La víctima
Suzuki-san lo sabe todo. Suzuki-san no es un oso de peluche normal. Ha visto cosas que ningún oso ha visto. Por eso, Suzuki-san es una víctima.
Cuando no hay nadie en casa, Suzuki-san se permite disfrutar de unos momentos de tranquilidad, pero Suzuki-san, que es muy listo, sabe perfectamente que dentro de poco ya no estará solo. Suzuki-san es muy listo y sabe que al cabo de un rato de que sus dos compañeros de piso se hayan marchado, aparece un hombre. Suzuki-san teme a ese hombre. Ese hombre al que Suzuki-san teme es el hermano de Usagi.
Akihiko aparece y abre con su llave. Suzuki-san sabe diferenciar entre cuando ese hombre usa las llaves y cuando las usa su dueño o la mascota sexual de su dueño. Cuando Suzuki-san oye que va a aparecer el hermano de Usagi, se esconde. Suzuki-san ve como ese hombre se encierra una media hora en la habitación de Usagi y también ve como sale con una sonrisa sádica y una fotografía de Misaki debajo del brazo. Por eso Suzuki-san teme a ese hombre. Por eso, Suzuki-san es una víctima.
En otras ocasiones, cuando Usagi se queda solo en casa y se cree que nadie lo ve, se esconde en el baño. Suzuki-san sabe lo que hace. Suzuki-san le oye. Oye los gritos de Usagi. Usagi se masturba pensando en Misaki y eso nadie más lo sabe. Sólo Suzuki-san y el propio Usagi. Suzuki-san oye a Usagi porqué Usagi grita mucho. A Usagi le gusta gritar pero a Suzuki-san no le gusta escucharle. Por eso, Suzuki-san es una víctima.
Pero Usagi no es el único que piensa en el tercer compañero de piso. Cuando Usagi no está, Misaki empieza a suspirar y a pensar en él. Suzuki-san le ve y tiene ganas de echarle a patadas. Suzuki-san es un oso común y no puede, pero es que a Suzuki-san no le gusta la actitud afeminada de Misaki. Por eso, Suzuki-san es una víctima.
Suzuki-san es usado para muchas cosas. Misaki le empuja hacia Usagi cuando no quiere sentarse a su lado. Usagi le tira al suelo cuando está en medio de su camino hacia Misaki. Misaki, cuando Usagi no está, pega a Suzuki-san. Le pega porqué está celoso de que Suzuki-san forme parte de la vida de Usagi mucho antes que él mismo. Y a veces Usagi pega a Suzuki-san porqué se enfada cuando Misaki sale afuera con sus amigos. Por eso, Suzuki-san es una víctima.
Los otros osos se ríen de Suzuki-san porqué siempre está en medio de todos los líos que hay entre sus dos compañeros de piso. Los demás osos se burlan de Suzuki-san porqué Suzuki-san no puede ser un oso normal como ellos. Suzuki-san tiene un trauma muy profundo. Muchas veces han obligado a Suzuki-san a ver pornografía en vivo y él aún es menor. Por eso, Suzuki-san es una víctima.
Suzuki-san no quiere ser Suzuki-san porqué sabe que si Suzuki-san hablara, muchas cosas quedarían al descubierto, y nadie del entorno de Suzuki-san quiere que Suzuki-san hable porqué lo sabe. Suzuki-san sigue siendo una víctima, pero nadie parece darse cuenta. Todo el mundo piensa que Suzuki-san nunca dirá nada, pero Suzuki-san tiene ganas de hablar.
- Los osos de peluche no deberían hablar… - murmuró asustado Misaki mientras me mira con temor. Suzuki-san (yo) sonríe, apaga la Webcams y se vuelve a su antiguo puesto, sobre el sofá.
– Ya dije que Suzuki-san no era un oso normal.