Amar duele
Sin duda lo que la selección japonesa miraba en ese momento los dejó impresionados, y eso nada tenía que ver con que dos hombres se besaron. Siendo que en un grupo de chicos donde la mayoría era gay o bisexual, pues no era de extrañarse ver algo así.
No, eso no era la causa de su sorpresa, la causa era ver quien se besada, siendo que era nada más y nada menos que Tom Misaky y Ralph Mellow, pero eso no era todo, lo que más les intrigaba era la forma en que se besaban, ya que tal parecía que Tom deseaba examinarle las amígdalas a Ralph al mismo tiempo que cercioraba la suavidad y la complexión de sus glúteos.
El carraspeó exagerado de una garganta fue lo que logro que los jóvenes amantes se separan, aunque no del todo, ya que deshecho el beso, Tom abrazo posesivamente por la cintura al joven delantero, mientras que él otro, le respondía el gesto con una mano en lo que con la otra jugaba en la extensión de su pecho.
-Hola chicos- saludo como si nada el jugador del Marcella.
-¿Qué significa esto?- pregunto un enojado Oliver Atom, que apenas conteniendo sus deseos de separar el cuerpo de Tom del de Raplh.
-Ah- expreso Tom sin saber a que se refería.
Por lo que Andy de manera conciliadora, hizo la pregunta no formulada de su capitán –Lo que Oliver y nosotros queremos saber es ¿Qué si están saliendo?
-Ah eso, sí, Ralph acepto ser mi novio- comento con alegría Tom.
-¿Qué?- pronuncio cabreado Steve Hyuga exigiendo una respuesta –¿Eso es cierto? Ralph.
El aludido que ese momento simplemente se dedicaba a acariciar el cuerpo de su amor, levanto su rostro y vio los ojos penetrantes del que por varios años fue su capitán –Sí- respondió con firmeza sin en el menor rastro de duda en su voz o en sus ojos, lo que provoco que fue una puñalada asía el jugador italiano.
Un pesado silencio cubrió el lugar, era tanto que se escuchaba la respiración de cada jugador; solo quizás dos personas no se percataron de eso, ya que se encontraban en su mundo, por lo que mucho menos se enteraron que ellos eran los causantes de la presión que existía, así estuvieron unos instantes hasta que Tom corto o mejor dicho aumento la tensión que se vivía –Oliver- llamó.
Él aludido lo volteo a verlo con una avalancha de sentimientos en sus ojos –Si- respondió para darle a entender que lo escuchaba.
-¿Podrías cambiar de lugar de habitación con Ralph? Es que queremos estar juntos, tú entiendes.
El ambiente se hizo más pesado, lo que nadie creía que fuera posible, todos esperando una respuesta, respuesta que después de unos segundos no llegó.
-Oliver, ¿Me escuchaste?- cuestiono el número once, pensando que el mutismo de su capitán se debía a que no lo hubiere prestado atención.
-Si, si te escuche- respondió Oliver, claro después de que Benji le dio un golpe en las costillas para que contestara.
-¿Entonces?- ahora pregunto un impaciente Ralph.
-Yo…- comenzó a contestar –Has lo que quieras- expresó con fastidio pero más que fastidio, era dolor; dicho se retiró.
-Vente amor, vamos por tus cosas- comento un alegre Tom.
Ralph le sonrió –Sí- luego rozó sus labios para continuar entrelazando sus manos, bajo la atenta mirada de todos que no daban crédito a lo que sus ojos veían.
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Al salir Oliver se dirigió al campo de entrenamiento donde comenzó a patear con coraje el balón, tratando en balde de mitigar su sufrimiento, pasado un tiempo Benji Price se unió al entrenamiento de su capitán, lo cual no fue muy difícil ya que Oliver no estaba nada concentrado sus tiros eran demasiado fuertes pero no tenían nada de precisión con forme avanzaba el tiempo, Benji empezó a gritarle que si “Era lo mejor que podía hacer” y cosas hirientes por el estilo, con el fin, de que número diez de la selección japonesa pudiera expresar lo que sentía.
Cosa que logro pasados unos segundos, ahora Oliver se encontraba llorando desconcertado a mitad del campo, en eso sintió que alguien lo abrazaba, dirigió su vista hacia el calido cuerpo y se encontró con Andy –Oliver.
-¿Por qué? No, entiendo maldita sea ¿Qué tiene él?
-Amigo sabes que te apreció- empezó a decirle Andy –Y no quiero decir te lo dije, pero yo te dije que esto podría pasar- con los ojos aguados por las lagrimas Oliver miró al jugador de cristal –¿Qué tiene él que no tengas tú?- regresando a la pregunta –Quizás él si lo sabe escuchar.
-Pero yo…- la vana justificación del mediocampista murió antes si quiera que fuera expresada.
-Y no me vengas con que tu también, por que sabes que no es cierto- reprendió Johnson él aludido agacho la cabeza, símbolo de vergüenza y aunque Andy no deseaba poner sal en la herida de su amigo, no puedo evitar regañarlo, después de todo él fue testigo del sufrimiento de Tom –Nunca pudiste escuchar cuando te decía que te necesitaba o que te quería. Nunca pudiste escuchar la infinidad de veces que te pidió y te rogó que lo amaras como él lo hacia por ti. Ni tampoco pudiste ver la inmensidad de veces que lloró por tus desplantes o por tu lejanía- Andy se calló tratando de calmar la ira que sentía para no hundir más a su amigo –Quizás Tom simplemente decidió que ya tenía mucho tiempo sufriendo por ti y deseo ser feliz.
El silencio se hizo, donde apenas se alcanzaba a escuchar el llanto del número diez del Japón.
