Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Por qué? por MaYani

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Junjou Romantica ni sus personajes me pertenecen. Si así lo fuera, ¡pobre Akihiko! Ojalá él me perteneciera x'D 

Notas del capitulo:

¡Hola! Espero que les guste y me dejen sus comentarios, son muy estimulantes para seguir escribiendo =)

Por cierto, está situado al final de primer capítulo, cuando Misaki se estaba peinando con los pelos hacia arriba (*) y Akihiko le dice que se debe preocupar por su reputación, o algo así xD (no voy a escribir todo el dialogo) más o menos, la noche anterior a eso. 

 

¿Por qué?

 

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

 

Esa pregunta resuena en mi menta una y otra vez; como una espada corta todos mis sentidos y le hace un tajo a mi razonamiento. ¿Por qué será que cada vez que veo a ese muchacho de cabellos castaños y ojos color verde me late con fuerza el corazón azotando mi pecho?

 

¿Por qué?

 

Cierro mis ojos mientras recuesto mi cabeza y mi cuerpo en la suavidad del colchón, deseando dejar de pensar un poco en él. No sé cuando empecé a ver su sonrisa hasta en las manchas de humedad de mi pared.

 

—U-Usagi-san— esa voz tan tierna e insegura despertándome, serviría para manipular cada parte de mi ser y tenerme a su completa merced.

 

—¿Qué deseas? —Contesto algo seco. Mis parpados se van levantando lentamente y me topo con esos orbes verdosos que me observan insistentemente, aunque con temor. ¿Acaso… Él tampoco puede dejar de pensar en mí?

 

—Nada, es solo que… —Veo como un gran sonrojo se apodera de su rostro, rueda los ojos hacia abajo y cierra ambas manos formando un puño con cada una de ellas. Le hago un espacio en mi cama, aún acostado, y él se sienta en un costado. Parece nervioso, como si quisiera decirme algo.

En cuanto a mí, yo simplemente no puedo aguantar mis deseos tan impulsivos de besarlo, como aquella noche de nieve cuando su hermano me rechazó y devoré sus labios sin culpa alguna.

 

—¡Sensei! —Escucho que me grita volviéndose a mí, aún me siento algo confundido y no puedo reaccionar— Yo… ¡Te quiero, Usagi-San!

 

¿Por qué?

 

No sé el porqué pero…

Perdón, pero es que…

No me pregunten cómo es que puedo hacer esto, porque…

 

Estoy loco por él.

 

Lo tomo del brazo rápidamente y lo tiro hacia mi cama, él parece estar asustado ante tan repentina acción.

 

—¡E-espera, Usagi-san! —Unas lágrimas de vergüenza se deslizan por su rostro— ¿Por… Por qué no dice nada?

 

Porque si llegara a hablar, sé que admitiría que me olvido de mi mente… cuando estoy junto a ti.

 

Busco sus labios con los míos, lo empiezo a besar desesperadamente. Muerdo suavemente su labio inferior para que el me de paso a su cálida cavidad y pueda degustarla con mi lengua una y otra vez; él, por su parte, torpemente me va correspondiendo, siento como su saliva se mezcla con la mía, no siendo capaz de deducir cuál es de quién. De repente, me abre sus piernas permitiendo que me acomode mejor sobre él. Mi miembro se encuentra repentinamente con el suyo, sobre la ropa, y empiezo a acariciarlo lentamente con el mío para luego hacerlo más rápido y con fuerza, a medida que el beso se va haciendo más profundo.

 

Me separo de su boca y veo su carita totalmente sonrojada, sus ojos cerrados con algunas lágrimas asomándose, su boca entre abierta y dejando escapar unos pequeños gemidos… De repente, me siento tan excitado.

 

—U-Usagi-san, ¡aaaah! ¡Aaaah! ¡Aaaah!

 

Siento su miembro bastante grande ya, ¡qué rápido! Muerdo su oreja y río con picardía en su oído. En verdad es un niño. Pero entonces, ¿por qué yo…?

 

No puedo aguantarlo más, desabrocho su camisa con rapidez, él cada vez se excita más debido a que mi pene no deja de untarse con el de él… A pesar de la ropa y todo. Comienzo a besar su cuello con tanta lujuria, como si me lo fuera a devorar en ese mismo instante, y precisamente eso es lo que estoy planeando. Parece como si lo estuviera torturando, porque él se retuerce y levanta las caderas para hacer el toque de nuestras partes más fuerte.

 

De repente, sin pensarlo, esas palabras salen de mi boca, en un susurro.

 

—Te amo, Misaki, te amo tanto. Todo lo que deseo es estar junto a ti… Pequeño mocoso.

 

—¡Aaaah!¡Aaaah! Y-Yo también te amo, U-Usagi-san ¡aaaah!

 

Siento que mi corazón se va a salir de mi pecho.

 

¿Cómo puede ser que gima así si ni siquiera ha empezado la verdadera acción?

Niño.

 

Le sonrío, como nunca lo había hecho con alguien… Solo con Takahiro, pero en este momento, me resulta imposible pensar en él.

 

Bajo hacia su pecho regalándole besos y dejándole marcas a medida que voy llegando a sus pezones. Están muy duros, lo sé y lo compruebo al poseer uno de ellos con mi lengua. Lo lamo una y otra vez, con rapidez y pasión, mientras con una mano estimulo su otro botón rozado dándole pellizcos y caricias. Él simplemente… gime.

 

Me toma del cuello de mi camisa y entiendo ese mensaje, vuelvo hacia su boca para besarlo haciendo que la magia parezca real. Mi lengua llega hasta su garganta, siento como a él le falta un poco la respiración, tanta pasión mía lo está matando… Pero no importa, amo verlo así, nunca había sentido esta sensación al hacerlo con alguien.

