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Night in Tokyo por Shudder Pigs

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Notas del fanfic:

Comencé simplemente a escribir  sin tener claro que pareja hacer, en un principio iba a intentar innovar pero decidí seguir trillando esta pareja xD igual es entera linda *-*

Y nosé que más decir, es un One-shot y no lo continuare jamás, porque no encuentro una historia para inventarle y lo escribí solo porque tenia ganas de escribir cochinadas xD

Espero les guste mucho, aunque si les gusta solo un poco también me conformo xD

Agradecimientos y Créditos a mi amantososa Shisu (a.k.a Japanxlovesick) por darme su opinión y ayudarme a mejorarlo ^^

Y eso, mójense~

 

Tokyo, uno de los centros urbanos mas importantes de japón, ademas de ser el principal centro financiero y capital politica del país. Una ciudad deslumbrante, dónde puedes imaginar tus sueños volviéndose realidad. Una ciudad que no deja de sorprender. 

 

Aquel había sido un hermoso día primaveral. La vegetación comenzaba a crecer nuevamente, alegrando las grises calles con su hermoso y vivo color. El radiante sol proporcionaba una temperatura agradable para realizar alguna actividad al aire libre. Provechosos de éste día Sábado, tanto los habitantes de la ciudad como los abundantes turistas llenaron las calles y parques; centros comerciales y playas, dónde el hambiente familiar pareció ser el preferido.

 

Pero no voy a hablarles por siempre del sano y apacible día en la capital, pues nuestra historia nos pasa por alto la presencia del sol y nos traslada hasta la noche, pues en Tokyo la diversión no distingue entre el día o la noche.

 

Oculto ya el sol, los faroles en las calles se encienden junto con los vistosos carteles de neón que pretenden invitarte a entrar en sus locales. Los altos edificios iluminan en lo alto con sus luces aún encendidas queriendo aparentar ser las estrellas que no puedes ver brillar en el cielo.

 

Pero tampoco pretendo contarles eternamente la vida nocturna de la ciudad, porque de eso se puede escribir un libro entero y no lograrían descubrir la magia que en realidad transita por cada pasaje.

 

La luna menguante iluminaba con discresion el oscuro cielo sin nubes ni estrellas, cuando el único reloj de pared en la sala anunciaba desapercibido la llegada de la media noche. No había nadie en la habitación que escuchara el sonido de su tic-tac que no cesaba, rebotando su sonido en los fríos rincones oscuros. Tampoco alguien que detuviera el frío viento que entraba empujando las suaves cortinas, silbando presuroso por una ventana medio abierta.

 

El viento se adentraba sigiloso al inmueble, evitando con agilidad las paredes, cambiando las paginas del libro abierto sobre la mesa de centro, avanzando en su exploración por el pasillo continuo a la sala, dejando atrás la ventana que le permitió  la entrada y el reloj de pared que le recibió con una hermosa canción de bienvenida. 

 

Avanzó y se dividió para pasar por debajo de cada una de las nuevas puertas que encontró, curioso de encontrarse con inesperados, llegando a una recamara con ambiente tibio, pese al frío que lograba entrar desde afuera. El viento continuo adentrándose en la habitación, topándose con un par de amantes haciendo de las suyas sobre una amplia cama ya bastante desordenada. Curioso como un niño pequeño se acercó, rozando la espalda descubierta de uno de ellos, estremeciendole ante el suave y gélido contacto.

 

Ambos eran rubios jóvenes y se besaban con pasión mientras se deshacían con algo de dificultad de las estorbosas ropas que impedían el contacto total de sus cuerpos.

 

-Cógeme...

 

El mayor desabotonaba la camisa del chico bajo suyo casi con desespero, tirando lejos la prenda mientras su lengua recorría cada poro de su blanquecino cuello, succionando y mordiendo su piel de vez en cuando dejando marcas que se harían visibles más tarde, estremeciendo al otro, quien movía sus manos por la espalda descubierta del más alto, arañandolo con violencia, dejando marcas rojas en él.

