Fiesta por danyleo

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Notas del fanfic:

Pequeña locura que se me ocurrió cuando hacía “Matrimonio” y escuchaba a Lucas jugar “Block’D” con Matías, William y Gabriel.

Jamás había hecho esta pareja y apenas hay un par de historias con ellos, así que me esforcé mucho. Ojalá le guste a alguien.

La música resonaba fuerte en las paredes. Era casi media noche, pero la mayoría de los invitados dormitaba en sus asientos y no era por aburrimiento, es que habían bebido como si no hubiera un mañana.

El festejado no se percataba de nada, debido a que tenía ocupada la mirada en el pecho desnudo de su novio Shura y sus manos se ocupaban de arrancar prendas.

Shun había escapado de la mirada de su hermano y compartía un poco de pastel con Shiryu. Seiya estaba apresado en la cocina gracias al buen nivel de alcoholización que un desinhibido fénix presentaba.

El único que continuaba sobrio en un 80% de su ser era Hyoga. Se limitó a tomar un poco en el brindis nada más. Los que quedaban en los sillones alrededor de una improvisada pista de baile eran: Saga, Death Mask y Aioria. Hyoga había sido obligado a bailar para ellos junto a Afrodita, Shaka y Mu. Ninguno de los tres les quitaban la vista, pero en dado momento, el canceriano se aburrió y arrojó unos billetes a Piscis para argumentar que deseaba un espectáculo privado… El peliceleste no estaba sobrio y aceptó pero terminaron arrastrando al leonino y Shaka fue a buscar a Aldebarán y a Kanon para jugar “Vikingos” (Típico concurso de beber de un embudo); así que el carnero y el pato siguieron bailando para el gemelo mayor.

--Me estoy cansando Mu…--Le susurró Hyoga.

--Lo sé… Pero Saga no te quita los ojos de encima, así que debes soportar…

El rubio había fingido que no lo notaba, pero esa mirada profunda que estaba desnudándolo era muy obvia.

--Aún así, yo… ¿Mu? ¡Mu!

La tele-transportación era un don y una maldición, pero siempre efectiva. El ariano se escabulló para ayudar a su amigo.

Saga estuvo serio durante la fiesta, pero en sí, era la señal de ebriedad.

El cisne dejó de bailar y se sentó a unos lugares cerca del gemelo. Bebió un sorbo de agua mineral y se percató que el otro no le quitaba la vista de encima.

--¿Pasa algo?

--¿Acaso tienes prohibido beber?

--…No…

--Bien, entonces te reto a una competencia y veamos cuánto aguante tienes.

--No creo que eso sea correcto, usted ya está ebrio y…

--¿Tan viejo me veo? Todos me tratan como si tuviera sesenta años… Soy mayor que todos, pero eso ya es discriminación, racismo, fascismo y todo lo que finaliza en ismo—Tomó una botella y dos caballitos—Hay que demostrar que tan aguerridos caballeros somos… Bebe—Dijo mientras servía y tomaban.

Los primeros cinco tragos fueron obligados, pero en el octavo, era el ruso quien servía. La camisa negra que portaba el geminiano dejaba al descubierto un poderoso pecho que era seguido por los despiertos orbes del rubio. Las mejillas sonrosadas de Hyoga y su cabello pegado a su cuello resultaban tentadores… Ya no estaba resistiendo, pero un poco más era necesario.

--Lamento haber pensado que eras un amargado y desabrido…--El líquido desapareció del vaso—Pero nunca pude platicar de esta forma…

--Eres honesto y me gusta, así que te premiaré con esto…--Sirvió más licor.

Poco a poco, el ambiente se relajó y justo cuando ya no había nadie, el peliazul decidió atacar. Llevaba mucho tiempo con sus ojos puestos en el menor de los Acuario y no quería desaprovechar, aunque hacerlo mientras el menor estaba ebrio y él fingiendo ebriedad no era el mejor plan, pero el fin justifica los medios.