 

Bajo una de mis manos y aprieto ligeramente su bulto, el pega un grito lleno de excitación, para que me dé cuenta que ya no aguanta más, que debo hacerlo mío en ese mismo instante.

 

¿Por qué siento como si estuviera en el cielo?

 

No aguanto ni un segundo más, tomo mi camisa y la arranco de tanta excitación, los botones salen volando hacia alguna parte de la habitación.

 

—¡Aaaah! ¡Aaaah!

 

Luego, con mis dientes muerdo el pantalón de Misaki para bajarlo completamente, para hacer lo mismo con su boxer al finalizar. Noto su miembro completamente duro y parado, incluso tiembla de la gran excitación. Voy introduciendo ese trozo de carne en mi boca, está tan caliente y tan suplicante. El joven se retuerce de placer y coloca una de sus piernas arriba de mi hombro, para que tenga mayor comodidad.

 

—¡Aaaaah! ¡Aaaaah!

 

Yo tampoco lo resisto, lanzo un pequeño gemido que no se escucha debido a que estoy saboreando ese delicioso pedazo de Misaki. Lo lamo una y otra vez, haciéndolo entrar en mi boca y sacándolo consecutivamente muy veloz, mientras siento como cada vez su miembro tiembla más y más. No tarda mucho para que todo su líquido se meta dentro de mí, lo veo normal ya que debe ser su primera vez, incluso me parece súper tierno… Me hace desearlo mucho más.

 

Trago todo ese semen, realmente es un manjar. Este chico es tan delicioso.

 

—¡N-no… deberías hacer eso! —Comenta algo avergonzado. Yo simplemente vuelvo a su cara, la tomo con mis dos manos y me lo quedo observando por un instante.

 

Lo amo.

 

Sus ojos verdosos, su sonrojo, su cabello castaño.

 

Lo amo tanto.

 

Su timidez, su preocupación, su ternura.

 

Lo amo.

 

Vuelvo a besarlo con lujuria, con amor… mucho amor. Él me corresponde tiernamente, tímidamente, torpemente… Amo tanto esos besos.

 

Poco a poco, acomodo sus piernas en mis caderas, él me observa con un poco de miedo, pero yo le vuelvo a regalar mis labios haciéndole saber que todo se encuentra bien. Tomo mi pene, hago que levante un poco más las caderas y lo acomodo en su agujero, es muy estrecho y me cuesta un poco de esfuerzo meterlo. Hago fuerza y empiezo a introducirlo.

 

—¡Aaaah! U-Usagi-san, ¡d-duele!

 

—Tranquilo— le contesto y le regalo una sonrisa llena de felicidad y placer— pronto se sentirá mucho mejor.

 

Empieza a llorar al darse cuenta de que lo estoy penetrando, es común que le duela, no me sorprende.

 

Es tan lindo e inocente.

 

Comienzo a meter y sacar mi miembro de dentro de él, primero lentamente para que se acostumbre y de a poco voy yendo más rápido. Con cada gemido que sale de su boca, me dan más ganas de llegar más dentro de él. Es tan deseable, tan bello, tan comible. Siento como las gotas de transpiración bajan por mi frente, por mi cuello; él también está bastante pegajoso.

 

Está tan caliente aquí.

 

Continúo con mi labor de penetrarlo cada vez más y más. A él ya no le duele tanto, seguramente debe sentir una mezcla de dolor y placer en estos momentos.

 

Yo… Quiero ser el único que le pueda hacer sentir eso.

Él no aguanta mucho más, se vuelve a venir sobre mi abdomen, lo que me hace excitar mucho más si ya es posible. Le doy una fuerte estocada y él pega un grito que se escucha en toda la habitación. Tampoco aguantaré mucho más.

 

—Eres tan hermoso— le susurro al oído y lo muerdo. Siento como él me rasguña un poco la espalda, pero no importa.

 

Doy una última embestida. Siento como mi cuerpo se llena de una sensación eléctrica, como una especie de sacudida que sube desde mi miembro y toma toda mi figura, haciéndome sentir un placer extremo.

 

—¡Aaaaaah!

 

No puedo evitar gritar, es tanto el placer.

 

Lo amo tanto, lo amo, lo amo, lo amo, lo a…

 

Piiiip, piiip, piiiip.

 

Abro los ojos de repente, estoy muy agitado. Observo el despertador y lo apago de un manotazo.

 

—¿Todo fue… un sueño? —Susurro algo decepcionado. ¿Por qué me duele tanto?

 

Noto que estoy totalmente transpirado. Observo bajo mi boxer para confirmar mi sospecha: un líquido espeso y blanco está en él. ¿Cómo es posible que me haya venido con tan solo un sueño? Será mejor que me dé una ducha.

 

Salgo de mi habitación y al observar hacia el piso de abajo puedo ver a Misaki peinándose de una manera extraña, con los pelos hacia arriba*. Siento unos deseos increíbles de abrazarlo y besarlo.

 

Sueño y pienso en él todo el tiempo desde aquel día en que nos besamos por primera vez. Entonces, esto solamente me llega a pensar que yo… Estoy enamorado de él.

 

Ahora realmente no me importa el porqué.

Solamente sé que lo amo.

 

Misaki… Realmente te amo, pase lo que pase, nunca te dejaré ir.

 

Si sientes lo mismo que yo, entonces, gracias por amarme.

 

¡Fin!

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, nos leemos más adelante =) ¡Muchas gracias por sus comentarios! Recuerden que por cada comentario, previenen que Misaki asesine a un Suzuki-san. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).