Veo el cielo brillando sobre mí, un día bellísimo se aproxima.
Escucho a lo lejos gritos, de seguro son niños jugando alegres.
Me transporto a mi propia niñez solitaria, deseara haber crecido con
aquéllos desconocidos que ríen sin cesar.
El suelo esta húmedo, lo se, puedo oler la lluvia fresca.
Siento mi cuerpo entumirse, desearía ver un rostro en particular pero su recuerdo se hace difuso.
Quisiera dormir, pero algo me lo impide, tengo la sensación que de hacerlo no despertare jamás.
Un dolor agudo en mi pecho me hace recordar, algo no anda bien, la última vez que sentí algo similar fue cuando el me repudio en presencia de aquellos individuos.
Me dejo atrás, me abandono y en vez de molestarme sólo me derrumbe ante mi patética vida.
Deseaba olvidar, dejar todo atrás pero la realidad es cruda, debía seguir a su lado sintiendo su repulsión, su indiferencia, su desprecio hacia mi persona.
Todos lo miraban hacia arriba, yo también, pero si hubiese podido lo habría adorado.
A mi alrededor cae la niebla, mi visión es difusa, los gritos de los niños ya son inaudibles, el frío que sentía a desaparecido.
El dolor ya no existe, solo el dejo de un recuerdo.
Te veo a lo lejos, lloras, me preocupo, aunque no se porque, siempre lo haces cuando la frustración te gana. Te llenas de tristeza, por eso te amo, aunque no sientas lo mismo por mi, aunque se que esas lagrimas nunca serán por mi.
Balbuceas, no alcanzo a escucharte, no entiendo lo que dices, me alejo sin desearlo, me aferro lo mas que puedo, quiero estar a tu lado consolándote, cuidándote, abrazándote, aunque me rechaces.
Sigo a tu lado pero por mas que intento no puedo tocarte, me asusto, retrocedo unos pasos sin pensarlo, te observo, sigues llorando, siento impotencia. Que te ha dejado en ese estado, lo mas importante, porque no puedo tocarte.
No me ignores Yuri, por favor, no lo hagas.
Duele.
De tu boca sale un nombre, una y otra vez, pero no entiendo lo que dices.
Me concentro.
- Wolfram –
- Puedes hablarme, sabes que puedes contar conmigo-
- Wolf…ram…por favor…Wolf… regresa-
- ¿Qué? – digo extrañado.
- Por favor, regresa – lo miro extrañado, no entiendo de que habla.
- Porque me abandonaste…porque –
Pero de que estaba hablando, si estaba a su lado como siempre.
Un grito de dolor se escucha, tan desgarrador que retumba en las paredes.
Me agacho para estar a su altura, lo miro de cerca, mas me ignora, sigue llorando.
Trato de consolarlo pero mis palabras no le llegan.
Me desespero, comienzo a gritar su nombre, tengo miedo, tanto me odias que ya ni me puedes ver.
Estoy frente a ti con un dolor agonizante que no desaparece de mi pecho.
Mírame, te suplico.
Mírame, te imploro.
Yuri, grito con desesperación, como si mi vida dependiera de ello.
Yuri, grito otra vez.
Yuri, digo nuevamente, mientras tú gritas mi nombre.
Cierro los ojos por algunos segundos.
Estoy cansado.
Veo el suelo, es extraño, jamás lo sentí tan liviano, tan suave.
- Wolfram -
Te escucho nuevamente decir, levanto mi cabeza, ahí estas tu, sorprendido, no articulas palabra alguna.
Ya no lloras.
-Wolfram -
Dices en un tono sorprendido, entonces lo noto, te has percatado de mi presencia.
Al fin lo has hecho.
FIN
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