--Vamos Hyoga, hay que descansar un poco…

--Nnnhhh… Aún puedo beber…

--Es mejor que duermas.

--No…--El cisne ya tenía la vista borrosa, pero lograba distinguir a su compañero y después de meditarlo un poco, se lanzó al pecho del otro, hundiendo su frente en su cuello—Hueles muy rico, señor Saga de Géminis…--Una risa suave y despistada siguió a ese comentario.

--Hyoga…

--Eres muy atractivo… Todos tus compañeros te desean… Incluso tu hermano dice que eres un semental… Jeje… ¿Será cierto? Misterio de la vida… ¿Y sabes? He visto cuando entrenas y es todo un espectáculo… La mayoría se excita al verte…

--¿Ah sí?

--Sip… Incluso yo… En una ocasión me masturbé pensando en ti…--Se comenzó a reír ante la mirada atónita de Saga—Y se ha vuelto un hábito… De mis mejores orgasmos… Aunque claro, es distinto cuando lo imaginas a que cuando tienes al verdadero haciéndotelo…

El rubio ya estaba montado sobre las piernas del peliazul e iba a besarlo. Sus alientos chocaban y sus bocas estaban casi pegadas, así que el mayor aprovechó para jalarlo del cuello y meter su lengua hasta la garganta del ruso* que cooperó muy bien, a pesar de la sorpresa.

El beso se prolongó un poco, con algunos roces en el trasero del de Acuario y la desaparición de la camisa de Saga.

--Estás duro…--Susurró el ruso, y después lamió su lóbulo.

Un apretón en sus nalgas lo hizo gemir y aferrarse más al cuerpo del otro.

--Estamos en las mismas condiciones… ¿Qué hacemos?

--Hay que ser solidarios… Ayuda a tu prójimo…

Comenzaron a besarse de nuevo y una cosa llevó a la otra…

Saga arrancó la playera que tenía el menor y buscó la bragueta, mientras que Hyoga se restregaba contra su entrepierna, simulando la penetración.

--Necesito quitarte la ropa… Me gustaría un streap-tease…--Saga mordió su cuello.

--Aaahhh… Si lo pides así, creo que no puedo negarme…

Se levantó y bajó sus pantalones lentamente. De fondo se escuchaba “Mann Gegen Mann”. La ropa interior desapareció y dejó al descubierto el blanco cuerpo del rubio.

--¿Te gusta?

--Estoy más duro…

--Déjame ayudarte…

Se agachó a la altura de sus piernas y liberó del encierro el erecto miembro del gemelo mayor. Lo observó por unos momentos y sintió el calor que desprendía, lo midió y saboreó el grosor. No en vano era mayor que todos…

La mirada de lujuria del menor, sedujo a Saga a tal punto que no resistió el jalar la cabeza del rubio y meter a la fuerza su pene en esa boquita que se le ofrecía.

La primera sensación fue de arcadas, pero luego comenzó con la labor de chupar con delicadeza y rapidez para complacer al otro. Cuando sintió que la presión en su cabeza cedió, usó sus manos para masturbar a Saga, acariciaba el tronco y los genitales mientras succionaba la punta. Los gemidos del de Géminis comenzaron en bajo y comenzaron a subir con el empeño que le ponía el menor. La boca comenzaba a dolerle, estaba abierta a más no poder y él también quería placer; el otro pareció notarlo y lo separó para reacomodarse. Se recostó en el sillón de tres piezas y ajustó a Hyoga para hacer un delicioso número. Ambos gimieron y continuaron en su labor, pero el mayor no se quedó conforme y condujo uno de sus dedos a la entrada del rubio y comenzó a juguetearlo mientras lo estimulaba con su boca. Hyoga gemía y sentía espasmos en sus piernas, ya casi no podía contenerse, el gemelo era experto en dar placer.

Otro dedo se unió y ahora sí que Hyoga soltó un grito. Su próstata estaba siendo estimulada de una forma que no podía creer y le estaban dando la felación de su vida… No lo soportó mucho y sin avisar dejó salir su semilla en la boca de Saga que no desperdició nada.

