Si antes deseaba que aquel maldito telefono no sonara, ahora era todo lo contrario, estaba pegado a este esperando el maldito ring, ring, que le diera a conocer la situacion en la que se encontraba, pero tal parecia que ahora esos sujetos le harian esperar.
Tomo su cajetilla de cigarros, fumando uno tras otro sin parar, después de 20minutos se puso a mirar uno de cerca recordando como a su pequeño le molestaba el que él tuviera ese vicio, claro esta nunca se lo habia dicho directamente, ya que lo que el menos deseaba era ser una molestia. Sintió unas horribles ganas de llorar en ese momento llevando instintivamente su mano a sus ojos, porque si algo le ocurría a su amado por su culpa, jamas se lo perdonaría y si el dejaba de existir…………¡NO AKHIKO, NO PIENSES SIQUIERA EN ELLO!, se regañaba mentalmente mientras un horrible nudo se apoderaba de su pecho.
Estaba a punto de caer de rodillas cuando sintió el suave tacto de unas pequeñas manos siendo apoyadas en su rostro, esto lo saco de sus pensamientos, provocando así que mirara a quien le tocaba tan delicadamente.
-Mi…Misaki- dijo anonadado el escritor mientras salía de su estupor abrazando al menor con desesperación.
-¡Usagi!, que te pasa, porque lloras, Usagi- decía realmente preocupado el muchacho sin entender lo que le pasaba a su casero quien al igual que a su llegada se aferraba a él con desesperación.
-¡Donde estabas!- pregunto desesperado el peli gris.
-Pues…en el baño Usagi, ¿Por qué?- contestaba dudoso ante el extraño comportamiento de su casero.
-Te amo Misaki, sin ti no soy nadie, te amo tanto, tanto- decía el escritor mientras aquel nudo molesto desaparecía de su pecho.
-Usagi que te ocurre, porque lloras- preguntaba preocupado el chico siendo callado por un suave y tierno beso del peli gris quien daba gracias a los cielos porque todo se hubiese tratado de una horrible broma.
Ring, ring, ring, ring, ¡ringggggggggggggggggggggggggggggggggggggg!, sonaba nuevamente el telefono después de un gran silencio. Muy cabreado Usagi se separo de su amado a quien hacia exactamente una hora atrás habia hecho suyo amándolo hasta no poder mas. Levanto de mala gana el aparato preparándose para lo que vendría.
-Y bien Usagi Sensei ya se fijo- decía la misma voz fría de la ultima vez.
-Si- contesto secamente el escritor quien hacia un buen rato habia decidido seguirles el juego a los supuestos secuestradores con la única intención de localizar el lugar exacto de su paradero.
-Bien, bien, pues ahora escuche con atención lo que debe hacer si es que desea verlo con vida-
Usagi se quedo en silencio, aguantando las ganas de increpar aquel sujeto, debía esperar un minuto exacto para que la compañía pudiese identificar el lugar exacto de donde llamaban.
Tras una larga conversación por parte del sujeto, quien le daba indicaciones de donde dejar el dinero y como realizarían el intercambio el peli gris noto como aquel minuto se hacia cada vez mas lejano por lo cual decidió hacer tiempo pidiendo que se lo repitiera todo de nuevo.
-No entendí nada de lo que me dijo- decía serenamente Usagi mientras por la línea un hombre le explicaba calmadamente punto tras punto lo que debía hacer.
-Mmmmmmm, me lo podría explicar otra vez-
-¡Que acaso nos esta tomando el pelo!- gritaba desesperado el otro sujeto que habia sido quien llamara al principio.
-Vaya su amigo se molesto- decía inocentemente el oji lila con la única intención de cabrear también al otro, ya que justo en ese momento el dichoso minuto se habia cumplido.
-Mire Sensei ya le dije como debía hacerlo, si no lo hace se lo enviare por piezas, acaso quiere eso-
-Hay no, no por favor, no haga eso, me costaría mucho volver a armarle, nunca he sido bueno con los rompecabezas sabe-
-¡Acaso me esta tomando el pelo!- gritaba ahora molesto la voz fría mientras su compañero increpaba a Usagi desde el fondo de la línea.
-¡Porque no le enviamos un par de dedos del castaño para que así vea que no estamos jugando!-
Castaño, eso no le gusto, como era posible que supieran el color de cabello de su adoración, definitivamente esos sujetos se estaban pasando de la raya y definitivamente desde mañana Misaki no saldría de su hogar sin un guarda espaldas, estaba concentrado pensando en esto cuando uno de los tipos gritaba.
-¡Mierda, cuelga, cuelga!-
-¡Que rayos te pasa, suelta el telefono!- gritaba el otro mientras Usagi notaba como ambos hombres forcejeaban para tener el aparato.
-Que patéticos- decía en voz alta el peli gris, cuando escucho de fondo unos quejidos. Estaban peleando a golpes, vaya si eran patéticos, seguía pensando Usagi cuando uno de ellos le grito molesto.
-¡Sabemos lo que hiciste pero si crees que te saldrás con la tuya estas muy equivocado!-
-¡A que te refieres Nissan!- preguntaba el voz fría mientras el otro seguía.
-¡Es una trampa ni-chan, nos ha estado rastreando la llamada!-
Por fin se habían dado cuenta, dándole la oportunidad a Usagi de salir de su papel de victima dizque aterrada.
-Jajajajajaja, vaya que par de idiotas, me preguntaba cuando lo descubrirían-
-¡Vámonos de aquí!- gritaba la voz ronca.
-¡No, eso no!- le contestaba la voz fría notoriamente incrédula por lo que ocurría.
-¡Ni-Chan de aquí no nos vamos sin nada!-
-¡Acaso no te das cuenta que llamara a la policía!-
Mientras los dos sujetos se gritaban y decidían cual seria su paso a seguir el peli gris se preguntaba hasta cuando seguiría escuchando tanta tontería cuando un ruido fuerte provoco que despegara su oído del telefono.
-¡Escúchame bien escritor de pacotilla, esto tu te lo buscaste, ojala y te sirva ahora tu noviecito!-
-¿Qué?- iba a continuar hablando pero entonces Akhiko se dio cuenta que seria inútil, ya que ambos sujetos aun creían que el ignoraba el hecho de que su amado Misaki no estaba en su poder, entonces decidió colgar el auricular pero no sin antes escuchar de fondo como el otro gritaba desesperado en una magistral actuación digna de los premios oscar.
-¡Lo mataste, Ni-san, lo mataste!-
-¡A la mierda el se lo busco, me escuchaste Usami, lo hiciste!-
-Malditos vagos- decía el peli gris colgando por fin el telefono y dirigiéndose al cuarto junto a su amante, definitivamente aquellos sujetos estaban locos de atar, vaya que podia entender al sujeto de Misery en esos momentos.
Continuara........................