 

El menor lo desvistió, no importándole donde fuesen a parar las prendas de su amante, el que se encontraba demasiado ocupado deleitándose  de su desnudo torso, memorizando cada centímetro que recorría, creando caminos con su húmeda y suave lengua, logrando arrancar melodiosos jadeos con palabras de amor entrecortadas por la excitación saliendo  de los labios del prisionero que mantenía bajo su cuerpo, despertando cada vez más su erección. Apresó las manos de su amante con las propias sobre sus cabezas, limitando sus movimientos, dejándolo a su completa merced.

 

-Eres un maldito juguetón- rieron ambos.

 

-Seguro no te gusta- presionó su parte baja con la del otro, robándole un gemido intencionalmente.

 

Continuó con lo suyo. Lamió y dibujó en su pecho divertido, deleitandoce, llegando hasta uno de sus pezones para succionarlo y morderlo con delicadeza, jugando a su gusto con él, concentrado en lograr conseguir gemidos de absoluto placer escapar de la boca del más bajo y entrar por sus oídos hasta incrustarlos en su memoria, consiguiendo así por fin la anhelada erección de su miembro. 

 

Cambiaron posiciones y ahora Ruki estaba sobre el bajista. Sin pronunciar ni una sola palabra, suspirando reiteradamente el vocalista acomodó el miembro en su entrada y se auto penetró de una sola estocada ante la expectante mirada del otro, dando un fuerte gemido lleno de placer al sentir la cálida irrupción en su interior, mordiendo su labio inferior con fuerza antes de comenzar a salir nuevamente para establecer de a poco el ritmo, entreabriendo sus labios para dejar escapar su inmensa excitación.

 

Reita jadeaba intentado reprimir los gemidos que le provocaba la estrechez del vocalista, quien había detenido su vaivén y comenzado a mover sus caderas con el erecto dentro suyo, dando una espectacular vista al mayor, el que no podía despegar la mirada del rostro absolutamente abatido de placer de Ruki. Después de unos segundos de continuar con su sensual baile, el bajista le interrumpió para devolverlo debajo suyo, saliendo completamente de su interior y recostándolo boca abajo para volver a irrumpir en él desesperado por sentirlo más intensamente, entrando y saliendo cada vez con mayor rapidez, llegando más profundo dentro del otro, no pudiendo esta vez controlar sus propios gemidos que llegaban de lleno justo al oído del vocalista, enloqueciendo con lo que escuchaba.

 

Curvó su espalda para entrar aún más profundo en él, complaciendo a su vez al menor, que pedía más y más rápido, y más, y más. Volviéndose sus palabras una orden.

 

-No puedo más- dijo con dificultad el vocalista, nublándose su vista ante las fogosas sensaciones que recorrían su cuerpo entero, a lo que Reita se detuvo y salió cuidadosamente de su interior, dejándose caer a su lado con algo de cansancio, tomando una gran bocanada de aire y suspirando luego. Se abrazaron sintiendo sus cuerpos algo sudorosos. Reita le besó en la frente y Ruki respiraba en su pecho, se quedaron así hasta que sus agitadas respiraciones se normalizaron un poco. 

 

Segundos más tarde Ruki estaba sobre él nuevamente, riendo con complicidad ambos, pues lo suyo aún no terminaría. Pasó sus brazos detrás de su cuello y el bajista lo abrazó por la cintura, besando sus labios con ternura al comienzo, acelerándolo después. Continuando con el beso, Ruki quitó sus brazos y llevó sus manos hasta el pene aún erguido del mayor, tomándolo con fiereza, comenzando a tocarlo y a masturbarlo cada vez con mayor intensidad, sintiendo como ahogaba los gemidos en sus labios, hasta que el aire se hizo necesario y se separaron, bajando el vocalista en el instante hasta la parte baja de su amante, besando su sexo e  introduciendolo entero en su boca para comenzar a saborearlo, lamiendo y mordiendo a su antojo, subiendo y bajando a lo largo de su extensión, soplando con delicadeza de vez en cuando su punta, haciéndole delirar de placer. Reita se aferraba con fuerza a las sábanas intentando controlarse ante la oleada de placer que sentía en ese momento, mordiendo su labio inferior hasta llegar a herirse, meneando su pelvis pidiendo por más, el vocalista realmente sabía como hacer bien su atención hacia su miembro, sabía como hacer para que no dejara de suplicar por mas.

