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Aquella- por Nithiel

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Notas del fanfic:

Bueno esta historia la termine de escribir justamente hace unos momentos, espero que este bien... En ella están gran parte de mis propios sentimientos.

Notas del capitulo:

Sólo es el comienzo-

Espero que les agrade.

Yo estaba allí sentada en el último puesto de aquella enorme sala, estaba concentrada en el lápiz que giraba entre mis dedos cuando aquellos ojos verdes y cabello chocolate paso frente a mi. Una sensación desconocida embargo mi cuerpo y me erguí para poder observar aquella tierna sonrisa que me encanto. Su caminar era tímido y entro a la sala esquivando la mirada de todos, se acerco al profesor mientras en la sala todos los demás estaban en sumo silencio. La tensión se sentía en cada una de las personas, el profesor le indico el puesto que estaba al lado del mío ya que era el único vacío. Una sonrisa se formo en mis labios y luego sacudí mi rostro un tanto avergonzada por mi propia reacción, luego volví a fijar mi mirada hacía ella, que caminaba con paso decidido y rostro hacía el suelo. La mayoría de los chicos continuaron observándola... "Que incómodo..." Suspire y volví a fijar mi mirada en el profesor quien se había levantado para continuar con la clase.
No pude evitar girar mi mirada hacía ella, estaba nerviosa y bastante, jugaba con su cabello largo y suspiraba de vez en cuando, mordí mi labio inferior y espere a que el profesor volviera a sentarse. Me voltee hacía ella y levanto su rostro mientras sus ojos verdes chocaron con mis ojos negros

-Soy Sarah - dije en voz baja con una sonrisa en los labios y levante mi mano hacía ella
-Alyssa - dijo con aquella hermosa sonrisa y sentí su mano en la mía.

Así pasaron los días en silencio, ella entraba y salía muy rápidamente de las clases, me hacía suspirar y observarla a ratos. De alguna manera se había vuelto totalmente lejana para mí, era una ilusión y su aroma, aquel que llenaba todo mi ser, era un sueño. Así habían pasado los días, lentos y difusos...
En ese momento caminaba por la calle a paso lento con la mirada perdida y las manos en los bolsillos. La luz estaba en rojo y miraba el cielo esperando paciente llegar a mi departamento. Baje la mirada y reconocí aquel cabello chocolate, pero algo estaba mal, llevaba las manos en su rostro, ocultándose. Dio un par de pasos... "Espera..." paso por mi mente, ella no lo había notado, venía un auto...

-Detente - susurre y mis manos salieron de mis bolsillos instintivamente, di un paso largo y tome su mano jalándola hacía mi

Por el impulso termine abrazándola mientras trastabillaba hacía atrás, casi tropiezo y sentí mi corazón fuerte. Logre estabilizarme. Cuando reaccioné ella sollozaba entre mis brazos, sus manos presionadas en mi espalda, estaba demasiado cerca, mi corazón estaba acelerado. Una de mis manos se encontraba en su espalda mientras la otra estaba en su hombro. Sentí su rostro moverse y me negué a observarla, quizás que pensaría de mi. Por mi mente pasaban ideas que entristecían y otras que me daban esperanzas...

-Tu corazón... - susurro ella como una dulce melodía - estás acelerada...

-Pues qué crees, casi nos atropella un carro ¿y quieres que este calmada? - dije tratando de controlar el efecto que tenía ella sobre mi

-Oh verdad... - hablo con decepción - perdóname...

-No te preocupes, después de aquello logre mantenerte a salvo - Oh... Estaba hablando demasiado, si un suspiro y la tome por los hombros separándola de mí. La mire a los ojos pero fui incapaz de decir algo más, aunque una alegría enorme me invadió cuando ella con sus ojos llorosos me sonreía.

-Haz sido un ángel guardián - dijo ella con dulce voz y tomo una de mis manos acariciándola

Las palabras se negaron a salir por mis labios y sentí mi corazón acelerarse de nuevo, lo que ella producía en mi, era absolutamente irracional para mis sentidos. Ella al ver mi mudez sonrió divertida. Definitivamente ella había notado las actitudes que producía en mí, soltó mi mano con delicadeza mientras aproveche disfrutando el suave roce de su piel contra la mía. Di un suspiro y ella me observo detenidamente.

-¿Te tienes que ir? - hable en voz baja observándola

-Si tengo... - dijo esquivando mi mirada mientras yo me alejaba resignada - pero... no quiero - se acerco a mi y tomo una de mis manos - supe que vives sola... podríamos ir a tu departamento? - sus ojos se veían tristes

-Claro... - susurre

Una desesperación enorme me embargo cuando caí en cuenta de que ella tendría muchas cosas que ocultar, sobretodo si es capaz de atravesar un camino sin observar a ningún lado. ¿Por qué ella lloraba?...

Caminamos en silencio mientras ella apretaba mi mano dejándose guiar con la cabeza agachada. Llegamos a mi departamento y una sensación extraña tenía en el abdomen

-Siéntate donde quieras - ella asintió - ¿Quieres un té? - volvió a asentir

Fui a la cocina, suspirando, comencé a hervir mientras sacaba las galletas que había preparado. Esto me traía un tanto de ironía... Me sonreí a mi misma recodando viejas cosas y puse las tazas y las galletas sobre una bandeja. Fui hacía el living y allí estaba ella, sentada sobre la alfombra con la espalda apoyada en el sofá, tenía la mirada perdida apoyando su mentón sobre sus rodillas mientras abrazaba sus piernas. Se veía... hermosa. Me acerqué sentadome a su lado y colocando las cosas sobre la mesita de centro

-¿Azúcar? - dije hablando en voz baja y ella me indico con la mano "dos", le entre la taza con el té y comenzó a beber tranquilamente. Por mi parte el sabor del té era una de las cosas que más disfrutaba... - bueno... me dirás ¿por qué llorabas?

-Bueno... yo... aún tengo 17 - dijo en voz baja sosteniendo la taza entre sus manos, aquello me tomo por sorpresa - Hace unos meses... murió... mi... - su voz se quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas...

En mi nació la necesidad de sacar aquellas lágrimas que recorrían su delicado rostro, la necesidad de acariciar su tersa piel y hacerle sentir que ya no tenía porqué seguir sufriendo... "Haz sido como un ángel guardián" sus palabras se colaron en lo más profundo de mi ser.

Pero no lo entendía ¿Por qué sufría con ella? Siempre había sido yo la persona fría, la que siempre fue amada y deseada, y ahora era con sus labios carmesí se volvió tan tierna que me fue imposible resistirla.

Notas finales:

¿Alguna queja u opinión?

Se les agradecería.-


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