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Enemies por desiremonster

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Notas del fanfic:

Espero les guste y les entretenga. No soy tan buena escritora como J.K.Rowling pero bueno lo intento :P.

Gracias :)

Notas del capitulo:

No se si es que esta al acecho o solo mi mente me juega una mala pasada lo unico certero es que me busca, para que? no se.

Enemies.

Mi cicatriz estaba matándome esta semana, ardía tanto como cuando venían malas noticias, la presencia cercana de Voldemort era inminente.

-Te duele mucho Harry.- Me pregunto Hermione en tono preocupado.-

-Algo, no te preocupes.- Le informe.-

Deje de tocarla porque iba a alarmarlos más de lo que yo ya estaba. Voltee hacia la mesa de Slytherin y efectivamente ahí estaba, la Chica de ojos Verdes y cabello rubio sosteniendo el diario.

Yo lo había destruido, como era posible que la pesadilla vuelva a repetirse. Guardo el diario en su bolso y continúo haciendo sus deberes.

-Que miras?-Me pregunto Ron sacándome de mis pensamientos.-

-Nada solo una chica que no había visto antes en el colegio.- Me excuse.-

-Quien es, es linda?- Pregunto el pelirrojo ilusionando mirando por encima de mi cabeza.-

-La rubia de la punta.- Le explique volteándome hacia la mesa, no sin antes ver la expresión de enfado de Hermione.-

-Que rubia Harry?- Me pregunto confuso, sorpresivamente la chica había desaparecido.-

-No me hagas caso.- Le dije en voz baja algo confundido. Últimamente esa rubia siempre aparecía a la misma hora y siempre sacaba su diario, lo abría y lo volvía a cerrar. No podía ser el diario de Riddle, seguro era parecido solamente. Estaba volviéndome loco.-

Caminamos por los pasillos del colegio Ron y yo directo a la sala común de Gryffindor ya que Hermione gracias a el gira tiempos debía de estar en alguna clase.

Escuche un leve siseo por detrás nuestro, ya había anochecido y era el horario en el que los escuchaba, hacia ya una semana completa, pero no me volteaba porque no quería preocupar a Ron.

Debía de ir a la biblioteca en busca de un libro para terminar un pergamino. No me agradaba el salir solo a los pasillos a la hora antes de la cena porque las instalaciones estaban desiertas pero no tenia opción, sabia a la perfección que si no finalizaba el pergamino Snape le quitaría puntos a Gryffindor como de costumbre cuando yo no cumplía con algo.

Camine por los pasillos con mi pergamino vacío entre las manos, miraba a ambos lados en cada cruce y volteaba un par de veces cuando las escaleras cambiaban de lugar. Al llegar a la biblioteca me dedique a buscar el libro pero no pude evitar mirar cuando una de las plumas comenzó a levitar y ahí estaba la rubia del diario.

Tome el libro en mi mano y lo deje en un escritorio sin quitar de vista la rubia, esta se perdió por uno de los pasillos pero la seguí, llego un momento en que la perdí de vista y no la encontré nuevamente, camine ligero por uno de los estrechos pasillos llenos de libros de Quiromancia y en la otra punta, en la sección de Adivinación se encontraba apoyado contra los estantes. Mi peor pesadilla Riddle, me sonrío cínicamente.

Al pestañear descubrí que se había esfumado. El corazón me galopaba rápido en el pecho mire a ambos lados y no encontraba nada, apreté mi varita contra mi tunica mientras caminaba silencioso.

Al avanzar por el pasillo de Filosofía me choque con alguien, saque instantáneamente mi varita apuntándole al cuello.

-Lo siento Harry te hice daño.- Me pregunto la voz temblorosa de Neville.-

-No, lo lamento también Neville no te vi.- Me explique tratando de calmar el dolor de mi frente.-

Seguí mi camino, tome rápidamente el libro y me dedique a salir cuanto antes de allí, iba a llegar tarde a la cena si no me apresuraba, además debía ducharme.

Al llegar a la sala común me posicione en uno de los sofás libres frente a la chimenea y termine mi pergamino, mañana a primera hora devolvería el libro, eso si Filch o la señora Norris no me veían faltando a clases.

