Me convertí en un asesino.
Capitulo 1. El descuido.
By namie lunaly
Mi cuerpo se siente débil, me cuesta mucho trabajo mantener mi respiración constante, la cabeza da vueltas, por leves momentos me punza y lo que es peor veo como sangre escurre desde mi entrepierna.
-Ya no falta mucho-dice un paramédico que se encuentra a un costado de mi, jalando esa camilla en la que me hallo convaleciente.
-Pero el doctor aún no ha llegado, ¿Qué hacemos?-gritaba exaltado su compañero mientras me colocaba un suero, siento como la aguja va perforando mi piel y como aquel líquido me inunda por aquel orificio; aumentando el dolor que me agobiaba.
De la nada sale un hombre de edad avanzada, cabellos grises y mirada firme; dirige sus pasos hacia a mí, coloca sus grandes manos en mi muñeca, toma mi pulso; después de unos segundos su gesto luce angustiado; eso me indica que nada estaba bien como me venían diciendo las enfermeras desde hace ya varios minutos.
-Lo va a perder-dice con gran preocupación aquel doctor; ¿Qué voy a perder? ¿Cuál vida será arrebatada primero? Me pregunto mientras con mis manos presiono mi estómago con fuerza intentando proteger a aquel ser.
-No podemos permitirlo, ¡hay que actuar ya!-por fin el medico de cabecera llegó haciendo a un lado a todos los presentes. Me introdujeron en una sala y procedieron; por mi mente solo pasaban cosas positivas, en verdad quiero que todo esto sea solo una pesadilla; no logro asimilar esta realidad a la que me estoy enfrentando; la sola idea de perder a mi criatura me aterra.
Enfermeras, paramédicos, doctores, anestesiólogos; corren de un lado a otro, únicamente atendiéndome a mí, mi estómago bajo duele demasiado, no puedo pensar en otra cosa, lo único que mis labios repiten incansablemente es tu nombre…Nowaki…¿Dónde estas?
.*:*:*:*:*:*:*:*: Flash Back:*:*:*:*:*:*:
Esta mañana salí como muchas otras a cumplir mi rutina del día a día, ya tenía cumplidos 6 meses de embarazo; sí, tendría un bello hijo producto del amor que mi pelinegro y yo nos tenemos, la felicidad reflejada en el rostro de mi amante era inmensa, muchas veces soñamos con esto, y el día de hoy, yo llevaba ese sueño conmigo.
Siempre he sido dedicado a mi profesión, ya se me había dicho que no debía de presentarme más a trabajar, que los más recomendable era quedarme en casa; pero solo me dedique a pensar en que un solo día mas de trabajo no mataría a nadie…que equivocado estaba.
Caminé lentamente debido a mi estado hasta la universidad, pero desvié mi camino para poder conocer una de las tantas tiendas que Nowaki quería visitar conmigo para comprar cosas para nuestro pequeño retoño; nunca mostré gran entusiasmo a esos arranques paternos, pero tampoco les era indiferente.
Al llegar a la esquina de la calle aledaña a aquel establecimiento, observé como una pequeña niña corría hacia los brazos de su mamá, la escena fue de alguna manera reconfortante, me vi reflejado en aquella mujer que anhelaba el encuentro con su hija; de la nada llegó a mi la intriga por saber sí sería una niña o un niño; mientras lo pensaba una leve sonrisa se escapó de mis labios…pero aquel gesto no duraría por mucho tiempo.
El sonido de un coche a corta distancia me hizo despertar saliendo de aquellos pensamientos en los que estaba arrojando, y en un pestañeo logré observar como aquel vehículo se dirigía directamente a la pequeña que complemente descuidada no notó aquel percance; como pude corrí para salvarla lo mas rápido que mis piernas me permitieron; aún me pregunto que me orillo a hacerlo…gracias a ello la niña logro evitar el golpe pero aquel auto se llevó mi cuerpo algunos metros lejos de donde me encontraba; el dolor comenzó a consumir mi razón y caí inconsciente, perdiendo totalmente la noción.
:*:*:*:*:* Fin:*:*:*
Ahora me encuentro en un hospital, sedado, con suero y el dolor simplemente se esta convirtiendo en parte de mi respiración…solo veo como el tiempo pasa y mis lagrimas poco a poco son secadas por la brisa entrante de la mañana.
Unos leves rayos de luz me obligan a abrir lentamente mis ojos, mi cuerpo siente un sufrimiento increíble, pero no es comparado al vacio que siento por dentro, llevo mis manos a mi estomago sin embargo, aquel bultito ya no estaba; me alarmo y comienzo gritar desesperadamente, exijo saber que pasó.
Los doctores llegan uno por uno, las enfermeras intentan calmarme, pero yo deseo ver a mi bebé. Quiero verlo, no se que le hicieron, pero sus miradas no me indican nada bueno, no puedo evitar pensar en lo peor.
Al notarlo uno de ellos se me acerca, me suplica que me calme, yo, ya algo sedado procedo a escuchar lo que tiene que decirme.
Aquel hombre comienza a hablar, las palabras apenas logro asimilarlas, el sedante fue excesivo; mis sentidos comienzan a decaer, sin embargo me aferro a esas pocas fuerzas que me quedan para poder conocer la verdad, con algo de ayuda de mis brazos me reincorporo; es entonces cuando se me dice que mi bebé no sobrevivió, murió instantáneamente debido al impacto…la noticia termina con esas ultimas energías y sin darme cuenta sedo a la obscuridad para perderme en ella, la vida ya no será la misma desde hoy.
¿Por qué no falte a la escuela como se me pidió? ¿Por qué tenia que cruzar esa avenida sin mirar a los lados? ¿Por qué no hice caso de lo que mis amigos y allegados me recomendaron? Creo que nunca sabré como serían las cosas de haber podido salvar a mi hijo.
En estos momentos estas en una de tus tantas conferencias; siempre me has dicho que es por mi el que tanto desees superarte; pero no te imaginas lo mucho que te necesito en estos momentos; el problema es saber como reaccionaras a todo esto.
Un médico entra y me pide un teléfono para poder avisar a mis familiares lo ocurrido; pero simplemente guardo silencio; no soy capaz de decirle algo de ti, no puedo encararte…dime Nowaki, ¿Cómo podre mirarte a los ojos y decirte que he matado lo que tanto querías…
¿Como decirte que me convertí en un asesino?