compartían comúnmente, pero había un factor especial: el agua caliente combinada con los masajeadores.

 

Comenzaron a moverse, pero la posición era incómoda porque sus rodillas sostenían todo el peso, así que Musashi se tumbó hacia atrás y dejó que el otro quedara montado de espaldas a él.

Casualmente, cayó sobre uno de los chorros de agua y eso parecía propagar placer, gracias a la presión del agua y justo quedaba en un lugar interesante [Ya sabrán cuál... No, no es el trasero].

 

--Más cuidado conmigo, maldito viejo.

 

--No te romperás... Por cierto que jamás te ha importado que sea rudo, al contrario, te gusta.

 

Hiruma decidió tomar el mando, ya era suficiente de insolencias.

Abrió más las piernas y, al haber soltado la orilla de la tina, empezó a moverse de adelante hacia atrás lentamente. Los gemidos graves del número 11 se dejaron oír.

 

El placer se presentaba en ambos y eso era genial. Musashi recobró un poco de poder y abrazó al rubio, chupó su espalda y fue ascendiendo hasta morder su cuello. La respuesta al estímulo apareció y fue como una granada explotando. Sus manos jugaron con su miembro y sus pezones, logrando que espasmos involuntarios recorrieran el cuerpo de su compañero.

 

--Aaahhh... Mu-Musa... Musashi... Rápido... Muévete más... Quiero... ¡Si!-El chorro de agua, golpeó suavemente sus testículos y estimuló las sensaciones. Ambos sintieron el agua en sus genitales y no pudieron seguir más.

 

Hiruma no llamaba por su nombre al moreno, pero cuando estaban en "eso", cambiaba un poco su forma de ser.

Como pudo, intentó complacer las exigencias y penetró al rubio hasta llevarlo al orgasmo, golpeando su próstata con violencia y jugando en su cuello.

 

--Nooo... Mu-Mu-Musashi... ¡Mushasi! Si... Eres... Bueno...

 

--Hiruma, te amo.

 

Sus respiraciones estaban algo agitadas por el calor del agua. Poco a poco, se calmaron y el quarterback se levantó despacio, porque sus piernas temblaban un poco. Salió de la tina y fue a buscar ropa. Musashi permaneció en la tina un poco más, observando el delgado cuerpo de su koi; Su resistencia física no era demasiada, no se notaba como en los otros, sin embargo era un roble. Delicioso.

 

--Oye, maldito viejo ¿Qué tal me veo?

 

--¿Qué haces con eso?

 

--Estaba en una maleta sobre la cama.

 

Lo que llevaba puesto, era nada más y nada menos que el uniforme del Instituto privado de Oujou. La camisa y el pantalón blanco, eran inconfundibles.

 

--Seguramente, esos bastardos tuvieron la misma idea de venir-Revisó en la maleta para encontrar una identificación-Mira nada más... Esta habitación fue reservada para "La lanza". Ese maldito de Shin fue instalado aquí... Pero, al parecer tenía compañía.

 

--¿Quién?-Preguntó el moreno, detrás de él. Salió para buscar algo limpio que ponerse.

 

--El lloroncito de Sakuraba Haruto. Entonces era cierto lo que dijeron, esos dos no sólo compiten. Como sea, que se jodan.

 

Musashi no respondió. Sigilosamente, se deleitó con la figura de Hiruma en ese uniforme. Le quedaba una talla más grande pero muy sexy. Se lanzó de nuevo y terminaron rompiendo la ropa, enfrascados en sexo salvaje por cinco veces más, al fin que iban a relajarse.

 

 

En la sala del capitán, Sakuraba recibía una disculpa por haber quitado su habitación pero es que razones de fuerza mayor obligaron al capitán a ceder al señor "H", su habitación.

 

--Pero, en compensación, le daremos la que pertenece al capitán.

 

El rubio aceptó. Total, Shin estaría todo el tiempo entrenando y sólo llegaría a bañarse, comer y hacerle el amor, para dejarlo durmiendo y seguir entrenando. Recibió sus llaves y fue al comedor a convivir con los Deimon Devil Bats; pero se sentó con Takami a beber té, para platicar cosas del linebacker.

 

Todos se rieron de los sucesos ocurridos y convivieron en paz, a pesar de ser rivales.  Al final, se fueron por distintos caminos, para seguir con sus metas, pero... Sin duda, todos recordarían lo bueno que estuvo el crucero.

FIN

Notas finales:

Recuerden que los amo. Ya voy en el capítulo 120 de Eyeshield y hoy en la tarde conseguiré mis últimos dos volúmenes para leer el Manga completo.


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