Draco dormía placidamente, o más bien profundamente en la sala de menesteres estaba completamente desnudo. Una sabana blanca le cubría de la cintura para abajo, y su antes blanca espalda estaba cubierta de una crema rosa. Un ungüento para curar las heridas.
Sirius Black miraba a su sobrino en segundo grado. No era que le agradara cuidar del rubio pero había sido orden de Dumbledore. Para que Snape pudiera dormir un rato. Nunca había visto a Snape tan consternado. No había abandonado la habitación desde que Draco fue dejado en ella. No era que Snivellus le provocara algún interés pero una cosa es que se preocupe por su ahijado y otra que se desviva por él.
Miro al rubio de vuelta, sabía que estaba con demasiadas pociones enzima como para despertar. Estaba muy mal herido, Snape trabajo mucho para que tuviera el estado medidamente decente que ahora tenia. Pero el chico había aceptado el riesgo. Si no quería sufrir no se hubiera hecho espía. Se hubiera revelado frente a su familia, como él lo hizo antes.
¿Por qué lo Slytherin tenia que ser así? No te ayudaban en nada, se burlaban de tus errores, pero cuando llegaba el momento siempre salvaban las papas. Siempre sin que te dieras cuenta, nunca sabías su verdadera opinión, o si la sabías muchas veces era una mentira para protegerte. Su hermano era igual, siempre a favor de los Sangre Pura y al final solo quería proteger a su familia.
Ese rubio había sacado algo de Régulus en los genes.
Draco se removió, al parecer tenia dolores otra vez. Sirius se levanto y tomo la poción que tenia al lado.
-Toma un trago- le susurro.
El rubio solo abrió levemente la boca y trago lo que le ordenaban. Al rato Sirius noto como se calmaba. Y volvió a su silla, ahora entendía porque Albus le había pedido cuidar de Draco. Si hubiera sido Harry, él no hubiera podido recordar las pociones y observarlo como se debía. Algo de lastima por Snape paso por su cabeza. Al parecer el Grasiento quería mucho a ese niño.
Aun recordaba el día que Draco fue presentando como espía.
Estaban todos en Grimmauld Place en el comedor. Había empezado el verano por eso hacía mucho calor. Recordaba estar emocionado porque pronto Harry podría venir a casa. Dumbledore había traído al chico tenia quince años pero parecía de menos. Fue una sorpresa para todos.
-Draco se ofreció a ayudarnos- Había dicho Albus Y la respuesta fue negativa por parte de todos, en especial de Moody. Snape estaba callado.
- ¡No Albus es un mortifago!- le grito Moody a Albus.
-Pero es solo niño- Grito Molly.
-Es verdad ni Harry esta en la Orden que es más interesado- le grite, que tenía el hijo de Malfoy que no tuviera mi ahijado.
-Molly y Sirius tienen razón- dijo Remus- ¿Por que tiene que ayudarnos?
-Draco tiene información que nos puede ser útil- afirmo el director mirando el rubio que no hablaba.
- Pero es un niño-volvió a remarca Molly.
-Gracias por su preocupación señora Weasley, pero yo ya tome mi decisión- dijo el rubio fríamente y levanto su manga mostrando al marca.
Snape miro a su ahijado con miedo pero no dijo nada.
-¡Ven es un mortifago!- Grito Alastor apuntando con su varita al rubio.
-Cierto- dijo Snape- Ahora ¿quieren su ayuda o no?- dijo frió apuntando lo también. Fue la primera vez que vi a Severus realmente enojado.
-¿No tenemos un espía ya?- pregunto mordazmente Moody en respuesta.
-Yo puedo llegar a lugares donde mi padrino no puede- afirmo el rubio.
-Draco va ser un espía para nosotros- Sentencio Albus.
-¿Por qué debemos confiar en él?- pregunto Moody.- Como sabemos que no es un espía de Voldemort.
-Yo confió en él- Dijo Albus.
Y ahí se acabo la discusión, aunque Moody nunca confió en el chico. Y Molly siguió alegando que era muy chico. Pero Draco se quedo, y demostró que podía ayudarnos. Detuvimos varios ataques de Mortifagos. Quisiéramos o no el chico Malfoy era útil. Nunca supimos hasta hace muy poco como Draco conseguía la información.
Sirius se acerco y acaricio los rubios cabellos del más chico. Si hubiéramos sabido como obtenía la información. Creo que nadie hubiera aceptado. Tal vez no te hubiéramos tratado de esa manera.
Se volvió a sentar en la silla. Recordó divertido el día que llego Harry. Luego de que todos le dieran la bienvenida había llegado justo Draco con información.
-¿Qué hace él aquí?- pregunto Harry totalmente consternado.
-Harry cariño Draco nos esta ayudando- Explico Molly.
- Harry- rumio Ron- Malfoy es espía-
-Vine a ver a Albus ¿Esta?- pregunto Draco, sin siquiera prestarle atención al grupito de leones.
-Si en la biblioteca- le explico Molly. Y el rubio desaparecido.
-¿Cómo que es espía?-
-Harry Dumbledore confía en él- dijo derrotada Hermione.
-Vamos Cachorro, no le hagas caso-dije intentando animarle.
-Aunque yo creo que se volvió loco-afirmo Ron.
-¡Es Malfoy! Un mortifago y confía en él-
-Tiene algún problema Potter- Draco había salido de la biblioteca. Al parecer el mensaje fue más que rápido.
-¡Si! Yo no confió en ti-
-Me importa muy poco- dijo dirigiéndose a la chimenea. –Pero por lo menos yo si soy útil- dijo con burla Malfoy antes de irse.
Esa vez se parecieron mucho a Snape y a mí, discutiendo. Y pronto se parecerían más, cada vez que Draco entraba a la casa era una guerra. Aunque Snivellus y yo no nos quedábamos atrás. Harry se fue calmando, y cuando comenzaron las clases quiero creer que asumió que era de nuestro bando. Yo tarde más en convencerme, creo que lo hice cuando comenzaba a pasar temporadas en casa. Si venias cada tanto, en especial luego de cumplir una misión. Nunca supe como te las arreglabas para estar en la escuela y ser espía al mismo tiempo.
Me acuerdo que estaba en la biblioteca ojeando un libro. Cuando escuche ruidos en la cocina. Claro estando en guerra no era a aconsejable quedarse quieto. Nunca imagine a que te encontraría con el uniforme desarreglado, la túnica la tenias hasta rota. Y estaba robando los chocolates de Remus.
-perdón tenia hambre- dijo Draco mientras comía sin culpa.
-¿Y porque comes en mi casa que en Hogwarts no te alimentan?- Pregunte enojado- ¿Es más el viernes a la noche no deberías estar en Hogwarts?
-Tuve una misión- explicaste con la boca llena del chocolate
-Que delicado Malfoy-
-¡¿Que?! Tengo hambre- Dijiste lleno de chocolate igual a tu madre cuando era chica.
-Digno hijo de Cissa- comente.
Recuerdo que hablamos de cómo era tu madre de chica. Siempre corriendo, jugando, era mucho más ruda que cualquier chico. Las tres hermanas Black lo eran. Pero dejo todo eso al casarse con Malfoy. Ese día entendí cuando Molly decía que eras un niño. Lo eras. Al igual que Harry no eras más que niño pequeño.
- ¿Por que lo hiciste?- pregunto Sirius.
-Tendría sus razones- comento una voz cansada detrás de él.