Me dirigí al cuarto de hombres y deposite la tarea en mi bolsa y el libro en la mesa a un costado de la cama.

-Harry apresúrate, la cena va a comenzar.- Me hablo Ron desde la cama contigua mientras volvía a darle una capa de cinta a su varita rota.-

Mi mala suerte iba en crescendo, creí ver una sombra dentro de uno de los cubículos del baño y me retrase un poco por lo que iba nuevamente solo por los pasillos directo al gran salón para cenar.

En invierno los pasillos eran realmente fríos y solitarios, los vitrales no mostraban nada a través de ellos puesto que la nieve los cubría. Acomode mi bufanda y oí pasos detrás mío. Me voltee rápidamente palpando mi varita con temor.

Nada. Estaba realmente paranoico desde hacia una semana, sentía alguien siguiéndome y la cicatriz estaba matándome.

La cena estuvo igual que siempre, Hermione discutía con los gemelos Weasley algo sobre pociones y Ron se devoraba el pollo frito con tal salvajismo que Neville tenia expresión de pánico. Atrape un par de veces la mirada de Ginny y esta se ruborizaba al ser descubierta.

Finalmente estábamos ya en las habitaciones. Ron estaba desmayado en la cama contigua y en frente Neville luchaba con su rana de chocolate que al parecer se había escapado así que decidió dormir sin comer nada.

Estaba algo cansado pero la paranoia continuaba haciendo efecto. Cerré los ojos por cuarta vez y el sueño me venció.

Sentí algo calido y húmedo en mi cuello, una respiración tranquila que cada vez se hacia mas real. Desperté y observe unos ojos verdes que me miraban como si quisieran atravesarme.

Tom Marvolo Riddle, se hallaba subido a mí, a centímetros de mi rostro. Estire mi brazo para tomar mi varita pero la mesa estaba vacía. Triunfante elevo en el aire el objeto que yo buscaba. Dijo unas palabras rápidas a las que no alcance a oír y el ruido se congelo. Todos los estudiantes de la sala común estaban tan duros como estatuas. Lanzo la varita a la cama contigua y acerco su rostro nuevamente a mi cuello.

-Llevo semanas buscándote Potter.- Susurro contra mi piel en lo que yo jadee.-

-Que… qu…quieres.- Dije con dificultad evitando su mirada penetrante.-

-Vamos Potter, eres astuto supongo que lo sabrás.- Susurro irónico mientras pasaba sus labios por toda mi clavícula. Acaso iba a matarme?-

Con sus delgados y fríos dedos comenzó a serpentear por mi piel hasta desabrochar uno por uno los botones de mi pijama. Lo mire consternado y me sonrío como el cazador que era.

Suavemente bajo por mi pecho con su mano tanteando mi tórax, no pude evitar suspirar, pero el no se detuvo, llego hasta el elástico de mi pantalón y tiro de el hacia abajo. Dejándome en ropa interior.

-Todavía no entiendo bien Potter como es que tarde tanto en encontrarte.- Murmuro mas para si mismo que para mí.-

Su mano subía por la cara interna de mi muslo y su respiración la sentía calida sobre mis labios.
Finalmente acorto las distancias y sentí sus suaves labios contra los míos. Abrió su boca dejando paso a su lengua, húmeda y calida contra la mía. La rozo varias veces, a lo que yo no sabía como responder. Me hizo temblar, se sentía extraño y por alguna razón mis manos que el aprisionaba contra la almohada tenían cada vez menos oposición contra el.

La única cosa que hizo que separara sus labios de los míos fue la exigente falta de aire, agitado mire la sonrisa que no abandonaba su boca y luego comenzó nuevamente a besarme el cuello bajando así por mi agitado tórax hasta llegar al ombligo donde se separo de mi piel que ardía en llamas por el contacto de su boca.

Soltó mis brazos que se quedaron inmóviles y dirigió su mano a mi espalda y la otra acaricio mi entrepierna, jadeé fuerte pero me tranquilicé al saber que nadie oía. Soltó una carcajada plena al saber que me estaba haciendo delirar.

