El pez se enamoro del mono por Heeshica

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Hoy sale a la venta nuestro segundo álbum, me siento feliz, nervioso y ansioso.
Pero no es verdad, no del todo al menos.

Hace poco que comencé a alejarme de el, no puedo estar cerca.
Después que descubrí la calidad de mis sentimientos ya nada podía ser igual, y si no me aleje de inmediato fue porque el estaba en un momento difícil, ahora creo que es el momento de hacerlo.

Me lastima verlo confundido, dolido y todo porque no comprende el porque de mi distanciamiento, pero si lo supiera seria él el que se alejara y en estos momentos no se que me duele mas si su rechazo o el tener que lastimarlo alejándome sin decir nada.

Si pienso en ambas opciones ninguna me conviene, las dos me llevan a estar lejos de el. Pero de los males el menos y creo que este puede ser.

- Ey, Eunhyuk, ¿quieres un helado? Yo te invito – me mira ansioso, yo miro alrededor, en el salón de ensayos ya no hay nadie, maldigo el no haberme dado cuenta en que momento nos quedamos solos.
- No puedo, lo siento, otro día será- respondo lo mas fríamente posible, pero el insiste.
- Hace mucho que no platicamos, solos tu y yo, ¿me estas evitando? ¿No verdad?, anda que te cuesta- decía con sus pucheros, esos que me hacían no poder negarle nada, pero a los que ya no debía sucumbir, no si quería que no me repudiara.
- Te dije que no Donghae! – grite, mirando el suelo, pues si lo veía a el, me arrepentiría y le diría la verdad – eres una molestia ¿sabias eso?

Sin mirar atrás casi Salí corriendo del lugar, podía ver en mi mente la imagen de Donghae dolido y sorprendido, pero no iba a dar marcha atrás con esto.



El Super Show…eso era por lo que había estado trabajando, nuestro primer Asia Tour, la primera vez que estábamos en un estadio cerrado, fue lo mejor...de no ser porque no pude hacer lo que quería, nos dijeron que el fanservice era lo que ellas pedían, lo que querían y lo hice gustoso, pero una vez termino tuve que alejarme de nuevo, eso del fanservice había sido un arma de doble filo, pude estar cerca suyo pero ahora dolía aun mas el no estarlo.

Donghae ya ni siquiera intento acercarse después de eso, creo que por fin se harto de que yo lo rechazara, que ya ni siquiera “pierde el tiempo”
Me odio y lo odio a el,
Si, odio a Donghae porque de no ser por su sonrisa, por sus palabras, por…simplemente ser Donghae yo no me hubiera enamorado,
Enamorado, lo dije, ya lo dije, claro, solo frente al espejo, porque a el jamás lo haría.



Pronto seria mi cumpleaños y a diferencia de los últimos, este va a ser muy gris, pues Donghae no estará ahí para festejar conmigo, habías sido elegido para la nueva sub-unidad SJ-M, y ahora recuerdo lo que le dije aquella noche y me siento hipócrita y mentiroso, le dije que estaría ahí para compartir con el, pero no es así, me aleje y no puedo estar a su lado, no sin hacerle daño de alguna manera.

“Feliz cumpleaños amigo”

Sonrío, es un mensaje de Junsu, el no puede estar aquí, pero no lo olvida, lo quiero mucho.

¿Por qué mi cariño por Donghae no pudo ser como el que siento por Junsu?

Si sintiera lo mismo por el en este momento estaríamos juntos, riendo y jugando como solíamos hacerlo, pero no, tenia que ser idiota y arruinarlo todo enamorándome de el.

El día llego, los chicos me felicitaban, las fans lo hacían también, pero tu no y no es tu culpa, yo lo decidí así.

-Para ser tu cumpleaños, tienes muy mala cara, sonríe- me dijo Leeteuk, lo mire y sonreí tristemente.
-no me siento con muchos motivos para hacerlo.- y era cierto, en estos momentos te encontrabas en China.
-Un pajarito me dijo que volverás a sonreír este día – me dijo guiñándome un ojo, yo solo lo mire como si al líder se le hubiera zafado un tornillo.

Ya era de noche, los chicos se habían largado a no se donde, dejándome solo en mi cumpleaños

-vaya amigos – dije con ironía - ¿no que volvería a sonreír? – dije recordando las palabras de Leeteuk.

Ya llegaba al departamento, abrí la puerta y me encontré con una veladora en el pasillo, ¿una veladora?

-¿Quién esta aquí? – pregunte temeroso, pero no recibí respuesta, me acerque y divise una nota junto a la veladora. La levante y la leí

“¿Sabias que existen los monos marinos? Me pregunto entonces si un pez podrá colgarse de un árbol”

Pero semejante tontería era esa, ¿acaso una broma de los miembros? Mire hacia el pasillo y había mas veladoras, formando un camino que decidí seguir, encontrándome con mas notas ridículas.