--Ah… Lo-lo siento… Es que…

El otro no respondió y se acomodó mejor, sacó los dedos y usó su lengua para dilatar la entrada del ruso. Hyoga no podía hacer nada, estaba en cuatro, sobre el sillón, y muy lejos del miembro del otro así que se dejó hacer, hasta que sintió como Saga se retiraba y lo jaló. Saga quedó sentado y Hyoga sobre él, de frente, pero aún faltaba lo importante.

--Siéntate… Date el placer tú mismo…

--Observa y disfruta…

Con una mano se ayudó para sostenerse y con la otra acomodó el pene de su compañero en su entrada; la punta irrumpió con algo de dolor, pero el alcohol en su sangre todavía tenía efecto, por lo que se dejó caer y ambos gimieron; los dos sintieron que acabarían en un instante, así que esperaron un poco para tranquilizarse y comenzar un vaivén lento y estimulante para la próstata de Hyoga.

Saga sentía como ese interior era muy cálido y le apretaba de una manera deliciosa para su miembro. Tomo las caderas del cisne y lo ayudó a levantarse, mientras que su boca se ocupaba de chupar sus pezones. Los dulces gemidos del menor lo excitaban y siguió descontrolado, embistiendo con fuerza y atrapando cuanto podía de ese cuerpo que lo volvía loco.

El rubio sentía los embates de su compañero y la presión en sus tetillas lo hizo llorar del placer en que se desbordaba. No soportaría mucho a ese ritmo, sólo pudo agarrarse fuerte de los hombros del mayor.

Los movimientos continuaron, en algún momento volvieron a besarse y entonces ambos sintieron una corriente eléctrica recorrerlos… Hyoga se echó para atrás, arqueando su espalda y lanzando un gemido ahogado. Saga soltó una especie de gruñido mientras tensaba sus músculos y los relajó cuando inundó el interior del menor.

--¡¡AAAHHH!!

--¡¡Nnnhhh!!

Ambas respiraciones agitadas se mezclaban. Poco a poco se fueron calmando y el rubio se quedó dormido sobre Saga, aún sin que éste saliera de su cuerpo.

Ya no había nadie en el templo, excepto Aioros y Shura que estaban en la habitación del arquero, así que hasta la mañana siguiente se percataron del lugar.

El primero en despertar fue Saga. Abrió los ojos porque sintió la presión en su pecho y encontró a un rubio muy lindo y ¡DESNUDO!

--¡Tú y el pato!—Gritó en susurros Ikki. Había salido de la cocina junto con Seiya, pero el pony iba medio dormido.

--¡Shhh! Pásame esa manta…

Cubrió el cuerpo del ruso y lo recostó a un lado. Buscó su ropa interior y su pantalón.

--No puedo creerlo… Ya te habías tardado—Dijo Ikki sosteniendo al Pegaso en su hombro—Sólo quisiera ver cómo reacciona…

--No recuerdo mucho, pero él inició… No sé si llevarlo a Géminis o a donde…

--En Géminis podrá asustarse a gusto. Llévalo, nos vemos luego.

El menor desapareció con su castaño. Saga lo meditó un poco e hizo caso al consejo del leonino. Levantó la ropa y tomó entre sus brazos a Hyoga para abrir un portal a Géminis. Cuando el rubio despertó, se dio cuenta de que la cama y el entorno no era el esperado. En eso entró el peliazul con una bandeja que portaba jugo, café y comida picante… Si, la resaca sería exterminada.

--Buenos días. ¿Quieres comer?

--¡¡Gyaaaaa!! ¡¿Q-QUÉ HACES AQUÍ?!

--Es mi templo—Se sentó a un lado de él y comenzó a probar la comida--¿En serio no quieres comer? Te sentará bien bañarte… Hay ropa en el baño que te puede quedar.

--Yo… ¿Cómo acabé aquí?—Aceptó la taza de café que le ofreció.

