Itachi…. ¿Qué es un Uke?
Capitulo único: Mi tierno hermanito.
Tenemos arraigada la idea de que el hermano mayor siempre estará para proteger al menor de todo. Del mundo inhóspito, cruel y perverso, para que la candidez de aquel pequeño ser – que nos deslumbró al momento al momento de abrir sus ojos – no sea perturbada.
Itachi Uchiha sé lo prometió. Prometió proteger la candidez de ese pequeñín, que un día para otro, se volvió su sol. Su alegría, la única persona por la cual daría hasta su vida.
Los primeros años de su vida, Sasuke creció ante los cuidados de su hermano mayor. Ocultándole, todo lo podrido de este mundo. Avasallando una cerca entre lo prohibido y lo bellamente espiritual, que debía permanecer en el alma candida de su tesorito.
Pero, Itachi no pudo salvarlo de la lengua oportuna de su primo Obito.
Con tan sólo 10 años, Sasuke se acercó a su hermano – de 15 años – e hizo la pregunta que aún hoy le sigue pesando a Itachi. Francamente, el chico no llegaba tarde por que si, las secuelas que su querido primo dejó en él, tuvieron consecuencias. Imaginaba situaciones en las que se veía involucrado y que, le favorecían – de alguna manera – a las pequeñas “excusas que ponía en palabras. Consecuentemente, esas serían sus razones. Aunque no estuviera probadas,
Pero a Itachi no le importaba las secuelas de Obito. El único importante aquí era Sasuke.
Niisan ¿Qué es un uke?
Oh, si. Obito tenía suerte de que no lo hubiera matado. ¡¿A quién demonios se le ocurre hablar sobre esas…“cosas” teniendo a una candida criatura cerca?!
Al diablo con Obito y sus dudas sexuales. O su malsana curiosidad. Cualquiera que haya sido la excusa barata por la cual de un día para otro haya sacado el tema de las relaciones sexo cóitales entre hombres. A él, sinceramente, le valía una #####
Oh, si. Aún debía hacerle pagar a Obito.
Oportunamente, como el gran prodigio que era, Itachi aferró a su pequeño Ototo a la idea de que un Uke era el compañero del Tori, términos que se usan para las artes marciales.
Y era cierto. No le mintió a su pequeño. Ese era el significado del dichoso término, que en cierta manera se parecían, pero con notables diferencias.
El pequeño Sasuke le había sonreído, a consecuencia de la respuesta de su querido Niisan, y formulo las siguientes palabras que, nuevamente, harían peligrar su salud mental, y en consecuencia, la salud fisica de Obito,
Niisan, ¿puedo ser tu Uke?
Definitivamente, debía dejar de permitir la entrada de Obito a esta casa. Y luego, dejar de andar de mal pensado.
Aunque claro, eso no significaba lo que Obito en realidad había querido decir. No al menos, en la boca de Sasuke.
Pasaron años en los cuales este asunto quedó en el olvido, y el tierno hermanito que el recordaba seguía siendo el mismo. Un poco más serio y engreído – pero que Uchiha no lo es – sin embargo aún subyugado por la misma pureza de cuando era niño.
Hasta que ese rubio apareció…
Sólo son amigos, se dijo. Nada más. No podía omitir la idea que se estaba alterando de más. El hecho de que Sasuke fuese más unido con otra persona que no era él, no significaba nada.
No significaba nada los sonrojos que algunas veces, se presentaba en el rostro de su Ototo, cuando ese rubio andaba cerca.
No significaba nada el nerviosismo que se apoderaba en el cuerpo de Sasuke – para la mayoría inadvertido, pero no para él – cuando su rubio amigo era mencionado.
No significaba nada esas miradas llenas de deseo por parte de ese enclenque. Siempre dirigidas a su inocente Ototo – más específicamente, a cierta parte de la anatomía del moreno, que el mismo Itachi aceptaba que estaba bastante… proporcionada.
No, Itachi, no significaba nada.
Y si eso era cierto, ¿Por qué diablos corres tras ese rubio de ojos azules – que responde por el nombre de Naruto – queriendo degollarlo en ese instante?
¿Por qué te muestras en ese estado que para la mayoría que te conoce y te ve, los deja sorprendidos; y definitivamente era vergonzoso?
Ah, si. Tu razón es suficiente.
Considerando, que tú querido Ototo tenga esa maldita molestia al caminar se debe a algo.
Sasuke, ¿te duele el trasero?
Y el susurro de Naruto – fiel creyente que piensa que los oídos de Itachi no le llegaron a escuchar – y de la enorme sonrisa zorruna implantada en las facciones trigueñas del chico – e incluido el bochorno de su pequeño tesoro – no ayudo en mucho a la expiación de los pecados del zorruno “amigo” de Sasuke.
Y es que para Itachi estaba claro. Luego de acabar con es e rubio pervertidor de “angelitos”, terminaría – ahora si – con la vida de su “querido” primo Obito,
Él cual era el responsable – directa o indirectamente – que en la mente de Sasuke aún existiera esa curiosidad. Y que con los años venideros y la experiencia de volverse mayor, persistía y se tornaba r4ecurrente en su prodigiosa mente.
El daño estaba hecho, y ahora esas dos acarrarían las consecuencias de un hermano mayor sobre protector y furioso, que ve la inocencia de su hermano mayor destruida.
Sasuke era listo. Bueno en todo lo que hacía. Pero para algunas cosas era bastante ingenuo – culpen a itachi y su obsesión de tapar oídos en pláticas que para él, eran prohibidas, y que nunca debían ser escuchadas por su lindo hermanito.
Él necesitaba ayuda, y suerte para Sasuke – y maldición para Itachi – que siempre había alguien que estaría dispuesto a ayudarle.
Sasuke, yo sé lo que es un Uke.
Y claro, para algo tenía a su mejor amigo ¿no?
Ototo baka.