“No, creo que no puede, a menos de que un mono lo lleve”

Otra nota tonta, seguí mi camino.

“¿El mono quisiera tomar al pez entre sus brazos y llevarlo lejos?...”

El camino conducía a mi habitación, esto ya estaba comenzando a asustarme, si era una broma era muy cruel porque el no podía ser, estaba en China.

“… ¿Querrás Eunhyuk tomarme entre tus brazos y no soltarme?”

Llegue a mi habitación, una ultima veladora sobre la mesa, llegue hasta ella, tome la nota y…

“…Y el pez se enamoro del mono”

-Eunhyuk – escuche que alguien me llamo, claro que reconocí su voz, pero no podía creerlo.
-Eunhyuk, mírame, por favor.- podía sentir su mirada sobre mi tan fuerte como aquella primera vez, no pude evitar girarme y ahí estaba, apenas visible a mí por la luz de la vela, pero ahí estaba. Era el.

- ¿y que es lo que siente el mono?- preguntaste, mirándome a los ojos.
- ¿Qué? – no atinaba a hablar, ¿aquello era un sueño? Porque si lo era…
- No podía perderme tu cumpleaños – sonreíste y en ese momento todo lo demás desapareció, me olvide del dolor que había pasado estos últimos tiempos. – y aunque tengo que regresar mañana, tenia que darte tu regalo, te pido que me dejes entregártelo o me muero – dijiste de manera dramática, pero con esa sonrisa que no podía olvidar, que alegraba hasta el peor momento de mi vida.
- Donghae, tendrás problemas por estar aquí – dije pues me preocupaba por ti a pesar de que estaba feliz de verte.
- No soy una molestia – dijiste quitando tu sonrisa del rostro – ¿verdad que no soy una molestia?
- Donghae – ¿aun recuerdas lo que te dije? Perdóname – no, no eres una molestia – ya no podía seguir fingiendo – jamás serás una molestia para mi.

Y sin previo aviso, llegaste hasta mí, enredando tus brazos en mi cuello y besándome, yo correspondiéndote como si mi vida se me fuera en ello.
Ahora, si esto era un sueño entonces pobre de quien me despertara, si era un sueño, al despertar iría corriendo a donde te encontrabas diciéndote la verdad aunque fuera el fin de todo antes de empezar, pues ya no podía con este amor que me gritaba cada día por salir.


-¿estas seguro de esto?- pregunte con algo de temor.
- si, quiero estar contigo – te escuche decir, y con eso me basto.

Sin pensarlo más, te bese nuevamente, que deliciosos son tus labios.
No puedo creer que me permitas saborearlos.

Con pesar los dejo para bajar por tu cuello en el cual dejo una pequeña marca, no importa, el maquillaje se encargara de ella luego. Meto mis manos bajo tu playera, acariciando tu torso, tu espalda. Escucho los gemidos salir de tu boca y me hacen estremecer.

En cuanto termino con tu cuello, te miro fijamente, un solo movimiento, y quito la playera, miro tu pecho desnudo el cual no dudó en acariciar con ternura mientras beso de nuevo tus labios.
tu no te quedas como si nada, de a poco comienzas a sacarme la ropa, sonrío, eres mas impaciente que yo, casi me arrancas mi camisa, suspiro al sentir tus manos recorrer mi cuerpo. Profundizando el beso, siento como te aferras a mi espalda acercando nuestros cuerpos, yo también anhelo sentirte más
Caminamos y te dirijo a mi cama, te recuesto en ella con suavidad y yo quedo sobre tu cuerpo. Sin perder más tiempo, ambos nos desnudamos el uno al otro.
Lentamente descendí por tu cuerpo, besando tu pecho, delineando con mi lengua tus pezones, degustándolos, mordiéndolos.
Escuchándote decir mi nombre con profundo deseo. Tanto como el que yo siento. Pronto mi mano se encontró acariciando tu miembro ya despierto, desde la punta hasta la base, haciéndolo primero suave y después mas rápido y fuerte, solo para escucharte.

-Eunhyuk…no p-pares…- decías con voz entrecortada, tonto, ¿de verdad crees que me detendré?

Reemplace mi mano con mi boca, comenzando a dar lamidas, mientras te aferrabas a mis cabellos intentando que lo introdujera todo, no quise hacerte sufrir así que lo cubrí, comenzando a succionar y dar ligeras mordidas que te hicieron gritar.

-para…por favor…no puedo…- decías con esa voz cargada de lujuria, pero quería que nos viniéramos juntos, me detuve y subí a besar tus labios con profunda pasión, enredaste tus piernas a mis costados fuertemente.

-Donghae, tengo que
-Hazlo ya – me interrumpes, no quiero lastimarte
-pero así te
-no importa, no dolerá mas de lo que me ha dolido tu rechazo- dijiste mirándome a los ojos, me sentí culpable, quise golpearme tan fuerte que…
esta bien, será como tu quieras.