Se quito rápidamente su camisa negra y desabrocho sus pantalones oscuros, con sus ágiles manos quito también mi ropa interior. Me sobresalte pero me quede quieto. Rozo con las yemas de sus dedos mi miembro e hizo que tuviera un espasmo de tal magnitud que me obligo a cerrar los ojos.
Aumentaba el ritmo de sus caricias y yo soltaba gemidos que inútilmente trataba de reprimir.

Acerco su rostro a mi entrepierna y sentí su aliento sobre la zona. Abrí los ojos sorprendido y el me miro como lo hacia, profundamente, la luz de la luna le daba en la piel tan blanca que se confundía con las sabanas.
Sus manos se posicionaron en mi cadera y lamió la punta de mi miembro haciendo que arqueé mi espalda delirando.

Aferre mis manos a las sabanas jadeando fuerte con la respiración agitada, lo que hizo que se introdujera mi sexo en su boca húmeda, la sensación hizo que gritara agónico de placer.

Acariciaba mi espalda con sus manos frías y delgadas mientras aumentaba un ritmo que me hacia olvidarme de la escuela entera.
Espasmos de placer me recorrían el cuerpo concentrándose en mi entrepierna, me sentía que me iba a desmallar a causa de las sensaciones tan profundas.

Se separo un tanto de mí y acerco sus dedos a su boca, los humedeció mirándome sonriente y los introdujo lentamente en mí. Gemí roncamente y me callo con un beso, entreabrió mis labios y volvió el juego de lenguas a sacudirme.
A medida que movía sus dedos los gemidos luchaban por salir de mi boca a través de la suya. Nuevamente se separo de mis labios por la falta de oxigeno. Bajo su ropa interior e introdujo su sexo en mi. Grite por puro delirio y el me tomo de las caderas para profundizar el contacto.

Puse una mano en mi boca para callar los gritos que salían de mi garganta pero luego tuve que aferrarme e las sabanas porque el cuerpo me temblaba eléctrico.

Arque mi espalda lo que le permitió profundizar los embistes. Entreabrí los ojos y vi que el mantenía los suyos cerrados. Su tórax al igual que el mío iba rápido a causa de la agitación. Con una mano tomo mi sexo y lo estimulo con agilidad. Sentía que iba tener un ataque cardiaco.
Espasmos recorrían mi cuerpo dictándome que iba a llegar al clímax.

Se acerco y me beso con salvajismo mientras continuaba su tarea. Uno de sus gemidos paso a través de mi boca mientras cambiaba el ritmo. Sonrío contra mis labios y bajo hasta mi cuello en el que hizo presión.

El cuerpo me ardía y de un momento a otro sentía que la mente se me desconectaba del mundo.

Profundizo el contacto de su sexo y apretó el mío con delicadeza. Gemí salvaje contrayendo mis músculos. Sentí algo húmedo en mi vientre y una sensación tan fuerte que me cegaba. Se mantuvo dentro por unos minutos mientras respiraba agitado contra mi cuello, lo oí jadear entrecortado y luego me beso.


Desperté. Me encontraba en la enfermería, sentí el brazo derecho enyesado aunque no me dolía. Todavía mantenía la agitación aunque no entendía nada. Hermione se encontraba sentada en una silla a un costado, los gemelos se comían algunos de los caramelos que estaban en un costado, medio equipo de Quidditch comentaba algo sobre el partido con cara sonriente y Ron me miraba aliviado con su escoba en la mano.

-Que bueno que estés bien Harry.- Me dijo Dumbledore desde un costado de la sala.- Caíste desde muy alto de tu escoba, aunque tranquilo,.- Pauso.- Atrapaste la Snitch, Gryffindor vuelve a ser el campeón pero me temo que tu brazo fue el precio de la victoria.- Me explico con vos grave y pausada.-

Por una vez en mi vida no escuche lo que el director me decía sino que miraba mas allá de su hombro donde en el marco de la puerta se veía sombrío el contorno de Tom Riddle quien me sonreía salvaje.

Que había sido todo esto, acaso no éramos enemigos?
Notas finales:

Gracias por todo y espero les halla gustado. ^^ Saludos


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