Hola a todos, mi nombre es Aburame Shino y tengo una gran amiga que me ha pedido escribir mi propia historia a lada de mi novio Kiba. Ella me ha contado mucho de este lugar y me animo a escribirle mi primera vez a lado de mi pareja. Por esto, esta historia va dedicada especialmente para mi amiga Marisa o también conocida como Dana Uzumaki Uchiha.
Pero primero, les voy a hablar un poquito de mi, soy un chico muy serio e inteligente, que estudia en la mejor universidad del país, Konoha para ser abogado como mi padre, tengo 21 años, tengo el cabello negro y los ojos son… solo mis padres o Kiba saben de que color son, ya que siempre traigo puesto mis lente de sol, mido 1, 75 y peso 56 kilos, soy una persona delgada pero atlética, ya que voy tres veces a la semana al GYM.
Mi novio Kiba Inuzuka es un chico bastante especial, tiene el cabello y ojos negros, mide 1, 69 y pesa 52 kilos, él también es delgado pero le encanta realizar cualquier deporte, pero lo que más me gusta de él, son sus dos marcas rojas en sus mejillas, que lo hacen deber muy lindo.
Ya que les he hablado un poquito de nosotros, ahora le voy a contar nuestra primera vez…
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Hace 3 años…
Últimamente me he dado cuenta que no me gustan las mujeres, si me llaman la atención pero no tanto como mi compañero de clases Kiba, no se desde cuando me gusta estar con él, aunque es un chico bastante extrovertido y sobre todo escandaloso, ya que soy una persona muy callada y seria, me gusta la soledad, pero cuando estoy con él, me hace sonreír.
Se que a él, le gusta una de nuestra compañera y no me animo a decirle lo que siento, y esto ha pasado últimamente por que el año que vive ya cada uno va a tomar caminos diferentes, se que somos vecinos, pero cuando entremos a la universidad, Kiba va estudiar para veterinario como su mamá y hermana, y yo estudiare para ser un gran abogado como mi padre.
No vamos a tener mucho tiempo para estar juntos como ahora, aunque él siempre esta realizado broma a los compañero, haciendo relajo en el salón de clases y le encanta meterse en la vida de los demás, pero es una persona con sentimientos, consciente de los demás. Por eso es mi mejor amigo.
También puedo decir que hemos pasado mucho tiempo juntos, cuando no estoy en su casa, él esta en la mía, por motivos de trabajos escolares, y por que a él, le encanta ver películas, jugar con video juegos o simplemente jugar con su inseparable perro Akamura.
Pero cuando lo veo con un chico o chica me pongo celoso, y me dan ganas de ir por él, y llevármelo muy lejos, y ahí, besarlos, decirle que lo quiero, y solo para mí. Pero no sé si es homosexual como yo. Así que tengo un gran dilema que no me deja tranquilo.
Pero todo cambio un día, en la fiesta de mi amiga Marisa, cuando estábamos un poquito pasado de copas, las chicas salieron con el tradicional juego de la botella, en verdad no quería jugar, pero cuando vi que él, era el más emocionado por jugar, cuando digieran que solo iba a ser besos o retos, entre por que no iba a permitir que nadie tocara los suaves labios de mi Kiba.
Pues ese día, cuando menos me los esperaba me toco besarlo, y fue lo más grandioso de mi vida hasta ese momento, su labios suave y dulces, le puedo decir que ahí me podría quedar para siempre, pero tenemos un pequeño problema, que sin oxigeno no podemos vivir, y pues nos tuvimos que separar.
Desde ese momento, él cambio, ya no era el mismo y me dejo de hablar, que me hizo sentir muy triste, intentaba hablar o estar con él, pero siempre se iba o me daba un pretexto para evitarme, que me dolía mucho su indiferencia.
Después de dos meses, el dolor era muy grande, pero todo cambio, ya que una noche después de una larga tarde de ayudarle a mi padre con algunas de sus cosas en su oficina, estaba en mi habitación, abrí mi mochila, me quite la camiseta y la sudadera dejando mi torso desnudo, me deje los slip que llevaba puestos, y me puse encima un pantalón corto, como los que usan los futbolistas, me sentía muy cómodo con ellos, mire el reloj, justo en eso, comenzó a sonar mi móvil. Apareció en la pantalla la foto de Kiba, al principio no sabía que hacer pero respondí.
- Dime.- dije lo más tranquilamente que pude.
- Hola Shino, oye veras, es que… lo siento por que te he estado evitando últimamente, pero tenia que pensar muchas cosas antes de...
- Mmm…
- Pues… me gustaría verte, ¿Quieres pasar la noche conmigo?, es que mi madre ni mi hermana están en casa, y he pensado que así podríamos platicar más tranquilamente.
Me quede pensativo, no sabia que responder, lo sentí sincero y en verdad necesitábamos hablar sobre lo que paso en casa de nuestra amiga Marisa, además últimamente había deseado estar con él, aquel beso solo abrió mi apetito hacia él, mi pequeño, despertaba en mi algo más cosas, como un encuentro intimo.
- Shino, ¿Me escuchas?
- Si, disculpa.
- Bueno, oye si no quieres esta bien.- lo oía algo triste.
- No, no espera, me visto y voy.
- ¿En serio? ¿Te dejan? - dijo emocionado.
- Si, no hay problema. Nos vemos en un rato.
- Bien, aquí te espero amigo.
Cuando termine con la llamada, me volví a vestir rápidamente, solo le deje una nota a mi padre de que iba a ir a estudiar a casa de mi amigo, y que lo más seguro era que me quedara con él a dormir. Después de eso, me fue rápidamente a su casa, como somos vecinos, él vive a dos casa de la mía, llegue y llame al telefonillo, estaba algo nervioso. Kiba me abrió, y lo que más me ha sorprendido era que estaba solo en slips, esperándome en la puerta y me dijo algo que me dejo boquiabierto.