-Lo siento amigo, se que te duele pero creo que fue la mejor decisión que pudo tomar Tom, ya era tiempo que se preocupara por el y su felicidad y lamentablemente eso es algo que tu simplemente no le podías dar- dicho es Andy se fue.
El tiempo nuevamente volvió a correr esta vez más despacio, donde Oliver y Benji lo veían caminar, unos instantes después cuando Oliver se sintió más calmado dijo -¿Tú también piensas que soy una mierda de persona?
Benji lo miró a los ojos –Tú lo has dicho.
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Cuando Steve escucho de los labios de la persona que siempre amo, pero nunca se lo dijo creyendo vanamente que con el hecho de que todos lo supusieran era más que suficiente, al escucharla decir que estaba con alguien más se sintió morir, por lo que no soporto más y simplemente se fue de ahí.
Dentro del centro de concentración había un pequeño bosque, donde desato su furia, impotencia y frustración pateando a todo lo que daba el balón que le dio el entrenador Kira, tanto que cuando lo fue a ver Richard pudo ver su pierna lastimada por las patadas –Capitán- lo llamó –Será mejor que te detengas.
Pero Hyuga no escucho al contrario siguió golpeando con más fuerza tanto que su pierna comenzó a sangrar.
-Steve, se que te duele…-expresaba Richard tratando de mostrarle su apoyo pero esto no pudo ser, ya que el delantero se lo impidió.
-No se de que chingaos hablas- grito enojado.
El portero conociendo el temperamento de su amigo, no se alarmo por su reacción –Habló de que golpeas ese balón con el deseo de lastimarte, por que prefieres el dolor físico antes del de el alma- Steve detuvo sus patadas –Y a ti en este momento te duele el alma por que la persona que amabas no esta contigo.
El delantero cayo de rodillas llorando mientras que sentía como una mano se posaba en su hombro en señal de apoyo.
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En una de las habitaciones de los jugadores de la selección Tom y Ralph salían de bañarse, cuando la puerta de su cuarto se abrió, mostrando a un Oliver Atom aturdido; en primera por el exquisito cuerpo del numero once y en segunda por ver los chapetones que tenía su contrincante en el amor en el cuello y en una partes del hombro.
-Oliver- lo llamo Tom sacándolo de la ensoñación y cubriendo el cuerpo de su chico -¿Qué haces aquí?- pregunto al mismo tiempo que le pasaba una playera a Ralph para que se cubriera.
-Viene por mis cosas, lo siento pero estuve tocando y nadie me contesto, pensé que no estaban y no creí que se molestaran si solo tomaba mis cosas.
-Estábamos bañándonos por eso no te escuchamos y bueno tus cosas, ya están en la habitación de Steve.
-Gracias- y se empezó a ir.
-Oliver- lo llamo él aludido volteo –Que esta sea la ultima vez que entras a nuestra habitación sin permiso.
-Si, lo siento- contesto antes de marcharse, con el corazón más roto que antes.
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Oliver y algunos de los chicos de la selección disfrutaban de su tarde libre, como todos los domingos, aunque claro, ese no era el caso del capitán, pero por lo menos intentaba no pensar en su mancuerna de juego.
En eso Tom y Ralph venían de la mano –Bueno chicos, nos vemos al rato- se despidió Ralph.
-¿Y eso?- pregunto picaron Eddy Carter.
-Le acabo de pedir una cita a Ralph y acepto- contesto sonriendo Tom –Nos vemos-dicho eso, los jóvenes novios partieron.
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Como a las nueve de la noche Ralph y Tom regresaron de su cita, encontraron a unos de sus amigos jugando maquinitas y otros bajara, entre ellos Aoi, Richard y Armand.
-¿Cómo les fue?- pregunto sin malicia Aoi, ya que él era muy amigo de los jóvenes novios.
-Bien- contesto feliz Ralph –Tom me invito a comer, luego fuimos al cine y terminamos yendo a bailar un rato.
-Valla se ve que se divirtieron- exclamo con alegría Armand, al ver a sus amigos tan felices.
-¿Se unen a la partida?- invitó Richard el prefirió no comentar de su relación para no tener problemas ni con Steve ni con Ralph.
-Claro- contesto Tom.
En eso –Regreso en seguida- le informo Mellow a su chico.
-¿Quieres que te acompañe?- ofreció amable el número once.
-No, mejor quédate y juega con ellos un rato, no me tardo- pidió, Tom acepto con un moviendo de cabeza antes de recibir un beso de su novio.
Hecho eso el joven delantero se fue –Se ve que se quieren mucho- comento Armand.
-Si- respondió sonriendo –Lo quiero mucho y soy muy feliz ahora que esta conmigo.
-Con un demonio, pueden callarse ya. Me tienen hasta la madre hablando de su pinché relación como si fuera algo que me importara.
Todos los que en ese momento se encontraban en la sala miraron atentos a Oliver Atom, sin dar crédito a lo que sus oídos escucharon.
Tom lo observo molesto –Tienes razón, Atom no volveré a hablar de mi felicidad frente a ti, creo que soy tan idiota que a pesar de las muchas veces que me dejaste bien claro, que yo no te importaba no lo entendí y vanamente creí que compartirías mi alegría después de todo es lo que hacen los amigos, pero creo que me equivoque una vez más, por que tu y yo nunca lo fuimos- dicho esto Tom salió de la habitación.
-Creo que otra vez la cagaste amigo- comento con pesar Benji.
Mientras todos esperaban que este nuevo giro no afectara su desempeño en la cancha pero sobre todo, la amistad que existía entre ellos.