--Te traje hoy en la mañana. Ikki nos vio en la sala cuando iba saliendo con Seiya de la cocina.

El rubio palideció. ¡¡¿Ikki lo había visto?!!

--É-Él… Ikki… Yo…

--No te preocupes, también pasó la noche ahí de forma vergonzosa… Hyoga… Sé que esto es algo incómodo, y lo comprendo, pero quisiera que me digas que recuerdas la forma en que acabamos en esta situación.

--…Mmm… Si recuerdo lo que pasó—Susurró muy bajito—Y quisiera disculparme porque yo…

--No, está bien. ¿Sabes? Tengo una duda muy importante que creo que no puedo dejarla pasar.

--¿Qué?

--Ehm… Bueno… No sé cómo decir esto sin sentir escalofríos así que perdona la rudeza ¿De acuerdo? Yo quiero saber si tú ya has estado con alguien más… Digo, de la forma en que estuvimos…

--Saga, oye… Podría mentirte, pero lo cierto es que fuiste mi primer hombre… Ni siquiera he estado con una chica… Entre los entrenamientos y estar muerto o en batallas, nunca tuve oportunidad…

--No puede ser…

--Saga, estoy tan consciente como tú de esto, pero créeme, no me has deshonrado y debemos casarnos por obligación ni nada… Aún con todo, si tú estuvieras de acuerdo, yo quisiera que esto no se quedara en aventura de una noche ¿Si?

--¿A qué te refieres?

--Tú sabes… Salir…

--¿Có-cómo? ¿Salir? ¿Cómo pareja? ¿Tener citas y esas cosas?—El mayor estaba algo impresionado con esa conversación, además recordó las palabras que el menor le confesó ebrio.

--Sólo sería si quisieras… Pero comprendo que es difícil estar con un… Alguien como yo… Así que mejor me daré un baño y salgo de aquí… Lamento las molestias—Se levantó como pudo y fue directo al baño. Quería que la tierra se lo tragara.

Géminis esperó a que saliera de bañarse; Había pensado y esperado lo suficiente para algo de esa magnitud y no le costaba nada intentarlo…

--Gracias, te devolveré la ropa más tarde… Debo ir con Camus así que…

No se atrevía a levantar la vista. Iba a llorar de seguro.

--Hyoga, mírame—Le interceptó la salida—Acepto salir contigo.

--¿Eh?

--Quiero salir contigo y te lo pido de forma oficial.

--¿Estás seguro de eso?

--No perdemos nada con tratar de conocernos y, digo, después de lo de anoche… Sería estúpido fingir que no pasó. Así que ¿Qué opinas? ¿Quieres salir conmigo?

--…De acuerdo… Salgamos…

Siguieron platicando un rato y Hyoga ya no subió a buscar a Camus, que estaba perdido en Escorpio con un incansable Milo, así que no le preocupó mucho.

Y quizás no resultara… Al fin de cuentas podrían no ser compatibles pero valía la pena arriesgarse por algo que se formó durante una fiesta.

FIN

Notas finales:

“--¡Hola~! ¿Qué hacen, señoritas? sentaditas, conversadorsitas”—Spencer/iCarly!

“Si el Seme es un desgraciado, cruel y frío, el Uke es un gran osito de peluche”

Publicaré otra historia que será la 49, se llama “Matrimonio” y es la misma pareja >3>… Si alguien tiene sugerencias/peticiones para el fic 50 (Oro), serán bien recibidas. Ehm… Después de publicar “Matrimonio”, terminaré “Fotografía” (TwT) así que sería lento lo del fic 50 ¿Vale?

Adoro el contraste de un menor con alguien que le dobla la edad, Hyoga con 14 y Saga con 28 *¬*, es en verdad excitante. Recordé la relación de un amigo ^w^. Siento que el lemon al final no me salió como quería de morboso, pero ya que…

*Aquí recordé el manga “Idol Pleasures”… Si alguien está de acuerdo conmigo que lo confiese.

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