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miradas por Jaelinna

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Notas del fanfic:

SS No me pertenece ni tampoco sus personajes

Notas del capitulo:

una visista al oftalmologo, y las miradas trajeron felicidad

 Miradas...


Llevaba más de un año y medio en la empresa donde trabajaba  su amigo, gracias a eso había podido encontrar trabajo, aunque en un comienzo se negó, decidió que no podía ser descortés con la atención que su amigo le daba.


Su trabajo era sencillo, llevar el registro virtual de todas las entradas y salidas de existencias de la empresa, por lo cual, pasaba las 9 horas de trabajo diario, frente  números y a un computador.


A sus cortos 23 años se sentía pleno, ya había terminado la escuela, ahora se encontraba estudiando, llevaba ya tres años en la carrera de economía, y este trabajo lo ayuda a financiar su carrera que la ejercia en las noches, poseía un coeficiente intelectual intachable, una belleza que (según su amigo) era increíble, cosa que el no le importaba, ya que no le gustaba esos temas de la belleza física.


Pero tras una reunión con su amigo, un detalle de su cuerpo resalto en la conversación


-Sabes Shaka, últimamente me he fijado que pestañeas más de lo común, ¿no tienes problemas en los ojos?


-no, para nada Camus, debe ser por el cansancio


-sabes, deberías ir al oftalmólogo, solo como un chequeo médico, llevas mucho tiempo trabajando frente a un computador, ve


-no insistas Camus, estoy bien, ¿o acaso he hecho algún registro mal?


-ok, ya entendí la idea, pero no olvides mi proposición, conozco a un buen oftalmólogo


-si Camus, déjame la tarjeta y lo visitare


-¿será posible antes de que termine el año?


-claro, estamos recién en junio, todavía tengo medio año-con esto la conversación se daba por terminada, a Camus no le gustaba discutir con su amigo, además de que era la única persona con la cual se desenvolvía bien en la empresa, su amistad se había forjado en la escuela, donde ambos, al ser extranjeros, no encajaban bien, fue así como se conocieron y se hicieron muy cercanos. Gracias a que Camus tenía buenos contactos, ambos encontraron trabajos que solventaban sus estudios, Shaka estudiaba Economía, y él ingeniería en negocios.


Los días pasaban, y el francés se daba cuenta que su amigo pestañaba mas seguiros, incluso que se ponía gafas para el sol, y ya esto le inquietaba


-¿supongo que la tarjeta del oftalmólogo que te di no está en el cesto de la basura?, ¿o si?-la pregunta sorprendió a su amigo, que llevaba el tenedor con los espaguetis a su boca cuando la pregunta lo asalto


-no, como crees, está guardada


-¿y dónde?-la mirada directa de su amigo exigía respuesta


-junto con las demás tarjetas que me das-su amigo francés solo suspiro, Shaka no cambiaria, a el no le importaba lo físico…


-¿me pasa tu celular Shaka?


-supongo que no me vas a golpear con el ¿cierto?


-no-cuando tomo el celular de su amigo, marco un numero, espero a que contestaran y respondió a su interlocutor con una sonrisa de victoria y una mirada fría clavada en los ojos azules expectantes de Shaka-si buenas tardes, me reserva una visita para oftalmología por favor, si, a esa hora está bien, ok, me llamo Shaka Virgus, ok, muchas gracias, hasta luego-tras colgar y ver la cara de reproche que puso el rubio hablo claro-vas si o si, es en la mañana, así podrás ir a la universidad tranquilo, yo le digo el jefe, y nada de peros


-si no fuera porque ya la reservaste, te mataría, ¿y cómo te sabes el número telefónico de memoria?