- Me gustas.
- ¿Qué?
- Me gustas, nunca te he dicho nada por que pensaba que odiabas a los homosexuales, pero… en la fiesta de Marisa, con el beso, me gustaría quiero estar contigo.- dijo algo nervioso y con la mirada baja.
- Tú también me gustas, me gustas, mucho, como la trucha al trucho.
La broma relajo el ambiente, le abrace por la cintura, su espalda suave y desnuda despertó mi instinto, acaricie sus cabellos mientras aspiraba su olor, nuestras miradas iban directas a los ojos, hasta que él cerro los ojos, y lanzo sus labios hacia los míos, siendo lógicamente un beso correspondido, espere a que el peque lanzara su lengua, pero… me canse, y lance la mía, siendo recogida por su diminuta boca, roce con mi punta sus labios, de lado a lado, mientras mis manos, sobaban su apretado y diminuto trasero.
- Quiero que me hagas el amor.- dijo totalmente sonrojado.
Me quede perplejo, se separo de mi, y agarro mi mano, dirigiéndome a su habitación, que estaba oscura, nos tumbamos en la cama, y seguimos con el beso, mientras él, me iba quitando la ropa, cuando solo me quede en calzoncillos, separo mis piernas, junto nuestros miembros cubiertos por la tela, y continuamos el beso, con nuestras instrumentos a punto de explotar.
Luego me beso la barbilla, los pezones, el torso, el ombligo, me quito el slip, y mi pene salto duro hacia mi ombligo, beso mi pubis, el tronco, el glande, y finalmente, abriendo la boca, succiono mi miembro, arriba, abajo, arriba, abajo, se detenía, y volvía a comenzar, yo miraba atontado el techo de su cuarto mientras disfrutaba, en un gesto de ansia Kiba agarro mis nalgas indicándome que empujara.
- Uf, sigue pequeño, sigue.- decía feliz.
Agarraba la base de mi pene y me la apretaba con fuerza mientas me chupaba el glande, pasaba su lengua como quien apura una pirulí.
- Hazme el amor, quiero que me lo hagas.
Y como podría yo negarme, quien se negaría cuando ve su linda carita totalmente sonrojadita.
- Ven – le agarre mas manos- sube un poco mas, así, muy bien, ahora date la vuelta y cómeme mi instrumento, mientras te hago una cosa que te va a gustar para que te duela menos – haciendo un 69, Kiba me comía el miembro mientras jugaba con mi lengua y dedos en su anito.
- Ah, me gusta, sigue.- decía.
Tome una crema que tenia a mi disposición y se la puse en su hoyito, pase un par de veces la lengua, y comencé a introducir un, dos dedos.
- Mmmm. – el tercero estaba dentro, ya estaba preparado.
- Vale, ven, date la vuelta, ahora, despacito, sepárate las nalgas con las manos, y yo iré empujando muy despacio, aunque después de prepararte, no creo que te duela pero… - nos mirábamos a los ojos, buscando señas en lo profundo de nuestras miradas.
- Si, ya la noto, siii, la noto, empuja más.
- Tienes un culo muy rico peque, ya casi esta toda, ya entro.
- Se siente genial, y ahora…
Comenzó a moverse en círculos sobre mi pene a toda velocidad, luego adelante y atrás, luego arriba y abajo, qué chico, me iba a matar…
- ¿Te gusta? – pregunto entre jadeos.
- Lo haces genial mi Kiba. – alargue mis manos y comencé a pellizcar sus pezones.
- Shino, eres genial, y hacer el amor contigo es maravilloso.
Tire de sus pezones hacia mi, de forma que sus labios y los míos volvieron a encontrarse, y mientras nos besábamos comencé a empujar con mas fuerza.
- Aprieta el culito Kiba.
- Así….- dijo coquetamente.
- Si, así, hazlo mas, no pares, ya me voy a correr – le susurre.
- Hazlo dentro, quiero sentirte.- decía entre gemidos.- Shino ya no voy a soportar más.
- Ni yo Kiba, ohhh.
Entre un grito de pasión dijimos nuestros nombre, pero había algo que a ambos nos sorprendió, que dijimos “Te amo Kiba/Shino” no les puedo mentir, llegamos al clímax juntos y felices.
- Gracias.
No conteste, le agarre de los brazos, lo estruje contra mi pecho, y volteándonos, nos besamos. Rápidamente se quedo dormido, pero yo me le quede contemplando y recordado un sueño que tuve con él…
“Kiba esta desnudo en el mar, sale lentamente del agua, mientras no pierdo detalle de sus pasos, su flácido miembro se menea arriba y abajo mientras corre hacia mi, cuando me alcanza moja mi cuerpo con el agua que hay en su cabello húmedo…”
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Así fue nuestra primera vez, pero no la última, ahora tenemos 3 años de estar juntos, y hace un año comenzamos a vivir juntos, rentamos un departamento cerca de la universidad, y aunque en el día no podamos estar mucho tiempo juntos por nuestra diferentes actividades, desde hace una año no hemos dormidos separado ni una sola noche, por que nos amamos.
Él sigue igual de extrovertido, pero eso me encanta de él, y se muy bien, que le gusta mi forma de ser, por que cuando estamos solos, él hace que saque lo mejor de mi, me hace hablar, sonreír, divertirme y hasta puedo decir que he cambiado un poco.
Bueno, esto fue nuestra primera vez, una historia que nunca se nos olvidará, por esto muchas gracias Marisa por ser nuestra amiga, y por que en tú fiesta, inicio todo… y que pasara este 30 de junio cuando vuelva a cumplir años... *_*
*-* Fin *-*