 

Un escalofrío atravesó su espalda, presintiendo que no aguantaría más cerró sus ojos con fuerza y dando un gran alarido de placer logró el primer orgasmo de la noche, corriéndose dentro de la boca del menor. Ruki sonrió victorioso y tragó su néctar con mucho gusto y deleite, recogiendo con su dedo índice una pequeña gota rebelde de semen que se escapó por la comisura de sus labios, degustando aquel último residuo. Por fin había logrado saciar su sed.

 

Subió entonces nuevamente hasta los labios del bajista, besándolo como siempre lo hacia, pues adoraba hacerlo, dándole a probar de su propia esencia.

 

Puso sus manos en las mejillas del mayor, para no cortar con aquel contacto, mientras Reita bajaba contorneando su silueta, posando sus manos en las caderas del rubio encima suyo, guiándolo hasta su entrada. Ruki, al estar una vez acomodado comenzó a penetrarlo sin dejar de besarlo, escondiendo sus gemidos en los labios del otro, sintiendo esa deliciosa sensación que le provocaba la cavidad del bajista. Lentamente consiguieron un ritmo desenfrenado, en el que el vocalista tocaba más profundo con cada estocada. Pronto debieron separarse, pues no podían seguir conteniendo sus gemidos, los que siguieron saliendo descontrolados de sus gargantas.

 

Ruki continuaba entrando y saliendo mientras Reita seguía el ritmo de sus caderas con sus manos, logrando un exquisito baile de sus cuerpos. El vocalista ahogaba sus gemidos en el pecho del mayor, aferrado a sus hombros, enterrando sus dedos para poder resistir un poco más. En poco tiempo el rubio menor llegó al clímax, dejando su esencia dentro del bajista, cayendo con cansancio sobre él. Tomó un poco de aire y miró sonriendo a Reita, quien le miró en la misma forma. Su cabello estaba revuelto y su frente sudorosa, sus mejillas sonrojadas y su piel tibia. Salió entonces delicadamente de su interior y se recostó a su lado. El dolor de cuerpo había comenzado a aparecer en ambos, sin embargo no era sino un sinónimo de la gran noche que habían disfrutado juntos. Se abrazaron nuevamente, pero esta vez con el propósito de cerrar sus ojos para descansar y reponerse del divertido juego que habían terminado de acabar. Ruki buscó con que cubrirlos del frío, dio su último beso de buenas noches y se acurrucó en el pecho del bajista para comenzar a dormir en su dulce regazo.

 

Para entonces, el sol había comenzado a salir otra vez y su tenue luz se colaba por entre las cortinas.

Reita sonrió con picardía y comenzó a reír frente a la mirada expectante de Ruki.

 

-Qué noche, no?...

 

Afuera el viento había cesado, el libro en la mesa de centro se había cerrado. Las cortinas estaban tiesas frente a la ventana aún medio abierta y ya no habían rincones oscuros en la sala. El reloj continuaba sonando sin ser escuchado y en lo alto del cielo la luna menguante desaparecía de a poco. Las luces de neón ya estaban apagadas al igual que los faroles en las calles.

 

La alegría y sus colores volvían con la luz del sol que se reflejaba y brillaba en lo alto de los edificios.

 

Pronto la gente saldría de sus hogares, pues era la llegada de un nuevo día tras una noche más en Tokyo.

 

 

 

 

 

 

 

Fin :D

 

Notas finales:

Espero halla gustado, nos vemos en los Rw~


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