-eso no te importa, mañana a las 9:30 en el centro de salud de avenida Saint Lours, y sabré si no vas


-¿y eso cómo?-en verdad a Shaka le asombraba que su amigo estuviera tan familiarizado con esa clínica


-deja de preguntarme-un leve sonrojo se asomo al rostro del francés, que le devolvió el celular y siguió comiendo, ignorando la mirada curiosa de su amigo


Suspiro resignado, cuando su amigo Camus se proponía algo, no había forma de negarse. Con la resignación que estaba acostumbrado a tener, asistió el día siguiente al oculista. Llego hasta el centro de salud y se presento en informaciones, un chico de larga cabellera azulada con ondulaciones, una piel bronceada, y una sonrisa algo… ¿coqueta? Se encontraba sentado con la mirada clavado en el, traía una cadena al cuello con una “C” que al término de esta estaba ensamblada con una “S”, una camisa blanca, al igual que sus pantalones, y un delantal blanco, en conclusión, un doctor


-disculpe…


-buenas tardes, en que te puedo ayudar-el joven lo miraba con su sonrisa, vaya lugar al cual lo mando su amigo


-tengo una hora al oftalmólogo, me llamo Shaka…


-¿Virgus?-contesto el chico mientras se paraba de su asiento y se apoyaba en el meso, casi asustando al rubio-menos mal que llegaste, me aburre estar de secretario, y quiero atender a mis pacientes-al darse cuenta que algo andaba mal, decidió calmarse-lo siento, me llamo Milo Escorpión, soy  Kinesiólogo, y eres el único paciente de hoy en la mañana por eso me asombre-contesto con una risita nerviosa, Shaka tomo nota mental, “golpear a Camus por mandarme a un centro para locos”


-sí, soy yo, pero vengo al oftalmólogo


-sí, lo sé, llamare a la secretaria-tras llamarla por el alta voz el joven lo miro de pies a cabeza-me permites-saco su celular y llamo a alguien-hola amor, bien y tu, ya sabes, esperando que llegue la noche para poderte…, si ya ok, oye, está listo, sí, he…no como se te ocurre, yo creo que no, ok, cuídate amor, y recuerda que hoy me toca arrib…alo, amor?, alo, me colgó-tras esto, tomo unos papeles y tras un suspiro se retiro como si estuviera solo.


Shaka solo podía ver la escena con extrañeza, vaya que era raro ese doctor, pronto a recepcionista llego y atención al rubio, le ingreso sus datos y lo llevo a una sala, ahí espero a que lo llamaran


“Shaka Virgus al box 3, Shaka Virgus al box 3”


Fue hasta el lugar acordado, toco a la puerta, un “adelante” fue todo para que el pasara, una oficina decorada con un azul suave en las paredes era lo que predominaba, más un blanco que lo hacía sentir armonioso, un escritorio de tabla raza barnizado completamente, y un doctor que de brazos cruzados lo miraba atentamente… ¿atentamente?


-si quieres te doy la tarjeta del decorador-las palabras lo trajeron a la realidad, estaba aun parado en la puerta, observando las paredes.


-lo siento, disculpe-cuando cerró la puerta y si dispuso a tomar asiento, tubo que pestañar dos veces para mirar atentamente al doctor-soy Shaka Virgus-extendió su mano en forma de saludo, la verdad es que el blanco de fondo poco le ayudaba en la situación, pero aparento no mostro problemas algunos. El doctor correspondió el saludo, tomo su mano y la estrecho, y fue ahí cuando Shaka, sintió, aunque según él fue por el efecto de la ventana abierta, un escalofrió en su cuerpo.


-un gusto, Saga de Castor-contesto, para después soltar su mano, y concentrarse en los papeles. Shaka no podía dejar de concentrarse en su cabello, azul como la sala, pero distinguible para él, el  aroma del aire era muy suave, la manera de escribir del doctor  era calmada, al igual que su respiración, todo eso se pudo percatar el rubio con tan solo unos minutos en aquella sala-bueno, como veo, usted no tiene un historial médico con nosotros, eso significa que es la primera vez que viene acá, y que esta debe ser una visita de chequeo médico, ¿no es así?-Shaka solo asintió, aun estaba concentrado en el doctor,  ni siquiera el cabello de su amigo Camus le había resultado tan interesante, hasta que se concentro en otra cosa…los ojos del médico…azules…hermos…


-tome asiento haya por favor, en seguida realizare el examen de rutina-el rubio se sonrojo al notar por donde iban sus pensamientos, hacía mucho tiempo que no los tenía, desde la secundaria, donde un compañero lo ponía así, mas no le dio importancia, sus estudios eran primero.