Lleve mi miembro hasta tu entrada, lentamente comencé a penetrarte, sentí tus manos aferrarse a mi espalda al igual que tus piernas, cerraste los ojos fuertemente, yo solo podía darte besos en el rostro intentando calmarte, esto pasaría.

-Estas tan estrecho – gemí al adentrarme completamente, era la sensación más deliciosa y maravillosa que jamás había sentido, estar dentro de ti.

-¿debo disculparme? – dices intentando sonreír, pero te duele, lo se.
-tonto – sonrío y te doy un beso rápido.


Comencé a embestirte despacio y suave mientras te acostumbrabas, luego sentí como movías tus caderas exigiendo más. No me contuve esta vez, así que aumente la velocidad, entrando y saliendo casi completamente, encontré ese lugar donde ahora gritabas por el placer que, me enorgullezco al decir, te brindaba yo mismo.

Después de ese vaivén que nos llenaba de placer, ambos terminamos, derramando nuestro amor. Dentro de ti y entre nuestros cuerpos.

Salí despacio, me acosté a tu lado, intentando controlar mi respiración.

-Eso fue…el mejor regalo que jamás había recibido – dije sonriéndote.
-y yo moría por dártelo – daba gracias de tener esa sonrisa de nuevo para mi, amaba tu sonrisa Donghae, tanto como a ti mismo.

-Donghae yo
-no lo digas- me interrumpes y yo te miro confundido – no me digas que esto no puede ser o que…como sea, no lo digas por favor

Esta vez intentas levantarte, pero no te dejo, te jalo de nuevo a la cama, sentándote y yo contigo.

-¿de que hablas? Porque te diría yo que
-¿que otra cosa puede ser? – Me dices mirándome con ojos llorosos – no me digas que desde que te diste cuenta de lo que siento por ti no te has alejado ¡Niégame que es por eso que ya no quieres estar cerca de mi!
-¿lo que tu sientes? De que me hablas Donghae? Yo me aleje por…
-no mientas, - alzas la voz, yo no puedo creer lo que me dices – te diste cuenta de que me había enamorado de ti y te alejaste, ahora no se porque me aceptaste, pero…se que no me correspondes
-Donghae escúchame
-no, no quiero oírte decirlo porque entonces yo me…

Pero esta vez te interrumpo yo, callandote esa boca de pez que tienes con un beso, no puedo creer que haya sido tan tonto y ciego para no verlo, solo pensé en mis sentimientos que no vi los tuyos, me aleje de ti pensando que no me corresponderías y tú creíste que yo te rechazaba.

-perdóname Donghae – dije separándome, mirándote a los ojos, con tu rostro entre mis manos – soy un idiota, perdóname
-¿Por qué te debo perdonar? No es tu culpa que no
-¡pero no es así! Yo pensé que si me descubrías me odiarías o que solo me apartarías de tu lado- dije sin evitar que lagrimas salieran de mis ojos – no vi que tu sentías lo mismo que yo, Donghae…te amo.

Diciendo esto pude ver como tu rostro paso de la confusión a la incredulidad y luego a la pura felicidad.

-también te amo Hyukjae!!- dijiste echándome los brazos al cuello – ¡eres un idiota! Perdimos tiempo porque eres un idiota
-si, si lo soy- dije abrazándote con todas mis fuerzas – por no ver que este pececito me amaba y que lo estaba lastimando.
-mono tonto, te amo.- dices separándote, besándome de nuevo.


Después de besarnos largo rato, nos volvemos a acostar, apago la vela y nos quedamos en total oscuridad, no puedo evitar sentir pesar pues mañana te tienes que ir, pero ahora mi corazón se queda tranquilo sabiendo que el tuyo es mío como el mío es tuyo.

-Leeteuk lo sabia ¿verdad?- dije rompiendo el silencio.
-si, el me dio la idea de las velas y las notas- dijiste y aunque no te puedo ver, se que sonríes.
-¿también te dijo que escribir?
-no, ese fui solo yo.
-eso pensé- dije sonriendo – solo a ti se te ocurren semejantes tonterías.

Y ya no pude decir mas, pues rápidamente tu cuerpo se fue sobre el mío en un ataque de cosquillas.

-¿tonterías? – Dices mientras me retuerzo debajo de ti pidiéndote que pares- ¡tu eres el tonto mono bailador!
-pero…soy tu tonto…mono bailador – digo entre risas.
-si, eres mío mío mío y no se te olvide o te golpeare tan fuerte que…
-y tu eres mío, pez colgante- dije mientras que en un movimiento cambie de posiciones dejándote debajo de mi cuerpo.
-¿pez colgante?- preguntas.
- “Me pregunto entonces si un pez podrá colgarse de un árbol” – dije recordando una de las notas – si Donghae, puede si un mono lo lleva entre sus brazos.
-eso significa que…
-Que a partir de ahora, te llevare entre mis brazos a donde sea, porque no te soltare, nunca te soltare Donghae.



F I N





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