Se acomodo en la silla que le indico el doctor y con una pequeña linterna procedió a examinar  los reflejos de las iris del joven, el sonrojo del chico aun no desaparecía, y como, si no podía dejar de mirar esos profundos ojos azules, esa piel bronceada, esa sonrisa… solo sabía que estaba cometiendo un error, y por inercia cerro fuertemente sus ojos.


-al parecer no es solo un problema de cansancio por lo que pensé, usted tiene algo más complejo-aclaro el doctor tras unos segundos


-¿por qué dice eso?-pregunto el rubio mientras abría los ojos


-por qué no pudiste soportar la luz de la linterna-con esto, el doctor tomo nota mientras el de cabellos largos agachaba la mirada “me estoy volviendo loco y un enfermo”-te recetare mientras unas gotas para el cansancio, y ven en dos semanas más, te realizare unos exámenes más completos, y con ellos determinaremos si requieres de lentes o de un tratamiento más complejo, ¿ok?


-si-solo pudo contestar, se sentía confundido, al parecer estaba enfermo, se despidió de mano con el doctor y salo de la consulta rumbo al trabajo, pensando en lo mal que actuó en la consulta, probablemente se estaba volviendo un desquiciado, acosar a un doctor con esos pensamientos, y ¿si era casado?, y ¿si era homofóbico?, muchas ideas daban vueltas en su cabeza. Paso a una farmacia y compro las gotas para sus ojos, llego al trabajo y en su oficina, se sentó en su asiento y se poyo en el escritorio…estaba enfermo


-¿y?, ¿Cómo te fue?-la voz de su amigo lo hizo levantarse, y ver ese cabello azul…como l del doctor


-me receto gotas, cansancio creo, en dos semanas tengo que volver-concluyo sin ánimos


-se que no querías ir, pero es por tu bien-aclaro su amigo sentándose en frente del, traía una camisa blanca con un pantalón negro, con corbata negra lo hacía ver elegante, pero algo llamo la atención del rubio, algo brillaba bajo la camisa.


-Camus, que es lo que brilla bajo tu camisa


-vaya, tienes mala la vista, y aun así no te dejas de fijar en detalles-zafo la corbata y abrió un poco la camisa-es solo un regalo - una cadena al cuello con una “C” que al término de esta estaba ensamblada con una “S”…muy conocida


-Camus, por casualidad, ¿vas muy seguido a esa clínica?-su amigo intuyo algo, las mismas cadenas en dos personas totalmente distintas, las llamadas…


-te traeré unos informes que me dieron del mes pasado, para que los veas y me des tu opinión, el joven francés se levanto del asiento y se dispuso a retirarse- nos vemos l almuerzo Shaka-


-Camus espera…-Shaka pensó que la pregunta le había molestado y le iba a dar esa disculpa


- Recordé que tengo algo…-pero el agarre de Shaka lo detuvo


-¿Eres Feliz?-fue la pregunta, extraña además, pero conocía muy bien a su amigo, sabía que era un hombre de principios, correcto, leal a las costumbres que su familia le había inculcado, sabía que él nunca cometería un error, y que cada acción que realizaba, era en pleno de sus emociones y pensamientos


-¿Por qué me…?


-solo dime, con la vida que llevan… ¿eres feliz?-


-créeme…que nunca he sido más feliz que ahora-fue la respuesta de su amigo con una simple sonrisa…


-¿aunque no eso  sea bien visto?


-no me importa eso…solo el ser feliz vale-y sin más se fue…


Pasaron las dos semanas, y Shaka volvió a la consulta médica, en recepción nuevamente se encontró con ese joven de sonrisa coqueta, el tal Milo


-hola Shaka, vienes a ver a Saga ¿Cierto?


-si-contesto mientras centraba su mirada en la cadena al cuello del joven-disculpa, esa cadena, ¿de dónde la sacaste?-el joven se miro el objeto y una simple sonrisa se asomo, ya no era un coqueta, sino una tierna, de felicidad


-es un regalo, de la persona que más amo -Shaka solo mirada la expresión de felicidad del joven, sabía que no mentía, pero la posibilidad que de dos personas compartieran la misma joya sin que se conozcan era muy baja- se que lo conoces-eso sorprendió al rubio-se que son amigos desde hace mucho, yo lo gritaría, que lo amo, que sin él no podría seguir viviendo, pero el aun lo guarda como un secreto de confesión…a veces creó…


-el te quiere…-interrumpió virgo mientras se inclinaba y tomaba el dije- te ama, mucho  más de lo que crees-las palabras eran acompañadas de un sonrisa


-¿el te dijo eso?-lo tenía que preguntar, era la única persona que le daría la respuesta que él quería


-lo demuestra cada mañana, cuando sonríe…él es feliz-y sin más se retiro a la consulta…


Golpeo la puerta, nuevamente era el único paciente para oftalmología, no sabía porque, pero cuando escucho el “adelante”, automáticamente arreglo su cabello, y sonrió…algo lo tenía feliz


-buenas tardes señor Virgus


-buenas tarde doctor-sonrió, la felicidad golpeaba en su pecho, no sabía que era, pero su rostro lo demostraba


-vaya, al parecer está muy feliz hoy señor Shaka-el doctor se paró de su asiento y saludo de mano al rubio, el también sonrió… otra sonrisa fresca que alegro al rubio


-creo que si doctor-y sin más tomo asiento y se realizo el examen, con distintas maquinas y luces, observo y realizo los estudios requeridos, todos con su sonrisa, y la mirada clavada en los ojos azules profundos del doctor, el aroma a brisa marina estaba en el ambiente…se sentía tan bien, que nuevamente cerró los ojos, pero no por susto, sino por paz…felicidad…


-ya terminamos, creo que lo suyo es principio de Hipermetropía, pero se puede corregir, lo trataremos con lentes de descanso, y más adelante, si usted lo desea, con lentes de contacto


-perfecto-contesto Shaka, aun no podía dejar de sonreír


-¿puedo hacerle una pregunta indiscreta?-pregunto el doctor, dejando de lado los papeles, y mirando fijamente a su paciente. Shaka por extraño que resulte, se sintió intimidado por la mirada, como si en ella, su alma fuera exhibida, y lo que más le alarmo…sentir la mirada del doctor le causaba una enorme paz y deseo de que no lo dejara de mirar nunca… 


 -claro


-¿qué fue lo que lo dejo tan feliz?


-descubrí… que las personas podemos ser felices, sin necesidad de fijarnos en lo físico…o en el que dirán…que dos personas totalmente distintas se pueden amar sin miedo a el mundo.-era lo que sentía, alegría por su amigo, por descubrir que unos ojos tan profundos como los que tenían en frente, podían trasmitir la paz que ni la belleza mas externa podría expresar.


-yo tengo un compañero, se llama Milo-comento el doctor


-lo conozco, es Kinesiólogo


-Sí, el hace un año tuvo que tratar con un paciente que tras un accidente, tuvo problemas en su pierna izquierda…y desde el primer día que lo vio, se enamoro de el


-¿desde el  primer día?-Shaka mirada atentamente al doctor, sus miradas estaban unidas, eran sinceras y sus sonrisas no descansaban…


-sí, lo trato como un ángel, el es serio, pero ¿sabes cómo lo conquisto?


-no- El rubio no se había percatado, que mientras narraba el doctor su historia, se acercaba cada vez más el de cabellos azules, junto con su asiento


-no hizo nada, porque el también se había enamorado de mi amigo, solo que no se lo dijo porque era un hombre…-ambos estaban a escasos centímetros del otro, mirándose…sonriendo…y Shaka fue el primero en percatarse de ello


-creo… que… de... debo irme


-aun no termino mi evaluación-aclaro el doctor, el rubio se detuvo en la puerta y lo miro…esos ojos azules lo tenían amarrado, aunque desde lejos no tenían la misma fuerza y pasión que desde cerca…muy cerca-sigue con las gotas que te recomendé, ven en dos días, para ese momento, tendré la definición de los lentes que tendrás que usar-le sonrió mientras le daba una nueva orden para comprar gotas.


Shaka tomo la orden, pero esta vez algo paso, la mano del doctor tomo los dedos del paciente…y este no se opuso, al contrario, los movió suavemente, sintiendo las manos del doctor…suaves, mejor de lo que se había imaginado


-te esperare en dos días-fueron las palabras del doctor, mientras lentamente se soltaba de la mano de su paciente…


-en dos días…

Notas finales:

en algunos dias mas viene la continuación.

 gracias por leer

 


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